domingo, 1 de noviembre de 2020

#A260 ¿Cómo estás viviendo tu vida?

Serie: La Gracia de Dios


#A260 ¿Cómo estás viviendo tu vida?



 


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Introducción


Hola buenos días, ¡Bienvenidos a esta Casa, la Casa de Dios, ¡Reino de Dios Ministerios!


Soy el Pastor Jorge Macías Benítez, su hermano e Hijo de Dios; también de corazón te tiendo la mano, te abro el corazón y te quiero recibir, dar un abrazo…¡¡¡¡en el Amor del Señor…!!!!


Durante los últimos 10 días, por causa de diversos eventos personales, familiares, ministeriales y del market place, el Señor me ha entregado verdaderas “pepitas de Oro” de Su Propósito para mi vida y que también son Diseños de Reino.


Por medio de 3 conversaciones en verdad profundas, una con mi esposita, otras 2 con cada uno de mis hijos varones; además el compartir como Faculty o Facilitador, acompañando a un grupo de mas de 20 hermanos y hermanas en Cristo de México y Latino América, en Un Seminario en el cuál entregué al respecto del Liderazgo y del Liderazgo Espiritual.


Finalmente, apenas ayer en la mañana, mi amada esposa me compartió un video que además ya había visto en varias ocasiones.


En este video, el testimonio de un Ingeniero con nivel de Doctorado en Animación que cumplió su sueño de trabajar para Disney y que en su plenitud, en sus 30´s medios y con 3 hijos y esposa, solo le quedaban 2 meses de vida por un cancer incurable; ante tal situación su decisión no fue el estarse quejando por su destino.


Por el contrario, decidió vivir cada día que le quedaba, al máximo y dejar con ello Testimonio a su familia ya sus hijos en particular, de algo que le enseñaron e él sus padres en su infancia y juventud: ¡Vive tu vida al máximo! ¡Vive en Gozo!


Amados, se que en ocasiones eso nos resulta sencillo, es más en ocasiones nos pareciera prácticamente imposble.


Sin embargo, en medio de vivir al máximo y en Gozo o vivir en la queja y la acusación contínua, echándole la culpa a alguien o a algo o a ambas cosas, está una situación que es completamente controlable por cualquier ser humano:


¡Una Decisión!


De hecho, el fundamento para el mensaje este domingo 1ro. De Noviembre del 2020, es el siguiente:


“19Porque sé que por vuestra oración y la suministración del Espíritu de Jesucristo, esto resultará en mi liberación, 20conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado; antes bien con toda confianza, como siempre, ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o por muerte. 21Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. 22Mas si el vivir en la carne resulta para mí en beneficio de la obra, no sé entonces qué escoger. 23Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor; 24pero quedar en la carne es más necesario por causa de vosotros. 25Y confiado en esto, sé que quedaré, que aún permaneceré con todos vosotros, para vuestro provecho y gozo de la fe, 26para que abunde vuestra gloria de mí en Cristo Jesús por mi presencia otra vez entre vosotros.”

Filipenses 1: 19 - 26



Al escudriñar esta porción de la Palabra de Dios, es evidente que Pablo al Apostol, tenía tiempo de haber tomado una decisión.


Esa decisión había sido por Cristo y el Ser Su Discípulo, luego de su dramático encuentro con Él, en aquel camino a Damasco.


Amados en Cristo, queridos amigos, hoy y en esta Asamblea el Mensaje y Su Ministración lleva por título :


¿Cómo estás viviendo tu vida?


Oremos


Momento de decisión


Amados, sea que alguien ya te haya presentado el Evangelio de Cristo o no – porque de cualquier forma eso es justo lo que estoy haciendo ahora – siempre y en cualquier momento en nuestras vidas, tenemos que tomar al menos una decisión, sino es que se trata de varias.


Te invito con respeto a reflexionar por unos segundos:


¿Cuáles son las decisiones o decisión que hoy es para ti la más importante, la de mas trascendencia en tu vida?


¿No tienes ni idea?


Permíteme ayudarte un poco.


¿Que tal si ahora mismo te digo que te puedo decir y hasta entregar la Llave para que cualquier pecado, maldad, que hayas realizado o incluso que aun no hayas hecho, te será perdonado por la eternidad y que además ello hará que cuando llegue tu muerte natural, tu alma y espíriu, irán a una vida Eterna con el Creador de todo lo que vemos y también de loque no vemos?


Bueno, ¡ahí está!


En verdad te puedo dar acceso a dicha Llave.


Ahora tienes al menos 2 decisiones que tomar, en el caso de que nadie te lo hubiese dicho antes.


