domingo, 20 de diciembre de 2020

#A267 El Privilegio del Amor de Dios

Serie: La Gracia de Dios

#A267 El Privilegio del Amor de Dios


 


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Introducción


Hola buenos días, ¡Bienvenidos a esta Casa, la Casa de Dios, ¡Reino de Dios Ministerios!

Soy el Pastor Jorge Macías Benítez, su hermano e Hijo de Dios; también de corazón te tiendo la mano, te abro el corazón y te quiero recibir, dar un abrazo…¡¡¡¡en el Amor del Señor…!!!!

El pasado viernes por la tarde, en la Reflexión Devocional que compartí el Señor Ministró, entregó como fundamento la 1ª. carta de Pablo a los Corintios 13 versículos 1 al 3, que dice:

“Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve”

Amados en Cristo, queridos amigos, en esta maravillosa carta del apóstol Pablo a los corintios es en donde se desarrolla la piedra angular en el cristianismo: El Amor. 

Los teólogos y estudioso que escudriñan asarosamente la Palabra de Dios, a tal punto que han llamado esta porción de la escritura el “Himno de Amor del Nuevo Testamento”. 

En el Antiguo Testamento hay un capítulo dedicado a expresar de acuerdo a la poesía hebrea  un cántico de amor, y es el Salmo 45 de los hijos de Coré donde se describen la gloria y la unión de Cristo y la Iglesia. 

También tenemos el libro de los Cantar de los Cantares que es un cántico hebreo que exalta el amor entre un hombre y una mujer a través de 8 capítulos. 

Amados, la continuidad del Discernimiento y reflexión que el apóstol Pablo comparte, guiado por el Espíritu Santo, corresponde al tema de los dones espirituales y es interrumpido al llegar a este capítulo. 

Es en este capítulo13 de 1ª. de Corintios que se establece la importancia de vivir en dominio propio en el uso de los dones a través del amor. 

Ahora amados, no está Pablo refieriédonse al amor como el hombre naturl lo entiende; en realidad se refiere a otro tipo de amor, uno único.

Se está refiriendo al Amor de Dios.

El título del mensaje y Ministración del Señor hoy es:

El Privilegio del Amor de Dios

Oración

Dios es Amor


Amados, al discernir el contexto de esta carta de Pablo en 1ª. de Corintios, vemos que en el capítulo 12 se nos habla primeramente de la diversidad de dones, operaciones y ministerios; luego se nos enseñan los 9 dones del Espíritu Santo, después se nos habla de la unidad del cuerpo de Cristo a través de la diversidad de dones y talentos. 

Posteriormente si nos vamos al capítulo 13 que habla del amor llegamos al capítulo 14 que habla de la forma de cómo regular el uso de los dones espirituales. 

No obstante, podemos encontrar una forma de Discernir un continuo en todo lo que Pablo viene diciendo si consideramos la parte final del ultimo versículo del capítulos 12: 

“Procurad, pues, los dones mejores. Mas yo os muestro un camino aún más excelente” 1ª. Corintios 12:31

Este último versículo del capítulo 12, Pablo exhorta a los creyentes a buscar practicar los mejores dones, pero a continuación dice: 

“Mas yo os muestro un camino aún más excelente”

Amados, este camino aún más excelente es el Amor. 

Es este versículo precisamente, el que nos da la llave de la continuidad en la Ministración del Señor, con el mensaje que nos entrega por medio de Pablo. 


El Camino mas excelente


Amados, nos perdamos de vista la importancia que los dones del Espíritu Santo tienen en la vida del cristiano; sin embargo, Pablo no quiere continuar sin antes recordarles a los corintios el tema del Amor. 

El Amor en sí constituye la plataforma donde tienen origen el resto de las grandes virtudes humanas y al mismo tiempo determina el uso correcto de los dones espirituales bajo las correctas motivaciones. 

El Amor es un concepto muy utilizado en nuestra sociedad, y hasta cierto sentido, un tanto trillado. 

