domingo, 13 de marzo de 2022

#A325 Poder que Inspira

Serie: Dios de Pactos



Ps. Jorge Macías Benitez 

27 de Febrero del 2022

Introducción


Hola buenos días, ¡Bienvenidos a esta Casa, la Casa de Dios, Reino de Dios Ministerios!


Soy el Pastor Jorge Macías Benítez, su hermano e Hijo de Dios; también de corazón te tiendo la mano, te abro el corazón y te quiero recibir, dar un abrazo…¡¡¡¡en el Amor del Señor…!! 

La Biblia provee muchos ejemplos de cómo Dios proveyó líderes para su pueblo. Jesús es el modelo para todo líder. 

Él tuvo mayor poder, sabiduría y visión que cualquier líder pudiera desear, pero su ministerio fue siempre uno de servicio y aliento a otros. 

Su enseñanza fue inspiradora y desafiante. 

Hay tanto que aprender del ejemplo de liderazgo de Jesús. 

Otros líderes bíblicos que sirven de inspiración son Moisés, José, Nehemías y Daniel. 

Diferentes situaciones pueden requerir diferentes tipos de habilidades en el liderazgo – organización, sabiduría, humildad, fortaleza y visión.Jesús conocía y entendía a fondo las escrituras. 

Muchas veces usó este conocimiento para resaltar enseñanzas importantes o para responder preguntas desafiantes. 

También pasó mucho tiempo en oración y recibió la guía clara de Dios en todo lo que hizo.

Jesús resistió toda tentación. 

Otros líderes bíblicos a veces fallaron en esto. 

Pero todos tuvieron una relación vital y cercana con Dios que dependía de la oración, el estudio de la escritura y la inspiración del Espíritu Santo. 

Aunque cometieron errores, Dios les mostró paciencia y perdón en su trato con ellos.Los líderes bíblicos con frecuencia compartieron el peso del liderazgo y entrenaron a otros para tomar responsabilidad en el liderazgo. 

Por ejemplo, Jesús pasó mucho tiempo con sus doce discípulos; Daniel tuvo tres amigos cercanos; José y Nehemías se organizaron bien y delegaron responsabilidades a otros.

El Fundamento lo encontramos en la 1a. De Tesalonicenses 1: 5-10 que dice:

“pues nuestro evangelio no llegó a vosotros en palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo y en plena certidumbre, como bien sabéis cuáles fuimos entre vosotros por amor de vosotros. Y vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Señor, recibiendo la palabra en medio de gran tribulación, con gozo del Espíritu Santo, de tal manera que habéis sido ejemplo a todos los de Macedonia y de Acaya que han creído. Porque partiendo de vosotros ha sido divulgada la palabra del Señor, no solo en Macedonia y Acaya, sino que también en todo lugar vuestra fe en Dios se ha extendido, de modo que nosotros no tenemos necesidad de hablar nada; porque ellos mismos cuentan de nosotros la manera en que nos recibisteis, y cómo os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera.”

El título del mensaje este domingo es:

Poder que Inspira

Oremos


Expectativas en Fe

A un trabajador le gusta ver los frutos de su trabajo. Es muy desalentador que le dedique mucho esfuerzo y no pueda ver los resultados. 

Los trabajadores de Dios en la fe, continuarían esforzándose, aunque no vieran resultados; pero es más consolador, mucho más fácil continuar en el servicio, cuando ven que Dios los está bendiciendo. 

Ahora bien, no es malo que un ministro Cristiano hable de las conversiones que ha conseguido bajo su ministerio. 

Pablo dijo que él hubiera hablado de ellas, pero como otros lo hacían tan continuamente, no era necesario mencionarlas. 

Sin embargo, bajo ninguna circunstancia Pablo habría actuado mal, y por consiguiente, concluimos que es muy aceptable a veces que veamos lo que se ha hecho, y que hablemos de ello, y especialmente porque si cualquier ministerio hace algo bueno, es porque Dios lo ha hecho, y toda la gloria se le debe a Él y a Él solamente.

No hablar de lo que Dios ha hecho sería una ingratitud. 

Podría tener alguna semejanza con la humildad, pero en realidad sería deslealtad al Altísimo. 

Por eso mismo Pablo no dudó en hablar de sus conversos en Tesalónica, y de su buen carácter, y del buen fruto que habían dado, y de la forma en que habían difundido el evangelio en otras comarcas. 

Él no se jactaba; le daba la gloria a Dios, pero él comentaba lo que se había hecho. 

Nosotros pensamos que podemos hacer lo mismo; en la medida que Dios bendiga nuestro trabajo, cualquiera de nosotros puede hablar de ello para alabanza y gloria de Dios, y para él estímulo de nuestros compañeros trabajadores. 

El Apóstol en este pasaje nos dice lo que ha hecho Dios en Tesalónica. Procederemos de inmediato a desarrollarlo, pues nuestro texto es largo.

Y notarán ustedes que nos dice, primero, lo que había predicado en Tesalónica; luego cómo le había llegado a la gente; y, en tercer lugar, cuál había sido el resultado de esto para ellos mismos; y, en cuarto lugar, cuál había sido el resultado para otra gente. Primero, el Apóstol nos dice:

Lo que fué predicado

Primero, el Apóstol nos dice que"Nuestro evangelio", no llegó a vosotros en palabras solamente." 

¿Por qué le llama Pablo "nuestro evangelio"? 

Él no lo inventó; él no lo pensó, ni lo hacía nuevo cada domingo. 

No; era el evangelio de Cristo mucho antes que fuera el evangelio de Pablo. 

Sin embargo le llama nuestro evangelio para diferenciarlo, porque había otros evangelios. 

Había quienes llegaban y decían, "¡Esta es la buena nueva! y otros, por otro lado, decían, "¡Esta es la buena nueva! 

Ahora, Pablo dice que hay otro evangelio, y agrega, "No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban." 

Él, por consiguiente, afirmó sus pies y dijo, "Traigan los evangelios que quieran, cada uno de ustedes; pero yo tengo un evangelio que predico, diferente al de ustedes, y ese evangelio es el que he predicado a los Tesalonicenses, el cual no les ha llegado en palabra solamente." 

En estos tiempos, amados míos, debe hacerse una diferenciación entre el evangelio de los hombres y el evangelio de Dios; hoy día el evangelio del hombre es bastante popular. 

Alguien se pone a pensar hasta que le duele la cabeza, produce disparates, viene y los ofrece como algo nuevo. 

Los hombres van hasta el fondo de un tema y lo baten hasta que remueven el lodo de ese fondo y luego no pueden ver su propio camino, y nadie más puede verlo, y luego salen con algo maravilloso y, usando palabras difíciles de pronunciar y más difíciles de entender, ganan el prestigio barato de ser grandes eruditos y profundos teólogos. 

Bien, dejemos que sigan su camino; ese es su evangelio; pero nosotros tenemos otro evangelio, el cual lo hemos ganado de otra manera, y deseamos propagarlo de otra manera. 

Pablo dijo "nuestro evangelio," pues, para hacer una distinción.

Pero también quiso decir que era su evangelio porque le había sido encomendado; lo había recibido como un depósito sagrado; él era, por decirlo así, un mayordomo de Dios, con la misión de preservar y mantener viva la verdad en el mundo; y Pablo la preservó sin adulterarla. 

Así cuando terminó su vida pudo decir, "He peleado la buena batalla, he guardado la fe." 

Si alguien adulteró el evangelio, no fue Pablo. 

Él lo entregó tal como Cristo se lo dio. 

¡Oh! ¡que cada uno de nosotros que es llamado a predicar el evangelio, y, por supuesto, cada miembro de la iglesia sienta que la verdad nos es encomendada para conservarla en el mundo! 

Nuestros antepasados la conservaron en la hoguera, y en el tormento cruel, y cuando se fueron al cielo en sus carros de fuego dejaron la verdad para que la preservaran sus hijos. 

Transmitida a nosotros por la larga fila de mártires y confesores, Presbiterianos y Puritanos, ¿qué vamos a hacer con ella ahora? 

¿No sentiremos que todo el costo de conservarla a través de los siglos nos exige actuar igual que ellos, si hubiera la necesidad (aun a costa de nuestra sangre) y que, mientras vivamos, nunca se diga que en nuestra vida, en nuestra oración, en nuestra conversación, o en nuestra predicación, el evangelio sufrió en nuestras manos? 

"Yo sé a quién he creído," dijo Pablo, y "estoy convencido de que él es poderoso para guardar mi depósito," o, más bien, como algunos lo interpretan, "Él es capaz de guardar mi depósito, el cual se me encomendó para guardar; también Cristo guardará y preservará el evangelio puro y claro, aun hasta la última hora del tiempo." 

¡Que el Señor nos lo conceda, para gloria de su nombre!

Pero además pienso que el Apóstol utilizó el término "nuestro evangelio" no sólo para diferenciarlo y porque sintió que le fue encomendado, sino porque él mismo lo había gozado y lo había experimentado. 

¿Qué derecho tiene alguien de predicar lo que no ha disfrutado ni hecho suyo? 

He oído de cierto médico que usualmente probaba sus propias medicinas en él mismo; seguro que debiera ser siempre la práctica de aquellos que sirven al médico celestial. 

¿Cómo vendremos y predicaremos el bálsamo de Galaad, el cual cura todas las heridas, si las nuestras no han sido curadas? 

¡En qué lastimoso caso se encuentra el desdichado que habla de regeneración, pero no ha nacido otra vez; que predica la fe, pero nunca ha creído; que habla de perdón, pero nunca ha sido lavado en la preciosa sangre; habla de la justicia de Cristo, pero tiembla en la desnudez de su propia corrupción! 

¡Ah! ¡hombre infeliz, ser heraldo de buenas nuevas, mientras él mismo no participa en ellas! 

Ezequiel, antes que tuviera que ir y hablar del mensaje de Dios, se le dio un mensaje, y ¿qué decía? 

"Hijo de hombre, come este rollo." 

Tuvo que tomar el mensaje escrito en el rollo y comerlo, y cuando estaba en su propio cuerpo entonces pudo hablar del mensaje con gran poder.

Es una buena máxima antigua la que dice: 

"Si tu predicación debe llegar al corazón, debe salir del corazón." 

Debe haber conmovido a nuestras almas, antes que podamos esperar conmover las almas de otros. 

El Señor es mi testigo que al predicar aquí a ustedes, todos estos años, amados míos, les he predicado lo que he probado y aplicado de la buena Palabra de Dios. 

He predicado la doctrina del pecado humano, porque he sentido su poder, sentido su amargura y vergüenza, y me he revolcado en el polvo ante Dios, casi con desesperación. 

Les he predicado el poder de la sangre preciosa para limpiar el pecado, porque he mirado hacia las amadas heridas de Cristo y he encontrado purificación en ellas. 

Sólo les hemos hablado de lo que nosotros mismos hemos conocido, y sentido, y comprobado que es cierto. 

Me iría a mi habitación esta noche sintiéndome desventurado si no tuviera más seguridad de la verdad de mi mensaje que la que pudiera encontrar en la experiencia de otros hombres.

Ahora muchos de ustedes están comprometidos en la predicación de Cristo a otros, y en enseñar a Cristo a los niños en las escuelas. 

Siempre hablen de la llenura de sus propios corazones, porque cuando puedan decir, "He probado esto; me regocijo en esto," la palabra de ustedes seguramente llegará con poder a los corazones de quienes los escuchan. 

El hombre que desee traer a otros a Cristo debe de imitar a Elías, el profeta, quien, cuando halló al niño muerto en su cama y que no podía ser levantado a la vida de ninguna manera, fue y puso su boca en la boca del niño, y sus manos sobre las manos del niño, y sus pies sobre los pies del niño, y entonces poco a poco la vida se le restituyó al niño. 

Debemos sentir una compasión interna por aquellos a quienes queremos traer a Cristo, y entonces proclamar desde nuestra propia alma lo que sabemos acerca del Salvador, y entonces llegará con frescura y con poder, y Dios y el Espíritu Santo bendicen esto. 

Esta entonces, fue la razón que Pablo tuvo para llamarlo "nuestro evangelio", el evangelio encomendado a él, el evangelio que había probado y aplicado a sí mismo.

Entrega del Evangelio del Reino

Pablo lo describe como viniendo en cuatro grados. 

Primero, dice, "nuestro evangelio no llegó a vosotros sólo en palabras, sino también en poder y en el Espíritu Santo y en cuarto lugar, en plena convicción." 

