domingo, 19 de abril de 2020

#A232 Origen y Propósito de la Luz de Dios

Serie: Con Visión hay Camino

#A232 Origen y Propósito de la Luz de Dios






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Introducción

Hola buenos días, ¡Bienvenidos a esta Casa, la Casa de Dios, ¡Reino de Dios Ministerios!

Tuvimos la semana pasada un vistazo de parte de Dios, al corazón del Príncipe de los Predicadores, que era la forma en como se conoció a Charles Haddon Spurgeon y aquel tremendo mensaje predicado el 28 de marzo del año 1880.

En aquel mensaje que el Señor me entregó para rememorar el Regalo que Cristo nos entregó desde aquella Cruz, hace casi 2,000 mil años y que originalmente le dio a Charles Spurgeon, el apóstol Pablo nos exhorta a usar la vida que hemos recibido, y así, EJERCITEMOS LA NUEVA VIDA EN PROPÓSITOS APROPIADOS.

"Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba."

Entonces amados, nuestras acciones han de ser acordes con nuestra nueva vida y como la vivamos.

Escucha amado, Cristo es nuestra Luz desde entonces y siempre.

Nos dice la Palabra de Dios en Juan 8:12…:

“12 Jesús habló una vez más al pueblo y dijo: «Yo soy la luz del mundo. Si ustedes me siguen, no tendrán que andar en la oscuridad porque tendrán la luz que lleva a la vida».”
Amados, es este el Centro del Mensaje de esta mañana:
Origen y Propósito de la Luz de Dios

Oremos

¿De donde proviene esta Luz?
Amados en Cristo, queridos amigos, el Señor Jesús es Luz, y cuando nosotros nos acercamos a El, vemos la luz.

En muchas ocasiones podemos pensar que algo es muy bueno y que no tiene nada de malo; no obstante cuando acudimos al Señor a presentarle la situación y a pedirle que nos ilumine, encontramos, para nuestra sorpresa, que estamos equivocados.

Constantemente pensamos que estamos bien, pero al entrar a la presencia del Señor, se manifiesta todo lo malo.

La forma en como medimos, difiere enormemente de la de Dios.

Cuando nos acercamos a El, nos damos cuenta de que nuestra norma no es la de El.

Si quienes creemos no oramos fervientemente a fin de que nuestra verdadera condición interna nos sea revelada, no podemos ver que nuestra condición espiritual es deficiente.

Cuanto más nos acercamos al Señor, más Luz divina recibimos y entonces podremos ver con claridad en Verdad quienes somos y como estamos, interiormente, desde la perspectiva Eterna, Divina y Sobrenatural de Dios.

Amados, el Espíritu Santo manifiesto en la Palabra de Dios es nuestra luz.

¡Ese es el Orígen de la Luz de Dios!

Vamos a Salmos 119:105:

“Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino”.

El versículo 130 añade:

“La exposición de tus palabras alumbra”.

Tal vez conozcamos bien estos dos versículos, pero si los leemos cuidadosamente, nos daremos cuenta de cuán profundos son.

¿Quién determina si el camino en el que andamos es justo, el hombre o Dios?

Amados, las obras de la carne no se pueden escapar de la Luz Divina.
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“No es lo que el hombre razona y opina lo que cuenta. Lo que impacta es lo que Dios nos habla en el Espíritu Santo y Discernimos a partir de lo que nos Revela desde la Palabra de Dios.”
Ps. Jorge Macías Benítez
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Amados, no debemos seguir nuestros propios sentimientos convencidos de que algo es bueno o malo, sino que debemos permitir que Su Espíritu Santo y entonces en Su Palabra, Dios lo decida por nosotros.

No se trata de juzgar nada; debemos permitir que Su Santo Espíritu nos hable, se manifieste, nos confirme en Su Palabra y entonces sea Él quien juzgue.

Amados:

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“Dejemos que nuestro Dulce Espíritu Santo se manifieste, nos hable Dios y Cristo por medio de Su Palabra o nos hable y confirme en ella, para entonces Él juzgar y ponga en evidencia nuestra verdadera condición espiritual.”
Ps Jorge Macías Benítez
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Amados, busquemos nuestra Comunión con Dios, con Cristo en el Espíritu Santo, escudriñemos más la Biblia, confiando en que el Espíritu Santo nos la Revelará a fin de que podamos Conocernos en Verdad a nosotros mismos.

Nuestro hermano es la Luz

Mateo 5:14 nos dice:

“Vosotros sois la Luz del mundo”

Este versículo es bastante conocido.