La primera decisión es esta:


¿Creo en lo que este Pastor me está ofreciendo?


Suponinedo que tomas la decisión de creer que en verdad te puedo dar acceso a esa Llave de perdón de pecados, Salvación y Vida Eterna con el Creador, tiene ahora un segunda decisión que tomar:


¡Tomar la decisión de tomar esa Llave y abrir la puerta para la cual fue diseñada por Dios!


Oh Amado, querido amigo, ¡no tienes ni idea de cuanto Anhelo de que tomes estas decisiones!


¿Sabes por qué?


¡¡¡Porque mi Anhelo e instrucción de Dios para mí es que te comparta que Sus Diseños son para que Seas un Vencedor!!! 


Sabes, por supuesto tu no eres la 1ra. persona que recibió esta posbilidad, este regalo.


En Su Tiempo, yo tambien la recibí y como tu – quizá, lo digo por tí – tuve que tomar decision.


Otros muchos, millones antes que tu, se han encontrado ante esa disyuntiva.


No obstante, hoy el Señor me lleva a hablarte de los primeros, que él mismo llamó.


Simón, el primer apóstol nombrado, es conocido comúnmente como Pedro, apelativo que le puso el Señor la ocasión en que se conocieron por primera vez, y posteriormente confirmado. 


Era hijo de Joná o Jonás y su profesión era la pesca. 


El y su hermano Andrés eran socios de Santiago y Juan, hijos de Zebedeo; en aquel tiempo aparentemente el negocio de la pesca prosperaba, porque ya eran dueños de sus propios barcos y empleaban a otros hombres. 


Pedro había vivido anteriormente en la pequeña aldea pesquera de Betsaida, sobre la playa occidental del Mar de Galilea; más o menos al tiempo de su primera asociación con Jesús, o poco después, él y otros de su familia se trasladaron a Capernaum, donde parece que estableció su hogar aparte. 


Simón Pedro había contraído matrimonio antes de ser llamado al ministerio. 


Se hallaba en buena posición económica; la ocasión en que habló de haber dejado todo para seguir a Jesús, el Señor no negó que el sacrificio de Pedro, en cuanto a sus bienes materiales, había sido tan grande como lo indicaba. 


No hay en realidad evidencia escrita en la palabra de Dios, para que lo consideremos iletrado o ignorante. 


Es cierto que el concilio de gobernantes los tachó a él y a Juan de ser “hombres sin letras y del vulgo”, aunque cuando eso decían de alguien, en realidad se referían de aquellos que no tenían instrucción en las escuelas de los rabinos; es digno de considerar que los miembros de ese mismo concilio se maravillaron de la prudencia y el poder manifestados por los dos apóstoles, a quienes profesaban despreciar.


Por la Palabra de Dios, sabemos que en cuanto a temperamento, Pedro era impulsivo y severo, y hasta que aprendió por experiencia, carecía de firmeza. 


Como cualqueira de nosotros, tenía muchas debilidades humanas, y sin embargo, a pesar de todas ellas, finalmente venció las tentaciones de Satanás y las flaquezas de la carne, y prestó servicio a su Señor como el Líder designado y reconocido de los Doce originales u once si consideramos que Judas ya no estaba, cuando el Maestro, cuando Cristo ascendió con el Padre.


Por otra parte, Santiago y Juan, hermanos de nacimiento, socios en el negocio de la pesca, hermanos en el ministerio colaboraron juntos, uno con otro, y con Pedro en el llamamiento apostólico. 


El Señor confirió a estos dos un título en común—Boanerges o hijos del trueno—posiblemente aludiendo al celo que desarrollaron en su servicio, el cual por cierto fue necesario restringir ocasionalmente, como cuando quisieron hacer que descendiera fuego del cielo para destruir a los samaritanos que se habían negado a hospedar al Maestro. 


Ellos y su madre aspiraron a los honores más altos del Reino de Dios y pidieron que se concediera a los dos estar uno a la mano derecha y el otro a la mano izquierda de Cristo en su gloria. 


Con bondad el Señor reprochó esta ambición, y la solicitud fue causa de ofensa a los otros apóstoles. 


Junto con Pedro, estos dos hermanos fueron testigos de muchos de los acontecimientos más importantes de la vida de Jesús; de ahí que, los tres fueron los únicos apóstoles a quienes se permitió presenciar la restauración de la hija de Jairo, cuando fue levantada de muerte a vida; además de ser los únicos de los Doce que estuvieron presentes en la transfiguración de Cristo, fueron los que se hallaron más próximos al Señor durante su intensa agonía en el Getsemaní. 


