lunes, 19 de diciembre de 2016

Ánimo en Medio de la Tormenta #A75

Ánimo en Medio de la Tormenta


#A75
Mensaje 10
Serie : Conquista Sobrenatural
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Introducción


La Semana pasada el Señor nos Ministro :


“y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.”Hechos 2 : 3-4
Nos dijo el Señor que el Fuego como vocablo está asociado espiritual y naturalmente con otras palabras que además a lo largo de la Palabra de Dios son utilizadas y asociadas a las vidas y Hechos de Hijos de Dios. Por ejemplo :


  1. Pasión. Como Pablo y Jeremías.
  1. Pureza. Mateo 5:8 “Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.”


La Teología Cristiana, habla con claridad al respecto de que Dios no puede ser investigado ni entendido, esto es que no puede ser razonado o estudiado en mente y ciencia de hombre.


Dios en su “naturaleza” Es Inescrutable e Inefable.


El hombre por el contrario, es limitado en términos de que sencillamente fuimos creados por Dios.


En realidad, lo que ha venido ocurriendo durante centurias es que el hombre ha estado esforzada e intelectualmente intentando desarrollar modelos, métodos y razonamientos especiales y específicos para tratar de entender a Dios.


Ahora, el Señor me ha instruido a compartirles un Mensaje Profético y que es Su Voluntad recibamos para que en Oración Active el resultado de esta Conquista Sobrenatural y con ello la Operación por Habitación del Espíritu Santo en nuestras vidas.


El fundamento del Señor para esta Asamblea es :


"¿Hasta cuándo, oh SEÑOR, me olvidarás para siempre, cuánto tiempo me esconderás tu rostro, cuánto tiempo voy a luchar con mis pensamientos y cada día tengo dolor en mi corazón ?, ¿cuánto tiempo mi enemigo triunfará sobre mí?" Salmos 13:1-2


Esta mañana y en esta Asamblea el Mensaje y Su Ministración lleva por título :


“Ánimo en Medio de la Tormenta”


Oremos


Inicio


Discurso de un Desesperado


¿Alguna vez has oído a alguien en broma decir?  :


"Mi vida no has sido sencilla”


Esta expresión se burla de su personalidad única o desafíos que enfrentan en la vida. Bueno, no fue fácil ser el rey David.


Su vida era una vida de extremos altos y bajos extremos. Era un pastor, un líder político, un constructor, un profeta, un hombre de negocios, un guerrero, un amante, un donante, un asesino y un adorador.


Debe haber sido criticado por otros como hipócrita en su carrera temprana. En cada uno de estos papeles él logró cosas para Dios pero también falló a Dios en muchas ocasiones.


Él tenía una personalidad del tipo creativo, que es a menudo muy apasionado con muchos cambios de humor. Vemos este lado de él cuando él descaradamente bailó ante el Señor delante de sus súbditos casi desnudos. 2a. Samuel 6:14.


Cuando David escribió sus salmos fue honesto acerca de lo que estaba sintiendo. Cuando temía a sus enemigos lo expresaba. Cuando no podía entender por qué Dios estaba en silencio, lo expresó como en el salmo anterior.


Sin embargo, David nunca se quedó en el lugar de la desesperación. A menudo terminaba sus salmos como éste.


"Pero yo confío en tu misericordia, mi corazón se regocija en tu salvación, y cantaré al Señor, porque él me ha sido bueno"
Salmos 13: 5-6


David escogió centrarse en lo que Dios ha hecho por él, no en lo que Él no ha hecho.


Si estás esperando un avance con Dios, se honesto con Él acerca de sus esperanzas y sueños. Afirma tu fe y confianza en Él para lograr Sus Propósitos a través de tu vida.


¡¡¡ Se un Vencedor !!!


