Serie: Conozcamos a Dios
#A219 Príncipe
de Paz
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Introducción
Hola buenos días, ¡Bienvenidos a esta
Casa, la Casa de Dios, ¡Reino de Dios Ministerios!
Esta mañana del domingo 12 de enero del
2020, vamos a la parte final de nuestro Fundamento en Su Palabra de esta Serie,
que nos dice en Isaías 9:6-7:
“6 Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el
principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios
Fuerte, Padre Eterno, Príncipe
de Paz. 7 Lo dilatado de su
imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino,
disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para
siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.”
Amados en Cristo, queridos amigos,
en esta Mensaje y la Ministración del Señor por medio de Su Espíritu Santo,
podremos Discernir que Jesús es nuestra paz.
Escucha, con
su muerte en la cruz, Él puso fin al conflicto que había entre Dios y los
hombres, y también nos llenó de su paz porque Su Espíritu derramó Amor
en
nuestro corazones.
En un mundo lleno de guerras y
violencia, es difícil ver cómo Jesús puede ser el Dios Omnipotente que actúa en la historia humana y
ser la encarnación de la paz.
Ahora, la
seguridad física y la armonía política no necesariamente reflejan el tipo de
paz de la cual Él está hablando (Juan 14:27).
La palabra hebrea shalom quiere
decir "paz", y a menudo es usada en referencia a un aspecto de la
calma y la tranquilidad de las personas, grupos y naciones.
La palabra griega eirene significa
"unidad y acuerdo"; Pablo usa eirene para describir el objetivo de la
iglesia del Nuevo Testamento.
El significado más profundo y más
fundamental de la paz, es "la armonía espiritual producida por una
restauración de una persona con Dios".
En nuestro estado pecaminoso, somos
enemigos de Dios según Romanos.
"Mas
Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo
murió por nosotros"
Romanos
5:8
Por causa del sacrificio de Cristo,
somos restaurados a una relación de paz con Dios (Romanos 5:1).
Esta es la paz profunda y duradera,
entre nuestros corazones y nuestro Creador, que no puede ser quitada conforme a
Juan 10:27-28 y el último cumplimiento de la obra de Cristo como "Príncipe
de paz".
Amados, el sacrificio de Cristo
proporciona más para nosotros que simplemente la paz eterna; también nos
permite tener una relación con el Espíritu Santo, el ayudador que promete
guiarnos como nos dice en Juan 16:7, y 13.
Además, el Espíritu Santo se
manifestará en nosotros haciéndonos vivir en formas que no podríamos vivir por
nuestra propia cuenta, incluyendo el llenar nuestras vidas con Amor, Gozo
y
Paz (Gálatas 5:22-23).
Este Amor, Gozo
y
Paz, son
todos los resultados de la obra del Espíritu Santo en la vida de un creyente.
Este 4to. Mensaje de esta Serie: Conozcamos a Dios, lleva por título:
Príncipe de Paz
Oremos
Principado Sobre
su Hombro
Amados en Cristo, queridos
amigos, en un
mundo lleno de guerras y violencia, es difícil ver cómo Jesús puede Ser Dios Omnipotente
que actúa en la historia humana y ser la encarnación de la paz.
Esto fue lo que ocurrió en el antiguo testamento, aun el
pueblo conociendo las profecías que daban los hombres de Dios sudaron de la mas
maravillosa profecía que dio Isaías 9:6.
Amados, como ya lo
habíamos compartido en un par de Mensajes previos, esta es verdaderamente una
de las profecías más asombrosas jamás dadas.
Sin duda, en referencia
al nacimiento prometido a María, en relación con Emanuel, dice la Palabra
de Dios:
“Por tanto, el Señor mismo os dará señal: La virgen concebirá y dará a luz
un hijo, y le pondrá por nombre Emanuel.”
