Serie: Tras las Pisadas de Jesús Día 16
#A283 Inicia el Evangelio del Reino
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Introducción.
Hola buenos días, ¡Bienvenidos a esta Casa, la Casa de Dios, ¡Reino de Dios Ministerios!
Soy el Pastor Jorge Macías Benítez, su hermano e Hijo de Dios; también de corazón te tiendo la mano, te abro el corazón y te quiero recibir, dar un abrazo…¡¡¡¡en el Amor del Señor…!!!!
Hoy continuamos con una Ministración más de esa Serie: Tras las Pisadas de Jesús.
Este mediodía del domingo 9 de Mayo del 2021, Dios nos quiere entregar una Ministración relacionada y fundamentada en Su Diseño de la Gran Comisión que nos instruye en Mateo 28: 19-20.
La Palabra de Dios dice:
“19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.”
Amados en Cristo, queridos amigos, es normal que cuando pensamos en la conversión de otros, pensemos primero en la gente de nuestra familia, nuestra casa.
No obstante el llamado de Jesús al arrepentimiento, no sólo nos corresponde de manera individual, nos hace pensar siempre en aquellos que amamos.
Es así que surge la interrogante:
"¿Cómo recibirá mi familia a Cristo?"
"¿Qué puedo hacer para acercarlos a Jesús?"
Es natural que en nuestro anhelo por acercar a las personas a Dios, cometemos errores frecuentes; insistimos demasiado, criticamos sus conductas o incluso, llegamos a dar un mal testimonio.
La mejor manera es tomar un decisión personal y permitir que sea el Espíritu quien produzca en nosotros el fruto que dé testimonio de lo que Dios está haciendo en nuestras vidas.
Como vemos en la historia de Samuel, el llamado siempre es individual; como ilustran muchas historias en Su Palabra, el Propósito de Dios es hacer una salvación colectiva.
El mensaje y Ministración del Señor para nosotros el día de hoy, lleva por título:
Inicia el Evangelio del Reino
Oremos
Viviendo en Integridad
Amados en Cristo, querido amigos, aquí surgen al menos estas preguntas:
¿En qué área de tu vida ha sido más difícil dar un buen testimonio ante tu familia?
¿Cómo imaginas a los tuyos, una vez que se acerquen a Cristo?
Si tu familia ya se acercó a Jesús, ¿qué personas son parte del Propósito de Dios para tu vida como discípulo para compartir Su Evangelio?
Claramente cuando hablamos de esto, estamos refiriéndonos al carácter de las personas y en ello, la Integridad.
Ahora, ¿Cuál es el significado de la Integridad?
Integridad deriva de la palabra de origen latino integrĭtas o integrãtis, que significa totalidad, virginidad, robustez y buen estado físico.
Integridad deriva del adjetivo integer, que significa intacto, entero, no tocado o no alcanzado por un mal.
Observando las raíces de este adjetivo, este se compone del vocablo in-, que significa no, y otro término de la misma raíz del verbo tangere, que significa tocar o alcanzar; por lo tanto, la integridad es la pureza original y sin contacto o contaminación con un mal o un daño, ya sea físico o moral.
Amados, Integridad se refiere a la calidad de íntegro y también puede referirse a la condición pura de las vírgenes, sin mancha.
La Integridad es el estado de lo que está completo o tiene todas sus partes, es la totalidad, la plenitud.
Lo íntegro es algo que tiene todas sus partes intactas o puras.
En el Antiguo Testamento se habla sobre la palabra hebrea traducida “integridad” cuyo significado acabamos de comentar y ahora reforzamos con fundamento bíblico:
“La condición de estar sin mancha, integridad, perfección, sinceridad, solidez, rectitud, integridad”.
La Integridad en el Nuevo Testamento significa “honestidad y adhesión a un patrón de buen trabajo.”
Una persona íntegra tiene armonía en su actuar, actúa de la misma forma en privado como el público.
Así mismo, sigue los mandamientos de la ley de Dios, manteniendo la pureza de su corazón.
Amados en Cristo, queridos amigos, las personas formadas en base a fe, estamos llamados a comportarnos y en verdad esforzarnos en vivir con Integridad.
Observemos y discernamos el ejemplo de Jesús, quien durante su presencia en medio de nosotros hace casi 2 mil años, se comportó con una escala de valores, corrección e Integridad, que marcan una “pauta”, un Diseño a seguir.
Jesús fue una persona íntegra durante toda su presencia en medio de nosotros.
Después que Jesús fue bautizado, ayunó en el desierto durante cuarenta días y noches.
En ese tiempo, Satanás se acercó a Él en su punto más débil para tratar de romper su Integridad y corromperlo.