Juan había sido de los discípulos del Bautista, y manifestó su confianza en el testimonio que éste dió de Jesús, apartándose en el acto del precursor y siguiendo al Señor. 


Llegó a ser un Discípulo en verdad, y repetidamente se refiere a sí mismo como el discípulo “al cual Jesús amaba”. 


En la última cena Juan, sentado al lado de Jesús, recostó la cabeza cerca del pecho del Maestro; y al día siguiente, estando al pie de la cruz, recibió del Cristo agonizante el encargo especial de cuidar a la madre del Señor, comisión que cumplió en el acto, llevando a María a su propia casa. 


Fue el primero de los discípulos en reconocer al Señor resucitado en las playas de Galilea, de cuyos labios inmortales recibió el aliento para sus esperanzas de que se le concediera continuar viviendo en el cuerpo, a fin de poder ejercitar su ministerio entre los hombres hasta que el Cristo viniera en su gloria. 


Las revelaciones o Apocalipsis en la Biblia, le fueron revelados a Juan en aquella isla a la cual fue confinado como castigo. 


En Lucas 5, la Palabra de Dios dice:


“18Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores. 19Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres. 20Ellos entonces, dejando al instante las redes, le siguieron. 21Pasando de allí, vio a otros dos hermanos, Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano, en la barca con Zebedeo su padre, que remendaban sus redes; y los llamó. 22Y ellos, dejando al instante la barca y a su padre, le siguieron.”

Mateo 4: 18 - 22


Amados, claramente estos hombres, tomaron una decisión que cambio sus vidas y la de muhcos después de ellos; de hecho, aquellas decisiones cambiaron la historia y la partieron en un antes y un después.


¿Qué sigue en tu vida?


Vaya pregunta ¡ah…!


Es muy probable que no creas o dudes si te comparto que ahora mismo y en este tiempo, esa precisamente la pregunta que mas me hago, cada día de hecho.


Lo que sea que siga en tu vida, claro dependerá de tus decisiones y en particular de las 2 que te planteé al principio de este Mensaje y Ministración del Señor.


Lo mismo es para la mía, con la diferencia de que las 2 primeras decisiones, las tomé ya hace mucho tiempo, con lo cuál de ello no tengo ninguna duda, Soy Salvo y si el fin de mis días llega, iré derechito a estar con Mi señor por la Eternidad.


Si Amados, yo mismo tengo que tomar algunas decisiones muy importantes en este Tiempo del Señor para mi vida; saben, mi Clamor Apasionado y en Fuego Santo, Lleno del Espíritu Santo, mi Dulce Espíritu Santo, es que la decisión que tome sea escuchando Su Voz para dirigirme con pasos firmes al cumplimiento de Su Propósito para mi vida.


Con todo ello, vuelvo a nuestro fundamento, hoy:


“Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.”


Entonces, sea lo que sea que siga, primero depende de la decisión que tomes y en ello el ejercicio de un regalo de Dios, Libre Albedrío; y segundo, depende enteramente del Propósito de Dios para tu vida y lo Escuchas a Él y entonces – tercero – decides Obedecerlo.


Nuevamente, decisiones que tomar.


Ahora, amados, si esa decisión es en el camino de Cristo, siguiendo y pisando exactamente sobre sus huellas – tal cuál nos ministró un par de semanas atrás - ¡tu y yo Viviremos en el Gozo del Señor!


¡Eso definirá el cómo estarás viviendo tu vida!


Amados, Filipenses es una carta escrita con el Propósito, de agradecer a los filipenses por la ayuda monetaria que le hicieron llegar a Pablo. 

No obstante, además aprovecha la ocasión y el apóstol aborda otros temas, haciendo algunas confesiones. 

Es su forma de comunicar el matizar sus escritos con testimonios personales y sensaciones propias que nos permiten conocerlo mejor.

Pero estas confesiones no solo sirven para conocer más el perfil de Pablo. 

Dios inspiró al apóstol por medio del Espíritu Santo – a quien tan bién conoce Pablo -  a escribir de esto, porque la experiencia y la realidad de su salvación está disponible para todos los creyentes. 

Lo que Pablo recibió y experimentó en Cristo, no está reservado solo para él, ya que puede ser la experiencia normativa, lógica, y natural de todo cristiano.

Esta preciosa y conocida expresión de Pablo, “para mí, el vivir es Cristo”, ha sido objeto de estudio por mucho tiempo. 

Es una de esas declaraciones que miles de tomos (de buenos comentarios, libros, y artículos que traten de explicarlo) nunca le harán justicia. 

