Serie: Tras las Pisadas de Jesús
#A273 Fe de Resurrección
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Introducción
Hola buenos días, ¡Bienvenidos a esta Casa, la Casa de Dios, ¡Reino de Dios Ministerios!
Soy el Pastor Jorge Macías Benítez, su hermano e Hijo de Dios; también de corazón te tiendo la mano, te abro el corazón y te quiero recibir, dar un abrazo…¡¡¡¡en el Amor del Señor…!!!!
Amados, continuamos con esta Serie Tras las Pisadas de Jesús; en ello profundizando otro poco, podemos Conocer que la obra de Jesús es completa porque Él resucitó.
A partir de ese hecho, todo el cristianismo encuentra base y sustento; la esperanza de la resurrección es nuestro norte y nuestro sustento.
No obstante, la resurrección más que un hecho es una persona, Jesús mismo por causa de lo que Él hizo.
Amados, lo que sigue haciendo además nos da Certeza de que este cuerpo en el que vivimos no es nuestra morada definitiva, al contrario, es nuestra "carpa de paso" mientras vamos de regreso a nuestro hogar.
Cuando adquirimos fe de resurrección, también ampliamos nuestra Visión Eterna.
Discernir que todo lo que vivimos aquí es temporal y que con Dios tendremos mucho más, que "eternidad" es mucho tiempo como para ser definido, más aun por los pasajes temporales de esta vida.
Amado hermano en Cristo, amigo:
• ¿Qué significa para ti el "estar de paso" por esta vida?
• ¿Qué problemas temporales te han estado distrayendo de una visión eterna de la vida?
• ¿Cómo puedes vivir una vida enfocada en lo eterno sin perder del propósito diario?
Nuesrto fundamento hoy, lo encontramos en la 2ª. carta de Pablo a los Corintios 5: 1-10, versión LBLA que dice:
“1Porque sabemos que si la tienda terrenal que es nuestra morada, es destruida, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha por manos, eterna en los cielos. 2Pues, en verdad, en esta morada gemimos, anhelando ser vestidos con nuestra habitación celestial; 3y una vez vestidos, no seremos hallados desnudos. 4Porque asimismo, los que estamos en esta tienda, gemimos agobiados, pues no queremos ser desvestidos, sino vestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida. 5Y el que nos preparó para esto mismo es Dios, quien nos dio el Espíritu como garantía. 6Por tanto, animados siempre y sabiendo que mientras habitamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor 7(porque por fe andamos, no por vista); 8pero cobramos ánimo y preferimos más bien estar ausentes del cuerpo y habitar con el Señor. 9Por eso, ya sea presentes o ausentes, ambicionamos serle agradables. 10Porque todos nosotros debemos comparecer ante el tribunal de Cristo, para que cada uno sea recompensado por sus hechos estando en el cuerpo, de acuerdo con lo que hizo, sea bueno o sea malo.”
Amados, el título del mensaje y Ministración del Señor hoy es:
Fe de Resurrección
El Espíritu Santo es la Garantía
Amados en Cristo, queridos amigos, el Señor nos ha dicho:
“Y el que nos preparó para esto mismo es Dios, quien nos dio el Espíritu como garantía.”
Esta porción de la Palabra de Dios, está muy relacionada con otra que encontramos en Efesios 1: 13-14, que dice:
“13 En El también vosotros, después de escuchar el mensaje de la verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído, fuisteis sellados en El con el Espíritu Santo de la promesa, 14 que nos es dado como garantía de nuestra herencia, con miras a la redención de la posesión adquirida de Dios , para alabanza de su gloria.”
Amados, muchos son los que dejan a un lado el bautismo en el Espíritu Santo, olvidando que antes de conquistar cualquier otra cosa, debemos centrarnos en ser la bendición misma.
Sí, es importante alcanzar cosas materiales; sin embargo, estas cosas no pueden tomar el lugar de Dios en nuestras vidas.
En el Amor del Señor te invito a Reflexionar, Orar y entonces Discernir espiritualmente, si nuestra vida espiritual no es bendecida, ¿cómo puede ser bendecida cualquier otra área?
El Espíritu Santo no es solo esencial; Es tan vital como tener oxígeno. ¡Él es la garantía de nuestro fundamento y crecimiento espiritual!
Al igual que los discípulos en el pasado, que estaban juntos unánimes en Jerusalén, obedeciendo a Jesús y en Obediencia a Dios, si colocamos todas nuestras elecciones de la vida y hábitos pecaminosos en el Altar y nos entregamos completamente a Él, Él nos llenará de su Presencia.
Amados, esto es exactamente lo que sucede hoy.
El Espíritu Santo desciende sobre las vidas de aquellos que lo buscan con todas sus fuerzas y se rinden de todo corazón ante Dios.
Las vidas son transformadas, las personas se convierten en parte del ejército de Dios y otros seguramente están a un paso de recibir el Espíritu de Dios.
Recuerda, satanás siempre traerá razones para desanimarte de recibir el Espíritu Santo, pero la sed que tienes por Él es una señal de Dios, de que estás a un paso más cerca de lograr la mayor bendición de todas.
Ahora, debemos esforzarnos por proteger nuestra comunión con Dios, que es nuestro mayor bien, aferrarnos a lo que hemos recibido y elegir permanecer en Jerusalén hasta el final.
¿Cómo nos sella el Espíritu Santo?
Amados, en la época en que el Espíritu Santo movió el corazón de Pablo y fue escrita la carta a los Corintios, un sello era una garantía.