En Medio de la Tormenta


“1 Después de esto abrió Job su boca, y maldijo su día. 2 Y exclamó Job, y dijo:
3 Perezca el día en que yo nací,
Y la noche en que se dijo: Varón es concebido.
4 Sea aquel día sombrío,
Y no cuide de él Dios desde arriba,
Ni claridad sobre él resplandezca.
5 Aféenlo tinieblas y sombra de muerte;
Repose sobre él nublado
Que lo haga horrible como día caliginoso.
6 Ocupe aquella noche la oscuridad;
No sea contada entre los días del año,
Ni venga en el número de los meses.
7 ¡Oh, que fuera aquella noche solitaria,
Que no viniera canción alguna en ella!
8 Maldiganla los que maldicen el día,
Los que se aprestan para despertar a Leviatán.
9 Oscurezcanse las estrellas de su alba;
Espere la luz, y no venga,
Ni vea los párpados de la mañana;
10 Por cuanto no cerró las puertas del vientre donde yo estaba,
Ni escondió de mis ojos la miseria.”
Job 3:1-10


Queridos hermanos, esta mañana quiero compartirles que el Señor me instruye compartirles al respecto de la fragilidad del hombre.


El hombre es un ser limitado para sobrellevar las pruebas.


Dice la Palabra de Dios :


“11 Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos. 12 Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga. 13 No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.“
1a. Corintios 10:11-13


El hombre por su naturaleza y en ello su limitación natural, en una gran cantidad de problemas no encontramos solución.


Dios nos habla en medio de las Tormentas


Job tenía su Salud quebrantada y sus bienes arrebatados :


  • Job se sentia sin esperanza
  • Los amigos estaban atónitos
  • No reciben o escuchan un mensaje de Dios para mitigar su alma
  • Job 6:14-21


El Señor me mostró que hay muchos de ustedes que están pasando por un momento de  tormentas en su vida.


El Señor dice: Aunque las tormentas puedan estar embravecidas a su alrededor, la batalla puede estar feroz y la guerra puede parecer intensificada, ¡No teman!  Pero quédense quietos para escuchar Mi voz. Yo hablo en medio de las tormentas.


¿No les he dicho que se rindan y echen toda su ansiedad sobre Mi y Yo les proveeré para todas su necesidades? Muchos de ustedes han tenido muchas noches sin dormir pensando en las situaciones que están pasando, otros están preocupados por su futuro. No permitan que el enemigo les traiga temor, condenación, tormento, pensamientos y voces durante la noche.


Escuchen mi suave y tranquila voz. Yo hablaré con ustedes en medio de sus tormentas, pruebas y dificultades. Yo Soy el Dios que está por encima de cualquier tormenta que estén atravesando, y los sueños que han estado inactivos por años, serán revividos conforme Yo soplo aliento de vida sobre ellos.


No den marcha atrás, pero continúen persiguiendo todo lo que Yo puse en su corazón. Estas tormentas pasarán y sepan que Yo los fortaleceré si permanecen firmes e inamovibles y confían en Mi para llevarlos a través de ellas. No teman, sino aliéntense sabiendo que Yo estoy con ustedes, Yo los sustentaré con la diestra de Mi justicia, dice el Señor.
Mateo 6: 31-34 Por lo tanto, no se preocupen ni se pregunten “¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?”  Porque la gente anda tras todo esto, pero su Padre celestial sabe que ustedes tienen necesidad de todas estas cosas. Por lo tanto, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas. »Así que, no se preocupen por el día de mañana, porque el día de mañana traerá sus propias preocupaciones. ¡Ya bastante tiene cada día con su propio mal!
Mateo 7:24 -27 »A cualquiera que me oye estas palabras, y las pone en práctica, lo compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Cayó la lluvia, vinieron los ríos, y soplaron los vientos, y azotaron aquella casa, pero ésta no se vino abajo, porque estaba fundada sobre la roca. Por otro lado, a cualquiera que me oye estas palabras y no las pone en práctica, lo compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena. Cayó la lluvia, vinieron los ríos, y soplaron los vientos, y azotaron aquella casa, y ésta se vino abajo, y su ruina fue estrepitosa.»
La Tormenta es enviada para Fortalecerte
Una de las promesas más preciosas que nos ha dado Jesús es:


“He aquí yo estoy con vosotros  todos los días, hasta el fin del mundo”
Mateo 28:20


¿Qué tan consciente eres de esta promesa, de esta realidad, de esta verdad invisible, cuando vienen circunstancias duras a tu vida? ¡Dios está con nosotros todos los días, hasta el fin del mundo! ¡Todos los días!


El mundo busca paz, tranquilidad y seguridad, aún los cristianos buscan estas cosas. Esta semana leí que los envases plásticos tienen tres componentes básicos, pero uno de ellos es cancerígeno, que se va liberando poco a poco, especialmente cuando se lo calienta, por ejemplo, la mema del bebé.


