domingo, 6 de septiembre de 2020

#A252 Visión de Dios

 Nueva Serie: Obedece la Verdad

 

#A252 Visión de Dios

 



 

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Introducción

Hola buenos días, ¡Bienvenidos a esta Casa, la Casa de Dios, ¡Reino de Dios Ministerios!

Soy el Pastor Jorge Macías Benítez, su hermano e Hijo de Dios; también de corazón te tiendo la mano, te abro el corazón y te quiero recibir, dar un abrazo…¡¡¡¡en el Amor del Señor…!!!!

La Visión de Dios en cuanto a nuestro diario vivir, la podemos contextualizar, darle contexto en el Fundamento del Señor esta mañana para nosotros:

“22 Siervos, obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con corazón sincero, temiendo a Dios.

23 Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres;

24 sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.

25 Mas el que hace injusticia, recibirá la injusticia que hiciere, porque no hay acepción de personas.

Colosenses 3:22-25

Amados en Cristo, queridos amigos, ciertamente es este un tema que por una parte puede escucharse vano en términos espirituales, aunque definitivamente real y presente en nuestro diario vivir.

Las conversaciones en nuestro lugar de trabajo, en la casa, en nuestras interacciones sociales y familiares también, a menudo giran en torno a lo que hemos hecho o no, a lo que hemos logrado o no, reconocimientos y ascensos, así como al esfuerzo que las personas hacen para alcanzar sus objetivos.

Aunque el mundo valora al espíritu de competencia dado que la educación en términos generales, eso es lo que invoca y también valora el impulso que se necesita para ser reconocido, estas no son las cualidades por las cuales el Dios, el Señor valora nuestro trabajo y testimonio.

Amados, Dios llama a sus hijos a una forma diferente de pensar y trabajar, una que nos identifica como pertenecientes a Él.

Se llama servicio humilde, y es al Señor Jesucristo a quien servimos.

Sin embargo, lo hacemos sirviendo con abnegación a los demás, ya sea que nos aprecien o no.

El título del mensaje y Su Ministración esta mañana del domingo 6 de Septiembre del 2020, es:

Visión de Dios

Oremos

Tenemos un Modelo

Amados, en nuestra Visión siempre debemos de tener frente a nosotros a Cristo mismo, como nuestro modelo.

Escucha, Él dejó las glorias del cielo, se hizo humano y se humilló para convertirse en siervo obediente de su Padre celestial, hasta el punto de morir en la cruz.

Por pertenecer a Él, debemos imitar su humilde Obediencia al Padre.

“3Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; 4no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. 5Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, 6el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.

Filipenses 2:3-8

Amados, cualquiera que sea el trabajo que tengamos, debemos recordar que somos responsables ante Dios por nuestra actitud y diligencia.

Él se complace cuando nuestro enfoque en el trabajo es “como para el Señor”, tal cúal nos lo dice en la carta de Pablo a los Colosenses 3:23 y para contribuir al bien de los demás.

Este es un enfoque de Servicio; con ese enfoque de servidores, le daremos más importancia a las personas que nos rodean, las cuales percibirán y si están en Koinonía, discernirán un reflejo de Cristo en nuestras acciones.

Amados en cristo, querdios amigos, ¿alguna vez te han ofrecido la oportunidad de ayudar en un área para el que no te sentías preparado? 

Recuerdo momentos en mi vida en los cuales pasé por procesos de transformación que me ayudaron a ser libre de muchos complejos e inseguridades.

 

En medio de alguno de esos procesos, en mis primeros años laborales, en mas de una ocasión me pidieron o instruyeron hacerme cargo de algun proyecto, para el cuál pensaba no tenía todas las capacidades para llevarlo a cabo.

 

Sin embargo, siempre he aceptado los retos.

 

Esa es una característica que Dios puso en mi de nacimiento.

 

El primer día, de hecho, no sabía cómo iba a salir todo, pero sabía que no podía llegar ahí pensando en mis problemas.

 

Tomé la decisión de apartar mis problemas de mi pensamiento, y centrarme en tratar de ayudar lo máximo posible al resto.