Ahora, a la luz de la Palabra de Dios el Amor puede considerarse un don otorgado por Dios a los hombres: 

“… porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado” Romanos 5:5

También es considerado un fruto del Espíritu Santo el cual tiene que cultivarse y desarrollarse: 

“Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley” Gálatas 5:22-23

Al mismo tiempo constituye la esencia de nuestro glorioso Señor: 

“El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor” 1ª. Juan 4:8

Amados en Cristo, queridos amigos, en nuestra sociedad, le llamamos amor a la pasión sensual que dos jóvenes sienten el uno por el otro, al afecto de un padre hacia su hijo o viceversa, al cariño cultivado por una amistad sincera, al pacto matrimonial que mantiene unidos a una pareja. 

Ahora, realmente que es el Amor a la luz de la Biblia. 

Para poder Discernir mejor este concepto, el griego en el cual fue escrito el Nuevo Testamento utiliza cuatro palabras diferentes para referirse a cuatro diferentes formas en las cuales el amor puede expresarse entre los seres humanos. 

Veamos brevemente en qué consiste cada uno.

1. Eros era una palabra utilizada en la cultura helénica para referirse al amor que está basado en lo sensual y físico que busca el placer personal de su carne lo cual lo vuelve egoísta ya que se centra en sí mismo. Generalmente se guía más por sus instintos y deseos que por el razonamiento. Este tipo de amor habla de enamorarse, de los sentimientos y de lo romántico, pero no habla de compromiso, entrega o fidelidad. Algunos lo han llegado a comparar este amor con un instinto animal.

2. Fileo (φιλέω) es la segunda palabra que los griegos usaban para referirse al amor y este denota el afecto entrañable entre amigos, razón por la cual C. S. Lewis lo llamaba “amistad”. Para los antiguos la amistad era considerada una de las grandes virtudes y sentimientos que podían surgir entre dos personas, tal y como la Biblia lo registra referente a David y Jonatán, lamentablemente hoy ha perdido su valor y solo basta preguntarnos cuántos amigos tenemos realmente para corroborar esta afirmación. Fileo nace como respuesta de lo que la otra persona ha hecho por ella y está influenciado por los sentimientos y emociones. Este tipo de amor, o mejor dicho cariño está limitado únicamente a los amigos y nunca a los enemigos o personas que le causan daño.

3. Stérgo (στέργω), es un amor que da, comparte y se sacrifica entre familiares. C. S. Lewis lo llamo afecto, y lo considero el más humilde de todos los amores: “El afecto, como ya he dicho, es el amor más humilde, no se da importancia. La gente puede estar orgullosa de estar «enamorada» o de su amistad; pero el afecto es modesto, discreto y pudoroso”. Es un amor hasta cierto punto instintivo, como el de una madre a sus hijos, pero es incapaz de ir más allá de la frontera de los lazos familiares.

4. Agapáo (ἀγαπάω), es el amor de Dios. No está basado en las emociones sino en un acto voluntario, en la  decisión de amar a una persona: “En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios,  sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados”, (1 Juan 4:10). Agapáo no ama como consecuencia de lo que otros han hecho por él, sino por voluntad propia, sin considerar méritos o esperar algo a cambio, se extiende a toda persona sin importar su condición social, económica, material y hasta a los enemigos, “Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os odian y orad por los que os ultrajan y os persiguen”, (Mateo 5:44). Es un amor sacrificial y se desarrolla a través de la negación y la vida en el espíritu.

Amados, el Amor del cual habla Pablo es el Agapáo (ἀγαπάω) ó Ágape, y llama la atención que este vocablo tiene muy poco uso en la literatura profana de los griegos; no obstante,  este término comenzó a popularizarse en los textos del Nuevo Testamento como en la Septuaginta, y en el caso específico del Nuevo Testamento aparece alrededor 130 veces como verbo, y 120 veces como sustantivo. 

El amor constituye un regalo de Dios que se derrama en nuestros corazones y al mismo tiempo es un fruto que el Espíritu Santo produce en nuestra vida, este amor es sacrificial y entregado para bien de los demás y de allí la importancia que Pablo resalta ya que en este sentido es capaz de regular las intenciones y motivaciones bajo las cuales se ejercen los dones espirituales y el ministerio.