¿Estás buscando seguridad? ¿Dónde la encontraremos?


¡La pregunta es donde vamos a encontrar paz y seguridad! La ciencia nos promete que nos va a sacar de líos, pero nos mete en cada lío.
Nos ha vendido fertilizantes, fungicidas, insecticidas, etc, y nos hemos enterado después, que hacen mucho mal.


Después de varias décadas se ha descubierto que muchos remedios para las plantaciones, aún quedan en el terreno por 50 años o más y todas las frutas y verduras que consumimos vienen con estos fertilizantes que se le están agregando a la tierra y a la vez, también van quedando en ella.


Las vacas que nos gustan tanto, comen pasto junto con esas sustancias tóxicas que ingerimos cada vez que comemos esos ricos asados que tanto nos gustan, además de las hormonas que les inyectan a las vacas, para que crezcan mejor.


La ciencia y los sabios de esta tierra que han inventado la bomba atómica nos han prometido bendecirnos, pero no estamos conscientes de cuantas enfermedades nos ha venido, por causa de tantos descubrimientos que por un lado nos hacen bien, pero por otro lado nos hacen mal.


Necesitamos estar en paz y necesitamos estar tranquilos. Jesús dijo: “La paz os dejo, mi paz os doy” (Juan 14:27) “Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”, “En el mundo tendréis aflicción;(sustancias cancerígenas, etc.) pero confiad, yo he vencido al mundo”. (Juan 16:33) ¡No hay otro lugar donde poder estar y sentirse confiado!


Manifestaciones de lo que Sentimos

Los estudios científicos que relacionan las emociones con las enfermedades han concluido que lo que sentimos como emoción da como resultado lo que luego sentimos en nuestro cuerpo.


Esto se refiere a lo que llamamos enfermedades psicosomáticas. ¡Todos los sentimientos que albergamos en nosotros producen efectos en nuestro cuerpo!


Lo que sucede en nuestro cuerpo, es el resultado de los sentimientos que  habitan en nosotros.


Una de las sustancias que se utiliza para purificar el agua es el cloro; si ponemos en una pecera, agua de la canilla, matamos a los pececitos por el cloro del agua.


El cloro es una sustancia que difícilmente liberamos del cuerpo; hemos estado ingiriendo sustancias por años, por ejemplo, el agua con cloro que sale de la canilla, y de pronto aparece una enfermedad, que no sabemos de dónde viene.


¡Los médicos tratan con la enfermedad, pero no tratan con la raíz de la enfermedad!


Del mismo modo, hemos estado de alguna manera consumiendo estados de ánimos, durante años, que han traído sobre nosotros maldiciones y enfermedades al cuerpo.


Una persona que tiene odio termina por enfermarse, igual que una persona con amargura y resentimiento. De la misma manera que las sustancias afectan nuestro cuerpo, las sensaciones, sentimientos, estrés, depresión, también afectan el organismo, enfermándonos.


¡Tenemos que saber cómo defendernos de esas situaciones!


Cristo se propone como nuestro guardador, El es nuestro refugio, el que sana nuestras dolencias, quien perdona nuestros pecados.


¡Cristo nos da vida abundante y nos alegra la vida! ¡Cristo es nuestra esperanza!


Dice la Biblia en Mateo capítulo 14:22-33:


“Seguidamente constriñó a los discípulos a subir a la barca, para que fueran delante de El a la orilla opuesta, mientras despedía a las multitudes. Y luego de despedir a las multitudes subió al monte a orar en privado, y al anochecer estaba allí solo. Pero la barca, distando ya muchos estadios de la costa, era zarandeada por las olas, porque el viento le era contrario. Y durante la cuarta vigilia de la noche, fue hacia ellos andando sobre el mar, pero cuando los discípulos lo vieron andando sobre el mar, se turbaron, y dijeron: ¡Es un fantasma! Y comenzaron a gritar de miedo. Pero enseguida les habló, diciendo: ¡Tened ánimo; Yo soy, no temáis! Pedro entonces, respondiéndole, dijo: Señor, si eres Tú, manda que vaya hacia Ti sobre las aguas. El le dijo: ¡Ven! Y bajando de la barca, Pedro anduvo sobre las aguas y fue hacia Jesús. Pero al ver el viento, tuvo miedo y comenzó a hundirse, y gritó diciendo: ¡Señor, sálvame! Al instante, Jesús extendiendo la mano, trabó de él, y le dice: ¡Falto de fe! ¿Por qué dudaste? Y al subir ellos a la barca, el viento se calmó. Y los que estaban en la barca lo adoraron, diciendo: Verdaderamente Tú eres el hijo de Dios”. (Versión La Biblia Textual).