 

Aprendí poco a poco a salir de mí mismo, de mi realidad y de mis problemas, para así generar valor y bendecir a los demás.

 

¡Eso produjo un cambio trascendental en mi vida!

 

Jesús dice en la Palabra de Dios: 

 

“Busquen el reino de Dios por encima de todo lo demás, y él les dará todo lo que necesiten”

Lucas 12:31 NTV

 
Amado, cuando los problemas te rodeen, déjalos a un lado y céntrate en servir a Dios y a los demás. 

 

Eso te ayudará a ser libre de la opresión del estrés, y a ser Renovado, Transformado con la Bendición de Dios.

 

Amados, Él conoce tus necesidades, y si escoges centrarte en Él y en Su Reino, Él se encargará de lo demás.

 
Vamos a orar: “Señor, gracias por Tu amor, y por todo lo que haces por mí. Te pido que me ayudes cada día a entregarte mis problemas, y a poder centrarme en Ti, en Tu Reino, y en cómo bendecir a las personas que tengo a mi alrededor. Guíame en todo, y a ayúdame a buscarte a Ti por encima de todo lo demás. En el Nombre de Jesús. ¡Amén!”


Sé refrescado en Su Presencia en este día.

 

Avanza en la Visión de Dios

 

En el Amor del Señor, te quiero compartir la reseña de una biografía.

Hellen Keller,  mujer nacida en los Estados Unidos, sufrió una terrible enfermedad a los 18 meses la cual la dejó ciega,  sorda y muda. 

No obstante llegó a convertirse  en una famosa escritora y conferencista convirtiéndose en  un ejemplo  de tenacidad y superación para su generación.

Al final de sus días un reportero le preguntó “¿Hay algo peor que estar ciega?”,  ella respondió: “Lo que es peor que estar ciego es tener vista y no tener visión”.

Amado, Escucha, la Palabra de Dios afirma “Donde no hay visión el pueblo se extravía” (Proverbios 28:19);  es la Visión lo que permite a cada persona, organización y nación proyectarse y trabajar en pos de un  mejor futuro.

¿Tienes una visión dada por Dios?, ¿Estás invirtiendo tus esfuerzos, dones, talentos en cristalizar la visión del Señor  para ti, para tu familia, tu iglesia, tu organización y tu  nación?

Dios hace varios miles de años le dijo a un  hombre  que vivía en medio del paganismo: 

“Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición”

Génesis 12:1-2.

Amados, frecuentemente nos enfocamos en la promesa dada a Abram  pero pasamos por alto que un requisito para el cumplimiento de dicha visión era salir de su tierra,  dejar el terreno conocido, salir de la zona de confort y aventurarse a entrar en escenarios desconocidos. 

Quizás continuamente  te preguntas por qué no puedes avanzar en el cumplimiento del propósito de Dios  posiblemente  te niegas a dar pasos de obediencia, a desprenderte de personas, lugares o cosas que pertenecen a tu pasado pero que Dios no las quiere para tu futuro.

Otro elemento fundamental en el cumplimiento de la Visión, es la fe.  

El Apóstol Pablo escribe en 2ª. Corintios 5:7  

“porque por fe andamos, no por vista”

Es por medio de la fe en Jesucristo que podemos ver el futuro estando en el presente;  cuando tienes fe y Visión, puedes recibir de Dios un  cuadro del futuro  el cual es mucho más hermoso que el presente y  orarás, creerás, trabajarás y es entonces que el Padre hace lo suyo,  lo hace realidad.  

En ese proceso te encontrarás con personas que buscarán desanimarte y dar mil razones por las cuales es imposible que cristalices  lo que está en tu corazón, mantente firme.

Amado, pon tu mirada en el Señor y camina con decisión, frecuentemente las personas creen que algo es imposible hasta que alguien lo logra.

No estarás completo ni feliz  si no trabajas  en pos de la Visión de Dios para tu vida.

Nehemías había recibido una Visión; había sido llamado a reconstruir los muros de Jerusalén.  