Bien, estas cuatro palabras me permiten dividir a mi auditorio en este momento. 

A todos los que han asistido regularmente a esta casa de reunión, que se han sentado en estas bancas durante algún tiempo, ciertamente nuestro evangelio ha venido en palabra; todos la han escuchado, y la han escuchado de tal manera que entienden su sentido, el don de ella. 

La han oído de muchas maneras y formas prestándole la debida atención. 

Ahora, es de temerse que hay algunos para los que la palabra ha venido en eso, en palabras solamente, y es muy triste para el predicador (y debe ser más triste para los que se encuentran en tal condición), que esta Palabra que da vida sea solamente una palabra. 

Hubo el banquete del evangelio, y el mensaje fue enviado, pero quienes habían sido invitados no vinieron al banquete. Escucharon el mensaje y eso fue todo. 

Allí están los enfermos junto al estanque de Betesda; ven el agua y eso es todo; pero no entran al estanque y no son curados. 

¡Oh, encontrarse enfermo y tener la curación a la mano! 

¡Tener hambre, y que el pan esté disponible! 

¡Estar sediento, y con un arroyo corriendo a nuestro pies, y no beber! 

Recuerden, queridos lectores, que si la Palabra de Dios viene a ustedes hoy como palabra solamente, algún día será más que eso, ya que es una verdad cierta de la Escritura que los que oyen la palabra son responsables por lo que oyen. 

"Mirad, pues, cómo oís," deberá ser algo a lo que tengamos que responder el día del juicio. 

"¡Ustedes escucharon el evangelio, pero lo rechazaron!" será una de las acusaciones que se presentarán en contra de los que lo escucharon, y será más tolerable para Tiro y para Sidón que para ellos. 

Me gustaría ahora dividir esta congregación, respondiendo a esta pregunta: 

"¿Cuántos hay aquí presentes para quienes el evangelio ha venido en palabra solamente?" 

Dejen que hablen sus conciencias; que cada hombre ponga su mano sobre su corazón y responda: 

"¿Es ese mi caso?" 

Si es así, rogamos que salgan de esa condición de inmediato, que no pasen ni un día más así. 

¡Que la Palabra venga a ustedes de otra manera!

Pero, en segundo lugar, había algunos a quienes les llegó con poder. Ahora bien, hay oyentes a quienes el evangelio les llega con un poder inspirador. 

Solían ser descuidados, pero ahora ya no pueden serlo. 

Oyen la palabra "¡eternidad! ¡eternidad! ¡eternidad!" resonando en sus oídos, y los sobresalta y los despierta. 

No pueden estar a gusto mientras estén enemistados con Dios; sienten que su nido está agitado. 

Ha llegado a ellos con poder. Más que eso, hay quienes han sentido un efecto aplastante; los ha golpeado duramente; ha magullado su rectitud; ha hecho astillas sus propias esperanzas; y aunque no han mirado hacia Cristo para la esperanza verdadera, sienten el poder del evangelio, que coloca a todas las otras esperanzas en el polvo. 

¡Ah! Yo sé que algunos de ustedes han sentido el poder del evangelio, porque se han ido a sus casas y han orado, tal vez docenas de veces, después de escuchar el sermón, se han ido a sus recámaras, y han comenzado a orar, pero a la mañana siguiente lo han olvidado. 

El bien de ustedes ha sido como el rocío de la mañana, y se ha evaporado cuando el calor de las preocupaciones del día le ha llegado. 

¡Ay! En muchos surcos hemos sembrado en vano. 

Hemos lanzado la semilla en terreno pedregoso; la hemos lanzado al lado del camino, y nuestros esfuerzos han sido vanos; sin embargo, debemos continuar todavía predicando el evangelio, porque a algunas personas les llegará aún con mayor poder.

Otra vez, yo pediría otra división de la congregación. 

Sé que hay algunos que estarán bajo esta división. No son salvos, pero no pueden burlarse del evangelio; no pueden pasar ante él con indiferencia. 

Es como una espada aguda de dos filos; perfora, corta, y hiere. 

Yo le ruego a Dios que los mate espiritualmente, para que puedan recibir nueva vida.

Ahora, el tercer grado de la llegada de la Palabra a Tesalónica fue que vino en el Espíritu Santo. 

¡Ah! Aquí está el camino bendito; porque si viene en otro poder que no sea éste, vendrá en vano; pero si viene en el Espíritu Santo, ¡Oh!, entonces, entonces se logra su objetivo, porque el Espíritu Santo aligera a los hombres por una misteriosa operación, que no podemos describir, pero que muchos hemos sentido, la cual llega a los hombres creando en ellos una nueva vida, y como ellos estaban muertos en el pecado entonces comienzan a vivir como no lo habían hecho antes. 

Ese mismo Espíritu los ilumina, mostrándoles mil verdades que nunca antes habían visto; descubren que han entrado en un nuevo mundo; han pasado de la oscuridad a la luz maravillosa. 

Entonces el Espíritu de Dios comienza a purificarlos. Los limpia de este y ese pecado, y los libra de impurezas, los renueva; está en ellos como un espíritu para quemar y consumir al pecado, un espíritu que los limpia limpiándolos de sus maldades. 

Luego viene como un espíritu de consolación y les da alegría y paz, los eleva sobre sus preocupaciones, sus tentaciones, sus dudas y los llena con un anticipo de bendición eterna. 

¡Oh! Bendito es ese hombre para quien nuestro evangelio llega con el Espíritu Santo. 

Amados, no nos admira si las personas se burlan del evangelio en sí mismo, o si otros lo oyen y no son conmovidos por él, porque el evangelio en sí mismo es como una espada sin el brazo de un guerrero que la sostenga. 

Ahora, cuando el Espíritu de Dios viene, el hombre ya no duda más. 

Es cuando coloca la verdad en el corazón (de manera que alma y espíritu, articulación y médula, se sumergen en ella) que los hombres son convencidos, convertidos, salvos, y la verdad es para ellos ciertamente una cosa viva. 

Clamemos, oh, amados miembros de esta iglesia, rueguen porque la palabra de Dios, nuestro evangelio, pueda venir en el Espíritu Santo.

Conclusión

Una cuarta clase para quienes la palabra llegó en un grado más elevado; porque sé agrega "y en plena convicción." 

A todos los cristianos llega en el Espíritu Santo, pero para algunos llega con un grado aún mayor de poder espiritual.

Ellos creen en el evangelio, pero no lo creen tímidamente; lo aceptan como una realidad firme, sólida, indisputable; se aferran a él como con una mano de hierro, y su propio interés en él no permanece en duda. 

No, ellos saben en quien creen, están persuadidos de que Él es capaz de guardar lo que se le ha encomendado. 

Ellos creen en Cristo con la fe de Abraham, que no titubeó ante la promesa por falta de fe. 

Las nubes y la oscuridad se han ido del cielo de ellos, y ven el éter azul claro de la presencia de Dios por encima de ellos. 

Se regocijan en el Señor siempre, y otra vez se vuelven a regocijar. 

Hay algunos así en esta congregación; bendigo a Dios por cada uno de ellos. 

Que haya muchos más; porque ustedes que poseen plena certidumbre son los hombres fuertes para el servicio. 

Teniendo la alegría del Señor en sus propias almas, ésta se convierte en su fuerza cuando salen a luchar las batallas del Maestro, porque ustedes sienten el amor del Maestro. 

Que el Señor nos dé muchos, muchos más en la iglesia, para quienes la palabra de Dios venga en el Espíritu Santo y con plena certidumbre. Así fue como llegó la palabra de Dios a ellos. 

Oremos


Ps. Jorge Macías Benitez


¡Dios les Bendice!

lunes, 28 de febrero de 2022

#A323 Lumbrera en la Calle

 Serie: Dios de Pactos



Ps. Jorge Macías Benitez 

27 de Febrero del 2022

Introducción

Hola buenos días, ¡Bienvenidos a esta Casa, la Casa de Dios, Reino de Dios Ministerios!

Soy el Pastor Jorge Macías Benítez, su hermano e Hijo de Dios; también de corazón te tiendo la mano, te abro el corazón y te quiero recibir, dar un abrazo…¡¡¡¡en el Amor del Señor…!! 

Todos hemos escuchado el dicho popular: Candil de la calle, oscuridad de su casa, y eso se dice cuando una persona es amable, alegre, dispuesto a ayudar, con todos menos con su propia familia.

Y eso no es algo extraño, sino al contrario es algo muy común y lastimosamente aun dentro de las familias cristianas.

El fundamento nos deja claro que nosotros tenemos que ser luz, tenemos que reflejar la luz del amor de Dios en nuestra vida.

De hecho, la palabra de Dios nos dice que la amabilidad y las buenas obras tienen que ser la tarjeta de presentación de los hijos de Dios (vs 16 / Filipenses 4:5)

Ahora la palabra de Dios nos deja claro donde debe ser el primer lugar donde nuestra luz debe ser vista, el primer lugar donde nuestra luz tiene que iluminar la vida de nuestros prójimos: Nuestra casa. (Mateo 5:15)

Tenemos que tener claro que no se trata de ser tinieblas en la calle y solamente luz en la casa, no se trata de tener buenas actitudes solamente con nuestra familia, ser cristiano significa tener buenas actitudes con todas las personas comenzando en nuestro hogar.

El fundamento es:

“12Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, 13porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.

14Haced todo sin murmuraciones y contiendas, 15para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa,

Dt. 32.5.

 en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo; 16asidos de la palabra de vida, para que en el día de Cristo yo pueda gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado. 17Y aunque sea derramado en libación sobre el sacrificio y servicio de vuestra fe, me gozo y regocijo con todos vosotros. 18Y asimismo gozaos y regocijaos también vosotros conmigo.” Filipenses 2

El título del mensaje este domingo es:

Lumbrera en la Calle

Oremos


Ceguera Espiritual

No sólo es necesario venir a la iglesia y escuchar el mensaje solamente, quien escucha palabra de Dios y no la pone por obra, es un necio. 

Dios podría hacer tantas cosas con nosotros, pero hay un mal, que yo llamaría una especie de ceguera espiritual, que a veces nos permite deleitarnos en el consejo de Dios solamente pero no obedecerlo. 

Ezequiel 33:31-33: 

“Y vendrán a ti como viene el pueblo, y estarán delante de ti como pueblo mío, y oirán tus palabras, y no las pondrán por obra; antes hacen halagos con sus bocas, y el corazón de ellos anda en pos de su avaricia. 32Y he aquí que tú eres a ellos como cantor de amores, hermoso de voz y que canta bien; y oirán tus palabras, pero no las pondrán por obra. 33Pero cuando ello viniere (y viene ya), sabrán que hubo profeta entre ellos”.

Así eran los griegos; Cuando el apóstol Pablo visitó Atenas observó que se preocupaban en oír constantemente algo nuevo, pero dice la Biblia que la bendición no es para los oidores sino los hacedores de la palabra de Dios. 

Hay dos etapas: Primero oír y luego actuar; no es suficiente que  conozcas la palabra de Dios y la hayas escuchado es necesario que comiences a moverte en función de esa palabra que has escuchado. 

Si quieres vivir mejor, necesitas producir cambios y por sobre todas las cosas, los cambios que la palabra de Dios te apunta y te sugiere; no es que Dios no habla, Dios muchas veces nos habla, y nos tomamos el atrevimiento de decir que nada sucede en nuestras vidas, pero él no puede hacer nada en nosotros a menos que tomemos decisiones en cuanto a lo que él nos ha dicho que hagamos. ¡Tenemos que actuar en fe! ¡Si quieres cambios en tu vida, tienes que hacer cosas nuevas!

             DIOS TE QUIERE SABIO Y HÁBIL

No obstante, hay entre el oír y el hacer una especie de nube que no permite que llegue la palabra a la médula de los huesos y luego actuar conforme a esa palabra para que se produzcan los cambios. 

Si quieres vivir mejor, se tienen que producir cambios en tu vida y esos cambios no son cosas que Dios tiene que hacer sino tú. 

Lo difícil es poder vivir esto, más que entenderlo. 

Hay cosas que tu aceptas en tu mente pero que no producen ningún cambio en tu vida diaria; Dios espera pues, que pongas un esfuerzo adicional para caminar en base a su consejo, tienes que luchar porque la victoria no es para los que oyen la palabra sino para los que la ponen por obra. 

