domingo, 17 de febrero de 2019

#A177 El Impacto del Evangelio

Serie : Una Vida de Oración
#A177 El Impacto del Evangelio
Pastor Jorge Macías Benítez
17 Febrero, 2019

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Introducción

Amados en Cristo, familia natural y de la Fe, a todo buscador de Amor, Verdad, Paz y Esperanza, ¡Bendiciones, Bienvenidos a esta que es parte de la Casa de Dios, Reino de Dios Ministerios!
Esta mañana voy a compartir un Mensaje que el Señor quiere Ministrar.
El título del Mensaje esta mañana del domingo 17 de Febrero del 2019, es:
El Impacto del Evangelio

Fundamento Doctrinal

“14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. 15 En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie. 16 Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá?Is. 40.13. Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.”
1a. Corintios 2 : 14-16
Oración
Inicio
Amados en Cristo, queridos amigos que leen, escucha o ven y escuchan, la porción de la Palabra de Dios, Fundamento de este Mensaje y Su Ministración, mayormente solo se usa para justificar la siguiente frase: “Estoy loco por Jesús” Pero a pesar de repetir aquella frase, en nuestra vida natural y diaria olvidamos la verdadera importancia de la “locura” que genera el Evangelio de Cristo, del Reino, en la vida de un cristiano.
La palabra locura tiene dos significados, al menos :
1. Determinado comportamiento que rechaza las normas sociales establecidas.
2. Privación del juicio o del uso de la razón.
Amados, Jesús vino rompiendo las costumbres sociales de aquel tiempo...y de todo Tiempo; a Él no le importó parecer un loco ante los ojos de los demás, Él sanaba, echaba fuera demonios, hacía milagros, predicaba, y enfrentó a la religiosidad arriesgando su vida e incluso la cedió con el Propósito de poder darnos a nosotros la oportunidad de alcanzar la salvación.
Ésa es la base del Evangelio, el gran sacrificio de Jesús en la cruz del calvario estaba lleno de locura y amor por todos nosotros.
Los discípulos de Jesús tuvieron que soportar ser vistos como locos por predicar acerca de un hombre que murió en una cruz como un criminal; aquellos hombres sabían que aquel hombre era el Cristo, el hijo de Dios, y tuvieron la suficiente fe y la locura para arriesgar sus vidas con tal de seguirle y llevar las buenas nuevas a todos cuanto podían.
Ante los ojos de nuestra sociedad actual, lo que hizo José al no ceder su santidad ante la esposa de Potifar sería una locura.
Parecería privado de razón aquel joven que con una onda intentaba vencer a un gran gigante que atemorizaba a su nación.
Parecería falto de juicio aquel hombre que estando prisionero y siendo perseguido por causa del evangelio, pueda escribir que el Evangelio es Poder de Dios.
Amados, la Biblia y la historia están llenas de hombres y mujeres que muchos consideran que estaban locos para atreverse servir a Dios y guardar la santidad.
Dios está buscando ese tipo de personas en estos días; hombres y mujeres que sean lo suficientemente locos para servirle, que tengan el suficiente amor por los demás que sean capaces de predicar la locura del Evangelio a tantas personas que sufren, sin importarles lo que pueda opinar el resto.
El mismo Pablo, un hombre verdaderamente loco por Jesús, también escribió :
“¡Ojalá me toleraseis un poco de locura! Sí, toleradme.”
2a. Corintios 11:1
El Impacto del Evangelio Crea un Hombre de Dios
¡Ese es un hombre de Dios!
A mi Amados, queridos amigos, en algunas  - pocas - ocasiones me han dicho eso, seguramente de forma inmerecida.
No obstante, Creo firmemente que esa debe de Ser parte de mi Meta y seguramente Es Propósito de Dios para mi vida.
Sabes, esa frase se escucha mucho en los círculos cristianos, dicha a diversos tipos de personas.
He podido ver que la mayoría de las veces esta es una respuesta a una preferencia de comportamiento que tiene la persona que emite tal elogio, quizás porque le gustó algo que vio al otro hacer o decir.
Debido a lo alto de tal encomienda, decir que alguien es un hombre de Dios es en Verdad un muy alto honor.
Ahora, debemos Discernir si quien lo recibe reúne las condiciones para ser elogiado así.
A la luz de las Escrituras, les invito a considerar 5 características que Discierno deben ser parte de la vida de aquel que es llamado hombre de Dios.
Amados, no son las únicas – la Biblia dice muchas más – aunque son las que propongo como prerrequisitos para ser considerado en tal alta estima.
Para recordarlas de una manera sencilla las llamaremos las 5 C’s:
Cristo, Cruz, Convicción, Compromiso, Carácter.