La Fuente para ejercer nuestros dones


Amados en Cristo, queridos amigos, la importancia y preeminencia (privilegio) del Amor del que nos Ministra hoy el Señor por medio de Pablo en 1ª. e Corintios 13, se encuentra en el hecho de que es la fuente de motivación correcta para ejercer nuestros dones espirituales y ministerio. 

Si no existe este Amor en nuestros corazones difícilmente encontraremos las motivaciones correctas para ejercer nuestros dones. 

Amados, muchos que ejercen sus dones solo con el fin de lucrarse de ellos: 

“Han dejado el camino recto, y se han extraviado siguiendo el camino de Balaam hijo de Beor, el cual amó el premio de la maldad” 2ª. Pedro 2:15

Muchos como los fariseos ejercen su ministerio y practicas piadosas solo para ser vistos por los hombres: 

“Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos” Mateo 6:1

En general, la principal motivación para ejercer nuestros dones y ministerio debe ser el Amor porque cualquier cosa que hagamos sin amor no tiene valor para Dios. 

Pablo dice que de nada sirve hablar en muchas lenguas si no hay amor, sus lenguas humanas o angélicas viene a ser solo ruido disonante en los oídos de Dios: 

“Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe.”

También nos dice que de nada sirve tener profecía, ni entender todos los misterios maravillosos del evangelio ni poseer toda la ciencia de este mundo o incluso tener una fe tan grande capaz de trasladar los montes, ya que si no hay amor de nada sirve: 

“Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy”

Amados, de nada sirven los grandes sacrificios que se realicen, si no es el amor lo que los motiva de nada sirve: 

“Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.”
1ª. Corintios 13:3

Entonces, debemos evaluar cuales son las motivaciones que nos impulsan a desarrollar nuestros dones y ministerio, porque debería ser el Amor ya que cuando sea así nuestro único fin será servirle de corazón sencillo a Dios buscando siempre honrar su nombre y contribuir con el bien de la iglesia del Señor.

El Amor Cristiano 


Ahora, el Amor que surge del Trono de la Gracia y nos es entregado por el Espíritu Santo y en comunión con el Padre y el Hijo, es compartido en los versículos 4 al 7 de 1ª. Corintios 13 que describen el amor mayormente en términos negativos. 

Pablo menciona aquí quince características de este amor.

"4 El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; 5 no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; 6 no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. 7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.”

El amor verdadero busca el bien de otros sin considerar sus méritos o falta de ellos. 

Las quince características que señala nos ayudarán a evaluar nuestras relaciones personales y a reconocer un sentimiento auténtico. 

Si no las tenemos, con toda seguridad que no existe una interacción correcta. 

Cada una de ellas podría introducirse con la frase “quien ama de verdad…”  y pueden aplicarse para describir el vínculo que guardamos con nuestros familiares, cónyuge, novio o novia o con los hermanos de la iglesia, con nuestros semejantes.