Sensaciones, sentimientos, producen enfermedades y fracaso.


¿Qué sientes cuando una circunstancia grave viene sobre tu vida? ¿Qué sientes cuando las personas se comportan contigo de una manera que te afecta?


Una mujer me decía: “¡Se me rompe el corazón!”


Se había casado y había hechos votos con su esposo para toda la vida, con el deseo de atravesar todas las circunstancias y mantenerse a su lado hasta que la muerte los separe.


Pero el esposo la dejó y se le rompió la ilusión; el corazón se le estremeció, comenzando a experimentar el fracaso, la amargura, y perdió las fuerzas. Hasta que una amiga le dijo: “Cuida tu salud; haz lo que corresponde”. Esta mujer desde una óptica podría decir: “Estoy enferma, porque mi marido me dejó”. Sin embargo la verdadera óptica sería: “Estoy enferma, porque dejé habitar dentro de mí, emociones que están destruyendo mi vida”.


¡El problema no está fuera de ti sino dentro de ti!


Llama la atención cuando la Biblia dice que Jesús constriñó a sus discípulos; parece ser que a veces Dios nos empuja a pasar por algunas tormentas.


La palabra “constreñir” significa: “presionar, obligar”. Jesús los empujó a subir a la barca para que navegaran hacia el otro lado, de noche. Y entre las 3 y las 6 de la mañana, cuando la barca estaba en el medio del mar a muchos estadios de la orilla, (un estadio es 180 metros), ¡se desató la tormenta!


No se trata de que tengamos que atravesar circunstancias difíciles, sino que encima Dios nos manda atravesarlas.


Jesús sabía que se iba a desatar una tormenta, sabía lo que iba a pasar con los discípulos. Es Dios mismo quien planifica muchas de nuestras circunstancias, o las permite, para bendecirnos.


El usa esas circunstancias para hacernos crecer, no para debilitarnos, sino para enseñarnos. Cuando estés atravesando circunstancias difíciles, tienes que saber que de determinada óptica te vas a enfermar pero desde la óptica de Dios, vas a salir adelante, fortalecido en tu fe, sanito, ¡vivito y coleando!


Esta vivencia de Jesús con sus discípulos, tiene algunos paralelos en la Biblia.


Por ejemplo :


  • En Egipto, el faraón había ordenado que los niños de los hebreos sean tirados al agua del río Nilo. El agua era símbolo de juicio, era el elemento a través del cual se cumpliría la orden del faraón para que los niños murieran. Sin embargo una madre tiró su niño al agua, pero en una canastita, y el agua en vez de ahogar al niño, ¡lo sostuvo! El niño fue salvo y flotó en las aguas del río Nilo por causa de la fe la madre. ¡Esa canastita era símbolo de salvación!


  • Otra circunstancia fue el diluvio que ocurrió en la época de Noé. Noé hizo una embarcación muy grande de más de100 metros, por orden de Dios, quien envió un juicio también a través del agua. El agua que iba a destruir a toda la humanidad, es el agua que hizo flotar la barca donde iba Noe y su familia. El arca de Noe es tipo de Cristo y de la iglesia, porque no hay diferencia entre Cristo y la iglesia. La iglesia es el cuerpo de Cristo, y Cristo es la cabeza de la iglesia. ¡Donde está Cristo hay salvación! ¡Cristo es el arca que nos libera del juicio y nos hace flotar en las aguas del juicio!


¡JESÚS TE EMPUJA HACIA LA TORMENTA PARA BENDECIRTE!

Los discípulos iban navegando en esa barca, que era como una cáscara de nuez, en un mar embravecido… ellos eran pescadores, tenían mucho conocimiento del mar de Galilea, así que sabían de estas cosas del clima.


¿Será por eso que no querían subir a la barca?


Porque dice la Biblia que Jesús los constriñó, los empujó, los apuró para que subieran a la barca. Seguramente habrán visto el cielo, que auguraba el peligro, pero Jesús les dijo, “¡ustedes vayan igual! ¡Suban y pasen al otro lado!” ¡Qué problema!


