miércoles, 31 de mayo de 2017

#A94 Tu Mirada puesta en mí Cristo

Tu Mirada puesta en mí Cristo

#A94
Mensaje 7
Serie : Nueva Ministración
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Cuando me preparaba para que el Señor me diera Visión al respecto del Mensaje que Él quiere Ministrar este domingo 28 de Mayo del 2017, repentinamente me encontré y escuché una Alabanza que habla de Su Mirada puesta en mí.

Un verso de la misma y del canto de Jesús Adrián Romero y Marcos Witt dice :

“Se que es tu Fidelidad que lleva mi vida más allá
Tu mirada puesta en mí me llena de tu Paz”

Apenas la escuché y tuve de inmediato la Certeza de lo que Señor, de lo que Cristo quería y va a Ministrar en este Mensaje de nuestra Asamblea 94 que lleva por título Tu Mirada puesta en mí Cristo.

Dice la Palabra de Dios en Marcos 10:21…

“Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz.”

Oremos

Amados en Cristo, en lo personal no puedo dar Testimonio de la mirada de Jesús, aunque sí de Su Presencia y de haber sentido en más de una ocasión Su Diestra sobre mi hombro y también Su Abrazo y hasta cuando en Lenguas Angélicas Intercede por mí delante de Padre.

La Mirada de Jesús debe de Ser lo más Impresionante con la cual un hombre pueda encontrarse.

En Su Evangelio encontramos algunos destellos de estos maravillosos ojos de Jesús.

Es, por ejemplo, el caso del joven rico.

Le debemos a Marcos esta imágen :

“Entonces Jesús le miró con cariño”.

Captaron sus ojos la Fuerza de Su Amor. Parece imposible que aquel joven se le escapara a Jesús. Lo más probable es que el joven habría cerrado antes sus ojos.

En otro momento, su mirada está cargada de tristeza y de rabia:

“Entonces, mirándolos alrededor con enojo, entristecido por la dureza de sus corazones” Marcos 3:5a

A Zaqueo lo mira con simpatía y encanto seductor :

“Cuando Jesús llegó a aquel lugar mirando hacia arriba, le vio y le dijo: "Baja enseguida, Zaqueo, porque hoy quiero hospedarme en tu casa"” Lucas 19:5

En el caso de la viuda generosa, su mirada está llena de penetración y admiración :

“Levantando los ojos, miraba a los ricos que echaban sus ofrendas... Vio también a una viuda muy pobre que echaba dos blancas…” Lucas 21:1-2

¿Y cómo miraría Jesús, con qué compasiva ternura, a la prostituta
Arrepentida : “¿Ves a esta mujer” Lucas 7:44

A la mujer adúltera : “Enderezandose Jesús y no viendo a nadie sino a la mujer” Juan 8:10

Al paralítico de Capernaúm y a sus ayudantes : “Al ver Jesús la fe de ellos” Marcos 2:5

A la mujer con el flujo de sangre : “Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: "Ten ánimo, hija"” Mateo 9, 22

A la pobre mujer encorvada : “Cuando Jesús la vio, la llamó y dijo : Mujer, quedas libre de tu enfermedad” Lucas 13:12

A las muchedumbres hambrientas de pan : “Y vio una gran multitud y tuvo compasión de ellos” Marcos 6:34 o hambrientas de su palabra : “Y alzando los ojos... decía: "Bienaventurados..." Lucas 6:20

A las piadosas mujeres que le seguían camino del Calvario: “Pero Jesús, vuelto hacia ellas, les dijo: "Hijas de Jerusalén…” Lucas 23:28

Mirada de compasión y pena la que dirigió a la ciudad de Jerusalén :  “Y cuando llegó cerca de la ciudad, al verla, lloró sobre ella” Lucas 19:41

Quiero hacer énfasis particular en 2 últimas miradas, no porque no haya más en Su Palabra sino solo por hacer particular énfasis en estas.

La mirada más generosa y entregada que conocemos :

“Cuando vio Jesús a su madre y al discípulo a quien él amaba, dijo a su madre : "Madre, he ahí a tu hijo".”