“Y dije al rey: Para siempre viva el rey. ¿Cómo no estará triste mi rostro, cuando la ciudad, casa de los sepulcros de mis padres, está desierta, y sus puertas consumidas por el fuego?”

Nehemías 2:3

A pesar de las comodidades del palacio del rey, de la influencia que tenía allí y de las bendiciones recibidas Nehemías estaba entristecido, puesto que no había podido realizar lo que Dios tenía para él.

Si no estás cumpliendo con el plan del Señor  te sentirás vacío e inútil, debes levantarte, y actuar.

Si estás alejado de Dios o de sus planes  ponte a cuentas con  Él, regresa a su voluntad.

“Porque a la verdad David, habiendo servido a su propia generación según la voluntad de Dios, durmió, y fue reunido con sus padres, y vio corrupción”

Hechos 13:36

Este versículo debe ser una realidad para ti y para mí,  debemos servir a nuestra generación conforme a la voluntad de Dios, solo de esa manera nuestra tarea estará completa.

Oro para que hoy  tomes la decisión de servir  y avanzar en el cumplimiento de  la Visión de Dios para tu tiempo.

Necesidad de la Visión de Dios

 

Amados en Cristo, queridos amigos, la Visión es el propósito de Dios para nuestras vidas que incluye el cómo, el donde, el cuando, el con quienes, vamos a cumplir con sus propósitos generales.


La mayoría de nosotros no tenemos esa visión, vivimos nuestras vidas empujados, no por una visión, sino por las circunstancias diarias de nuestra vida.

 

Cada mañana nos levantamos a vivir el día esperando “a ver que sale” o “a ver que sucede”.

 

No tenemos una dirección, un rumbo específico, y ello nos hace movernos de un camino a otro, ser inconstantes, y ello nos lleva a ser personas, como dice la Biblia, de doble ánimo, y quienes son así no pueden esperar recibir nada del Señor.

 

Veamos que nos dice el Señor, por medio de Santiago:

 

“6Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. 7No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor. 8El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos.

Santiago 1:6-8


Amados, tenemos evidencia de ello; el lunes por la mañana muchas personas tienen dificultades de iniciar el día, o lo inician con desánimo porque es el principio de una semana laboral.

 

El miércoles ya están un poco más aliviadas porque van por el “ombligo de la semana” y el viernes están más que contentas porque ya es el fin de la semana, como si el objetivo de sus vidas fuera solo llegar al tiempo del descanso o la diversión, y el trabajo solo fuera una actividad para recibir un cheque a fin de semana, quincena o mes, sin entender que el trabajo que hacemos cada día, al igual que todas las circunstancias de nuestra vida, son parte del diseño de Dios para llevarnos a desarrollar todo aquello que necesitamos para alcanzar el cumplimiento de sus propósitos y la plenitud de vida que El tiene para nosotros (Rom 8:28), siendo el trabajo mismo uno de sus propósitos para nosotros.

 

La Palabra de Dios nos dice en Romanos 8:28

 

“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.”

 

De esa forma, nuestra vida se va convirtiendo en una rutina que nos lleva al conformismo, la mediocridad, el acomodamiento, etc., en algunas o todas las áreas de nuestra vida, hasta que llega a convertirse en desesperanza y/o caos, y en un campo minado a cada paso, y los fracasos, en lugar de ser momentos de aprendizaje se convierten en monumentos que sepultan nuestras esperanzas y nuestras aspiraciones.


Esa es precisamente la consecuencia de la falta de visión que menciona Proverbios 29:18.

 

Visión e Identidad

 

Amados, toda nuestra vida pasada y presente es un indicador de aquello para lo que fuimos diseñados por Dios.

 

Las circunstancias de nuestras vidas, los estudios, los trabajos, las pasiones, los éxitos y los fracasos, etc.


Por ejemplo, los fracasos nos enseñan para que no fuimos diseñados en tanto que los éxitos nos enseñan para que fuimos desarrollados (Rom 8:28-29).

 

La paradoja, y el engaño del enemigo para muchas personas es que se pasan la vida tratando de desarrollar lo que no tienen (para lo que no fueron diseñadas) y no desarrollan lo que si tienen (que es para lo que si fueron diseñadas).