Isaías
7:14
El niño que nace es el
ser humano Jesús que vino a este mundo como un bebé; el Hijo dado por Dios, es
la Segunda Persona eternamente engendrado por la Divinidad.
Nuestro Príncipe, este
Príncipe del que habla Isaías 9:6 es Emanuel; este es el nombre terrenal
elegido por Dios para su Hijo y retrata el carácter del Niño, que
significa “Dios con nosotros” o “Dios está entre nosotros.”
Ahora, en Isaías 9:6
describe los nombres divinos que sólo pueden ser verdaderos de Dios Admirable,
Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.
Se presenta la persona
del Mesías como
el de un hombre, porque él era un descendiente de David, pero Él Es Dios también.
Características
del Príncipe
Amados en Cristo, queridos amigos, podemos identificar al menos 7
dimensiones o aspectos a destacar en nuestro Fundamento Bíblico al respecto de
Príncipe de Paz, del Principado de Jesús sobre Su Hombro que Profetizó Isaías.
1.
Porque
un niño nos es nacido.
a.
El
propósito de la venida de Cristo fue para “nosotros” en beneficio de todos aquellos que lo aceptan como
su Señor y Salvador.
b.
Isaías
vio la oscuridad y la tristeza de la nación, y vio también el
hijo que nacería para eliminar esa oscuridad, e iluminar al mundo.
2.
Hijo nos
es dado.
a.
Desde
la eternidad Dios planeó para “dar” a su Hijo como propiciación por nuestros
pecados.
b.
Jesús
es el hijo de Dios y Él existió eternamente como el hijo.
c.
El
Mesías es muchas veces representado como habiendo sido dado o enviado, o como el regalo de Dios, como se
señala en Hechos 4:12; Juan 3:16; Efesios 1:22; Juan 17:4.
d.
El
Mesías era preeminentemente el regalo de Dios para nosotros.
e.
El
hombre no tenía ningún derecho sobre Él, y Dios dio voluntariamente su hijo como sacrificio por los pecados del
mundo.
3.
El
Principado sobre su hombro.
a.
Jesús reinará como Rey de reyes y Señor de señores y el
gobierno del mundo entero estará sobre sus hombros.
4.
Se
Llamará Admirable, Consejero.
a.
Un consejero es el
que da consejos o asesoramiento, y Jesucristo dio consejos maravillosos cuando
estuvo en la Tierra.
b.
Leemos en la
Biblia que “las muchedumbres quedaron atónitas por su modo de enseñar”.
c.
Él es un Consejero
sabio, comprensivo y con extraordinario entendimiento de la naturaleza humana.
d.
Sus consejos no
consisten únicamente en reprimendas o amonestaciones, sino que, con mayor
frecuencia, asumen la forma de enseñanzas y recomendaciones amorosas
e.
Jesús
es nuestro “Maravilloso Consejero”, nuestro Ejemplo perfecto y el
Maestro infalible.
f.
Él
muestra y nos dice qué pensar y cómo vivir, y
Él nunca se equivoca, porque en Él (Colosenses 2:3) “Están
escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento”.
g.
El testimonio, incluso de sus enemigos, fue que (Juan 7:46) “¡jamás hombre alguno ha hablado como este
hombre!”
5.
Se
Llamará Su Nombre…Dios Fuerte.
a.
Jesús
no dio consideración a una usurpación, a saber, que debiera ser igual a Dios.
b.
Se
le llama Dios Poderoso, no Dios Todopoderoso. Nunca se creyó el Dios
todopoderoso, pues dijo que su Padre es “el único Dios verdadero”, es decir, el
único Dios que debemos adorar.
c.
En
las Escrituras, la palabra Dios puede significar “poderoso” o “fuerte”.
d.
Antes
de venir a la Tierra, Jesús era “Dios”, “existía en la forma de Dios”.
e.
Tras
su resurrección, obtuvo una posición todavía más encumbrada en el cielo
6.