Después dijo al discípulo : "He ahí a tu madre". Juan 19:26-27

¡Cuánto salimos ganando después de esta mirada! ¡Si mis AMados, porque la mirada es también para tí!

Finalmente la mirada profunda y transformadora que dirigió a su discípulo Pedro después de sus caídas y que le arrancó las lágrimas más hermosas de su vida :

"Entonces, vuelto el Señor, miró a Pedro, y recordó Pedro... Y, saliendo fuera, lloró amargamente" Lucas 2:61-62
Nos quedamos con esta Mirada que regaló Jesús a Pedro.

Te invito con Amor a que Clamemos a Cristo y que nos mire así a nosotros, para que nos haga ver mejor nuestros pecados, para que seamos capaces de llorarlos y sobre todo, para que aprendamos a amar a Jesús de la misma manera que le amaba Pedro.

Amados en Cristo, cualquiera de las miradas mencionadas y descritas los más sencillamente posible hasta este momento, estoy seguro no logran dar ni siquiera una pincelada de la naturaleza Sobrenatural, del Impacto Espiritual y natural de la Mirada de Cristo en nuestras vidas y en Su Creación.

“No es posible describir con palabras de hombre, aquello que no tiene Orígen y que es el orígen de todo lo que vemos y también  de lo que no vemos; de lo que entendemos y también de lo que no entendemos.”
Pastor Jorge Macías Benítez

Ahora, sí en términos naturales hablamos, hay miradas indiferentes y de indiferencia, concupiscentes, irrespetuosas; hay también miradas de ternura, confidenciales, alentadoras.

¿Cómo era la mirada de Jesús?

A Jesús no sólo no hay que perderle de vista como dice Hebreos 12:1-2...

“Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.”

A Cristo, tampoco hay que perder de vista Su Mirada ni Su Propósito, tu corazón.

Los Evangelios nos muestran diferentes “miradas” de Cristo.

Si los ojos son el reflejo del alma, a través de ellas podremos llegar a conocer los “sentimientos de Cristo Jesús” conforme a Filipenses 2:6 para entonces hacerlos propios.

Todos necesitamos ese cruce de miradas clarificador, pues en la Mirada de Cristo se percibe la profundidad de un Amor Eterno e Infinito que toca las raíces más profundas del ser.

Buscar Audazmente, enfáticamente la Mirada de Cristo nos servirá, también, para aprender a mirar cristianamente la realidad.

En Apocalipsis 3:18 le aconsejo colirio para ungir sus ojos y poder ver, advirtió el Testigo fiel al ángel de la Iglesia de Laodicea.

Buscar Audazmente la Mirada de Cristo puede surtir en nosotros los efectos de ese colirio clarificador.

Acercamiento desde diversos puntos de vista de lo que Significa la Mirada de Cristo

1. Cristo, la Mirada de Dios.

“De muchos modos habló Dios en el pasado a nuestros Padres; hoy nos ha hablado en su Hijo” Hebreos 1:1-2

Sin apartarnos del espíritu de esta afirmación, podemos decir:

“De muchos modos miró Dios en el pasado al mundo y al hombre; hoy nos ha mirado en el Hijo”

Miró a su obra creadora :

“Vio Dios todo cuanto había hecho, y he aquí que estaba muy bien” Génesis 1:3

Miró al hombre y a su obra demoledora :

“Viendo Dios que la maldad del hombre cundía en la tierra, y que todos los pensamientos que ideaba su corazón eran puro mal de continuo, le pesó a Dios de haber hecho al hombre, y se indignó en su corazón” Génesis 6:5-6; Salmos 14:2

Miró a su pueblo en Egipto:

“Bien vista tengo la aflicción de mi pueblo en Egipto... conozco sus sufrimientos. He bajado para librarle” Éxodo 3:7-8

Dios no sólo ha hablado al mundo y al hombre, también los ha mirado, y Cristo Jesús es esa mirada plena, definitiva y exhaustiva de Dios.