Se levantaron las olas, vino un viento y una tempestad tremenda y comenzaron a amedrentarse y a sentir que se iban a hundir, pero vino Jesús caminando sobre las aguas.


¡Cuando Cristo viene hacia ti, viene la salvación! No hay tormenta que pueda hundirte si Cristo viene hacia ti.


Lástima que los discípulos no eran conscientes de que Cristo los cuidaba y oraba por ellos.


Jesús se había quedado solo, orando; estoy seguro que Jesús se quedó orando por ellos. Porque dice la Biblia que Jesús guardaba a aquellos que el Padre le había dado, y los discípulos eran los que él había elegido para que lleven el evangelio a todo el mundo.


Cuando le vieron caminar en el agua, creyeron que era un fantasma, mas Jesús les dijo:


“No teman, soy yo mismo que vengo a ustedes”.


Y se ve que Pedro, cuando vio a Jesús caminar sobre el agua, ya no le importaron las olas, ¡se olvidó de la tormenta! Y le dijo:


“¿Eres tú Señor? Si eres tú el que camina sobre las aguas, manda que yo también camine sobre las aguas”. Jesús le dice: “¡Ven!” Y Pedro se bajó, pisó el agua, ¡y estaba firme!


Normalmente cuando hablamos con alguien le miramos a los ojos. Cuando Pedro se dirigió a Jesús, sus ojos miraban los de Jesús.


¡Pedro estaba mirando a Jesús! ¡El gran milagro que le había hecho olvidar la tormenta era que Jesús estaba caminando sobre las aguas! Así que pensó que él también podía caminar sobre el agua, en medio de la tormenta.
Pero cuando bajó, vio el viento, vio la tormenta, dice la Biblia que Pedro temió, le vino miedo.
¡Lo que sientes te puede hundir! Pedro sacó la mirada de Jesús, la puso en la circunstancia y comenzó a temer. ¿Qué miran los cristianos cuando están atravesando alguna circunstancia?


Normalmente nos volvemos temerosos y ansiosos y perdemos la fe, porque ponemos la mirada en la tormenta.


Cuando Pedro temió, se hundió, y cuando Jesús lo sostiene, lo reprende y le dice: “¡Hombre de poca fe!” El temor le hizo bajar el nivel de fe. No se como funciona esto, pero en un instante Pedro tenía fe, y en otro instante perdió la fe. El apóstol Pablo le dijo a Timoteo: “Pelea la buena batalla de la fe” (1ª Timoteo 6:12). Satanás te quiere arrebatar la fe y usa circunstancias, personas que te hacen doler el corazón, situaciones de escasez, de enfermedad. Pero Jesús te dice hoy: “He aquí yo estoy con vosotros  todos los días hasta el fin del mundo.”


Cuando más miras las circunstancias, más te angustias, más te enfermas y más te hundes. ¡No mires más las circunstancias! ¡Ama a Jesús, mira a Jesús, y sírvele! Haz lo que debes hacer, no te enfermes.


Quizás te resistes a sacar tu mirada de tu angustia, de tu soledad, de tu tristeza, porque tu marido te dejó… ¡Deja de lado todas esas cosas, no vaya a ser que te enfermes! Encima que has vivido una circunstancia mala, ahora vas a recibir una enfermedad en tu cuerpo, por dejar habitar un sentimiento que te enferma y te mata.


¡Cristo tiene tarea para ti! ¡No dejes de hacer la tarea de Cristo, para rumiar tu angustia! No se qué tormenta estás atravesando, pero lo que entiendo a través de esta enseñanza es que la fe te lleva a vencer la tormenta, la fe te ayuda a mantener tu mirada en Jesús.


En un instante Pedro estuvo feliz en medio de la tormenta. ¡Qué lástima que fue un instante! Fue el instante en que creyó. Si se prolonga ese instante en el tiempo, te mantiene en la paz de Dios, te mantiene en el gozo del Señor. En última instancia, mirar la tormenta es centrar tu atención en tus problemas. Dios no quiere que centres tu atención en tus problemas. Anhela que te acuerdes que tienes un Dios grande, poderoso y misericordioso. Al lado de ese problema tan grande que atraviesas, tienes un Dios más grande que ese problema. Es un pecado mirar el problema, cuando al lado hay un Dios tan grande y poderoso, un Dios que te lleva por sobre las aguas del mar embravecido. ¡Abre tu corazón y deja entrar la fe! El temor hace entrar en tu corazón la duda que batalla contra la fe.