Se
Llamará Su Nombre…Padre Eterno.
a.
Destacando su
deidad absoluta y Eterna, así
como su Omnipotencia y la Unidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo
en la Divina Trinidad.
b.
Jesús
también es “Dios Poderoso” y “Padre Eterno”; esto no significa
que usurpe la autoridad y la Posición de Jehová, quien es “Dios nuestro Padre”.
c.
La pregunta que
pueda surgir es cómo el hijo también podría ser “El Padre eterno.”
d.
En realidad, esta
frase también podría ser traducido como “Padre de la eternidad”, que nos recuerda que el
hijo eterno fue el Creador del tiempo, así como del espacio y la materia y de
hecho, de todas las cosas (Juan
1:3; Colosenses 1:16).
e.
En el insondable,
y sin embargo glorioso misterio de la Trinidad, el Señor Jesús señaló también
que (Juan 10:30)“Yo y el
Padre uno somos.” Él es Dios Todopoderoso “porque en Él
habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad.”
f.
El
título “Padre Eterno” alude al Poder y Autoridad del Rey Mesiánico para otorgar a los
seres humanos la perspectiva de vivir eternamente en la Tierra.
g.
El
legado de nuestro primer padre, Adán, fue la muerte.
h.
Jesús,
el último Adán, “llegó a ser un espíritu dador
de vida”.
i. Jesús, el Padre Eterno, vivirá para siempre,
así la humanidad fiel se beneficiará eternamente de su paternidad
Y se llamará
Su Nombre Príncipe de Paz
Ahora, es esta precisamente la
7ª. Dimensión de lo Profetizado por Isaías.
Lo que indica que Él es
el primer Líder que trajo y sigue trayendo verdadera Paz al
mundo.
Él es el gran
Pacificador (Colosenses
1:20) “haciendo la paz mediante la sangre de Su cruz”.
Jesús trae la Paz
de la mente a Sus “seguidores”, a Sus Discípulos porque el Señor
Jesús:
“guardará en completa paz
a aquel cuyo pensamiento en Él persevera; porque en Él ha confiado”
Isaías 9:6
Él trae la Paz al
mundo como “Príncipe de Paz”,
porque la Paz es una caracteristica que Él da a Sus hijos y Discípulos y
que dará a Su Reinado sobre la tierra.
Amados en Cristo, queridos amigos, además de Vida
Eterna, el
hombre necesita Paz con Dios y el prójimo.
Aun en nuestro tiempo, quienes se someten a la Autoridad del “Príncipe de Paz” han
logrado (Isaías 2:2-4)“batir sus espadas en rejas de arado y sus lanzas
en podaderas”.
Quienes se someten a la Autoridad del “Príncipe de Paz”,
no alimentan el odio que generan las disensiones políticas, territoriales,
raciales o económicas, sino que están unidos en la adoración del único Dios
verdadero, Jehová, y procuran vivir en paz con su prójimo, tanto en la
congregación como fuera de ella.
Cuando llegue el Tiempo que Dios ha designado para ello,
Cristo Establecerá en toda la Tierra una Paz que será
tanto estable como permanente.
Al ejercer Su Autoridad como Príncipe de Paz, Jesús no
recurrirá a métodos tiránicos; no despojará a Sus Discípulos e Hijos del
libre albedrío ni los dominará por la fuerza.
Bien al contrario, todo lo que logre será “por medio del derecho y por medio de la justicia”.
¡Qué cambio más alentador!
Isaías concluye en esta sección de sus profecías, sin duda
alguna, de una forma que impacta.
Escribe en
Isaías 9:7b:
“El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.”
En efecto, Jehová nunca actúa con falta de entusiasmo, sino
con celo.
Amados, podemos estar seguros de que cumplirá a cabalidad
todas sus promesas.
Por consiguiente, cuantos anhelan disfrutar de Paz Eterna, sirvan a Jehová con corazón completo.