No esperes la victoria si no estás luchando ni creyendo.

Leí una anécdota muy ilustrativa: 

Un matrimonio fue al médico pues el esposo tenía que hacerse un chequeo de rutina. 

El médico comenzó a hacerle preguntas: “¿Le duele algo?” “Nada”, responde el hombre. “¿Duerme bien?” “¡Sí!” “¿Cómo anda de ánimo?” “¡Excelente!”

El médico no le encontró nada. 

“Usted está muy bien, lo felicito”. 

Ya se estaban despidiendo cuando la señora le hace una pregunta:

“Doctor, mi marido tiene constantemente los pies helados, ¿por que será eso?” 

Le hicieron un análisis y el resultado fue: 

“¡Usted está al borde de un ataque al corazón, hay que internarlo de urgencia y operarlo porque está en peligro de muerte!” 

Lo mismo ocurre en nuestras vidas:

A veces parece que está todo bien pero de casualidad nos enteramos que está todo mal, y lo lamentable es que nos enteramos cuando ya vino el infarto. 

Señales

Creo, y la Biblia afirma, que los problemas no vienen repentinamente sino que Dios los anuncia; siempre un gran problema está mostrando una lucecita roja en algún lugar y en algún momento, necesitamos saber que la señal que hay es realmente una señal importante; siempre que hay un problema en el matrimonio, éste es anunciado, sólo falta que lo entendamos, y de eso se trata, que Dios, siempre que habla, está anunciando cosas y problemas que pueden venir. 

En este momento, Dios te dará Señal que algo anda mal en algún área de tu vida. 

Suele suceder que no sabemos por qué nuestro hijo le va mal en matemáticas y no nos damos cuenta cuál es la raíz del problema. 

La virtud del cristiano es que puede ver los problemas antes que éstos sucedan. 

Jesús dijo: “

“Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”. Juan 8:12. 

¿Qué quiso decir Jesús? 

¡Qué él anuncia los problemas antes que sucedan! 

Una persona hábil, sabia e inteligente sabe detectar los problemas antes que sucedan, Dios te dé la habilidad de estar lo suficientemente despierto para poder ver, antes que un problema sea grande, un detalle donde se éste se está colando; te hablo de tu matrimonio, de tu familia, de tu empresa, de todas tus cosas. 

Dios quiere que estés advertido. 

El cristiano ha sido llamado por Dios para que pueda “ver y discernir”. 

En todas las palabras hay espíritu; el otro día un hermano me aseguró que yo lo rechazaba siendo que él era mi oveja; en un momento, me dice: “Porque en tu iglesia…”. 

¡Esperaba que me dijera “nuestra iglesia”! 

Me largué a reír; “¿de qué te ríes?”, me preguntó. “¿Te diste cuenta lo que me dijiste hace un ratito?” le contesté. “De la abundancia del corazón habla la boca”, dice la Biblia. 

¿No te gustaría tener el discernimiento de Dios? 

A veces estoy hablando con personas y estoy viendo el espíritu que se está moviendo detrás de sus palabras. 

En las palabras hay espíritu, por eso tienen Poder, ellas hieren profundamente. 

¿Por qué pueden herir tanto las palabras? 

Porque tienen intenciones pero el Espíritu Santo no tiene malas intenciones. 

¡Hablamos conforme al espíritu que nos domina! 

Entonces, lo importante no es oír lo que se dice sino discernir lo que hay detrás de lo que se dice. 

Abre los oídos y entiende que muchas veces eres engañado por lo que oyes y dices; no importa lo que digamos, si no sabemos el espíritu que nos está movilizando, por más que nos esforcemos en decir las cosas correctamente, de todas maneras va a operar el espíritu. 

En todos los órdenes de la vida sucede. 

Recuerdo una hermana que nunca contó a nadie que ella se prostituía; su hija jamás se enteró. 

Cuando ésta fue grande, adre dejó la prostitución y en un encuentro, estando las dos, la madre confesó que se prostituía, ¡y la hija confesó también lo mismo! 

Luego, hablando entre ellas, descubrieron que ambas se prostituyeron en el mismo lugar; asimismo, la madre había querido abortar y su hija también había querido abortar a su propia hija. 

Tú no puedes esconder lo que está sucediendo en tu vida espiritual; un infarto no sucede de un día al otro. 

¿Quieres que te dé la receta para tener un buen infarto? 

Come todos los días a la una de la madrugada un buen asado, un chorizo, usa mucha sal, no comas verduras, come una sola vez al día, nunca hagas ejercicios, entonces todo irá bien hasta el día del infarto. 

Si quieres librarte de consecuencias y tener una vida de éxito, tienes que lograr ver que se te están tapando las arterias mucho antes de que te internen. 

Tienes que saber que de todas maneras debes cuidarte de comer tanta carne y grasa, aunque te sientas bien comiendo eso, tienes que adoptar conductas saludables de vida y de ese modo estarás tranquilo. 

Ninguna esposa deja a su esposo de un día para otro, ningún infarto se produce de un día para el otro, siempre hay señales. 

“No puedo creer que mi marido se fue con otra”, dicen algunas mujeres. 

¡A veces no es que no se ve sino que no se quiere ver! 

A Dios no le gusta que te sucedan estas cosas. 

El pasaje que leímos, dice: 

“Y vendrán a ti como viene el pueblo, y estarán delante de ti como pueblo mío, y oirán tus palabras, y no las pondrán por obra; antes hacen halagos con sus bocas, y el corazón de ellos anda en pos de su avaricia. 32Y he aquí que tú eres a ellos como cantor de amores, hermoso de voz y que canta bien; y oirán tus palabras, pero no las pondrán por obra. 33Pero cuando ello viniere (y viene ya), sabrán que hubo profeta entre ellos”. Ezequiel 33: 31-33

Qué lindo que descubras a tiempo que los pies helados pueden producirte un infarto. 

Dice la historia que leí, que a este hombre lo operaron, y todo salió bien. 

¿Crees que una empresa cae en bancarrota de un día para el otro? 

¡Jamás! Se le van cayendo las estructuras de a poco. 

Asimismo, las relaciones de los padres con los hijos no se rompen de un día para el otro; es cierto que de un día para el otro el hijo dice: “Este viejo no me pegará más”, pero tú ya llevas 15 años pegándole… ¿Estaba la señal? ¡Sí!

Mi pregunta es: 

“Papá, mamá, has visto las luchas de tus hijos, ¿te has dado cuenta que está triste, angustiado? ¿Te has dado cuenta que esté en problemas? ¿Sabes realmente lo que piensa tu hijo?” 

Jesús dijo: 

“Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”. 

En otras palabras, el que sigue a Jesús le encuentra el por qué a los “pies fríos” de cada problema, verá un detalle donde nadie lo ve. 

Cuando se enciende una luz, no hay tinieblas que la detengan, pero las tinieblas son un engaño, no existen. 

A la luz la podemos tomar y analizar y encontramos fotones, etc, pero la oscuridad no tiene nada, no puedes tomar un poquito de oscuridad y analizarla porque ¡no existe! 

¿Por qué se manifiesta la oscuridad? 

¡Simplemente por falta de luz! 

¿Por qué se manifiesta el mal? 

Simplemente porque no estás haciendo el bien, pero cuando haces las cosas bien, la oscuridad no se manifestará y no podrá hacer nada contigo ni la enfermedad, ni el divorcio, ni el quebranto económico porque tienes luz. 

¡Necesitas luz! 

Tienes que ser sabio; si Dios te resuelve todo, eres un tonto y él no quiere hijos tontos. 

El te pone en dificultades para que te “avives”, no es para que te vaya mal sino para que te despiertes. 

Dios hoy te dice: Ningún problema viene sin aviso. 

¿Qué es más triste? 

¿Qué te lleven en ambulancia de urgencia porque te ha venido un infarto o saber que por los pies fríos te puede venir un infarto? 

Pero aún en el infarto puedes contar con Dios, aunque él no quiere que llegues al infarto.

Jesús ofrece todo, él es la luz del mundo; eso significa te irá bien en tu matrimonio, en la crianza de tus hijos, en tus negocios. 

El dijo también: 

“Yo soy el camino, la verdad y la vida…” 

Cuando uno recibe a Cristo en su corazón, recibe el camino, la verdad y la vida. 

Si Cristo está dentro de tí, la verdad y la vida están también dentro de tí. Solo una mala relación con Jesús puede hacer que un cristiano esté fallando toda la vida, no puede ser que un cristiano esté fallando 20 años en lo mismo.

Si buscas a Jesús de todo tu corazón él te promete darte la luz de la vida, puedes consultarle todas tus cosas, serás alumbrado por él. 

La palabra que hoy entrego es: Necesitas afianzar tu alianza con Jesús. 

Ligarse a Jesús es ser alumbrado. 

¡Necesitas tener intimidad con él!

Jesús quiere que tengas muchos frutos; cuando Dios hizo al hombre, le dijo: 

“Fructificad y multiplicaos, llenad la tierra y sojuzgadla”. 

Luego Jesús dijo: 

“Si mis palabras permanecen en ustedes, llevarán mucho fruto”. 

La idea de Dios es que te vaya bien. 

Algo sucederá cuando encares un negocio, estarás advertido, Dios te quiere hábil y despierto. 

El podría hacer todo, pero si haces todo, serías un tonto y un necio. 

Pídele a Dios habilidad. 

Qué fácil sería decir: 

“Padre, que caiga del cielo una empresa que venda un millón de dólares por mes”.

Conclusión

¿Estás cansado de tropezar en la vida? 

Quizás se te están yendo los años y no tienes sabiduría para vivir ni entiendes por qué te tiene que ir mal siempre. 

¡Dios no quiere que te vaya mal! 

Ven a Cristo, ábrele tu corazón; quizás estás encerrado en tus proyectos y pensamientos, estas demasiado ocupado como para asistir a la iglesia u orar, pero Jesús dice: 

Si no vienes a mí y no abres tu corazón, no tendrás victoria. 

Si las cosas van mal en tu vida es porque Cristo no está señoreando en ella. 

Necesitas abrirle tu corazón a Cristo y dejarle que él alumbre. 

Jesús no quiere verte en oscuridad, él quiere verte en luz, él te pondrá en sobreaviso cuando vengan los problemas, él alumbrará tus tinieblas. 

Si necesitas su luz, haz esta oración ahora mismo:

“Padre querido, reconozco que hasta el día de hoy he vivido en tinieblas pero hoy abro mi corazón a ti; entra en mi vida, perdona mis pecados y límpiame con la sangre preciosa de tu hijo Jesús. Estoy cansado de vivir en derrota y miseria. ¡Necesito que tu luz me alumbre! Creo que en esta hora, tu obras un milagro en mi vida; en el nombre de Jesús hago esta oración, amén”.

Oremos


Ps. Jorge Macías Benitez


¡Dios les Bendice!

lunes, 14 de febrero de 2022

#A321 70 Veces siete

Serie: Dios de Pactos


Ps. Jorge Macías Benitez 

13 de Febrero del 2022

Introducción

Hola buenos días, ¡Bienvenidos a esta Casa, la Casa de Dios, Reino de Dios Ministerios!

Soy el Pastor Jorge Macías Benítez, su hermano e Hijo de Dios; también de corazón te tiendo la mano, te abro el corazón y te quiero recibir, dar un abrazo…¡¡¡¡en el Amor del Señor…!! 

Amadas y amados en le Fe, el verdadero creyente no debería de apartarse jamás del Señor (2° Pedro 1:3). 

Si perdemos la comunión con Dios es siempre culpa nuestra. La restauración llega cuando a un creyente ha caído. Debemos de preguntarnos entonces, ¿Cómo comenzó la caída?

Generalmente es un proceso gradual, no un acontecimiento repentino. 

Placeres inocentes llegan a ocupar el lugar de nuestro estudio bíblico y la oración (el tiempo de/con Dios); compañías mundanas y pecaminosas nos alejan de los asuntos espirituales, pecados sin confesar nublan nuestro sentido del bien y del mal; poco a poco vamos cediendo ante las tentaciones del mundo, la carne y Satanás.

Cuando vivimos así, pronto será difícil que nos distingan de los inconversos que nos rodean. 

Le paso a Sansón (Jueces 14-16), Noemí (Rut.1:1-5) y Pedro (Lucas 22:54-62). 

¿Cómo debemos de actuar cuando un cristiano ha cedido a la tentación, ha tambaleado y ha caído? 