Cristo no es sólo la Palabra de Dios encarnada; encarna también Su Mirada :

  • Entrañable
  • Benevolente
  • Misericordiosa
  • Paterna

“Tanto amó Dios al mundo que le envió a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna” Juan 3:16

Si a Jesús, siendo encarnación de la Palabra de Dios, hemos de escucharle como dice Marcos 9:7, en cuanto encarnación de su mirada, hemos de contemplarte con atención como dice Lucas 4:20; el modo de ser y de hacer de Cristo nos traduce la Mirada de Dios.

Descubrir esa Mirada profunda, personal y amorosa manifestada en Cristo nos ayudará a superar los miedos, a deshacer las dudas y a iluminar las oscuridades de nuestro caminar en la vida, sabiendo que “Tú me sondeas y me conoces... y que todas mis sendas te son manifiestas” como nos dice en Salmo 139:1-3.

2. La mirada al Joven rico :  Una mirada de cariño

A pesar de que el relato lo comunican los 3 evangelios sinópticos, la Mirada la conserva sólo el de Marcos 10:21.

Dice que un hombre rico busca caminos de salvación. Su pregunta es ¿Qué he de hacer para conseguir la vida eterna?

Lo que nos dice en Marcos 10:17, nos deja ver el desconcierto de la gente religiosa de aquel tiempo ante las variadas interpretaciones de la Ley.

Se acerca a Jesús, y le llama Maestro bueno, porque sabemos que eres veraz..., y que enseñas con sinceridad el camino de Dios; Marcos 12:14.

Pero Dios ya había hablado; por eso Jesús le remite a la palabra de Dios en el versículo 19 : los mandamientos.

Escucha, a Dios no hay que buscarle por sendas ocultas; El nos sale permanentemente al encuentro por medio del prójimo.

La reacción del hombre al decir que “Todas esas cosas las he observado desde la adolescencia” en el versículo 20 de Marcos 10, parecía poner fin a la cuestión; podía estar tranquilo, estaba en el buen camino.

Sin embargo, en realidad todo comienza a partir de ahí.

Conmovido y cautivado por la honestidad y sinceridad de aquel hombre, Jesús, mirándole, sintió cariño por él y le dijo:

«Una cosa te falta. Vende cuanto tienes y dalo a los pobres... y luego sígueme»

Al mero cumplimiento de la Ley, Jesús ofrece la plenitud de la Ley conforme a Mateo 5:17...

“No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir.”

Ahora vamos a Marcos 10:17…

“Al salir él para seguir su camino, vino uno corriendo, e hincando la rodilla delante de él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?”

Dando lectura y profundizando hasta el versículo 22 de Marcos 10, podemos entender al menos que quien se acercó corriendo , se retiró entristecido y disgustado. Si Jesús le hubiera pedido un aumento sustancial de sus limosnas, probablemente no se habría echado atrás; pero le pidió ¡hacerse el mismo limosna!

Aquel hombre cumplía “los” mandamientos sin cumplir “el” mandamiento : Amar a Dios sobre todas las cosas.

Ahora, si Discernimos espiritualmente en ese encuentro podemos apreciar que aquel hombre oyó sólo las palabras radicales de Jesús, pero no le miró a los ojos.

De haberlo hecho, habría descubierto que esa tarea imposible para los hombres, no lo es para Dios.

“Entonces Jesús, mirándolos, dijo: Para los hombres es imposible, mas para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios.” Marcos 10:27

Cristo es esa mano tendida por Dios para hacer posible lo imposible.

3. La mirada a Zaqueo : Una mirada aceptada.

“1 Habiendo entrado Jesús en Jericó, iba pasando por la ciudad. 2 Y sucedió que un varón llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos, y rico, 3 procuraba ver quién era Jesús; pero no podía a causa de la multitud, pues era pequeño de estatura. 4 Y corriendo delante, subió a un árbol sicómoro para verle; porque había de pasar por allí. 5 Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa. 6 Entonces él descendió aprisa, y le recibió gozoso. 7 Al ver esto, todos murmuraban, diciendo que había entrado a posar con un hombre pecador. 8 Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado. 9 Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham. 10 Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.” Lucas 19:1-10

En esta porción del Logos, podemos identificar al menos 2 Miradas :

  1. La de Zaqueo, curiosa
  2. La de Jesús, salvadora

Zaqueo, jefe de publicanos, intentaba ver quién era Jesús; Quería conocer al hombre que, a diferencia de los escribas y fariseos, no condenaba, sin más, a los publicanos; pero no quería ser visto, porque tenía mucho dinero y no era conveniente mezclarse con aquella gente desclasada que acompañaba al rabí de Nazaret.