Así nos lo comparte en Efesios 1: 13-14 en que nos comparte sobre el Espíritu Santo:
“En él también ustedes, cuando oyeron el mensaje de la verdad, el evangelio que les trajo la salvación, y lo creyeron, fueron marcados con el sello que es el Espíritu Santo prometido. Éste garantiza nuestra herencia hasta que llegue la redención final del pueblo adquirido por Dios, para alabanza de su gloria.”.
Según este pasaje, el sello del Espíritu Santo sucede en el momento de la salvación, en el momneto en el cuál Romanos 10: 8-10, describe nuestra confesión con la boca y co el corazón, creyendo en Cristo, su sacrificio en la Cruz, y su resurrección.
Es una promesa o garantía del futuro del Cristiano, Herencia Eterna con Jesucristo.
Amados, en primer lugar, el Espíritu Santo en la vida del creyente ayuda a garantizar que el o ella es un hijo de Dios.
Dice en Romanos 8: 16,
“El Espíritu mismo le asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios.”
En segundo lugar, el Sello del Espíritu Santo sirve como una marca de que en verdad pertenecemos a Cristo.
Romanos 8: 9.10, nos dice:
“Sin embargo, ustedes no viven según la naturaleza pecaminosa sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios vive en ustedes. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Cristo. Pero si Cristo está en ustedes, el cuerpo está muerto a causa del pecado, pero el Espíritu que está en ustedes es vida a causa de la justicia.”
En 1ª. de Corintios 6: 19-20, también dice:
“¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios? Ustedes no son sus propios dueños; fueron comprados por un precio. Por tanto, honren con su cuerpo a Dios.”
En tercer lugar, el sello del Espíritu Santo ayuda a proteger contra ataques o manipulaciones.
Romanos 8: 13 nos dice:
“Porque si ustedes viven conforme a ella, morirán; pero si por medio del Espíritu dan muerte a los malos hábitos del cuerpo, vivirán.”
En un sentido muy verdadero, el Espíritu de Dios nos protege y nos garantiza la eternidad con nuestro Señor.
¿A qué punto ocurre el acto de ser sellado del Espíritu Santo?
Sucede cuando uno cree en el Evangelio del Reino.
En aquel instante, el sello de Dios ofrece la promesa de vida eterna (Juan 3:16) porque la salvación está basada sobre la gracia de Dios mediante la fe en Jesucristo (Efesios 2:8-9).
Amados, el sello del Espíritu Santo ofrece un vistazo maravilloso del papel de Dios en la salvación.
Cuando recibimos la salvación en Cristo, nos dan una garantía, cambiamos nuestra posesión por la Suya, y somos protegidos contra las fuerzas de la maldad.
Este sello debería dar apoyo maravilloso al creyente contra sus batallas espirituales en su vida y anticipación para la vida que sigue.
Vamos a Efesios 6: 12
“12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.”
¿Qué tipo de Fe vives?
Amados, la resurrección de Jesús, es la piedra angular del cristianismo.
El Apósotol Pablo, escribía a la Ekklesia en Corinto:
“Si Cristo no ha resucitado, vana es entonces nuestra fe”
Amados, tal creencia es el valor esencial del Cristiano, por encima incluso de la doctrina social que la prédica de Cristo generó hasta madurar e impactar histórica y scoialmente, hasta nuestros días casi 2 mil años después de Su Natalicio.
Aunque más allá de nuestro decisión identificativa del ser o no ser cristiano, el hecho resucitador de Jesús no fue, no es, un dato histórico, verdadero, pacífico, ni exento de polémica y según a la fuente a que se acuda, se complica la aparente simplicidad que encierra la idea de resucitar.
Profundicemos algunos hechos.
El Nuevo Testamento se limita a decir que “Jesús ha resucitado”, sin entrar en más detalles.
Amados, los demás aspectos de tal prodigio – es dogma de fe Creerlo - los alza la hagiografía cristiana sobre dos referentes pilares, registrados en Su Palabra:
• Su tumba vacía
• Esporádicos relatos de sus apariciones específicas y transformadoras
El primero de ellos, la tumba vacía, nunca tuvo gran crédito, no ya tanto porque su noticia proviniera de mujeres - que la cultura judía tenía por mentirosas al punto de no poder testificar en juicio -, sino porque había otras explicaciones más lógicas: el propio Mateo especuló con el robo del cadáver como causa de la desaparición.
En todo caso no faltan exégetas que ven en la tumba vacía un mero signo metafórico de la Resurrección.
Ahora, en cuanto a las apariciones, todas fueron esporádicas y no exentas de suspicacias, para el que cree de cabeza o razonamiento; aún María Magdalena receló del Jesus resucitado antes de oír su palabra.
Conclusión
Para el teólogo fundamentado en sus estudios y razonamiento y NO en su Fe, lo más “incómodo” es que Jesús sólo se apareciera a creyentes propensos a verle con los ojos de la fe.
Acaso porque su cuerpo ya no fuera algo relevante, o porque no reviviera corporizado, como Lázaro o la hija de Jairo - que luego volvieron a morir - sino etéreo e inmortalizado en la vida de Dios.
Amados, el Hijo de Dios Joshua Ha´Masiach está en Su Inmortalidad – al menos en términos y contexto de este Tiempo de la Creación - cimentado en una fe análoga y no Verdadera a la que hoy mueve a masas excépticas que no creen que el reto de superar la muerte sea ya utópico para la ciencia moderna; aún más, piensan que hay quienes pueden dedicar miles de millones, a incentivar ingenierías biotecnológicas y regenerativas, que desentrañen las claves que garantice, una vida eterna y sana, una inmortalidad con la que el hombre siempre soñó para igualarse con los dioses, a quienes tienen el acceso y el dinero para hacerlo.
Ahora amados, ¿es esta acaso la Fe de Resurrección que Fundamenta la Fe que Jesús nos entregó, a la cuál nos dio acceso?