Es común pensar que este versículo se refiere al buen comportamiento de los creyentes.

Amados, en Verdad, encierra un significado mucho más profundo.

Esa porción de la Palabra de Dios lo que nos dice es que tu hermano es Luz... ¿Capicci?

Escucha Amado, un creyente, si tu hermano ese que pareciera ser un nadie o no pesar en el Reino, puede dejar expuesta la verdadera condición de una persona.

Muchos hijos de Dios que viven en la Luz Divina hacen que otros sientan temor de relacionarse con ellos, porque cuando lo hacen, son redargüidos por sus propios pecados.

Esto es amado, que su vida da Testimonio a la vida de otros… ¡sin decir una sola palabra!

Si, ¡es el Espíritu Santo en ellos!

Un creyente que está débil no teme que otro creyente que está en su misma condición se le acerque, pero si se relaciona con un creyente que esté bajo la Luz Divina, se siente avergonzado, menor, como con una “carga”.

Uno puede ser orgulloso o deshonesto, pero después de ser iluminado por alguien que está en la Luz Divina, se siente incómodo.

Escucha amado:

Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñarnos lo que es verdad y para hacernos ver lo que está mal en nuestra vida. Nos corrige cuando estamos equivocados y nos enseña a hacer lo correcto.”
2ª Timoteo 3:16

Hermanos y hermanas, si ya lo somos entonces somos siervos que laboran para Dios.

Si no tenemos la Luz Divina, no podremos trabajar, y las personas no podrán ser conducidas a Dios.

Si estamos cerca de Dios y somos guiados constantemente por la Luz divina, espontáneamente seremos instrumentos de Dios por medio de Su Espíritu Santo que coloca en Posición en evidencia la verdadera condición espiritual de las personas con quienes nos relacionemos.

Para obedecer la voluntad de Dios y llevar a cabo Su obra, necesitamos Ser Luz.

Cuando nos acercamos a Hijos de Dios que tienen una estrecha relación con Dios, ellos hacen que sintamos la presencia de Dios.

No sentimos la ternura ni la humildad de ellos, sino a Dios mismo.

Cuando comencé a servir al Señor, tomé la decisión de obedecer Su voluntad “no matter what”, esto es sin importar lo que los demás – aunque fuera la familia cercana – opinaran o dijeran y sinceramente pensaba que era obediente.

Oh Señor, sin embargo, bastaba – y sigue siendo así -  con que Dios me lleve más adentro del Río y Su Luz para Discernir cuanto me falta; entonces es que me doy cuenta que sin Él nada soy.

Me sucede en grande medida por ejemplo, cuando entro en ciertas Esferas de Influencia y mi esposita amada solo entre en Oración, para darme cuenta de que aún tengo áreas de mi corazón que requierena aún ser mayormente Transformadas.

Amados, debemos recordar que toda la Luz que recibimos, ya sea por acercarnos a Cristo, a mi Dulce Espíritu Santo, y entonces recibir Revelación y/ó confirmación por medio de  Su Palabra o sencillamente por estar en Koinonía con otros creyentes, viene la Revelación precisamente del Espíritu Santo.

Oh Amado, es mi Dulce Espíritu Santo es quien manifiesta la Luz Inmarcesible de Dios en la cual El habita.

El manifiesta Su Gloria, Su Santidad y Su Justicia.

Vemos en esto la norma de Dios, por medio de la cual podemos vernos, conocer nuestra verdadera condición espiritual y darnos cuenta de que nuestra medida no esta aún “hasta la estatura del varón perfecto”.

El Poder de Su Luz

Amados en Cristo, queridos amigos, el Poder de esta Luz permite que el hombre se conozca a sí mismo.

Cuando estamos expuestos o de plano inundados en esta Luz, vemos nuestra verdadera condición espiritual.

Cuando el creyente se justifica a sí mismo, está satisfecho consigo mismo y es orgulloso, no hay palabras humanas, explicaciones, exhortaciones, advertencias ni censuras que le hagan ver su condición caída.

Sólo cuando Dios da Su Gracia y por medio del Espíritu Santo nos ilumina, es que es posible darnos cuenta de cuán corruptos, caídos e hipócritas somos o hemos sido.

Cuando la Luz Divina resplandece, todo cambia y se manifiestan los verdaderos colores de las cosas.

Nadie puede ser salvo, ni progresar espiritualmente, ni realizar una obra eficaz si carece de la iluminación de Dios.

¿Puede acaso un pecador saber que el Señor Jesús es el Salvador por medio de una discusión?

¿Se dará cuenta acaso de que es pecador por la crítica que le hagamos?

