Reino de Dios Ministerios
Ps. Jorge Macías benitez
Ministración semanal
Introducción
Hola buenos días, ¡Bienvenidos a esta Casa, la Casa de Dios, Reino de Dios Ministerios!
Soy el Pastor Jorge Macías Benítez, su hermano e Hijo de Dios; también de corazón te tiendo la mano, te abro el corazón y te quiero recibir, dar un abrazo…¡¡¡¡en el Amor del Señor…!!
Este domingo 27 de Junio del año del Señor 2021 y el en Día 19 de nuestra Serie de Mensajes, Tras las Pisadas de Jesús - aunque estamos en realidad en la Asamblea 30 y tantos, dado que varias de esos días y mensajes han sido dobles - el Señor nos quiere Ministrar muuuuy especialmente y centrando Su Ministración en el llamado a ganar Almas.
¡Amados, queridos amigos, buscadores de Esperanza, transformación, Gozo, Bendición! Jesús no se limitó en Su Llamado y Ministerio a las ciudades más grandes, sino que también fue a los poblados pequeños.
Jesús iba adondequiera que había personas.
Mateo resume ese ministerio en 3 categorías:
Predicación
Enseñanza
Sanidad
Amados, queridos amigos, el mensaje que Él proclamó, es el ¡Evangelio del Reino!
Eso nos indica que ¡Él invitó a las personas a entrar en la atmósfera espiritual donde Dios reina!
Es por demás sensible que Jesús sana a los enfermos mientras les muestra, les da Visión a estas personas, cómo quedar libres del pecado.
Amados, queridos amigos, debido a que el pecado original es la fuente de la enfermedad, Jesús se interesa en las necesidades del espíritu y del cuerpo.
Él liberaba a la gente de sus pecados y enfermedades, !todavía lo hace hoy!
El fundamento en esta entrega y Ministración de Dios, de Cristo y en el Espíritu Santo, lo encontramos en Mateo 9: 35-38, que dice:
“Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies.”
El título de esta Ministración es:
Obedece tu Llamado
Oremos
¿Ya viste la Cosecha?
Amados en Cristo, queridos amigos, profundicemos en el Perdón de pecados y la Salvación de quienes han tomado la decisión por Cristo, al Ser Llamados.
Jesús tuvo gran compasión por las multitudes que lo seguían.
Él las vio como personas abatidas y cansadas.
También las vio como una gran cosecha de grano que estaba madura y lista para ser recogida.
Como para otras cosechas, también para esta sé necesitaban obreros.
Todavía se oye el clamor de "...los obreros son pocos".
Amados en Cristo, queridos amigos, los Discípulos sabían que si un campo sembrado estaba maduro había que cosecharlo en seguida.
El agricultor no podía esperar, así que llamaba a los cosechadores para que vinieran y ayudaran a recoger el grano.
Jesús estaba preparando a sus discípulos para que fueran y comenzaran a recoger la cosecha; estos doce no serian suficientes.
La respuesta de Jesús para esa necesidad fue: "Rueguen."
Si alguien no esta lo suficientemente interesado para rogar - para Clamar en Oración - por las almas perdidas, es improbable que sea sensible al llamado de Dios para ser un obrero o para apoyar a los obreros en el campo evangelizador.
Cuanto más uno ora, más sentirá la necesidad de hacerlo y Discernir el Propósito de Dios.
La cosecha esta igual de madura hoy.
Dios quiere obreros que vayan al mundo, y que recojan una cosecha de almas.
Lo que debemos hacer es orar por más obreros, y simultáneamente ir a dar Testimonio de la Fe en Cristo.
¿De que manera se puede comparar la evangelización con un campo sembrado listo para la cosecha?
¿Qué papel desempeñas en la tarea de evangelizar?
¿Qué puedes hacer para involucrarte más en esta tarea?
Amados, queridos amigos ¿Cuál es el primer pensamiento que viene a su mente cuando alguien habla de Sembrar y Cosechar?
Muchos de nosotros inmediatamente escuchamos eso como una advertencia de no pecar, porque el resultado será una cosecha dolorosa; este Diseño Es también a la siembra de la buena semilla, lo cual agrada a Dios.
Ello, produce pureza y santidad de vida.
De hecho, el Nuevo Testamento habla con más frecuencia de cosechas positivas que dé cosechas negativas.
Nos comunica Diseño y Verdad, nos entrega el Libre Albedrío para ser Bendición - Hallal - o maldición - harram - .
Amados, al menos genera afán el encontrarse en un campo donde el pecado ha madurado, sintiendo pesar por estar conscientes de que fuimos nosotros quienes hicimos la siembra; no obstante, aun en medio de esa amarga cosecha, podemos tomar la decisión de plantar de forma diferente.
Nunca es demasiado tarde para cambiar de semilla.
Nuestra vida está en evolución constante, aunque a veces nos volvemos impacientes o nos falta diligencia para seguir sembrando la clase de semilla correcta.
Mientras lidiamos con el mal fruto de nuestros pecados del pasado, podemos perder la esperanza de ver una buena cosecha.
Ahora, si no nos damos por vencidos, Dios hará que madure el buen fruto.
Llegará el tiempo en el cual finalmente veamos la cosecha de una vida de pureza y santidad, de Obediencia y entonces Discerniremos que bien valió la pena trabajar y esperar.
El día del Señor
La Palabra de Dios, nos dice en 2a. Pedro 3: 8-12:
“Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán!” 2a. Pedro 3:8-12
Amados en Cristo, queridos amigos, seguramente has reflexionado al respecto del hecho de que muchos en nuestra generación se privan de las Bendiciones por no Honrar el día del Señor.
De niño el domingo no era necesariamente, mi día favorito.
No lo era, seguramente por las razones que ahora mismo estás pensando o imaginando.