Por eso se subió a un sicómoro para verlo, pues debía pasar por allí. Quería ver sin ser visto; pero no consiguió su propósito, o lo consiguió sólo a medias. Al pasar Jesús, con su atenta Mirada, le descubre, camuflado entre el tupido ramaje del sicómoro, y, sobre todo, le descubre el futuro.

La Mirada de Jesús se traduce en Anhelo : Quiero hospedarme en tu casa. Zaqueo aceptó ser descubierto y aceptó el descubrimiento que aquella mirada le ofrecía.

No se lo pensó dos veces, bajó deprisa y lo recibió con gozo. Y ya no apartó sus ojos de los de Jesús. Era verdad aquel rumor y crítica de que el profeta de Nazaret era amigo de publicanos y pecadores (Lucas 7:34) y que no tenía inconveniente alguno en compartir con ellos la mesa (Marcos 2:15).

¡Zaqueo mismo lo estaba experimentando ahora!

“En aquella Mirada, Zaqueo se sintió llamado y amado.”
Pastor Jorge Macías Benítez

Jesús no juzgó su vida ni la moralizo, sencillamente le visitó; y esa visita amorosa, abierta y sin aviso previo fue suficiente para que Zaqueo comprendiera la Dimensión del Hecho.
Ningún reproche; sencillamente Jesús lo Miró.

En aquella mirada Zaqueo encontró Fe, Verdad, esperanza, Propósito, Amor; aquella Mirada le cambió para siempre, para la Eternidad :

“8 Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado.

Todo terminó en fiesta, con un cambio trascendente: el publicano Zaqueo es reconocido como hijo de Abraham. Y

Escucha, saber Mirar puede ser el estímulo para iniciar nuevos caminos.

4. La mirada a la Creación : Una mirada de Gozo.

Ahora el Señor me lleva a hacer particular énfasis en algo que los Cristianos dejamos de Observar y Discernir como parte misma de nuestra vida y caminar con Cristo, la naturaleza que fue objeto de una atención particular de Jesús.

El fuerte ritmo que en los últimos años impuso a su vida, no le impidió admirar la belleza de los lirios como en Mateo 6:28, la libertad de las aves en Mateo 6:26, el secreto germinar de las plantas Mateo 13:26, el explosivo brotar de los árboles como en Mateo 24:32; el sentido de la dirección de los vientos como en Lucas 12:55 o la variedad cromática de los cielos como en Mateo 16:2-3.

Cristo da una Visión y Perspectiva Sobrenaturalmente natural de la Creación.

Para él la Creación no era una cosa cualquiera; es la Obra de Dios, que contiene no sólo un profundo mensaje sino los Diseños del Reino mismo.

La mirada de Jesús a la Creación es doble: natural, cautivada por su belleza y armonía, y Sobrenatural, capaz de entregarnos el “sentido” y la “voz” depositados por Dios en ella.

Jesús conocía y en él resonaban las palabras del salmo 19:

“Los cielos cuentan la gloria de Dios, la obra de sus manos anuncia el firmamento…” y las del canto de Daniel donde toda la creación es invitada a unirse a la aclamación universal de la Gloria de Dios.

La Creación habla por sí misma. Escuchar la Voz de la Creación es Escuchar la Voz de Dios.

Sin duda la Mirada de Cristo a la Creación surgida del Verbo mismo, nos da una Perspectiva distinta y Sobrenatural que reivindica la gratuidad y la belleza de la misma, surgida de las manos amorosas de Dios.