¿Debe de responder la iglesia? 

¿Cómo debemos de abordar el problema? ¿Tenemos que ignorarlo, echarlo, criticarlo, aislarlo, apartarnos de él, avergonzarlo, difamarlo, censurarlo?

El título del mensaje este domingo es:

70 Veces siete

Oremos

Siendo Fiel a Dios

Siete veces cae el Justo y se levantará es una frase que habla sobre lo que Dios ha prometido en la vida de los creyentes, que se mantienen fieles a Él, ya que la perfección solo está en Dios, y el ser humano cada día se esfuerza en enderezar sus pasos pero es el Señor quien lo ayudará en el camino.

En este sentido, la siguiente enseñanza busca hablar de como el propósito de Dios se cumplirá en todos los que han sido llamados para su reino, y cada proceso donde se caen las personas es la oportunidad para conocer, aprender y ser edificados en Dios.

Al hablar que una persona se cae es conocido por muchos como el momento en que toca fondo, y durante esa caída se vuelve a levantar, y prosigue adelante en medio de la adversidad que haya vivido, y ante eso las Sagradas Escrituras enseña sobre estos procesos:

“Siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse” 

Proverbios 24:16

En este sentido la Biblia habla que cuando cae el justo se levantará, esto quiere decir que la justicia de Dios y su misericordia lo ayudará a levantarse para ser restaurado en aquello que ha sido un tropiezo para su vida, que puede permitir desarrollar aspectos como los siguientes:

Cuando se cae en el plano físico produce dolor en la persona, que deberá ser atendido por algún especialista por si ha tenido algún tipo de fractura.

Una caída puede enseñar a una persona a tener humildad. Cuando alguien se cree superior a los demás en conocimiento o aptitudes, puede suceder que falle en alguna actividad, haciéndolo caer y dándole una enseñanza de vida.

Una caída o equivocación enseña a que la persona tenga una cambio súbito ante la posición que tenga sobre algo.

Una caída en el plano espiritual permite que la persona tenga madurez, y se le revele lo que correcto y lo incorrecto delante de Dios, para el avance de su vida y propósito divino.

De este modo, la caída viene a representar en el aspecto general a un cambio, a la transformación, es el final de algo para que pueda nacer un nuevo aprendizaje o una nueva persona, es el ejemplo de la semilla que debe morir primero para que el fruto pueda crecer.

Simbología

Para poder comprender esta frase que está escrita en el libro de Proverbios, está directamente relacionado con el poder de restauración que trae Dios a la vida del creyente, y en ese sentido es importante analizar los términos de esta frase.

Caerse

Cuando el creyente se acerca a Dios vive un proceso en el que se da un nuevo nacimiento, y en ese cambio de vida puede ser doloroso, ser lento o en otros casos más rápidos.

En esa etapa que vivirá la persona se le presentarán los obstáculos que puede llevar a una caída que conllevará a un cambio de actitud mental.

Cada vez que una persona se cae esto significa que estaba de pie, caminaba, es decir que se encontraba en movimiento constante, y al tropezar o tocar el piso, significa que cambió una posición a otra, y ese cambio podrá generar un tipo de respuesta positiva o negativa, según sea el punto de vista como lo mire la persona que ha caído.

Todo esto conlleva a que una persona puede rendirse al momento de caer o entrar en la desesperanza o decepción, o bien podrá tener una nueva perspectiva de la vida, con otro tipo de fe, de esperanza, aspirando a valorar lo que está por venir para su madurez y crecimiento en todos los aspectos de su vida.

Poder Levantarse

Al hablar de levantarse eso se refiere a un nuevo nacimiento, es poder ver la gloria que Dios ha prometido a sus hijos, es saber que puede caer pero se levantará con las fuerzas que vienen del cielo. 

Eso significa que tendrá ayuda por Dios, que no está solo, como lo dice la Palabra:

 "Cuando el hombre cayere no quedará postrado, porque Jehova sostiene su mano”

En ese momento en que el creyente podrá comprender que en medio de la caída o falta que haya tenido tendrá una mano que lo ayudará, y es la de Dios, quien no lo dejará que permanezca en el suelo, sino que le dará nuevas fuerzas, para poder librar cada una las batallas que tendrá en el camino.

“No temas, que yo soy contigo; no desmayes, que yo soy tu Dios que te esfuerzo: siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”

Isaías 41:10

A través de la muerte de Jesús en la cruz cambió la historia de la humanidad, ya que por medio de Él se puede levantar a todo lo que estab muerto en delitos y pecados, dándole esa oportunidad de redención a toda la humanidad.

“Levántate, resplandece, porque ha venido tu luz y la gloria de Jehova, ha nacido sobre ti.”

Isaías 60:1

Se puede decir que una caída implicará una enseñanza a levantarse, siendo una experiencia, un proceso el que se pasará de una noche oscura y dolorosa, a un amanecer con una luz resplandeciente, para ver con claridad la libertad que Dios ha entregado a sus hijos.

Siete Veces

Es interesante la frase cuando se hace énfasis en que siete veces cae, eso quiere decir que en el camino de la vida sucederán esas caídas conforme al número de días que fue creada la tierra, para lograr ese cambio que tiene en la vida una persona.

Cuando se habla de la caída siete veces no se refiere de forma específica en caer en pecado, eso se refiere a la cantidad de fracasos y tropiezos que puede tener una persona a los que están expuestos, y el número siete es esa forma simbólica para entender que el ser humano es susceptible en caer, pero en medio de ello se podrá cambiar el panorama producto de su meta determinada.

Para todas las personas le gustaría salir victorioso en cada una de las estancias que le toca vivir, pero desde la caída de Adán en el huerto del Edén, los seres humanos son imperfectos, y deberán buscar a Dios, quien le ayudará en encontrar esa victoria en Cristo Jesús.

“En todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó” Romanos 8:37

De este modo una persona que es justa tendrá el apoyo de Dios para poderse levantar, ante cualquier caída que tenga, y esto marca la diferencia de aquellos que son justos, y aquellos que no lo son, y es por ello que Dios espera que todos puedan llegar al arrepentimiento genuino, y al ayudarle en cada una de las cosas que tengan necesidad.

Un creyente alejado

Los cristianos debemos de ayudar a nuestros hermanos a: volver a la senda correcta, corregirlo, restaurarlo, conducirlo de regreso. 

Ayudarlo a cortar de raíz el pecado La forma en que abordemos al hermano caído es de gran importancia, por lo que debemos de hacerlo con el espíritu correcto. 

El ministerio de restauración es el ministerio del Dios del Amor, ministerio para el cual nos ha llamado, debemos de andar restaurando hombres para el reino de Dios y para una iglesia santa.

Algunas señales de un cretense alejado del Señor, son:

a) No tiene interés en el estudio de La Biblia o en la oración (1 Corintios 3:1-2)

b) No desea la compañía de cristianos fieles (2 Timoteo 4:10)

c) No tiene el deseo de avanzar espiritualmente (Hebreos 5:12)

d) Tiene poco o ningún sentido de dependencia de Dios (Santiago 4:13)

e) No es feliz (Salmo 51:12)

f) Condena a sus semejantes (Mateo 7:3)

g) Finalmente se disculpa a sí mismo (Malaquías 2:17)

Conclusión

Permítanme compartirles algunos principios para acompañar a los creyentes a levantarse de las caídas, de los tropiezos.

Las cuestiones de pecado en la iglesia las manejan hermanos espirituales.

Acercarse al hermano que ha pecado con espíritu de mansedumbre

Debemos de considerarnos nosotros mismos

Cargar con el peso de la otra persona

Confesar nuestra propia insuficiencia

Examinar nuestra propia obra y conducta

La puerta siempre esta abierta para la restauración

Oremos


Ps. Jorge Macías Benitez


¡Dios les Bendice!

domingo, 6 de febrero de 2022

#A320 La Carrera de las Ratas

Dios de Pactos


Nueva Serie



Ps. Jorge Macías Benitez 

28 de Noviembre del 2021

Introducción

Hola buenos días, ¡Bienvenidos a esta Casa, la Casa de Dios, Reino de Dios Ministerios!

Soy el Pastor Jorge Macías Benítez, su hermano e Hijo de Dios; también de corazón te tiendo la mano, te abro el corazón y te quiero recibir, dar un abrazo…¡¡¡¡en el Amor del Señor…!! 

Esta tarde del 6 de Febrero del 2022, el Señor nos entrega un 2do. Mensaje en esta Serie - Dios de Pactos - que nos recuerda que Él hizo un Pacto con Su Pueblo y con quienes le hemos dicho que Sí a Su Llamado.

La Palabra de Dios nos dice en Mateo 6: 31-34 

31No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? 32Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. 33Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

34Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.

El título del mensaje este domingo es:

La Carrera de las Ratas

Oremos

¿Que Carrera estás Corriendo?

¿Qué carrera estas corriendo? En Hebreos la Palabra de Dios habla de una carrera que se supone que nosotros los cristianos debemos de correr.

Hebreos 12:1-2 

“corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.” 

La carrera de la fe, que se supone que debemos de correr, es una carrera que corremos con paciencia, mirando a Jesús. 

Es una carrera cuyo objetivo y meta es el Señor Jesucristo. Esa es la carrera cristiana. 

Algo más que podemos extraer de lo que Pablo dice, es que no todos los que nos llamamos cristianos estamos corriendo esa carrera. 

Porque de otra forma, ¿porqué la exhortación “corramos.... la carrera”?. 

La pregunta que tengo para nosotros es ¿qué carrera estamos corriendo? ¿Hay otra? 

La carrera de las ratas Encontré este término en un libro cristiano muy bueno llamado “Hombre en el espejo” (Man in the mirror). 

Hay otra carrera que busca ensañarse de nosotros, la carrera del mundo. 

En esta carrera, la meta final no es el Señor Jesucristo. 

No es una carrera que se corre enfocados en Él. 

Sino que es una carrera con varias “metas” superficiales; de éxito financiero, profesional, realización personal, más bienes, mejores y mas grandes casas, mayor ingreso, más poder e influencia. 

Es una carrera por la “vida bonita y cómoda”. Esta carrera es la que millones de personas corren cada día, llenando los centros comerciales, llenando las casas de cosas, cosas y más cosas innecesarias. 

Es esta carrera la que la gente esta corriendo endeudándose para satisfacer el sueño de una “vida bonita y cómoda”. Una vida de prosperidad y “paz personal” (centrada en uno mismo). 

El final de ella: vacío, pérdida de la orientación y stress. “Shopping” (ir de compras) se ha convertido en un término familiar entre los cristianos. 

Nos vamos de compras y con eso no queremos decir que vamos a adquirir las cosas que necesitamos, sino a adquirir de algún modo, la alegría que se supone que existe al comprar cosas. 

Por lo tanto hay dos carreras: la carrera cristiana, la carrera de la fe que la gente corre poniendo sus ojos en Jesús. 

La carrera de vivir una vida de obediencia en la Palabra de Dios. 

Esta carrera es completamente lo contrario a la carrera del materialismo, consumismo y secularidad, la carrera del mundo. 

La cosa es que a pesar del hecho de que nosotros los cristianos deberíamos saber de eso, caemos presos en la carrera de la secularidad, materialismo y consumismo. 

Vemos la secularidad, la religión de los humanistas sin dios que han rediseñado nuestros valores en no valores y de esos hay muchos por ahí; y muchos de nosotros se han convertido a su evangelio. 

El Metaverso, las redes sociales, la TV pide a gritos, el Internet también, las noticias, los compañeros.... el evangelio del consumismo, materialismo y secularidad; y muchos de nosotros, cristianos, lo compramos. 

También a contribuido a eso un deterioro del mensaje del evangelio, y una disminución del precio de ser cristiano. 

Para muchos de nosotros que profesamos el ser cristianos, el Dios en que creemos simplemente no es el Dios de la Biblia. 

Creemos en un Dios que es un abuelo amable que nos consiente con sus regalos. 

Creemos en un Dios que ama y da pero no en un Dios santo. Por lo tanto, Dios se convierte en aquel del cual esperamos no solo el suplir nuestras necesidades – lo cual es una expectativa correcta – sino el ayudarnos a continuar la carrera equivocada. 

Queremos a ambos, Dios y al mundo, pero eso es imposible. Vamos a ver lo que dice Santiago. 

Santiago 4:4 

“¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.” 