Cristo

El hombre que merece el calificativo de ser un hombre de Dios debe ser uno que se ha arrepentido de sus pecados, ha depositado su fe en la obra salvífica de Cristo a su favor en la cruz, y ha decidido seguir a CRISTO con Lealtad, Humildad, sencillez de corazón y Transformación de vida que demuestra una dependencia y obediencia total a Su Palabra.
Un hombre de Dios, es aquel que como el Apóstol Pablo está dispuesto a decir y vivir que :
“para mí, el vivir es Cristo y el morir es ganancia”
Filipenses 1 : 21
Contrario a muchos que hoy en día están corriendo detrás de Cristo por los panes y los peces, el verdadero hombre de Dios es uno que está dispuesto a dar su vida por la causa de Cristo.

Cruz

El hombre de Dios debe tener un alto concepto de lo que representa la cruz, y debe procurar guiar sus conversaciones con los inconversos a conocer lo que significa la cruz de Cristo.
Pablo predicaba la cruz, aunque reconocía que era locura para aquellos que se pierden como nos dice en 1a. Corintios 1 : 18-19 :
“18 Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios. 19 Pues está escrito: Destruiré la sabiduría de los sabios, Y desecharé el entendimiento de los entendidos.”
Además, la cruz Es la fuente de cualquier Gloria que Pablo podía tener,
“Pero jamás acontezca que yo me gloríe, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por el cual el mundo ha sido crucificado para mí y yo para el mundo”
Gálatas 6:14
Un hombre de Dios entiende su llamado de negarse a sí mismo, tomar la cruz, y seguir a Jesús como nos dice en Marcos 8 : 34 :
“Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.”

Convicción

Un hombre al que podamos llamar hombre de Dios debe estar plenamente convencido de la existencia de Dios, y de la revelación divina de Su Palabra; debe defender y proclamar estas verdades en cualquier lugar.
El peso de su convicción debe ser tal que esté dispuesto a pagar el precio que tenga que pagar defender la Verdad del Evangelio.
Este hombre está convencido de su lugar como sal de la tierra y luz del mundo como nos dice en Mateo 5:13-14 :
“13 Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.Mr. 9.50; Lc. 14.34-35.
14 Vosotros sois la luz del mundo;Jn. 8.12; 9.5. una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.”
Amados, el Señor siempre va a procurar que ocurra lo que dice Mateo 5 : 16 :
“Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”.

Compromiso

Esta cualidad es de vital importancia.
A ningún hombre se le puede tomar en serio si no está comprometido genuinamente.
¿Compromiso con qué?
Pues debe estar comprometido con :
  • La causa de Cristo,
  • Su esposa (o novia),
  • Sus hijos (si los tiene),
  • Su familia,
  • Su iglesia,
  • Sus estudios,
  • Su trabajo.
Un hombre comprometido, demuestra lealtad a todo lo anterior.
Es un hombre que al final de sus días podrá repetir las palabras del apóstol Pablo :
“He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, he guardado la fe” 2a. Timoteo 4:7
Es aquel hombre que puede repetir las palabras de Jesús :
“Yo te glorifique en la tierra, habiendo terminado la obra que me diste que hiciera” Juan 17:4

Carácter

El carácter cristiano es la prueba final.
El carácter cristiano es la semejanza nuestra con Jesucristo, lo que implica el reto más importante y el mayor objetivo de la vida cristiana.
Amados, lo que nos identifica como hijos de Dios habitados por el Espíritu Santo no son los dones, sino los frutos que revelan que hay sabiduría divina corriendo en nuestro ser.
Sea pues nuestra meta ser un retrato viviente de Cristo en esta tierra.
Cuando Pablo habla a Timoteo sobre los requisitos para servir, ya sea como obispos o como diáconos que dice en 1a. Timoteo 3, todos tienen que ver con el carácter.
Después de considerar todo lo antes dicho, es nuestra intención que esto nos haga pensar y reflexionar, para poder decir con limpia conciencia ¡ese es un hombre de Dios!