Dice la Biblia que Pedro tuvo temor, e inmediatamente Jesús le dice:


Vino el temor y junto con él, entró la duda.


¡El temor te hace dudar del poder de Dios!


El temor te hace dudar de si Dios te ama y de si El lo hará o no. El que duda, no agrada a Dios, mas el que tiene fe, agrada a Dios.


Finalmente, tú decides lo que Dios hará. Si dudas, te hundirás en el mar embravecido, y si crees, Dios premiará tu fe y te sacará de allí. Cada tormenta que atravesamos en nuestra vida, es una prueba para conocernos a nosotros mismos. Dios te conoce, y sabe que ante la circunstancia te vas a espantar, el que no lo sabe eres tú. Es cuando viene la circunstancia y te espantas, donde te das cuenta lo débil que eres y qué poca fe tienes. “Señor, enséñame a mirar tus ojos, Señor muéstrame tu gloria, que yo pueda estar conciente que en cada instante de mi vida, tú estás conmigo todos los días. Los problemas están, pero tú estás también. Hay problemas, ¡pero está Jesús! Hay angustia y temor, ¡pero está Jesús! ¡Gloria a Dios!


Hay cristianos que le creen más al médico que a Dios. Le dije hace poco a una hermana: “No te hagas problema, vamos a orar y ese cáncer se irá”. “Ahhh pastor… pero cómo se ve que usted no está en mi pellejo”, me responde.


¿Yo tengo que estar en tu pellejo y vivir la circunstancia que vives, para poder hablarte de lo que te estoy hablando?


¡Te hablo lo que la Biblia dice!


Y que yo también pueda oír bien lo que estoy predicando, porque si no, yo te lo predico a ti y luego me hundo cuando vienen las circunstancias sobre mi vida. Es decir que hoy predico para ti y para mí.


Tendemos a mirar nuestros problemas y nada más que nuestros problemas y no miramos Dios.


Es más, nos concentramos tanto en nuestros problemas, que cuando alguien nos cuenta de sus problemas, nos parece que los de ellos son más chicos que los nuestros. ¡


Y eso te maldice! La Biblia dice que para Dios no hay ni un solo problema difícil.
“He aquí que yo soy Jehová, Dios de toda carne; ¿habrá algo que sea difícil para mí?” (Jeremías 32:26).


¡Ciertamente para Dios no hay nada difícil! El hace de las tinieblas luz, y de la luz tinieblas. Hace lo visible de lo invisible, de lo que no existe, El hace lo que existe, de lo que no se ve, El hace lo que se ve. Dios llama las cosas que no son, como si fuesen. ¡No hay nada difícil para Dios!

CONCLUSIÓN

Es hora de pedirle perdón a Dios.


Piensa en el problema tan grande que tienes, ese problema que te desvela, que te mantiene en angustia, en soledad y depresión. Ese problema te mantiene en temor y te gasta muchas horas del día y de la noche.


¡Pídele perdón a Dios! Lo que sucede no es que el problema sea grande, porque para Dios no hay problemas grandes, lo que está pasando es que tienes la mirada puesta en tu tormenta.


¡Quita la mirada de tu tormenta! Pídele perdón a Dios y vendrá la fe de Dios sobre ti. Mirarás a Jesús y dirás:


“Señor, manda que yo camine sobre las aguas, como tú caminas sobre las aguas”. ¡Las aguas que están para hundirte o para afligirte, te harán flotar!


Es momento que hagas una oración ahora mismo: “Señor, recibo esta palabra.


Dios mío, estreméceme en mi corazón con tu palabra. Confieso que eres grande Jesús, ¡eres poderoso! Tú caminas sobre las aguas, y también mandas que yo camine sobre las aguas. Dios mío perdóname, porque hice mis circunstancias más grandes que mi Cristo. Ahora confieso que mi Cristo es más grande que mis circunstancias.


¡Gracias Señor! Recibo la fe, hecho fuera el temor, echo fuera la impotencia y la angustia. Echo fuera la amargura y la duda. En el nombre de Jesús, ¡Amen!


¡Dios les Bendice!


Pastor Jorge Macías Benítez.