No importa que método usemos, ya sea argumentando con lógica, debatiendo con razonamientos, o previniendo con palabras severas, aún compartiendo expositivamente Su Bendita Palabra, no lograremos hacer que el pecador se dé cuenta de sus pecados ni vea que Jesús es el Salvador.

¡No tiene nada que ver con entendimiento ó método de hombre!

No digo que estos métodos son del todo inútiles; ciertamente tienen su grado de validez en la “enseñanza” y el estudio, aunque NUNCA para recibir de Dios Revelación , Gracia y Unción.

Estos procedimientos sólo logran que la persona entienda mental y superficialmente que es pecadora y que Jesús es el Salvador; jamás logran que las personas vean y mucho menos que Disciernan espiritualmente.

Todo pecador está ciego, y esta ceguera le impide ver la luz del evangelio de Dios.

Oh Amado, el Espíritu Santo abre los ojos del pecador para que vea la Luz Divina; con ello, recibe Amor, Poder y entonces podemos Discernir que es una bendición especial que Cirsto nos dejó al partir a la derecha del Padre.

Veamos Juan 16:7

“Pero les digo la verdad: Les conviene que me vaya porque, si no lo hago, el Consolador no vendrá a ustedes; en cambio, si me voy, se lo enviaré a ustedes.”

Escucha amado:

¡Dios revela a su Hijo en cada uno de nosotros por medio del Espíritu Santo.!
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“No hay nada más vano que hacer que las personas ´acojan la fe cristiana´, ´crean en Jesús´ o ´lleguen a ser cristianos por medio de un excelente mensaje, de ser conmovido, de emocionarse con los cantos, de derramar lágrimas, de argumentos o de otras razones. “
Ps. Jorge Macías Benítez
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El elemento indispensable es la Luz divina, la Luz de Dios que emana mediante el Espíritu Santo.

La necesidad básica del pecador es que pueda reconocer su propia condición y la Gloria de Jesús.

Escucha amado:

Conducir al pecador a las lágrimas, a que sienta remordimiento, a que sea ferviente, a que se confiese y se sienta bien es en vano.

Sólo cuando el pecador ve, por medio del Espíritu Santo, puede verdaderamente Creer y recibir al Señor Jesús como su Salvador.

Esto se debe a que nunca podemos en Verdad Creer en lo que no hemos visto ni recibir lo que no vemos.

Creemos porque hemos visto desde nuestro interior.

Sólo esta clase de fe es inconmovible y soporta las pruebas.

El progreso de la vida cristiana no depende de las muchas exhortaciones, advertencias y enseñanzas que se reciban, ni consiste en decirle a un creyente que sea ferviente, que cumpla con su deber, que lea más la Biblia o que ore más.

Todo esto es secundario.

El elemento primordial es poder ver.

Escucha.

Cuando Pablo escribió su epístola a los Efesios, a pesar que sabía que ellos estaban bien en el Señor y que no eran como los corintios que habían caído en inmoralidad, lo primero que pidió al orar por ellos, fue que Dios les alumbrara los ojos del corazón por medio del Espíritu Santo.

El progreso de la vida cristiana es el resultado de recibir la Luz Divina, la cual abre los ojos del creyente para que vea las riquezas de la Gloria de Dios, y la grandeza del Poder de Dios, el cual le es dado por medio de la resurrección de Jesucristo.

Si un creyente no puede ver esto, ni sabe cuán ricas son las cosas que ha recibido de Dios, no podrá progresar.

Y esa Luz Divina amado, te la he venido nombrando; se Llama Revelación

Revelación de Dios

Todo aquel que realiza una obra especial para Dios, debe haber sido iluminado por El; esto es, que ha recibido Revelación de Dios.

Sólo aquellos a quienes Dios haya iluminado, pueden juzgar su propia carne, y sólo aquel que ha juzgado su propia carne, puede ser usado por Dios.

Cuando la Revelación llega al Hijo de Dios, puede ver cuán inmundo es, porque ha visto la santidad de Dios; puede saber cuán injusto es, pues ha visto la justicia de Dios; puede saber cuán corrupto es, ya que ha visto la Gloria de Dios.

A mi me pasas muy seguido; casi diario, sobre todo cuando escucho Orar a mi esposita amada.

Cuando uno se conoce a sí mismo de esta manera, es como quien ha sido circuncidado en Verdad, que no confía en sí mismo (no sólo no confía en su carne sino que la aborrece profundamente), y depende completamente del Espíritu de Dios.