¿Cómo se ve una vida impactada por el Evangelio?

Amados en Cristo, queridos amigos, el Evangelio nos lleva a Obedecer y caminar en Santidad, en Su Tiempo también en Unidad con el Espíritu Santo a cada momento.
Les invito a Discernir, previa Oración, Meditación y Reflexión del Poder de la Gracia en el Evangelio para asistirnos en el proceso de santificación.
Si queremos entender cómo el Evangelio debe impactar nuestras vidas, entonces debemos prestar atención a lo que el Evangelio nos muestra:
  • Hay una humillación de parte del Hijo que se encarna y se hace hombre.
  • Hay un componente de sacrificio de parte de la segunda Persona de la Trinidad que muere en lugar del pecador.
  • Hay una sobredosis de Gracia, llamada “Gracia sobre Gracia”, de parte de Jesús, quién se ofreció por los pecados de hombres que no lo merecían.
  • Hay un perdón incondicional de parte de Dios hacia el hombre.
Si esas verdades se muestran en el evangelio, entonces debiéramos poder ver cada uno de esos componentes en una vida que ha sido impactada por el evangelio.

Viendo el Impacto del evangelio

Esto significa que el orgullo en nuestra vida diaria, en nuestras discusiones en el hogar, y en las iglesias, es el resultado de un “evangelio” que ha echado raíz en la mente; tales raíces no son tan profundas como para llegar a nuestros corazones.
Nuestras luchas por ser el primero, por ser lo máximo, por ser el mejor, y por tener la razón, no reflejan el impacto del verdadero Evangelio en nosotros.
Es un hombre que ha entendido la humillación de Cristo :
  • Es un pacificador, y como consecuencia es bienaventurado Mateo 5:9
  • Es un pobre en espíritu que reconoce su bancarrota espiritual Mateo 5:3
  • Se ve a sí mismo sin mérito alguno, y nunca como superior a otro.
    • Más bien, se considera como el peor de los pecadores… aun después de su conversión. 1a. Timoteo 1:15
Un hombre cautivado por el Evangelio es manso y humilde, no polémico y argumentativo.
El hombre impactado por el evangelio es también uno que ha llorado por su pecado.
Como consecuencia, puede llorar por el pecado de los demás, como lo hizo Cristo al descender sobre Jerusalén; en Mateo 23:37-39, dice la Palabra de Dios :
“37 ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste! 38 He aquí vuestra casa os es dejada desierta. 39 Porque os digo que desde ahora no me veréis, hasta que digáis: Bendito el que viene en el nombre del Señor.”
El Impacto del Evangelio es en el espíritu y en el corazón
Amados, el Evangelio en el corazón de una persona muestra a alguien que es misericordioso, y no rencilloso ni rencoroso.
El Evangelio nos llama a amar aun a nuestros enemigos.
En Mateo 5:43-48, nos dice la Palabra de Dios :
“43 Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo,Lv. 19.18. y aborrecerás a tu enemigo. 44 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; 45 para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos. 46 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos? 47 Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles? 48 Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.”
Pero por supuesto, en medio de todo esto, el hombre impactado por el Evangelio todavía no es perfecto.

