domingo, 14 de noviembre de 2021

#A311 Hambre de Ser

Hambrientos a la Vista

Nueva Serie




Ps. Jorge Macías Benitez 

14 de Noviembre del 2021


Introducción


Hola buenos días, ¡Bienvenidos a esta Casa, la Casa de Dios, Reino de Dios Ministerios!


Soy el Pastor Jorge Macías Benítez, su hermano e Hijo de Dios; también de corazón te tiendo la mano, te abro el corazón y te quiero recibir, dar un abrazo…¡¡¡¡en el Amor del Señor…!!

Ser y estar son quizá los 2 principales Anhelos de la raza humana, de los Creados de Dios.


Ser y estar en la Presencia de quien decide, de quien tiene, de quien crea, de quien puede.


Claro, en el caso de nosotros los Cristianos, esto tiene una muy especial relevancia.


De hecho para poder Ser y estar, es entonces que buscamos Su Presencia.


“Presencia” es una traducción común de la palabra Hebrea “rostro”. 


Literalmente, hemos de buscar su “rostro”. 


Pero esta es la forma hebraica de tener acceso a Dios. 


Estar delante de su rostro es estar ante su presencia.


Pero ¿no están su hijos siempre ante su presencia? 


Sí y no. 


Sí en dos sentidos: 


En primer lugar, en el sentido que Dios es omnipresente y por lo tanto siempre está cerca de todo y de todos. 


Él mantiene todo en su existencia. Su poder siempre está presente en el mantenimiento y gobierno de todas las cosas.


Y en segundo lugar, sí, Él siempre está presente con sus hijos en el sentido de su pacto de compromiso de estar siempre con nosotros, obrar por nosotros y transformar todo para nuestro bien. 


“Y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” Mateo 28:20


El título del mensaje este domingo es:


#A311 Hambre de Ser


Oremos


Certeza de la elección eterna


Sabes, hay un sentido en el que la presencia de Dios no está con nosotros siempre. 


Por esta razón, la Biblia repetidamente nos llama a “buscar al Señor… buscar su presencia continuamente”. 


La presencia confiable, consciente y manifiesta de Dios no es nuestra experiencia constante. 


Hay temporadas cuando nos volvemos negligentes para con Dios, no le damos ningún pensamiento, no ponemos nuestra confianza en Él y le encontramos “no-manifestado” – es decir, imperceptible como grande, hermoso y valioso por los ojos de nuestros corazones.


“Dios nos llama para disfrutar del conocimiento continuo de su suprema grandeza, belleza y valor.”


Su rostro – el brillo de su carácter personal – se oculta detrás de la cortina de nuestros deseos carnales. 

Esta condición siempre está dispuesta a sobrepasarnos. 

Esa es la razón por la que se nos dice “buscar su presencia continuamente”. 

Dios nos llama para disfrutar del conocimiento continuo de su suprema grandeza, belleza y valor.

Buscando un significado


Amadas, amados en cristo, esto sucede a través de “buscar”. 

De búsqueda continua. 

Pero ¿qué significa eso en la práctica? 

Tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento dicen que es una “fijación de la mente y el corazón” en Dios. 

Es la fijación consciente o el enfoque de nuestra atención de la mente y nuestros afectos del corazón en Dios.

La palabra de Dios nos dice:

“Dispongan ahora su corazón y su alma para buscar al Señor su Dios.” (1 Crónicas 22:19)

“Si ustedes, pues, han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Pongan la mira (la mente) en las cosas de arriba, no en las de la tierra.” (Colosenses 3:1-2)


Esta fijación de la mente es lo opuesto de la relajación mental. 


Es una elección consciente de dirigir el corazón hacia Dios. 


Esto es lo que Pablo dice a la iglesia: 


“Que el Señor dirija sus corazones hacia el amor de Dios y hacia la perseverancia de Cristo” 2 Tesalonicenses 3:5


Este es un esfuerzo consciente de nuestra parte. Pero ese esfuerzo de buscar a Dios es un regalo de Dios.


“Buscar a Dios es el esfuerzo consciente de llegar a Dios mismo a través de medios naturales.”


Nosotros no hacemos este esfuerzo mental y emocional para buscar a Dios porque Él esté perdido. 


Esa es la razón por la que buscaríamos una moneda o una oveja. Pero Dios no está perdido. 


Sin embargo, siempre hay algo a través del cual o en torno al cual debemos ir a Su encuentro conscientemente. 

Este ir ‘a través de’ o ‘en torno a’ es lo que significa buscar. Él a menudo está oculto. 


Velado. 


Debemos ir a través de medios y alrededor de obstáculos.


Los cielos cuentan la gloria de Dios. 


Así que podemos buscarle a través de eso. 


Él se revela a sí mismo en su palabra. 


Así que podemos buscarle a través de eso. 


Él se muestra a sí mismo a nosotros en las evidencias de la gracia en otras personas. 


Así que podemos buscarle a través de eso. 


La búsqueda es el esfuerzo consciente de llegar a Dios mismo a través de los medios naturales – para fijar nuestras mentes hacia Dios constantemente en todas nuestras experiencias, para dirigir nuestras mentes y corazones hacia Él a través de los medios de su revelación. 


Esto es lo que significa buscar a Dios.


Evita los Obstáculos y Cuida tu Corazón


Hay un sinnúmero de obstáculos que debemos sortear a fin de verlo claramente, y así podamos estar en la luz de su presencia. 


Debemos huir de las actividades espiritualmente insípidas. Debemos correr de ellas y esquivarlas. 


Ellas están bloqueando nuestro camino.


Sabemos lo que nos hace vitalmente sensibles a las apariciones de Dios en el mundo y en la palabra. 


Sabemos lo que nos opaca, nos ciega y hace que ni siquiera queramos buscarlo. 


De estas cosas hay que alejarnos y dar la vuelta si queremos ver a Dios. 


Eso es lo que implica buscar a Dios.


“La gran promesa para los que buscan al Señor es que Él será encontrado.”


Y a medida que dirigimos nuestra mente y corazón hacia Dios en todas nuestras experiencias, clamamos a Él. 

Esto es también lo que significa buscarle.

“Busquen al Señor mientras puede ser hallado, llámenlo en tanto que está cerca.” (Isaías 55:6)
“Si tú buscaras a Dios e imploraras la misericordia del Todopoderoso…” (Job 8:5)

Buscar implica llamar e implorar. 

“Oh Señor, abre mis ojos. Oh Señor, quita la cortina de mi propia ceguera. Señor, ten piedad y revélate a tí mismo. Anhelo ver tu rostro.



Humildad Esencial


El mayor obstáculo para la búsqueda del Señor es el orgullo. ”El impío, en la arrogancia de su rostro, no busca a Dios” (Salmos 10: 4). 


Por lo tanto, la humildad es esencial para la búsqueda del Señor.


La gran promesa para los que buscan al Señor es que Él será hallado. “Si Lo buscas, El te dejará que Lo encuentres” (1 Crónicas 28: 9). 


Cuando Él es encontrado, hay gran recompensa. 


“Porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que Él existe, y que recompensa a los que Lo buscan” (Hebreos 11: 6). 


Dios mismo es nuestra mayor recompensa. Y cuando lo tenemos, lo tenemos todo. Por lo tanto, “¡Busquen al Señor y su fuerza; busquen continuamente su presencia!”


Conclusión


Oremos


Ps. Jorge Macías Benitez