Es una afirmación cargada de gran significado para el apóstol y también lo es para nosotros.

Al decir esto, Pablo hace una confesión no solo de lo que cree, sino también de cómo siente y experimenta la realidad de su salvación. 

Esta no es una declaración doctrinal acerca de Cristo. 

Más bien, es una confesión de cómo experimenta al Cristo resucitado. 

En otras palabras, cuando Pablo dice, “vivir es Cristo”, está intentando explicar cómo experimenta la realidad de su fe en Cristo.

Al reflexionarlo y compartirlo ahora de esta forma, yo mismo estoy intentando comunicártelo en el lenguaje mas sencillo posible.

Es una manera de expresar con palabras lo que las palabras nunca podrán expresar. 

¿Cual es tu vida?


Amados, el decir “el vivir es Cristo”, es su forma sencilla y sincera de explicar algo extraordinario: la vida de Pablo es Cristo.

Juan Calvino decía que en el texto, “para mí, el vivir es Cristo y el morir ganancia”, Pablo quería decir que era indiferente a cualquier situación, “ya sea que viva o muera, porque, teniendo a Cristo, considera que ambos son ganancia”.

¡Wooooww!

¿Cómo lo es para mi, por ejemplo?

Lo planteo así, dado que Creo firmememnte que es una pregunta que cada uno decide hacerse o no.

Ahora bien, aunque el orden ideal para una correcta interpretación – que no Discernimiento - sería leer el pasaje en su contexto inmediato. 

Amados, vamos más arriba en la momtaña del Señor, si contemplamos esta expresión tomando en cuenta todo lo que Pablo ha dicho en Filipenses, también podemos darnos una idea clara, legítima y hasta más completa de lo que significa.

Entonces, ¿por qué Pablo decía “para mí, el vivir es Cristo”?

¿Es Cristo tu Ejemplo de Vida?


Jesús es el hombre perfecto. 


Jesús, vivió una vida intachable y agradó al Padre en sus acciones, palabras, pensamientos, actitudes, y motivaciones. 


Ahora, uno de los grandes modelos que nos dejó nuestro Señor fue su actitud humilde, al venir a la tierra como un simple mortal. 

Es decir, para Pablo, Cristo nos dejó un ejemplo de una actitud humilde, dejando su condición de Dios y por eso nos llamó a imitarlo:


“5Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, 6el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.”

Filipenses 2: 5-8


En un momento de la carta, Pablo confiesa que hubo una época en su vida en que aquello que más valoraba era su herencia judía, sus logros, y su celo por la ley. 


En otras palabras, Pablo atesoraba su descendencia israelita. 


Al ser salvado como consecuencia de su encuentro con Cristo en aquel camino a Damasco, encontró que Él era un mayor tesoro y por eso aquellas cosas que antes estimaba ahora habían perdido su valor. 


Todo pierde valor en vista del incomparable valor de conocer a Cristo.


“Pero todo lo que para mí era ganancia, lo he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y aún más, yo estimo como pérdida todas las cosas en vista del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús”

 Filipenses 3: 7-8 LBLA


Conclusión


Oh Amado, Pablo sabe que en Cristo tenemos abundante gracia. 

Ahora,  no dejemos de reflexionar y Discernir que para el apóstol, la Gracia no solo es perdón para sus pecados. 

Es decir, la Gracia de Dios en Cristo no solo suple el perdón, repara, y cubre los pecados que cometemos, sino que también es Poder de Dios para no pecar. 

La Gracia también es poder que transforma, capacita, y fortalece para servir, obedecer, y glorificar a Dios. 

El Cristo resucitado, por medio de su Espíritu, habita en el creyente para fortalecerlo en la tentación, para sostenerlo en la adversidad, y capacitarlo para vivir para la gloria de Dios. 

Por eso decía:

“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”, Filipenses 4:13 LBLA.

Amados, en Filipenses encontramos el testimonio de todo lo que Jesucristo es para Pablo, y que debiera de Ser para nosotros.

Cristo es el ejemplo que quiere imitar, el tesoro de su corazón, la meta que perseguía, la única justicia que lo hacía acepto delante de Dios, la esperanza para su futuro, el gozo que lo satisfacía, y el poder que lo capacitaba para glorificar a Dios. 

Todo lo que Pablo necesitaba y deseaba lo encontraba en Cristo.

 Únicamente en Él.

Cristo era todo para Él. 

Amados, ¡es mi Anhelo y mi oración, mi desesperado y encendido Clamor, que así sea también para todos nosotros!


Oremos


¡Dios los Bendice!


Ps. Jorge Macías Benítez