Luchando contra el pecado

Amados, el perdón del incrédulo requiere varias cosas:
  • La Gracia de Dios
  • La Convicción y Arrepentimiento de pecado de parte del pecador
  • El Perdón de Dios otorgado al pecador por los méritos de Cristo
  • Fe en ese Cristo como redentor
  • Una desconfianza en las obras humanas para obtener dicho perdón
Así es como llegamos a la vida cristiana, pero ¿qué ocurre luego de la conversión?
Luego del nuevo nacimiento, quedan en nosotros naturaleza de hombre que Dios quiere Transformar en ti.
Por tanto, incluso después de creer en Cristo como Señor y Salvador, continuamos pecando, como Pablo nos deja ver Romanos 7:15-24.
“15 Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago.Gá. 5.17. 16 Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena. 17 De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí. 18 Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. 19 Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. 20 Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. 21 Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. 22 Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; 23 pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. 24 ¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?”
En ese pasaje, el apóstol Pablo expresa su pesar, ya que peca muchas veces cuando no quiere hacerlo.
Cuando esto nos ocurre en la vida cristiana, ¿qué hacemos? ¿Debemos convertirnos otra vez?
¡Claro que no! Escucha lo que Pablo escribe:
“¡Miserable de mí! ¿Quién me libertará de este cuerpo de muerte? Gracias a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que yo mismo, por un lado, con la mente sirvo a la ley de Dios, pero por el otro, con la carne, a la ley del pecado” Romanos 7:24-25
Pablo corre hacia Jesús, se arrepiente, y pide perdón para renovar su relación con Dios que había quedado maltrecha.
El castigo por nuestros pecados cayó sobre los hombros de Jesús en la cruz, y por eso podemos acudir a Dios en busca de perdón.
Él puede disciplinarnos por pecar, pero no nos castigará.
Nos dice en Hebreos 12 : 7-13 :
“7 Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? 8 Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos. 9 Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos? 10 Y aquéllos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad. 11 Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados. 12 Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas;Is. 35.3. 13 y haced sendas derechas para vuestros pies,Pr. 4.26. para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado.”
Su disciplina es amorosa y resulta ser una fuente de Gozo.
El castigo por nuestros pecados cayó sobre los hombros de Jesús en la cruz, y por eso podemos acudir a Dios en busca de perdón.
Por tanto, aunque el cristiano no es perfecto, una vida impactada por el evangelio evidencia una lucha con el pecado, y una fe en Cristo en medio de esa lucha.

Conclusión

Confianza en la obra consumada

Cuando Cristo muere y dice: “¡Consumado es!” en Juan 19:30, implica que todo lo que tenía que hacer para salvar al hombre fue realizado.
En el griego original, la palabra traducida como “consumado es” es tetelestai.
Dicha palabra viene de la raíz teleos, que significa “completo, llevar algo a su fin”.
Es el último acto que completa un proceso.
Tetelestai aparece en perfecto indicativo y en voz pasiva.
El tiempo perfecto no solo indica que el progreso de una acción ha sido terminado, sino también que el resultado de esa acción continúa permanentemente.
Dicho de otra forma, esta palabra significa Cristo completó su obra, y el efecto de ella continúa permanentemente.
Cuando un cristiano peca, debe Conocer que es parte del proceso y de su naturaleza en cuanto al lo de carne, aún no ha sido Transformado por Su Espíritu; debemos volver a Dios para que crezca nuestra relación con Él.
Los sacerdotes en el Antiguo Testamento entraban al templo, ofrecían sacrificios, y permanecían de pie todo el tiempo.
No tenían sillas donde sentarse, lo que indicaba que los sacrificios debían continuar.
Ahora, el autor de Hebreos nos dice que cuando Cristo terminó su obra, ascendió al Padre y se sentó a su diestra en el capítulo 1 versículo 3.
Amado, Escucha, Se Sentó porque ya no había nada más qué hacer o qué ofrecer.
El efecto de su rescate en la cruz es eterno y nunca terminará.
Tus pecados fueron perdonados en la cruz el día en que Cristo murió.
No solo tus pecados pasados y presentes, sino también los futuros.
Esta acción de volver a Dios en arrepentimiento cuando fallamos es parte del proceso de santificación, y es evidente en toda persona que ha sido impactada por el Evangelio.
Dicho de otra manera, una vida que ha sido impactada por el Evangelio es una vida que confía en la obra consumada de Cristo.
Por eso vale la pena preguntarnos :
¿Reflejan nuestras vidas un crecimiento a imagen de Cristo, una lucha contra el pecado, y una Fe en la suficiencia de su obra?
Amados :
Oremos
Dios los Bendice!
Pastor Jorge Macías Benitez
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