 

Se pasan la vida tratando de ser lo que no son, en lugar de desarrollar lo que ya son.


Y esa confusión está diseñada en el fondo del infierno, por el enemigo de nuestras almas, para robarnos, matarnos y destruirnos (Jn 10.10) el caminar en el propósito de Dios y por ende, en la vida abundante que le acompaña.

 

Cuando caminamos en el diseño de Dios caminamos en plenitud de vida, y esa plenitud de vida atrae todas las bendiciones que necesitamos.


La vida está diseñada para desarrollar aquello que ya somos, aquello para lo que fuimos creados.

 

Miremos los ejemplos que de ello nos puede dar la naturaleza. Un pez no trata de ser vaca, ni trata de volar.

 

El pez sabe que es pez y que fue diseñado para nadar, y es feliz nadando y desarrollando todas sus actividades en el agua.

 

Un árbol de naranja no trata de ser manzano, ¿por qué? Porque fue diseñado para ser naranjal y producir naranjas.


Por ello, necesitamos encontrar para que fuimos diseñados por Dios, cuales son nuestras habilidades y capacidades que Dios nos dio, para vivir en ese diseño y vivir de conformidad con ello.

 

Necesitamos Conocer nuestra Identidad.

 

Al respecto, la Palabra nos enseña en Jue 9:8-15:

 

“Fueron una vez los árboles a elegir rey sobre sí, y dijeron al olivo: Reina sobre nosotros. Mas el olivo respondió: ¿He de dejar mi aceite, con el cual en mí se honra a Dios y a los hombres, para ir a ser grande sobre los árboles? Y dijeron los árboles a la higuera: Anda tú, reina sobre nosotros. Y respondió la higuera: ¿He de dejar mi dulzura y mi buen fruto, para ir a ser grande sobre los árboles? Dijeron luego los árboles a la vid: Pues ven tú, reina sobre nosotros. Y la vid les respondió: ¿He de dejar mi mosto, que alegra a Dios y a los hombres, para ir a ser grande sobre los árboles? Dijeron entonces todos los árboles a la zarza: Anda tú, reina sobre nosotros. Y la zarza respondió a los árboles: Si en verdad me elegís por rey sobre vosotros, venid, abrigaos bajo de mi sombra; y si no, salga fuego de la zarza y devore a los cedros del Líbano.”

 


Es propósito de Dios que Conozcamos Su Visión y Propósito para nuestra vida.

 

Encontrar nuestro diseño no es difícil, no está en el cielo ni debajo de la tierra.

 

Ya está en nuestro corazón y solo necesitamos desarrollar nuestra comunión con Dios y preguntarle que nos dirija a ver las evidencias en nuestra vida respecto a Su diseño y cuál es la visión de El para nosotros, y El nos la va a dar, porque El quiere nuestro bien y no es Dios de confusión sino de orden (1ª. Corintios 14.33).

 

En nuestra vida es Su Diseño y Su Visión la que importa, no nuestros propios planes porque según Isaías 46:9-11:

 

“Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí, que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero; que llamo desde el oriente al ave, y de tierra lejana al varón de mi consejo. Yo hablé, y lo haré venir; lo he pensado, y también lo haré.”


Es el consejo de Dios el que permanece, Su Plan, no los nuestros (Proverbios 19:21).

 

Muchos pueden ser nuestros pensamientos y nuestros planes, pero solo los pensamientos y los planes de Dios para nosotros son los que permanecen.

 

Por ello es necesario que busquemos y sigamos los planes de Dios para nosotros y no los nuestros, porque esos planes son los planes para nuestro bien y para nuestro futuro (Jeremías 29.11).

 

Muchos de nuestros planes son hechos en función de obtener dinero, ventajas materiales, comodidad, seguridad, etc.

 

Amados, la vida no se trata de ello, se trata de plenitud de vida (y ella incluye lo otro) y la plenitud de vida solo la vamos a alcanzar viviendo en el plan de Dios para nosotros.

 

No importa nuestra edad, porque para Dios la edad no es una limitación.

