#A328 Llamado a la Unidad
“Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquier cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos.” (Mateo 18:19)
Introducción
Jesús enseñó a sus discípulos que debían estar unidos en todo momento. Siempre estuvieron juntos y aprendieron todos los días todos ellos directamente del Maestro. En este versículo podemos ver como la unidad de dos de ellos podía alcanzar todas las cosas en Dios, demostrando así el poder de la unidad.
Pero esta unidad debe estar fundamentada en Dios. Dios puede bendecir a una persona y brindarle muchas cosas, pero cuando hay dos o tres el poder de Dios se manifiesta de una forma especial. En su palabra vemos como constantemente Dios buscaba la presencia de dos o más personas que le buscaran en espíritu y verdad.
1) Donde están dos o tres (Mateo 18:20)
Jesús lo indicó claramente. Donde están dos o tres congregados en su nombre, ahí estará Él. Esta no es una promesa de ningún hombre, es la promesa del Señor mismos y sabemos que Jesús es Dios. Por lo tanto es una promesa de Dios. Y Dios no es hombre para mentir dice su palabra. Por lo tanto esa promesa es una verdad absoluta.
Cuando nos reunimos como iglesia podemos estar completamente seguros que Dios está en medio de nosotros. Aunque a veces no podamos sentirle ciertamente Dios se manifiesta en el lugar. No dijo Jesús que a veces estaría ahí, sino que ciertamente ahí estará Él.
Entonces no cabe la menor duda que podemos adorarle presencialmente, aunque no le veamos, aunque a veces no le sintamos, Él está enmedio de su pueblo cuando este se ha reunido para darle gloria.
Si vemos durante todo el tiempo en la vida de Jesús, cuando hacía un milagro siempre se acompañaba de sus discípulos. Dios mismo quiere que estemos en unidad de corazón y en un mismo sentir para que su poder se manifieste. Jesús nos dice que podemos pedir al Padre cualquier cosa, si estamos en un mismo sentir, si buscamos lo mismo, si le buscamos a Él.
Si no fuera verdad Jesús no lo hubiera dicho, pero quedó grabado en su palabra y podemos confiar en eso. La palabra de Dios es verdad y toda nuestra confianza debe estar en ella. La verdad de la palabra de Dios ha sido muchas veces comprobada en nuestra vida, al recibir la salvación del alma, al recibir de su Espíritu. Cristo vive y le podemos sentir en medio de la alabanza de su pueblo.
2) Amar al prójimo (Juan 13:34)
Jesús nos invitó para que amaramos incluso a nuestros enemigos. Debemos demostrar ese amor por los demás, por las almas perdidas, por aquellos que no han conocido el mensaje de salvación. Pero también nos mandó a que nos amaramos los unos a los otros, así como Él nos ha amado.
Tenemos un gran ejemplo a seguir y difícil de alcanzar, pues Jesús fue perfecto en todos sus caminos cuando anduvo en esta tierra como hombre. Y debemos seguir su ejemplo y amar a los demás como Él nos ha amado. Su amor no tiene límites y debemos mostrar ese amor los unos por los otros.
Es un mandamiento de Dios por lo tanto debemos cumplirlo. No podemos hacer oídos sordos, no podemos pasarlo por alto, es palabra de Dios y debe ser cumplida. Muchas veces no es tan fácil como quisiéramos, pero eso mostrará si estamos en la luz de Dios o no. Pues cuando amamos al prójimo, estamos reflejando el amor de Dios en nuestras vidas. No podemos dar nada que no tengamos, si entregamos amor es porque tenemos ese amor que sobrepasa todo entendimiento.
3) Unánimes juntos (Hechos 2:1)
Grandes cosas suceden cuando estamos en un mismo sentir con los hermanos en la fe. Cuando llegó el día de pentecostés, dice su palabra que estaban todos unánimes, estaban todos en un mismo sentir. No estaban ellos separados, cada quien en su casa, no tenían en común todas las cosas y se reunían con un mismo propósito.
Grandes cosas suceden cuando un grupo de personas camina hacia un mismo destino, comparten los mismos valores y adoran al mismo Dios. Grandes cosas suceden cuando ese Dios es el Todopoderoso.
Así le pasó al pueblo de Israel cuando enfrentó a naciones más poderosas que ellos. Eso mismo les pasó a los cristianos en el Aposento Alto. El poder de Dios bajó sobre ellos cuando estaban todos juntos.
Dice la biblia que los primeros cristianos tenían todas las cosas en común. Compartir con personas que tienen el mismo sentir que uno es encontrar aliados, es encontrar hermanos que al igual que uno sirven al mismo Dios.