Es imposible correr dos carreras al mismo tiempo, es imposible servir a dos amos, es imposible subirse a dos caballos. 

Tienes que escoger uno de los dos y como primer paso debes reconocer qué carrera estás corriendo. 

Sí, vamos a la iglesia todos los domingos, pero eso en sí mismo no dice nada. 

Muchos de nosotros vamos a la iglesia, pretendemos tener una actitud y fingimos hacer las cosas, pero para el lunes en la noche ya no se acuerdan de lo que se predicó el domingo. 

Me parece que el mejor indicador de la carrera que estamos corriendo es lo que nuestro corazón, o mejor dicho, el espíritu de Dios en nuestro corazón, está diciendo. 

¿Te sientes lleno del poder y de la vida de Dios o vacío y desorientado? 

El acercarse a Dios trae vida. 

Acercarse al mundo trae muerte. 

¿En qué Dios estas creyendo? 

¿Es tu Dios un Dios amable que siempre te va a estar consintiendo con regalos y bendiciones? 

¿Qué harías si Dios no concuerda con tus estándares, si no te responde una oración o si no te cumple un deseo? 

¿Estás endeudado, buscando al monstruo del consumismo, materialismo y secularidad? 

¿Qué harías si el ser cristiano fuera mas caro? 

¿Si tuvieras que respaldar tu fe en el trabajo o ante la sociedad? 

La carrera Correcta

Dios es la única fuente de vida. 

Jesús dijo, aquellos que buscan su vida la perderán y aquellos que la pierdan la ganarán. 

Muchos de nosotros tratamos de salvar nuestras vidas. 

Nuestra vida, nosotros mismo somos lo más importante y nuestro enfoque es el tratar de satisfacerla en los centros comerciales y en las cosas y riquezas que acumulamos. 

La manera de Jesús es perder tu vida para Dios, someterte a ti mismo a Dios, poner tus ojos en Jesús para que así encuentres lo que Jesucristo es, VIDA. 

El Señor dijo en Jeremías que su pueblo lo había traicionado, a Él fuente de agua viva y que habían construido para sí cisternas que no podían retener agua (Jeremías 2:13). 

Dios es la única fuente de agua viva. 

Es el único del cual provienen vida y paz y aquellos de nosotros que en algún momento u otro hemos estado cerca de Él, sabemos esto muy bien. 

Si Dios parece estar muy lejos, ¿podría ser que estemos corriendo la carrera equivocada? 

¿Podría ser que hayamos comprado el evangelio equivocado? 

Definitivamente sí. 

Entre más corramos la carrera equivocada más lejos estaremos de Dios. Pero hay un camino de regreso. 

Como uno de los profetas dijo “examinémonos a nosotros mismos y volvamos al Señor”. 

Así como lo hizo el hijo pródigo, volvamos a nosotros y regresemos a la casa de nuestro Padre. 

En la parábola del sembrador, 3 de cuatro categorías son cristianos que profesan. 

Sin embargo, solo una, la última, es la que corre la buena carrera. 

Las otras dos corren la carrera equivocada. 

En la segunda categoría están aquellos que son Cristianos cuando les cuesta barato. 

Cuando el precio sube, cuando las persecuciones por causa del evangelio se incrementan, entonces caen. 

Corren la carrera de la aprobación del mundo. 

La otra categoría es la que las riquezas y los afanes de este mundo ahogan. 

Son los “más ocupados”. 

Andan por ahí buscando cómo hacerse ricos y vivir felices y tener una vida bonita de acuerdo a las estándares del mundo. 

Ese objetivo empaña tanto su visión que al final no producen ningún fruto. 

Son cristianos, pero mundanos, corriendo la carrera de las ratas. Ninguna de estas dos categorías produce fruto; solo la última categoría lo produce y solo ésta es la que corre la carrera de la fe. 

También lo vemos en las epístolas de Pablo. 

Demas un hombre que menciona Pablo en muchas de sus cartas al final lo abandonó y siguió al mundo. 

Demas seguía en la carrera, pero en la causa equivocada. Seguía corriendo, pero en la carrera de las ratas no en la carrera de Cristo. 

¿En qué carrera corres tú? 

Conclusión

Millones de nosotros corremos en la carrera equivocada, millones de nosotros necesitamos arrepentirnos y volver. 

Para millones de nosotros es hora de detener el aumento del vacío interno y volvernos a la fuente de toda vida y verdad: al Dios vivo, así como se revela en Su Palabra, la Biblia. 

Millones de nosotros hemos comprado el evangelio del consumismo, materialismo y secularidad y estamos corriendo la “vida bonita, bendecida y libre de problemas”. 

Millones de nosotros hemos creído en un Dios que no es el Dios de la Biblia sino más bien el abuelo amable que manda bendiciones. 

Millones de nosotros ya habría dejado de seguir a Dios si no hubiera contestado un deseo personal muy importante. 

Cuando Jesús murió la única propiedad que tenía era la ropa que los guardias se repartieron. 

Hoy millones de nosotros necesitaríamos un camión para cargar las toneladas de cosas que tenemos. 

¿En qué evangelio estas creyendo? 

¿El evangelio de Jesucristo o el del materialismo, secularidad y consumismo? 

“examinémonos a nosotros mismos y volvamos a Dios” 

“corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.”

Oremos


Ps. Jorge Macías Benitez


¡Dios les Bendice!

domingo, 23 de enero de 2022

#A318 Promesa de Renuevo

Dios de Pactos


Nueva Serie



Ps. Jorge Macías Benitez 

28 de Noviembre del 2021

Introducción

Hola buenos días, ¡Bienvenidos a esta Casa, la Casa de Dios, Reino de Dios Ministerios!

Soy el Pastor Jorge Macías Benítez, su hermano e Hijo de Dios; también de corazón te tiendo la mano, te abro el corazón y te quiero recibir, dar un abrazo…¡¡¡¡en el Amor del Señor…!! 

Esta tarde del 23 de Enero del 2022, el Señor nos entrega un 2do. Mensaje en esta Serie - Dios de Pactos - que nos recuerda que Él hizo un Pacto con Su Pueblo y con quienes le hemos dicho que Sí a Su Llamado.

En 1513, el explorador español Ponce de León recorrió la Florida en busca de la legendaria Fuente de la Juventud. Hoy en día, varias corporaciones están investigando formas de extender la vida humana.

Todos estos esfuerzos están condenados al fracaso. La Biblia dice: 

"La duración de nuestros días es de setenta años - u ochenta, si tenemos la fuerza". (Salmo 90:10, NVI.) 

¿Cómo, entonces, puede Dios decir que tu juventud se renueva como la del águila? 

Dios realiza esa tarea imposible al satisfacer nuestros deseos con cosas buenas. 

Los que no conocen a Dios tratan de renovar su juventud con un cónyuge joven o con un estiramiento facial, pero Dios obra en nuestros corazones.

La Palabra de Dios nos dice en Salmo 37:4: 

"Deléitate en el Señor y él te dará los deseos de tu corazón". (NVI)

El título del mensaje este domingo es:

Promesa de Renuevo

Oremos
Deléitate en el Señor

Amadas y amados en Cristo, queridas amigas y amigos, Una vida centrada en Jesucristo en primer lugar, en los demás en segundo lugar, y en ti mismo en último lugar, siempre será joven. 

Tristemente, aquellos que egoístamente luchan por una Fuente de Juventud personal estarán siempre plagados de ansiedad y miedo. Cada nueva arruga será motivo de pánico.

A medida que envejecemos, aceptamos que hay algunas cosas que ya no podemos hacer, pero en vez de perder el tiempo llorando esas pérdidas, nos regocijamos en las cosas que todavía podemos hacer.

En vez de luchar tontamente para recobrar nuestra juventud, nosotros como creyentes podemos envejecer con gracia, confiando en que Dios nos dará poder para lograr lo que importa.

El erudito bíblico Matthew George Easton (1823-1894) dijo que las águilas se despojan de sus plumas a principios de la primavera y les crece un nuevo plumaje que las hace parecer jóvenes de nuevo.

Puede que los seres humanos no sean capaces de revertir el proceso de envejecimiento, pero Dios puede renovar nuestra juventud interior cuando nos despojamos de nuestra naturaleza egocéntrica y le hacemos a él nuestra prioridad.

Renovación Espiritual

Amadas y amados en Cristo, queridas amigas y amigos, en el quinto verso del Salmo 103, Dios promete satisfacernos con cosas buenas para que nuestra juventud se renueve como se renueva el águila. 

Para entender este versículo de la Escritura, consideremos primero el águila.

Es interesante que las águilas se mencionan y se usan como una comparación en numerosas ocasiones en la Biblia.

El águila, como otras comparaciones, se menciona en lugares donde sus características ayudan a destacar. 

Comprender algunas características de las águilas nos ayuda a comprender las comparaciones.

Por ejemplo, el capítulo 32 de Deuteronomio se refiere a Dios como un águila, revoloteando sobre los jóvenes, extendiendo sus alas y luego cargándolos en sus alas.

Un águila madre removerá el nido y dejará caer a los bebés y luego los atrapará con sus alas. 

Así es como ella les enseña a volar. 

Dios quiere que volamos y nos disparemos. Está tan dispuesto a atraparnos, ayudarnos y llevarnos hasta que podamos volar.

En Éxodo 19: 4, Dios le recuerda a Moisés que llevó a la nación de Israel con alas de águila.

En otras palabras, llevó a toda la nación en sus alas, tal como una madre águila llevaría a sus crías en sus alas. 

Esa es una buena imagen del gran poder, cuidado y preocupación de Dios.

Hay numerosas comparaciones en la Biblia usando el águila. 

Uno de estos casos es el Salmo 103, donde habla de que nuestra juventud se renueva como se renueva un águila. ¿Cómo se renueva la juventud de un águila?

Renovación en nuestra juventud

Nuestra "juventud", o específicamente, nuestro caminar espiritual con Dios puede renovarse a medida que arrojamos lo viejo y obtenemos lo nuevo. 

Hay varios versículos en el Nuevo Testamento que se refieren a posponer. Debemos posponer al viejo y poner al nuevo.

Al igual que el águila no puede obtener sus nuevas plumas hasta que se deshaga de sus plumas antiguas, nosotros también debemos posponer, arrojar o dejar a un lado las viejas y luego ponernos las nuevas.

Hacemos un esfuerzo mental consciente para posponer las acciones de la vieja naturaleza. Determinamos mentalmente que esas cosas viejas ya no serán parte de nuestras vidas. Y luego los reemplazamos con lo que la Biblia declara que es nuestra nueva naturaleza.

Por ejemplo, en Efesios dice que descartes la mentira y que cada hombre diga la verdad con su prójimo. Mentir es parte de la vieja naturaleza. Hablar la verdad es una característica de la nueva naturaleza.

Entonces podemos proponernos dejar de lado la mentira; podemos arrojar esas viejas plumas. Y en su lugar tomar una decisión mental consciente de decir la verdad. Al hacerlo, podemos caminar con Dios.

A medida que arrojamos las plumas viejas y colocamos las nuevas en su lugar, somos renovados. Podemos caminar con Él y no desmayarnos. Podemos correr con Él y no estar cansados. Podemos renovarnos y montarnos con alas de águilas.

Fuerza Renovada

Como personas de fe, todos tenemos grandes genes espirituales. 

Si necesitas evidencia, solo echa un vistazo a Abraham. 

Vivió hasta los 175 años. Según Romanos 4:11, KJV, él es "el padre de todos los que creen". Así que la longevidad corre en nuestra familia espiritual.

Abraham, alrededor de los 100 años, obtuvo una nueva oportunidad de vida.

Su viejo cuerpo que había envejecido hasta el punto en que estaba muerto reproductivamente, obtuvo una chispa fresca. Lo mismo le sucedió a su esposa, Sarah.

A los 90, comenzó a cobrar vida como nunca antes. Entonces, a una edad que la mayoría de la gente considera antigua, Abraham y Sara comenzaron de nuevo. Entraron en el cumplimiento de la promesa de Dios y tuvieron un bebé.

¡Piénsalo! ¡Esos son los genes espirituales que heredamos cuando recibimos a Jesús como Señor, y Dios nos injertó en la familia de la fe! Nacemos de nuevo en un linaje de personas que fueron famosas por vivir vibrantemente en la tierra durante mucho, mucho tiempo.