 

Siempre podemos comenzar por buscar la Visión y reencauzar nuestra vida para cumplir con ella.

 

Conclusión

 

Moisés fue llamado por Dios a los 80 años, y a esa edad terminó la etapa de su preparación para iniciar la etapa del cumplimiento del propósito de Dios para su vida.

 

Aún cuando nuestra vida ya haya avanzado un buen trecho, ahora es el día de empezar si hemos estado viviendo sin una visión clara.

 

Hoy es el tiempo que Dios quiere reafirmar sus propósitos para nosotros. Como nos enseña la Palabra, Él cambia los tiempos y da nuevas oportunidades (Daniel 2:21).


Oseas 4:6: nos dice que el pueblo de Dios, perece por falta del conocimiento; esto es por falta de la
Visión de Dios para nosotros; no alcanzamos la vida abundante por causa del desconocimiento de los propósitos para los cuales El nos creo.

 

Por ello es Su Diseño, Conocer Su Voluntad específica para nuestras vidas.

 

“No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.

Mateo 7:21

 

No solo se trata de ser salvos sino de hacer Su voluntad en todas las cosas de nuestra vida.

 

No es difícil.

 

Tenemos al Espíritu Santo para que nos guíe a encontrar ese propósito de acuerdo a lo que dice Juan 16:7-13.

 

Ahora, necesitamos tener comunión con El.


Si verdaderamente decidimos, anhelamos,
Conocer el Propósito de Dios para nosotros y Su Visión para nuestra vida, Dios nos va a hablar, no nos va a dejar a la deriva, no nos va a dejar sin el conocimiento de Su voluntad porque El es Dios de orden (1ª. Corintios 14:33).

 

El nos va a dar la dirección si la anhelamos sin importar las condiciones particulares de nuestra vida pasada.

 

El tiene un propósito firme para nuestra vida que no cambia de acuerdo a nuestras circunstancias.

 

Su propósito de ayer es el mismo de hoy y el mismo de mañana.

 

Lo único que cambia es que nuestra percepción de ellos se va ensanchando.

 

“2Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas escasa; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas. 3Porque te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda; y tu descendencia heredará naciones, y habitará las ciudades asoladas.

Isaías 54:2-3

 


Amados en Cristo, queridos amigos, necesitamos escribir la
Visión de Dios para nosotros, para que todo aquel que la lea, comenzando con nosotros, la siga.

 

Aunque la visión tarde, se cumplirá, sin duda llegará, no tardará.

 

La visión de Dios siempre se va a cumplir aunque requiera esfuerzo, y la visión siginifica plenitud de vida, vida abundante, gozo, paz, abundancia.

 

Necesitamos saber, sin lugar a dudas, que no fuimos lanzados por Dios a la vida como un accidente o para ver que resultaba, sino como parte de un plan específico que El diseñó desde antes de la fundación del mundo para nuestro bien como nos dice en Jeremías 29:11, para nuestra bendición y crecimiento afirma en Proverios 4:18, para que tuviéramos plenitud de vida que nos dice Deuteronomio 28:1-14.

 

Cuando fuimos concebidos en el vientre de nuestra madre, solo uno de los cuatro millones de espermatozoides que podían fecundar el óvulo lo logro.

 

Ese de repente de Dios, fue el que nos dio origen, porque fue Dios quién nos escogió.

 

No tenemos derecho a arruinar el plan de Dios ni para oponernos a él.

 

Somos especiales porque Dios nos escogió y pagó el precio para que fuéramos salvos y pudiéramos vivir en Sus propósitos para tener vida plena.

 

Estamos diseñados, no para cualquier cosa, sino para cosas específicas que el diseñó de antemano para que anduviéramos en ellas como nos dice en Efesios 2:10, para el diseño perfecto de Dios.

 

No tenemos que ser perfectos en todo, solo desarrollar aquello que Dios nos diseñó para ser, esforzarnos para ser lo que Dios nos diseño, no para lo que Dios no nos diseñó.

 

Oremos

 

¡Dios los Bendice!

 

Ps. Jorge Macías Benítez