Al igual que Dios y Jesús, el Príncipe de Paz, que
todo siervo de Dios sea “celoso de obras excelentes.”
como nos dice Tito 2:14.
Intención
y Expansión
Amados, el sacrificio de Cristo proporciona más para nosotros
que “simplemente” la Paz Eterna; también nos permite tener una relación con el Espíritu
Santo, el ayudador que promete guiarnos (Juan 16:7, 13).
Además, el Espíritu Santo se manifestará en nosotros
haciéndonos vivir en formas que no podríamos vivir por nuestra propia cuenta,
incluyendo el llenar nuestras vidas con Amor, Gozo y Paz (Gálatas 5:22-23).
Este Amor, Gozo y Paz, son todos los resultados de la obra del Espíritu
Santo en la vida de un creyente.
Son reflexiones de Su Presencia en nosotros.
Amados, aunque su resultado más profundo e importante es
hacernos vivir en Amor, Gozo y Paz con Dios, éstos no pueden evitar que nos
extendamos en nuestras relaciones con las personas.
Esto lo necesitamos desesperadamente; especialmente porque
Dios nos llama a vivir con determinación con otros creyentes, con humildad,
mansedumbre y paciencia,
Dice la Palabra de Dios:
"solícitos en guardar la unidad del
Espíritu en el vínculo de la paz"
Efesios 4:1-3
Esta unidad de Propósito y mansedumbre sería imposible sin la obra
del Espíritu Santo en nosotros y sin la Paz que tenemos con Dios,
gracias al sacrificio de su Hijo.
Paradójicamente, la definición más liviana de paz, esa de apariencia de tranquilidad en una persona, puede ser la más difícil de comprender y mantener.
Paradójicamente, la definición más liviana de paz, esa de apariencia de tranquilidad en una persona, puede ser la más difícil de comprender y mantener.
No hacemos nada para tener o mantener nuestra Paz
espiritual con Dios (Efesios 2:8-9).
Vivir en Unidad con otros creyentes puede ser
extremadamente difícil; de hecho, vivir en paz en nuestras propias vidas, a
menudo se puede considerar imposible.
Amados, pacífico no significa "fácil".
Jesús nunca prometió que fuera fácil; Él sólo prometió
ayudar.
De hecho, Él nos dijo que esperáramos tribulación (Juan
16:33) y pruebas (Santiago 1:2).
Él también dice que si clamamos a Él, nos daría la "paz
de Dios, que sobrepasa todo entendimiento" (Filipenses 4:6-7).
No importa qué adversidades enfrentemos, podemos pedir una
paz que viene del poderoso Amor de Dios, que no depende de nuestras propias fuerzas
o de la situación que nos rodea.
Conclusión
La palabra “príncipe”, según el
diccionario, es un “nombre que indica la dignidad del que posee un título
que le otorga soberanía”.
Jesús posee la soberanía, y al
darle el nombre de príncipe, Dios el Padre le confiere toda la dignidad sujeta
a este título.
Pero la palabra “príncipe” designa
también al Hijo del Rey.
Dios nos recuerda aquí que Él es el Rey
soberano que reina sobre el mundo.
Jesús es el Príncipe de la Paz
verdadera.
Es en Él que puedes encontrar auténtica
paz:
- Primero, paz con Dios.
- Jesús es el Príncipe de paz
porque su sacrificio te reconcilia con Dios.
- Y segundo, paz en tu corazón.
- Es una paz tan grande que
nunca podrás encontrar algo similar en ninguna otra parte.
Jesús te dice en este día:
“La paz te dejo, mi paz te doy; yo no te la doy como el
mundo la da. No se turbe tu corazón, ni tenga miedo”
Juan 14:27
¡Sí, querido(a) amigo(a), que el
Príncipe de Paz reine hoy en tu corazón!
Oremos
¡Dios
los Bendice!
Ps.
Jorge Macías Benítez