"El águila tiene la vida más larga de su especie. Puede vivir hasta 70 años" 

En términos generales, las águilas viven alrededor de 30 años en la naturaleza. 

A veces viven más tiempo en cautiverio debido a un suministro constante de alimentos, atención veterinaria y protección contra el clima extremo.

A los 70 años no es común e incluso bastante improbable. 

"Pero para alcanzar esta edad, el águila debe tomar una decisión difícil, en sus 40 años" 

En otras palabras,10 años después de que ya debería estar muerto. ”sus garras largas y flexibles ya no pueden agarrar presas que sirven como alimento. 

Su pico largo y afilado se dobla". 

"Las alas viejas y pesadas, debido a sus gruesas plumas, se adhieren a su pecho y dificultan el vuelo”.

"Entonces, el águila solo tiene dos opciones: morir o pasar por un doloroso proceso de cambio que dura 150 días. 

El proceso requiere que el águila vuele a la cima de una montaña y se siente en su nido. Allí el águila golpea su pico contra un rockea hasta que logra sacarlo. Entonces el águila esperará a que vuelva a crecer un nuevo pico... “

El pico de un águila está hecho de queratina, como las uñas humanas. Estas rasgan los alimentos duros y limpian sus picos contra objetos duros como ramas o incluso rocas para mantenerlos limpios.

Este proceso también ayuda a mantener el pico en forma magnífica durante toda su vida. La pérdida de un pico en la naturaleza sería una muerte segura para cualquier ave de rapiña.

Las garras están hechas de queratina, como las uñas humanas. Y así, también están en constante crecimiento. Agarrar y matar presas mantiene las garras afiladas y evita que se alarguen demasiado. Si se ablandaran, habría algo realmente mal con el pájaro. Las garras son lo que usa un águila para atrapar comida. Sacarlos no solo sería extremadamente difícil y doloroso, sino que también les quitaría la capacidad de proporcionar alimentos por sí mismos.

Lo más importante, cuando un ave rapaz pierde una garra de esta manera, es posible que no vuelva a crecer y la pérdida de sangre puede ser horrible. Por lo tanto, moriría de hambre incluso si sobreviviera a la infección probable causada por "arrancar" sus garras.

Cuando crecen nuevas garras, el águila comienza a arrancar sus plumas viejas”. Las aves naturalmente pierden sus plumas y vuelven a crecer en un proceso llamado muda.

El Renuevo de Dios

Esta es una historia inspiradora que ha circulado ampliamente en Internet durante años. 

Es una historia de transformación y determinación para vivir. 

El gran atractivo de esta historia habla del extraordinario poder del águila para cautivar e inspirar a los seres humanos.

Si bien esta historia es inspiradora y puede ofrecernos una forma de reflexionar sobre nuestro propio viaje de la vida, la historia es solo eso, una historia. 

No es exacto biológicamente. El águila tiene la vida más larga entre las aves.

Las águilas suelen vivir entre 20-30 años en la naturaleza. 

Como depredadores del ápice, tienen una vida relativamente larga en comparación con muchas otras aves. 

El águila salvaje más antigua registrada tiene aproximadamente 32 años de edad.

El pico de un águila está enganchado para rasgar y rasgar su comida. Tiene este pico enganchado distintivo a lo largo de su vida, como todas las aves de rapiña.

El pico y las garras son fundamentales para la capacidad de las águilas de atrapar y consumir alimentos. Ningún águila puede sobrevivir sin un pico o garras por un período de tiempo.

Sus alas viejas y pesadas, debido a sus gruesas plumas, se adhieren a su cofre y dificultan el vuelo.

Las plumas se reemplazan a lo largo de la vida de un águila. 

El proceso se llama muda. Un águila no pierde todas sus plumas a la vez. 

Es un proceso gradual, que renueva continuamente las plumas.

Cuando estos animales tienen el plumaje viejo y el pico, cuando no les deja hacer sus labores naturales correctamente, estas se renuevan. 

Es así como nuestro Dios quiere que seamos. 

Nuestro señor no quiere que nos quedemos atrapados en los obstáculos sino que tengamos una renovación espiritual como el águila.

¡Vive tu Cambio!

Muchas veces, para sobrevivir tenemos que comenzar un proceso de cambio. 

A veces necesitamos deshacernos de viejos recuerdos, hábitos y otras tradiciones pasadas. 

Solo liberados de las cargas pasadas, podemos aprovechar el presente.

Al mencionar la frase renovación espiritual como el águila, nuestro Señor se refiere a que debemos dejar al viejo hombre y comenzar a vivir cosas nuevas, con un corazón nuevo, un comportamiento diferente, distintas costumbres. 

Este proceso no será fácil, sin embargo valdrá la pena, porque traerá consigo muchas bendiciones.

El fruto del Espíritu provee a los creyentes con amor, gozo, paz, paciencia, bondad, fidelidad, gentileza y autocontrol. 

La persona que posee estas cualidades se siente joven de nuevo. 

Estos rasgos llenan nuestras vidas con energía y con el deseo de despertar en la mañana. 

La vida vuelve a ser emocionante. 

Cada día está lleno de oportunidades para servir a los demás.

La palabra de Dios nos enseña, que una parte del diseño de Dios para la creación es la renovación, como observamos en la historia del Águila, y también podemos observar en la naturaleza toda.

A sus hijos, el Señor los renueva y les da herramientas por el poder del Espíritu Santo, para que ellos puedan superar los obstáculos, y avanzar para alcanzar sus planes. 

Por eso, el mismo Señor Jesús fue ungido con el poder del Espíritu Santo en el momento de su bautismo en el río Jordán, después de aquella unción el Señor desarrolló un ministerio poderoso en la tierra. 

El poder del Espíritu Santo es una necesidad para cada uno de nosotros como hijos de Dios, por eso el Señor envió su Espíritu.      

La palabra de Dios nos enseña en el libro de Zacarías 

“Entonces respondió y me habló, diciendo: Ésta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, dice Jehová de los ejércitos” Zacarías 4:6. 

En el momento en que esta palabra sale de la boca de Dios, Nehemías estaba trabajando en la reconstrucción del templo de la ciudad de Jerusalén, el cual había sido destruido por el imperio romano. 

Labor que Nehemías desarrolló en medio de oposición, enemigos, obstáculos, etc; la Biblia nos enseña que Dios lo fortaleció con el poder del Espíritu Santo, y así pudo terminar aquella reconstrucción.  

Debemos tener en cuenta, que el Espíritu Santo es nuestro bendito Consolador; por la unción o poder del Espíritu, el corazón quebrantado recibe sanidad y libertad. 

Es el Espíritu Santo quien convence de pecado al hombre, ministra restauración, y renueva lo que ha sido dañado y herido.

Esta labor restauradora que ejecuta el poder del Espíritu Santo, podemos verla también en el momento en el que Dios le dice al profeta Ezequiel: 

“Profetiza y di: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos y vivirán. Y entró espíritu en ellos y vivieron”, 

Conclusión

Oh Amadas, amados en Cristo, queridas amigas y amigos, es el Espíritu de Dios el que genera vida.  

El Señor Jesús confrontó la vida religiosa y seca de los escribas y fariseos, porque él trae renovación y cosas nuevas a su pueblo. 

Requiere corazones que lo busquen con pasión, cuyo anhelo sea agradarle a él. 

Vasos nuevos en los cuales depositar su revelación y unción. 

Nuestro buen Dios desea levantar al caído, sanar el corazón quebrantado, liberar al cautivo, etc. 

Acércate a Su presencia, y su poder y gloria trasformará tu vida. Por el poder del Espíritu Santo puedes levantarte y vencer. 

El poder del Espíritu de Dios ha venido para llevarnos al cumplimiento del plan del Señor en nuestra vida. Gracias amado Dios, por tu amor y bondad, y por enviar al Espíritu Santo. 

Oremos

Ps. Jorge Macías Benitez

¡Dios les Bendice!



domingo, 16 de enero de 2022

#A317 Promesas de Dios para Tí

Dios de Pactos
Nueva Serie

Ps. Jorge Macías Benitez 

28 de Noviembre del 2021


Introducción

Hola buenos días, ¡Bienvenidos a esta Casa, la Casa de Dios, Reino de Dios Ministerios!

Soy el Pastor Jorge Macías Benítez, su hermano e Hijo de Dios; también de corazón te tiendo la mano, te abro el corazón y te quiero recibir, dar un abrazo…¡¡¡¡en el Amor del Señor…!! 

Esta tarde del 16 de Enero del 2022, el Señor nos entrega un 1er. Mensaje en esta Nueva Serie - Dios de Pactos - que nos recuerda que Él nos da Regalos, Promesas - no como el hombre las ofrece - sino de Vida Eterna.

Dios cumple sus promesas siempre. 

El Fundamento del mensaje y Su Ministración hoy lo encontramos en la 2a. Carta de Pablo a los Corintios 1:19-20, 

"Porque el Hijo de Dios, Jesucristo, no ha sido Sí y No; mas ha sido Sí en él; porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios”.

El título del mensaje este domingo es:

Promesas de Dios para Tí

Oremos
El hombre natural y el hombre espiritual

Amadas y amados en Cristo, queridas amigas y amigos, Dios nunca retrae o cambia sus promesas.

Hay asuntos que se van iluminando en el transcurso de nuestra vida y crecimiento espiritual. 

Hace poco, corregía en amor a alguien que comentaba sobre los errores que había creído en el pasado, pero que ahora estaban siendo traídos a una “nueva verdad”. 

Le dije que no había error en lo que le habían enseñado, sino que había escasez de iluminación, por lo que la percepción del todo no estaba clara y estaba fundamentada en una revelación limitada.

Esto me recordó una historia que hacia tiempo había leído y que relata de la siguiente manera: 

“En la Antigüedad, vivían seis hombres ciegos que pasaban las horas compitiendo entre ellos para ver quién era el más sabio. Exponían sus saberes y luego decidían entre todos quién era el más convincente.

Un día, discutiendo acerca de la forma exacta de un elefante, no conseguían ponerse de acuerdo. Como ninguno de ellos había tocado nunca uno, decidieron salir al día siguiente a la busca de un ejemplar, y así salir de dudas.

Puestos en fila, con las manos en los hombros de quien les precedía, emprendieron la marcha enfilando la senda que se adentraba en la selva. Pronto se dieron cuenta que estaban al lado de un gran elefante. Llenos de alegría, los seis sabios ciegos se felicitaron por su suerte. Finalmente podrían resolver el dilema.

El más decidido, se abalanzó sobre el elefante con gran ilusión por tocarlo. Sin embargo, las prisas hicieron tropezar y caer de bruces  contra  el costado del animal. 

“El elefante  –exclamó– es como una pared de barro secada al sol”.

El segundo avanzó con más precaución. Con las manos extendidas fue a dar con los colmillos. “¡Sin duda la forma de este animal es como la de una lanza!”

Entonces avanzó el tercer ciego justo cuando el elefante se giró hacía él. El ciego agarró la trompa y la resiguió de arriba a abajo, notando su forma y movimiento. 

“Escuchad, este elefante es como una larga serpiente”.

Era el turno del cuarto sabio, que se acercó por detrás y recibió un suave golpe con la cola del animal, que se movía para asustar a los insectos. 

El sabio agarró la cola y la resiguió con las manos. No tuvo dudas, “Es igual a una vieja cuerda” exclamo.

El quinto de los sabios se encontró con la oreja y dijo: “Ninguno de vosotros ha acertado en su forma. 

El elefante es más bien como un gran abanico plano”.

El sexto sabio que era el más viejo, se encaminó hacia el animal con lentitud, encorvado, apoyándose en un bastón. 

De tan doblado que estaba por la edad, pasó por debajo de la barriga del elefante y tropezó con una de sus gruesas patas. 

“¡Escuchad! Lo estoy tocando ahora mismo y os aseguro que el elefante tiene la misma forma que el tronco de una gran palmera”

La realidad del caso es que todos tenían razón de acuerdo a la parte que pudieron percibir del elefante.  

Aplicado a la vida espiritual,  la iluminación que recibimos irá de acuerdo con aquello que podemos percibir en el espíritu. 

Pronto será revelado a todos en la medida en que seamos llevados a la medida del varón perfecto, Cristo.

“La iluminación que recibimos irá de acuerdo con aquello que podemos percibir en el espíritu.”

Lo espiritual se entiende por lo espiritual

La biblia establece que lo espiritual se discierne espiritualmente( 1 Corintios  2.14) y que el hombre natural no puede entender las cosas del espíritu por que le resultan locura.