5. Mirada airada.

No es una mirada fácil de asimilar, quizá por eso los evangelios de Mateo 19:9-14 y Lucas 6:6-11 la han omitido; sin embargo es una mirada real y evangélica como en Marcos 3:1-6, que dice :

“1 Otra vez entró Jesús en la sinagoga; y había allí un hombre que tenía seca una mano. 2 Y le acechaban para ver si en el día de reposo le sanaría, a fin de poder acusarle. 3 Entonces dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate y ponte en medio. 4 Y les dijo: ¿Es lícito en los días de reposo hacer bien, o hacer mal; salvar la vida, o quitarla? Pero ellos callaban. 5 Entonces, mirándolos alrededor con enojo, entristecido por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y la mano le fue restaurada sana. 6 Y salidos los fariseos, tomaron consejo con los herodianos contra él para destruirle.”

La actitud hipócrita, inhumana e impía de aquellos legalistas fariseos apenó profundamente a Jesús, que “les miró con ira” en el versículo 5. Nos resulta difícil encajar esta mirada en quien se manifiesta “manso de corazón” en Mateo 11:29 y declara “bienaventurados a los mansos” en Mateo 5:4.

Nos resulta difícil entender esta mirada en quien prohíbe airarse contra su hermano en Mateo 5:22. Nos resulta difícil y sin embargo es una mirada de Jesús.

No es la ira del arrebato pasional e irracional, sino la del dolor por la ausencia de compasión; expresión de una humanidad adolorida por la falta de humanidad, sofocada con el pretexto de observancias religiosas que tristemente hoy inundan los corazones de gran parte de la Iglesia de Cristo.

La ira de Jesús prolonga y evoca la ira de Dios en el Antiguo Testamento; es una forma de expresar el dolor de Dios y su no indiferencia ante el deterioro del hombre por el pecado.

“La mirada airada de Jesús expresa la decepción por unos guías ciegos, que no sólo confunden lo que Dios dice, sino que lo deforman y no comprenden que la Gloria de Dios es que el hombre viva.”
Pastor Jorge Macías Benítez

La mirada airada de Jesús es una mirada revulsiva, para sacar a aquellos hombres de una religiosidad ritual, que se nutría de observancias, y colocarlos en el camino de la fe, que “se actúa en la caridad” como dice Gálatas 5:6.

También nosotros necesitamos contemplar esta mirada airada, porque puede que aún participemos de aquella dureza de corazón que Jesús, apenado, descubrió en sus contemporáneos.

5. La mirada a Pedro.

Seguramente que las miradas de Jesús y de Pedro se cruzaron muchas veces.

Solo algunas en Juan 1:42; Mateo 16:17-18 y 23:17; Juan 13:6-10, pero hay una del todo particular, porque es la última y en una situación límite; la transmite sólo el Evangelio de Lucas.

Pedro acababa de negar y renegar de Jesús...

“En aquel momento, estando aún hablando, cantó un gallo, y el Señor se volvió y miró a Pedro, y recordó Pedro las palabras del Señor... Y, saliendo fuera, rompió a llorar amargamente” Lucas 22:60-62

Mis Amados…

¿Cómo entender siquiera el vuelco en el corazón de Pedro y la Certeza en el Corazón de Jesús ante la evidencia del Hecho que Cristo había profetizado apenas unas horas antes?

Sin embargo, más que de reproche, la Mirada de Jesús fue una propuesta renovada de Hermandad, de Amor, de Perdón y de Esperanza.

Una mirada dolorida, porque el amor nunca es indiferente ante la infidelidad, pero sobre todo fue una mirada acogedora y compasiva, porque “el amor no lleva cuentas del mal” como dice 1a. Corintios 13:5.

A la luz de esa mirada, Pedro, en un instante, releyó toda su vida, no sólo aquel momento y lloró reconociendo en sí su humanidad e imperfección delante de la Infinita Bondad y Amor de Cristo, Su Señor y Salvador.

Aquella mirada le hizo Nacer de Nuevo; finalmente el viejo hombre había muerto; ya no quedó nada de él y Pedro se dejó mirar así y esto le salvó.

A diferencia de Judas, quien rechazandola, “fue y se ahorcó”.

“La mirada de Jesús es Siempre una Oportunidad Gozosa”
Pastor Jorge Macías Benítez

Como en la parábola de la higuera estéril, Cristo está siempre dispuesto a pedir otra oportunidad al dueño de la viña para aquella higuera infructuosa, antes de proceder a su arrancamiento.