Hebreos 4:15
“Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.”
Jesús fue tentado en todas las formas, sin embargo, nunca pecó.
Amados, Jesús es el único a lo largo de toda la historia del hombre, que nunca tuvo mancha.
Siempre mostró una forma de vivir; un Diseño muy particular de buenas obras.
Vivir con Integridad según la Biblia, es seguir el ejemplo de Jesús. Y solo podemos vivir con verdadera Integridad siguiendo su esencia.
Juan 16: 33
“Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.”
Filipenses 1: 6
“estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;”
Amados, las personas que creemos en Dios y en Jesús, que en verdad anhelamos y estamos caminando como Discípulos de Cristo, estamos llamados a seguir su ejemplo.
Jesús es un ejemplo a seguir de Integridad.
Siguiendo su ejemplo, todos podemos ser considerados sin mancha delante de Dios.
Por Su Gracia, en Cristo todos somos nuevas creaciones y podemos ser considerados sin mancha delante de Dios.
En 2a. Corintios 5:17, dice la Palabra de Dios:
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es;
las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.”
Así mismo, por medio de Cristo, también tenemos al Espíritu Santo que mora en nosotros. Por medio del espíritu santo, nos santificamos y nos parecemos más a Cristo.
En Romanos 8:29, nos dice:
“Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.”
Amados, es por el Poder de Dios que nos convertimos cada vez más en personas íntegras.
En consecuencia, siguiendo el ejemplo de Jesús, nos convertimos en mejores personas, viviendo plenamente con un alto estándar espiritual y moral.
Amados, una persona que es integra, da testimonio de algunas características:
Una persona íntegra es honesta. No puede ser corrompida. Su lealtad y servicio es hacia Dios y no hacia los hombres.
Una persona íntegra cumple su palabra.
No traiciona a quienes confían en él
Una persona integra respeta a los que le rodean
Tiene a Dios y a Jesús en su corazón.
Mantiene un buen comportamiento
No habla mal de los demás
Defiende sus creencias ante los demás de forma tranquila.
Está preparada a enfrentar a las personas que hablan maliciosamente contra Dios.
Una persona íntegra tiene una alta escala de valores.
Dice la Palabra de Dios en Josué 24: 14-25
“14 Ahora, pues, temed a Jehová, y servidle con integridad y en verdad; y quitad de entre vosotros los dioses a los cuales sirvieron vuestros padres al otro lado del río, y en Egipto; y servid a Jehová. 15 Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová. 16 Entonces el pueblo respondió y dijo: Nunca tal acontezca, que dejemos a Jehová para servir a otros dioses; 17 porque Jehová nuestro Dios es el que nos sacó a nosotros y a nuestros padres de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre; el que ha hecho estas grandes señales, y nos ha guardado por todo el camino por donde hemos andado, y en todos los pueblos por entre los cuales pasamos. 18 Y Jehová arrojó de delante de nosotros a todos los pueblos, y al amorreo que habitaba en la tierra; nosotros, pues, también serviremos a Jehová, porque él es nuestro Dios. 19 Entonces Josué dijo al pueblo: No podréis servir a Jehová, porque él es Dios santo, y Dios celoso; no sufrirá vuestras rebeliones y vuestros pecados. 20 Si dejareis a Jehová y sirviereis a dioses ajenos, él se volverá y os hará mal, y os consumirá, después que os ha hecho bien. 21 El pueblo entonces dijo a Josué: No, sino que a Jehová serviremos. 22 Y Josué respondió al pueblo: Vosotros sois testigos contra vosotros mismos, de que habéis elegido a Jehová para servirle. Y ellos respondieron: Testigos somos. 23 Quitad, pues, ahora los dioses ajenos que están entre vosotros, e inclinad vuestro corazón a Jehová Dios de Israel. 24 Y el pueblo respondió a Josué: A Jehová nuestro Dios serviremos, y a su voz obedeceremos. 25 Entonces Josué hizo pacto con el pueblo el mismo día, y les dio estatutos y leyes en Siquem.”
Conclusión Parte I
La Biblia menciona varias experiencias en las que EL DE REPENTE DE DIOS se manifestó de forma poderosa. Una de ellas cuando Pablo y Silas estaban presos y mientras oraban y adoraban DE REPENTE hubo un terremoto que hizo estremecer los cimientos y las puertas de la cárcel se abrieron (Hechos 16:25-26), y así en Hechos 2:2-4:
“DE REPENTE vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso y se llenó toda la casa, y fueron llenos del Espírtu Santo”
La clave está en adorar a Dios en medio de la prueba, que nuestra fe no dependa de lo que vemos, sino de lo que creemos, que esa promesa se cumplirá.