Esto nos lleva a una  pregunta ¿quién es el Hombre Espiritual y quién es el hombre Natural?

En Génesis 2.7 dice que luego de Dios haber creado al hombre a su imagen y semejanza dice que sopló sobre el aliento de Vida y Adán vino a ser un ser viviente.

Cuando Dios sopló aliento de Vida, convirtió a Adán en un ser que contenía el mismo espíritu de Dios. 

Esto lo llevaba a un estado de unidad tal que habitaba conectado con Dios en Edén.

Adán era un ser viviente que contenía en si el soplo de vida en él. 

Él Veía las cosas como Dios la veía. 

Cuando Dios vio que todo era en GRAN MANERA BUENO, Adán también veía todo BUENO.

Pero como ya sabemos, Adán comió del Árbol del conocimiento del Bien y del Mal, esto lo llevó a conocer tal como Dios conocía. 

Este conocimiento desconecto a Adán de su procedencia y Adán murió. 

La muerte lo llevó a tres cosas:

Justificar en lugar de asumir(La mujer que me diste)

Cambiar la manera de ver las cosas. 

Ahora Adán veía en base a su función y no en base al propósito.

El nacimiento del hombre natural

De la desobediencia de Adán surgió un nuevo hombre, el Hombre Natural. 

Mientras Adán y Eva habitaban en Edén (dimensión espiritual) estaban espiritualmente conectados con Dios en una atmósfera de perfección, fuera de Edén se convirtierón en el “Hombre natural”

Pablo habla de este hombre natural.

14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.1 Corintios 2.14 RVR60

¿Cuáles son las características de este “Hombre Natural”?

El hombre natural no entiende las cosas que son del Espíritu.

El hombre natural se mueve por lo que ve, es sensorial, en otras palabras, se mueve por medio de las emociones y no por medio de la fe.

El hombre natural todo lo ve desde su punto de vista, tiene opiniones personales para todo

Se mueve en la lógica.

El hombre Natural es capaz de ser bueno, hacer cosas buenas, ayudar y ser ejemplo en la sociedad, pero vive desconectado de Dios.

“Hacer cosas buenas no te hace espiritual”

Pero sabemos que los hijos de Dios no se mueven por sus sentidos, por que ya no son naturales sino que son espirituales, ya no caminan por lo que sienten sino por lo que saben, no caminan por lo que ven sino por lo que no se ve, no caminan percibiendo olores sino que ellos se han convertido en olor fragante delante de todos y no abren su oído a cosas vanas por que solo escuchan aquello que viene de la Vida en el Espíritu

El Hombre Natural está descrito en Romanos 1.28-32

“28 Por pensar que era una tontería reconocer a Dios, él los abandonó a sus tontos razonamientos y dejó que hicieran cosas que jamás deberían hacerse. 29 Se llenaron de toda clase de perversiones, pecados, avaricia, odio, envidia, homicidios, peleas, engaños, conductas maliciosas y chismes. 30 Son traidores, insolentes, arrogantes, fanfarrones y gente que odia a Dios. Inventan nuevas formas de pecar y desobedecen a sus padres. 31 No quieren entrar en razón, no cumplen lo que prometen, son crueles y no tienen compasión. 32 Saben bien que la justicia de Dios exige que los que hacen esas cosas merecen morir; pero ellos igual las hacen. Peor aún, incitan a otros a que también las hagan.”

El Hombre natural está discapacitado emocionalmente. 

La palabra “natural” viene de una palabra que en el original se relaciona con la psiquis o la mente, el alma y las emociones.

¡Pero Gloria a Dios por esa Cruz, por que el instrumento de tortura y vergüenza Dios lo transformó en el medio de salvación y restauración y el nacimiento del Hombre Espiritual por medio de Cristo!

En aquella cruz había un proceso de parto. 

En aquella cruz no había muerte sino que se estaba dando el escenario para que surgiera un nuevo tipo de vida. 

En aquella Cruz mientras la semilla moría, se estaba preparando el terreno donde nacería un nuevo tipo de Hombre, Pablo le llama el hombre espiritual.

“El hombre natural está discapacitado emocionalmente, pero el espiritual está capacitado en su propio espíritu”

El hombre espiritual

“15 En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie. 16 Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.”

1 Corintios 2.15–16 RVR60

La palabra juzgar en el original es “anakrino” que significa escudriñar hasta conocer la verdad. 

El espiritual, aquel que ha nacido en Cristo, escudriña hasta conocer la verdad no desde sus emociones o mente sino desde su espíritu que ha sido unido en un solo espíritu con Cristo. 

No usa lo que siente sino la mente de Cristo.

Ya no operamos desde nuestras emociones sino que las sometemos a la mente que nos domina. 

El Hombre espiritual es el que ha nacido de la Cruz y ha entrado en Reino del Hijo.

¡La cruz nos reconectó con Dios!

La cruz te lleva a un nuevo nacimiento y Cristo te imparte su de su propio espíritu. 

Adán era un ser viviente pero Cristo es el Espíritu que da Vida. 

Esta acción te reconecta con el Padre y te lleva de vuelta a la dimensión del Edén.

Cristo trajo libertad a aquellos que creen en Él y puso de Su espíritu en ellos. 

Los que han nacido de nuevo ya no tienen que hacer lo que el Hombre natural desea hacer, por que estos están gobernados por el Espíritu de Cristo.

En Romanos 8.12- 17 encontramos está poderosa verdad sobre el Hombre Espiritual:

“12 Por lo tanto, amados hermanos, no están obligados a hacer lo que su naturaleza pecaminosa los incita a hacer;13 pues, si viven obedeciéndola, morirán; pero si mediante el poder del Espíritu hacen morir las acciones de la naturaleza pecaminosa, vivirán.14 Pues todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios.15 Y ustedes no han recibido un espíritu que los esclavice al miedo. En cambio, recibieron el Espíritu de Dios cuando él los adoptó como sus propios hijos. Ahora lo llamamos «Abba, Padre».16 Pues su Espíritu se une a nuestro espíritu para confirmar que somos hijos de Dios.17 Así que como somos sus hijos, también somos sus herederos. De hecho, somos herederos junto con Cristo de la gloria de Dios; pero si vamos a participar de su gloria, también debemos participar de su sufrimiento.”

¡Fuimos reconectados!

Cristo nos reconectó con la fuente y ahora fluye a través de sus hijos. 

Ahora somos espirituales no por lo que hacemos sino por que Cristo nos habita. 

Espiritual no es el que ora más, o ayuna más o predica más sino que son los hijos que cargan el mismo Espíritu de Cristo, dentro de aquellos al que el Espíritu se les unió con su espíritu.

Escudriñando Sus Promesas

Amadas y amados en Cristo, queridas amigas y amigos, Dios nunca retrae o cambia sus promesas. 

Está en la Biblia, Salmo 89:34, 

"No olvidaré mi pacto, ni mudaré lo que ha salido de mis labios”.

Ninguna de las promesas de Dios falla jamás. 

Está en la Biblia, Josué 23:14, 

"Reconoced, pues, con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma, que no ha faltado una palabra que Jehová vuestro Dios había dicho de vosotros; todas os han acontecido, no ha faltado ninguna de ellas”.

Se nos ha prometido vida eterna. Está en la Biblia, 1 Juan 2:25, 

"Y esta es la promesa que él nos hizo, la vida eterna”.

Dios puede hacer lo imposible. Está en la Biblia, Lucas 18:27, 

"Él les dijo: Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios”.

Se nos ha prometido corazones y deseos nuevos. Está en la Biblia, Ezequiel 36:26, 

"Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne”.

Dios nos ha prometido el perdón. Está en la Biblia, 1 Juan 1:9, 

"Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”.

El ha prometido el fruto del Espíritu. Está en la Biblia, Gálatas 5:22-23, 

"Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley”.

El ha prometido libertad del temor. 

Está en la Biblia, Salmo 34:4, 

"Busqué a Jehová, y él me oyó, y me libró de todos mis temores”.

Dios ha prometido la salvación para nuestros hijos. 

Está en la Biblia, Isaías 49:25, 

"Y tu pleito yo lo defenderé, y yo salvaré a tus hijos”.

Se nos promete el Espíritu Santo. 

Está en la Biblia, Lucas 11:13, 

"Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?

Oh Amados…¡Todas nuestras necesidades serán abastecidas!

Está en la Biblia, Filipenses 4:19, 

"Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”.

Ninguna cosa buena será retenida. 

Está en la Biblia, Salmo 84:11, 

"Porque sol y escudo es Jehová Dios; gracia y gloria dará Jehová. No quitará el bien a los que andan en integridad”.

El ha prometido sabiduría. 

Está en la Biblia, Santiago 1:5, 

"Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada”.

Dios ha prometido paz. 

Está en la Biblia, Isaías 26:3, 

"Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera, porque en ti ha confiado”.

Dios ha prometido escape de la tentación. 

Está en la Biblia, 1 Corintios 10:13, 

"No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar”.

Tenemos la promesa de la salud y la curación. 

Está en la Biblia, Jeremías 30:17, 

"Mas yo haré venir sanidad para ti, y sanaré tus heridas”.

Se nos promete protección contra daños y peligros. 

Está en la Biblia, Salmo 91:10, 

"No te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada”.

La Biblia promete que los muertos volverán a vivir. 

Está en la Biblia, Juan 5:28-29, 

"No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación”.

Jesús prometió que vendría otra vez. 

Está en la Biblia, Juan 14:2-3, 

"En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis”.

El ha prometido el fin de la muerte, la aflicción y el dolor. 

Está en la Biblia, Apocalipsis 21:4, 

"Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron”.

Nuevo Pacto

¿Qué quiere decir la Biblia cuando habla de un nuevo pacto entre nosotros y Dios? 

El nuevo pacto es la solución máxima para la rebelión humana. Está en la Biblia, Jeremías 31:33, 

"Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo”.

El nuevo pacto entra en acción por medio de la muerte de Cristo. Está en la Biblia, Lucas 22:20, 

"De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama”.

El nuevo pacto significa que podemos ir directamente a Dios a través de Cristo. Está en la Biblia, Hebreos 7:22, 

"Por tanto, Jesús es hecho fiador de un mejor pacto”.

Hay perdón de los pecados únicamente a través del nuevo pacto. 

Está en la Biblia, Hebreos 9:14-15, 

"¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo? Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte para la remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto, los llamados reciban la promesa de la herencia eterna”.

En el primer pacto ¿qué prometió hacer el pueblo? 

Está en la Biblia, Éxodo 24:3, 

"Y Moisés vino y contó al pueblo todas las palabras de Jehová, y todas las leyes; y todo el pueblo respondió a una voz, y dijo: Haremos todas las palabras que Jehová ha dicho”.

En el nuevo pacto ¿qué promete hacer Dios? 

Está en la Biblia, Hebreos 8:10, 

"Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en la mente de ellos, y sobre su corazón las escribiré; y seré a ellos por Dios, y ellos me serán a mí por pueblo".

Resumiendo, pues, cuando el Hijo dejó la gloria no tenía la intención de regresar en base a sus atributos divinos; al contrario, deseaba ser exaltado como hombre. 

Oremos

Ps. Jorge Macías Benitez

¡Dios les Bendice!



domingo, 19 de diciembre de 2021

#A316 Autoridad y Obediencia

Hambrientos a la Vista
Serie



Ps. Jorge Macías Benitez 

28 de Noviembre del 2021

Introducción

Hola buenos días, ¡Bienvenidos a esta Casa, la Casa de Dios, Reino de Dios Ministerios!

Soy el Pastor Jorge Macías Benítez, su hermano e Hijo de Dios; también de corazón te tiendo la mano, te abro el corazón y te quiero recibir, dar un abrazo…¡¡¡¡en el Amor del Señor…!! 

La Biblia nos dice que el Señor Jesús y el Padre son uno. 

En el principio era el Verbo, y el Verbo era Dios. Los cielos y la tierra fueron hechos por el Verbo. 

La gloria que Dios tenía en el principio, la inasequible gloria de Dios, era también la gloria del Hijo. 

El Padre y el Hijo existen igualmente y son iguales en poder y posesión. Solamente en persona hay diferencia entre el Padre y el Hijo. No es ésta una diferencia esencial, es meramente un convenio dentro de la Deidad.