Mientras tanto, se encargará de cavar en su derredor y abonarla convenientemente para que dé fruto como dice Lucas 13:6-9.

Este es siempre el tono de la mirada de Jesús: propuesta misericordiosa de salvación.

6. La mirada a la mujer.

En una cultura como la judía, en la que la mujer era considerada una realidad devaluada.

“Bendito seas, tú, Señor, porque no me has hecho gentil, mujer o esclavo”, oraba tres veces al día todo varón israelita, la actitud de Jesús resultó llamativa porque no rehuyó su encuentro; más aún, no dudó en dejarse acompañar en su ministerio público por un grupo de mujeres, que le fueron fieles hasta la muerte como dice Su Palabra en Lucas 8:1-3; Marcos 15:40-41 y aún después en Marcos 16:1-8).

Desde su celibato por el Reino, Jesús no dudó en acercarse a la mujer y mirarla con buenos ojos y sentimientos de profunda humanidad, como hombre que era.

De hecho, el mundo femenino ocupa un puesto relevante en el Evangelio; ya el Señor nos ha Revelado que todo en el Reino de Dios tiene Su Orígen a partir de la Matriz Sobrenatural.
Buena parte de los milagros tienen como destinatarios a mujeres:

  • La suegra de Pedro en Marcos 1:29-31
  • La mujer con el flujo de sangre en Marcos 5:25-34
  • La hija de Jairo en Marcos 5:21-24 y 35-43
  • La hija de la sirofenicia en Mateo 15:22-28
  • La mujer encorvada en Lucas 13:11-13

El “lenguaje femenino” inspira no pocas parábolas: la de la levadura  en Mateo 13:33, la de la dracma perdida en Lucas 15:8-9, la de los dolores y alegrías del parto en Juan 16:21, la de las diez doncellas en Mateo 25:1.

¡La mujer, la Matriz de Dios!

Nada se Crea en el Reino si no es a partir de dicha Matriz y es por ello que Dios le entregó al Varón su Varona como dice Génesis 2:23.

Conclusión

Finalmente mis Amados profundicemos en la última de Sus Miradas como Jesús el hijo del hombre; esa Mirada que Ahora nos permite tener Miradas de Él como Cristo el Hijo de Dios.

Es la Mirada desde la Cruz.

Lugar difícil para adoptar posturas artificiales; lugar inhumano y cruel, atalaya de vigías marginados; lugar, sin embargo, privilegiado para contemplar la vida y probar la autenticidad de los valores en los que uno cree.
La cruz es un lugar alto, elevado, “Cuando sea elevado sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí” nos dice en Juan 12:32, y un lugar obligado para muchos; desde el que surgen miradas muy diferentes :

  • Miradas turbadas y enturbiadas por el dolor y la desesperación
  • Miradas que cuestionan la bondad de Dios y le interpelan
  • Miradas de resignación impotente; miradas de iluminada esperanza

¿Y la mirada de Jesús?

La Discierno en 3 Dimensiones :

  • Hacia arriba : “Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu” en Lucas 23:45
  • Hacia los lados : “Hoy estarás conmigo en el paraíso” dice en Lucas 23:43
  • Hacia abajo : “Mujer, ahí tienes a tu hijo…” dice en Juan 19:26-27. “Perdónalos, no saben lo que hacen” dice en Lucas 23:34

Hasta el final, ¡la Mirada de Jesús fue Intercediendo con Amor Ágape, Sacrificial, dando la vida por nosotros!.

Murió como vivió, mirando por los otros y hacia el Padre.

Su última Mirada fue una mirada libre, no cegada por el dolor, sino iluminada por el Amor, poniendo en práctica lo que siempre proclamó, el Amor y el perdón incondicional de Dios y su entrega a la causa del Padre, al cumplimiento de Su Voluntad.

Mis Amados en Cristo, entonces y Ahora una última Reflexión:

¿Como es tu mirada al prójimo, a tu casa, a tu familia, a la Creación de Dios?

Oremos

¡Dios los Bendice!

Pastor Jorge Macías Benítez