Lo que “si” es el amor 13:4a

Paciente. Quien ama de verdad es paciente. Literalmente, quiere decir “lento para “enojarse”, que no se irrita con facilidad. 
o En el Nuevo Testamento se usan dos palabras para expresar esta idea. La primera se refiere a la capacidad de aguantar la presión de una carga pesada, ya sea real o figuradamente, como cuando se está sufriendo una persecución intensa. 
o La segunda señala la facultad de soportar a una persona insufrible, con quien cuesta gran esfuerzo llevarse bien. 
o La actitud descrita en este caso es de la segunda clase, y nos capacita para sobrellevar a otros
Benigno. La persona que ama de verdad es bondadosa porque manifiesta misericordia y amabilidad hacia los demás.
Lo que “no” es el amor 13:4b–6
No es celoso. La persona que ama de verdad no tiene envidia, no sospecha, ni desconfía de quien ama. En Proverbios 31:11 (“El corazón de su marido está en ella confiado, 
Y no carecerá de ganancias”) se describe la forma en que funciona esta relación de amor genuino. El esposo deposita su confianza absoluta en su esposa, quien debido a su conducta ejemplar, no le da motivo para que dude de ella. Si queremos a alguien de verdad, nunca daremos lugar al recelo.
No es jactancioso. Esta característica se refiere a que la persona que ama no busca ser el centro de todo, sino que lo sea el ser amado. Cristo nos amó y por eso se entregó a sí mismo por nosotros.
No se envanece. Quien de verdad ama no es arrogante; no se siente superior, ni es orgulloso.
No es indecoroso. Esto significa que no se comporta de una manera vergonzosa ni muestra una conducta descortés o ruda. No es necesario decirle “¡No trates así a…!”
No busca lo suyo. Quiere decir que uno no va por la vida buscando beneficios personales ni pretende salirse siempre con la suya.
No se irrita. Alguien que ama no se deja provocar fácilmente. Esto no quiere decir que jamás se enoje o se sienta ofendido. Más bien que donde existe el amor verdadero no es fácil que haya enfado, porque el amor no da lugar a la impaciencia.
No guarda rencor. Se refiere a que no permite que un mal crezca, ni pasa el tiempo meditando en las ofensas recibidas. No hace largas listas de agravios sino que busca disculpar, perdonar y olvidar lo sucedido.
No se goza en la injusticia sino que se solaza en la verdad. El verdadero amor hace énfasis en lo positivo y no en lo negativo de la otra persona, como algunos que se deleitan en señalar el mal que otros cometen porque así pueden criticarlos y exaltarse así mismos, pensando que son mejores que los demás. 
o Al ver a la persona amada cometer algún pecado, lo lamenta porque sabe que traerá consecuencias tristes para los dos. 
o Más bien se regocija en los triunfos del otro.
También es sincero. No se siente a gusto al ver que alguien va por un camino equivocado, sino que busca lo mejor y la verdad para los dos.

Conclusión


Cierra esta poderosa y ungida “descripción” que es en verdad una exhortación a Discernir el Amor, en el versículo 7, cuando nos dice al respecto del Amor que viene de Dios:

Sufre TODO. En el pasaje se mencionan cuatro rasgos positivos que incluyen “todo”. Quien ama de verdad soporta todo lo que pueda venir, sean insultos, heridas, o desilusiones.
Cree TODO. Siempre se confía en el otro. No significa aceptar cualquier cosa que diga, sino que hay una seguridad total en él o ella.
Espera TODO. La persona que muestra este sentimiento manifiesta una actitud optimista en cuanto al futuro. No pasa grandes períodos de tiempo preocupado por el mañana. Espera lo mejor para el ser amado y para ella.
Resiste TODO. El apóstol ahora introduce la otra clase de paciencia, la de aguantar una carga pesada. Aun en medio de grandes conflictos. Quien ama de verdad soporta el peso del sufrimiento y muestra paciencia y perseverancia cuando está bajo presión.

Finalmente amados, nos comparte el Señor esta Declaración, “El amor nunca deja de ser.”
Con ello nos indica que este supremo sentimiento nunca fallará.

La expresión se traduce como “el amor jamás cae ni termina”, haciendo un contraste con lo que es temporal o condicional.

Quien de Verdad ama, sigue haciéndolo a pesar de las circunstancias difíciles que puedan venir.
Podemos concluir diciendo que el Amor verdadero evidencía dos características primordiales que abarcan a todas las mencionadas:

1. No considera el mérito o falta de mérito de la persona amada, ni se basa en alguna condición. 
Es como el amor de Dios que aún cuando lo ofendemos en todo, nos sigue queriendo (Romanos 5:8 “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”).
2. Este sentimiento, cuando es verdadero busca lo que es mejor para la persona amada.

Por medio de estas palabras el Apóstol deja sentada con absoluta Certeza que sólo el Amor triunfa 

“Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia” Colosenses 3:12

Oremos


¡Dios los Bendice!


Ps. Jorge Macías Benítez