Por lo tanto, la Escritura dice que el Señor "no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse". 

Tampoco su igualdad con Dios es algo apropiado o adquirido, porque intrínsecamente él es la imagen de Dios. 

Dice la palabra de Dios en Filipeneses 2: 5-11

“5Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, 6el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. 9Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 10para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11y toda lengua confiese

Is. 45.23.que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.”

En realidad en esta porción de la escriture, el Señor nos ministra en 2 instancias.

Filipenses 2.5-7 forma una sección y los versículos 8-11, otra. 

En estas dos secciones se ve que nuestro Señor se humilló dos veces: primero, se despojó a sí mismo en su divinidad, y luego, se humilló a sí mismo en su humanidad. 

Cuando vino a este mundo, el Señor se había despojado de tal modo de la gloria, del poder, del estado y de la forma de su divinidad que nadie de los que vivían entonces lo conoció o reconoció como Dios, a menos que fuera por medio de una revelación. 

Lo trataron como hombre, como una persona común y corriente de este mundo. 

Como Hijo, él se somete voluntariamente a la autoridad del Padre y declara: "El Padre mayor es que yo" (Juan 14.28). 

Así pues, hay perfecta armonía en la Deidad. Gustosamente el Padre toma el lugar de la Cabeza y el Hijo responde con obediencia. 

Dios viene a ser el emblema de la autoridad mientras que Cristo adopta el símbolo de la obediencia. 

El título del mensaje este domingo es:

Autoridad y Obediencia

Oremos

Obediencia y Sacrificio

Para nosotros, los hombres, ser obedientes debiera ser sencillo, porque todo lo que necesitamos no es más que un poco de humildad. 

Pero para Cristo el ser obediente no es una cosa tan sencilla. 

Para él es mucho más difícil ser obediente que crear los cielos y la tierra. ¿Por qué? Porque tiene que despojarse de toda la gloria y poder de su divinidad y tomar forma de siervo antes de estar calificado para obedecer. 

En consecuencia, la obediencia es iniciada por el Hijo de Dios.

Amadas y amados en cristo, solo Escuchemos esto.

Al principio, el Hijo compartió la misma gloria y autoridad con el Padre. 

Ahora, cuando vino al mundo, dejó por una parte la autoridad y por la otra adoptó la obediencia. 

Voluntariamente tomó el lugar de un esclavo, aceptando las limitaciones humanas de espacio y tiempo. 

Se humilló hasta el extremo y fue obediente hasta la muerte. La obediencia dentro de la Divinidad es el espectáculo más maravilloso de todo el universo. 

Puesto que Cristo fue obediente hasta la muerte, sufriendo en la cruz una muerte muy dolorosa y vergonzosa, Dios lo exaltó hasta la sumo. Dios exalta al que se humilla. 

Este es un principio divino. 

Lleno de Cristo, Lleno de Obediencia

El Señor inició la obediencia, el Padre ha venido a ser la Cabeza de Cristo. 

Ahora, ya que la autoridad así como la obediencia han sido instituidas por Dios, es muy natural que los que conocen a Dios y a Cristo le obedezcan. 

Queridos hermanos y hermanas en la Fe, los que no conocen a Dios ni a Cristo, no conocen ni la autoridad ni la obediencia. Cristo es el principio de la obediencia. 

Por consiguiente, una persona llena de Cristo debe ser también una persona llena de obediencia.

En nuestros días es frecuente que la gente pregunte: 

"¿Por qué debo obedecer? Ya que tanto usted como yo somos hermanos, ¿por qué tengo que obedecerle?" 

Sin embargo, los hombres no están calificados para hacer preguntas como éstas. 

Solamente el Señor está calificado; sin embargo, jamás dijo Él tales palabras ni concibió semejante pensamiento en su mente. 

Cristo representa la obediencia, la que es tan perfecta como la autoridad de Dios. 

Que Dios tenga misericordia de los que afirman conocer la autoridad cuando la obediencia todavía está ausente de sus vidas. 

Nos dice la Palabra de en Juan 14: 23

“Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.”

Tras las Pisadas de Jesús

Amadas y amados en Cristo, reflexionemos que en cuanto a la Deidad, el Hijo y el Padre son recíprocamente iguales; sin embargo, el hecho de que el Hijo sea el Señor se lo concedió Dios como recompensa. 

El Señor Jesucristo fue hecho Señor sólo después de renunciar a sí mismo. 

Su Deidad se deriva de lo que él es, porque el ser Dios es su naturaleza inherente. 

Pero el ser Señor se deriva de lo que hizo. 

Dios lo exaltó y recompensó con el señorío tan sólo después de dejar su gloria y de mantener el perfecto papel de la obediencia. 

En cuanto a sí mismo, el Señor Jesucristo es Dios; en cuanto a la recompensa, es Señor. Originalmente, su señorío no existía en la Deidad.

El pasaje de Filipenses 2 es muy difícil de explicar, porque, además de ser muy sagrado, es sumamente controvertible. 

Quitémonos el calzado y parémonos en suelo santo mientras analizamos esta parte de la Escritura. 

Parece que al principio se celebró un consejo dentro de la Deidad. Dios concibió el plan de crear el universo. 

En ese plan, la Deidad acordó que el Padre representa la autoridad. 

Pero sin obediencia, la autoridad no se puede establecer en el universo, dado que no puede existir sola. 

Por lo tanto, es preciso que Dios halle obediencia en el universo. 

Dos clases de seres vivientes iban a ser creados: los ángeles (espíritus) y los hombres (almas vivientes).

Según su presciencia - esto es que Dios ve lo que habría de venir - , Dios previó la rebelión de los ángeles y la caída del hombre; así que él no podía establecer su autoridad en los ángeles o la raza adánica. 

En consecuencia, en la Deidad se llegó al perfecto acuerdo de que la autoridad sería correspondida por la obediencia del Hijo. 

De esto vinieron las operaciones distintivas de Dios Padre y de Dios Hijo.

Un día, Dios Hijo se despojó a sí mismo y, habiendo nacido semejante a los hombres, se convirtió en el símbolo de la obediencia. 

En vista de que la rebelión vino de los seres creados, la obediencia debe establecerse ahora en una criatura. 

El hombre pecó y se rebeló; por lo consiguiente, la autoridad de Dios debe fundamentarse en la obediencia del hombre.

Esto explica el porqué vino el Señor al mundo y fue hecho como uno de los hombres creados. 

En realidad, el nacimiento de nuestro Señor fue Dios manifestándose. 

En vez de permanecer como Dios con autoridad, vino al lado del hombre, aceptando todas las limitaciones de éste y tomando forma de siervo. 

Arrostró el posible riesgo de no poder regresar con gloria. Si como hombre hubiera sido desobediente en la tierra, aún habría podido reclamar su lugar en la Deidad defendiendo su autoridad original; pero si lo hubiera hecho habría quebrantado para siempre el principio de la obediencia.

Amadas y amados en la Fe, amigas y amigos, había dos maneras en que el Señor podía volver: 

Una consistía en obedecer como hombre, absolutamente y sin reservas, estableciendo la autoridad de Dios en todas las cosas y en toda ocasión sin el más leve indicio de rebelión; así, paso a paso, por medio de la obediencia a Dios, sería hecho Señor sobre todas las cosas. 

La otra consistía en regresar abriéndose paso a la fuerza, es decir, reclamando y usando la autoridad, poder Y gloria de su Deidad a raíz de haber hallado que la obediencia era imposible por la debilidad y limitaciones de la carne. 

Escucha hermana, hermano, el Señor descartó esta segunda manera y anduvo humildemente por el camino de la obediencia, obediencia hasta la muerte. 

Una vez que se hubo despojado a sí mismo, rehusó llenarse de nuevo. Jamás siguió una linea de conducta ambigua. 

Si el Señor hubiera fracasado en el camino de la obediencia después de renunciar a su gloria y autoridad divinas y de tomar forma de siervo, nunca más habría vuelto con gloria. 

Fue tan sólo por el camino de la obediencia en su condición de hombre que regresó. 

Así fue como él regresó en base a su perfecta y singular obediencia.

Aunque tuvo que soportar sufrimiento tras sufrimiento, mostró absoluta obediencia, sin la más leve sombra de resistencia o rebelión. 

Por consiguiente, Dios lo exaltó hasta lo sumo y lo hizo Señor cuando volvió a la gloria. No fue que Él se llenara de aquello de que se había despojado; al contrario, fue Dios Padre quien lo hizo. 

Fue el Padre quien trajo a este Hombre de regreso a la gloria. 

Así pues, Dios Hijo ha venido a ser también ahora el Hombre Jesús en su retorno a la gloria. 

Por esta razón, el nombre de Jesús es tan precioso; en el universo no hay nadie como él. 

Cuando en la cruz clamó "¡Consumado es!", proclamó no solamente la consumación de la salvación sino también el cumplimiento de todo lo que significa su nombre. 

Por lo tanto, él ha obtenido un nombre que es sobre todo nombre, y en su nombre se doblará toda rodilla y toda lengua confesará que Jesús es el Señor. 

De aquí en adelante, él es Señor así como Dios. 

El hecho de ser Señor habla de su relación con Dios, de cómo fue recompensado por él. 

El hecho de ser Cristo revela su relación con la iglesia. 


Conclusión

Resumiendo, pues, cuando el Hijo dejó la gloria no tenía la intención de regresar en base a sus atributos divinos; al contrario, deseaba ser exaltado como hombre. 

De este modo, Dios ratificó su principio de obediencia. 

¡Cuán necesario es que seamos completamente obedientes, sin el más mínimo rastro de rebelión! 

El Hijo volvió al cielo como hombre y fue exaltado por Dios después de ser obediente como hombre. 

Encaremos este gran misterio de la Biblia. 

Al despedirse de la gloria y vestirse de carne humana, el señor resolvió no volver en virtud de sus atributos divinos. Y porque nunca mostró ni la más leve señal de desobediencia, Dios lo exaltó por razón de su humanidad. 

Cuando vino, el Señor desechó su gloria; pero cuando regresó, no sólo recobró esa gloria sino que recibió más gloria. 

Haya también en nosotros este sentir que hubo en Cristo Jesús. 

Andemos todos en el camino del Señor y lleguemos a la obediencia haciendo de este principio de obediencia nuestro propio principio. Sometámonos unos a otros. 

Una vez que hayamos comprendido este principio, no tendremos ningún problema en percibir que no hay ningún pecado más grave que la rebelión y que no hay nada que sea más importante que la obediencia. 

Tan sólo en el principio de la obediencia podemos servir a Dios; tan sólo en obedecer como Cristo lo hizo podemos reafirmar el principio de autoridad de Dios, pues la rebelión es el resultado del principio de Satanás. 

Finalmente, Se dice en Hebreos 5.8 que Cristo "aprendió la obediencia por las cosas que padeció" (Versión Moderna). 

El sufrimiento hizo obedecer al Señor. Notemos aquí que él no trajo la obediencia a esta tierra; él la aprendió, y 10 hizo por medio del sufrimiento.

Oh amadas y amados en Cristo, es cuando pasarnos por el sufrimiento que aprendernos la obediencia. 

Tal obediencia es real. Nuestra utilidad no está determinada por el hecho de si hemos sufrido o no, sino por el de cuánto hemos aprendido a obedecer por medio de ese sufrimiento. 

Sólo los obedientes son útiles a Dios. Mientras no se ablande nuestro corazón, el sufrimiento no nos dejará. 

Nuestro camino consiste en muchos sufrimientos; los indolentes y los amantes de los placeres son inútiles delante de Dios. 

Aprendamos, pues, a obedecer en el sufrimiento. La salvación hace que la gente sea obediente y tenga gozo. 

Si tan sólo buscarnos el gozo, nuestras posesiones espirituales no serán muy ricas; pero los que sean obedientes experimentarán la abundancia de la salvación. 

No cambiemos la naturaleza de la salvación. 

Obedezcamos, porque nuestro señor Jesús, habiendo sido perfeccionado por medio de la obediencia, vino a ser la fuente de nuestra eterna salvación. 

Dios nos salva para que obedezcamos su voluntad. 

Sí, hemos tenido “un encuentro” con la autoridad de Dios, descubriremos que la obediencia es fácil y que la voluntad de Dios es sencilla; porque el señor mismo fue obediente y nos ha dado a nosotros esta vida de obediencia. 

Oremos
Ps. Jorge Macías Benitez
¡Dios les Bendice!