Oh Amado, ¡Dios sólo utiliza esta clase de obreros, pues éstos pueden tener la misma perspectiva de Dios, ver Su plan y entender Su meta!

Quienes no han recibido Revelación, la Luz divina, tienen un concepto muy elevado de sí mismos; son hermanos en Cristo, personas que tienden al orgullo, a la vanidad, a pensar que saben mucho, incluso a ser “fariseos” de este tiempo.

Con frecuencia Satanás engaña a las personas haciéndoles pensar que ya obtuvieron la santidad y que no tienen pecado.

Estos no se dan cuenta de que hablar así es el resultado de no tener Revelación, lo cual les impide ver lo corrupta que es la carne.

Amados, en Verdad Creo profundamente que Cristo es mi vida y que El puede hacerme apto para vencer completamente el pecado.

Ningún Hijo de Dios puede excusarse diciendo que es imposible que un hombre en la tierra se abstenga de pecar; sin embargo, aún si somos victoriosos en esto, no podemos decir que nuestra carne no es corrupta.

El hombre comete el error de irse de un extremo al otro.

Algunos piensan que debido a que son corruptos es imposible que dejen de pecar; otros piensan que debido a que han recibido a Cristo para que sea su victoria, el pecado ha sido erradicado de ellos, y por ende, ya no son corruptos.

Ambos planteamientos están equivocados.

Es cierto que somos victoriosos en Cristo, pero también es cierto que somos corruptos en nosotros mismos.

El Hijo de Dios, quién ya es Salvo por boca y corazón como dice Romanos 10:8-10, puede experimentar una vida diaria de completa victoria sobre el pecado por medio de Cristo y al mismo tiempo, puede sentir que es totalmente corrupto.

La sensación de corrupción no determina la victoria, porque el que vence es Cristo en uno por medio del Espíritu Santo y Su Revelación, no uno mismo.

Del igual manera, esta victoria no puede quitarnos la sensación de corrupción, porque, a pesar de que Cristo nos ha dado libertad, la naturaleza corrupta de la carne no cambia.

Debido a que muchos se engañan, bajo la iluminación de su propia luz escasa y tenue, pensando que son muy santos, que no tienen pecado y que son perfectos en amor, es necesario ir a la Biblia a fin de ver que los santos más destacados, quienes tuvieron experiencias espirituales profundas, se veían a sí mismos bajo la luz divina.

Job, Isaías, Daniel, Habacuc, Pedro, Pablo, Juan, Martín Lutero, John Knox, Apóstoles y Generales de Dios que solo al haber recibido la Luz Divina, Revelación, tuviero Victoria.

Juan por ejemplo:

Fue el discípulo a quien el Señor amaba, estuvo más cerca de El que los demás durante el tiempo que el Señor tuvo Su gloria escondida en Su carne.

Recordemos que él era el discípulo que se recostaba en el pecho de Cristo.

Después de la resurrección de Cristo, él hizo buenas obras para el Señor durante varias décadas, y el Señor lo usó para escribir una epístola que habla específicamente de la comunión y particularmente del amor y la Luz divina.

Puesto que este discípulo había visto la luz divina, no debería haber tenido temor ante esta luz como muchos otros.

Sin embargo, en la isla de Patmos al describir la revelación de la gloria del Señor Jesús dijo:

“Su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza. Cuando lo vi, caí como muerto a Sus pies”
Apocalipsis 1:16-17

Todos los que han visto la Gloria de Dios han caído en tierra.

Conclusión

Amados en Cristo, no sólo en las Escrituras vemos hombres que se humillaron, confesaron sus pecados y llegaron a conocerse a sí mismos por medio de la Revelación, de la Luz Divina, sino también en la historia de la Ekklesia.

Muchos Varones Santos de Dios encontraron su propia debilidad y corrupción debido a la estrecha relación que tenían con la Luz Divina, con mi Dulce Espíritu Santo.

Todo los que he nombrado anteriormente son innegablemente muchos de los más reconocidos siervos y Generales de Dios y del Cuerpo de Cristo.

No obstante, qué humilde opinión tenían ellos de sí mismos.

Esto se debe a que, cuanto más nos acercamos a Dios, más descubrimos nuestras debilidades, y cuanto más recibimos la luz divina, más claramente vemos nuestra corrupción.

Amados, los orgullosos y los que se aprueban a sí mismos no han visto la luz divina.

Te invito en el Amor del Señor a que busques de corazón y con Fuego Santo el Recibir Su Luz Divina, Su Revelación.

Oremos

¡Dios los Bendice!

Ps. Jorge Macías Benítez