Debemos como hermanos caminar en la misma dirección. En esa dirección que nuestro Padre indica, en la dirección de predicar su palabra a toda nación. En la dirección de darle a Él toda la gloria. En la dirección de obedecer su palabra y no desviarse ni a derecha ni a izquierda. Dios quiere que estemos unidos en Dios. Ahí es donde Él se manifestará con milagros y prodigios.
4) Serán una sola carne (Marcos 10:8)
La base de toda sociedad es la familia. Esta empieza con el matrimonio y se constituye una célula, que pronto crecerá hasta convertirse en una gran familia. Jesús indicó que el hombre dejará a sus padres y se unirá a su mujer, y dejarán de ser dos personas, convirtiéndose en una sola.
La familia es importante para Dios, pues en esta base social podemos encontrar una fuerte unidad y compromiso de todos los miembros. Cada uno cumpliendo su papel y aportando al bienestar y felicidad familiar. Es por eso que el enemigo detesta tanto a la familia.
El enemigo ha buscado siempre debilitar y estorbar esa unión familiar. Por eso atacó a la mujer estando sola, por eso usó a la mujer de Job para que maldijera a Dios. El enemigo busca la desintegración familiar pues sabe que una familia unida es una poderosa arma en las manos de Dios.
Es por eso de mucha importancia que las familias sepan cómo opera el enemigo para identificar sus ataques y mantenerse siempre atentos y unidos a pesar de esos ataques. Para vencernos el enemigo buscará dividirnos. Pero debemos permanecer unidos en Dios. No actuando como dos o más personas, sino actuando como una sola.
Es importante ponerse de acuerdo como pareja y como familia en adorar a Dios juntos, tener ese tiempo devocional en el que cada uno pueda participar en un servicio a Dios. También es importante acudir juntos a la iglesia y realizar alguna actividad a la comunidad en un mismo sentir. Al enemigo esto no le gustará nada, pero obtendremos el favor de Dios.
5) Adán y Eva
Desde Adán y Eva el enemigo ha buscado destruir a la familia y debilitarnos atacando a cada uno de forma diferente. Es por eso que debemos estar de acuerdo. Ponerse de acuerdo con mi hermano en la fe. Ponernos de acuerdo como pareja, ponernos de acuerdo como familia. Así como Josué podamos decir que mi casa y yo serviremos a Jehová.
Que no importe la circunstancia que estemos pasando, así como Dios está con nosotros en cualquier situación, así debemos estar los unos por los otros. No solo estar presentes cuando las cosas van bien, sino en todo momento debemos apoyarnos los unos a los otros.
Así desbaratamos los planes del maligno, cuando el amor de Dios nos inunda y compartimos ese amor por los demás. No dejemos que el enemigo nos engañe y divida. Siempre es más importante las cosas de Dios que las cosas personales de cada uno. Dios siempre es primero y debemos relacionarnos con personas que tengan el mismo pensamiento. Dios es nuestro Padre y solo a Él debemos servirle.
Conclusión
Desde Adán y Eva el enemigo ha intentado dividir a la familia. Pero el amor de Dios debe ser más fuerte en nosotros y debemos resistir esos ataques. El enemigo busca dividirnos porque sabe que la familia unida es poderosa en Dios.
Sabe que una familia que alaba a Dios esta rodeada de ángeles que acampan alrededor de ellos. Sabe que si la familia permanece unida no puede atacar a ninguno de sus miembros.
Pero no solamente la familia natural debe permanecer unida, sino también la familia espiritual, la familia de la fe. Como vimos anteriormente, debemos sentir una misma cosa y estar unánimes y juntos.
Debemos reunirnos regularmente y estando juntos debemos compartir un mismo propósito, el de adorar y alabar a Dios. Debemos también organizarnos para realizar el servicio a Dios, para el bien de los santos y para alcanzar más almas para el Señor.
Al estar unidos en el nombre del Señor podemos alcanzar grandes cosas. Si pedimos a Dios individualmente tendremos efectos en el reino de Dios, pero ese efecto es multiplicado cuando nos reunimos como hermanos y juntos clamamos a Dios.
La biblia dice que uno de nosotros hará huir a mil, pero dos de nosotros haremos huir a diez mil hombres. Ese es el poder de estar juntos. Juntos haremos correr a diez mil enemigos.
Porque Dios ha prometido estar enmedio de nosotros cuando nos reunimos en su nombre. Y si Dios va con nosotros nada nos puede detener, nada nos puede hacer frente, pues tenemos al Altísimo en medio nuestro.
El está en medio, delante y alrededor de nosotros. Ningún enemigo puede atacarnos cuando Dios está a nuestro lado, y Él estará a nuestro lado cuando le invocamos juntos, cuando nos ponemos de acuerdo y pedimos a Él cualquier cosa como uno solo.
Oremos
Ps. Jorge Macías Benitez
Dios les Bendice!!