Sencillamente y en tanto no pude tomar mis propias decisiones - debido a la edad y sujeción a mis padres naturales - mi agenda dominical era la que mis padres determinaban y esta no era necesariamente, estar en la voluntad de Dios.
Amados, de acuerdo con las normas de hoy día, la interpretación natural de la que debiera ser la Ekklesia en relación sobre las actividades del día de reposo, nos parece extrema y estricta; no obstante, nuestras vidas han perdido algo maravilloso.
Hasta el día de hoy sigo reflexionando y discirniendo que hemos perdido.
En parte es el haber estado - y ahí esta mi Identidad y Posición recibida - yo firmemente “ligado” al Señor.
Amados en Cristo, queridos amigos, también hemos perdido el sentir que la influencia de Satanás está lejos de nosotros.
Ese sentir, ese mover, es mayormente el fortalecimiento recibido por el Poder espiritual que se estaba formando.
Amados, desde el Tiempo de Adán hasta Ahora, se ha hecho - quizá exagerado - énfasis en la ley del día de reposo, mas que en cualquier otro mandamiento.
El hecho de que se haya puesto tanto énfasis es una Señal de su importancia.
Génesis nos muestra que Dios mismo nos dio el ejemplo al crear la tierra:
“1 Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos. 2 Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo. 3 Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación.” Génesis 2: 1-3
En la época bíblica este mandamiento de descansar y adorar era tan estricto, que su violación traía consigo la pena de muerte (Exodo 31:15).
Aun a la tierra se le dio un día de reposo:
“Pero el séptimo año la tierra tendrá descanso, reposo para Jehová; no sembraras tu tierra, ni podaras tu viña” Levítico 25: 4
El Antiguo Testamento se refiere al día de reposo como un día bendito y santificado; así lo dice en Exodo 20: 11.
También era un símbolo del pacto perpetuo de fidelidad (Exodo 31:16); de santa convocación (Levítico 23:3) y un día de celebración espiritual (Levítico 23:32).
Jesús reafirmó la importancia del día de reposo, aunque introdujo un nuevo espíritu a esta parte de la adoración (Mateo 24:20).
Amados, mas que observar la Obediencia a muchos reglamentos específicos con respecto a lo que se debía o no hacer durante el día de reposo, afirma que es licito hacer bien en el día de reposo (véase Mateo 12:12).
Nos enseña que “el Hijo del Hombre es Señor del día de reposo” (Mateo 12:8) e introduce desde aquel tiempo, el principio de que “el día de reposo fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del día de reposo” (Marcos 2:27).
El mismo hizo cosas buenas ese día, como sanar al paralítico (Marcos 2:1-12) o al hombre que tenia la mano seca (Mateo 12:10-13).
De manera que el mandato divino de la observancia del día de reposo en la actualidad es mas una manifestación de la devoción y el compromiso individual que un requisito de la ley establecida en el Pacto de la Ley o Antiguo testamento.
Andar en el Espíritu
Saulo de Tarso, más que cualquier otro cristiano en cualquier época, conoció y vivió este principio y Diseño de Dios.
De hecho, nos deja una pieza profunda y poderosa de Ministración y enseñanza de ello:
“16 Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. 17 Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.
18 Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley. 19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, 20 idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. 22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. 24 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.
25 Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. 26 No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros.”
Gálatas 5: 16-26
En estos pasajes, el apóstol Pablo describe dos maneras diferentes de “andar” — es decir, de vivir — junto con sus correspondientes cosechas:
Andar en el Espíritu, y cosechar fruto del Espíritu y la vida eterna
Andar en la carne, y cosechar el fruto corrompido de la misma.
Estas son las únicas dos opciones, las cuales están en fuerte oposición entre sí (Gá 5.17).
La carne es la personalidad humana controlada por el pecado que lleva a la búsqueda de la conveniencia propia.
Este ángulo de nuestra condición humana, es transformada y renovada, cuando respondemos al Llamado de Cristo.
Andar en la carne es hacer lo que nos viene de manera natural; esto es, seguir nuestros propios deseos, pelear por nuestros derechos y depender de nosotros mismos.
La única manera de controlar y vencer los deseos de la carne es por medio del Espíritu; veamos que nos dice el Señor en Gálatas 5:16…
“Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne."
Andar en el Espíritu nos exige renunciar y depender de Dios en todo momento.
La vida cristiana es un andar sobrenatural, porque es el Espíritu Santo quien vive dentro de todo creyente - luego de recibir el Bautismo del Espíritu Santo (Juan 3: 1-7, Hechos 1: 5, Hechos 19: 1-7 - quien lo inicia y lo mantiene.
Sembrando para el Espíritu o para la carne
Amados en Cristo queridos amigos, ¿cómo podemos saber si estamos sembrando para el Espíritu o para la carne?
Es posible que no sea tan evidente como pudiéramos pensar.
Consideremos el testimonio bíblico de los gálatas que habían caído en el legalismo judaico y que estaban tratando de santificarse por medio de sus esfuerzos para guardar la Ley.
Pablo los amonestó con estas preguntas:
“¿Tan insensatos sois? Habiendo comenzado por el Espíritu, ¿vais a terminar ahora por la carne?” Gálatas 3: 3
Amados en Cristo, queridos amigos, sí intentamos vivir en pureza y santidad con nuestras fuerzas, estaremos sembrando para la carne.
Toda cosecha de pureza y santidad debe sembrarse para el Espíritu, sometiéndose totalmente a Él y andando en obediencia a la Palabra de Dios.
A través de los años he sido testigo de como el granjero que observa el día de reposo parece obtener mas de su granja que el que trabaja los siete días de la semana.
El mecánico podrá lograr terminar mas y mejores trabajos en seis días que en siete; el doctor, el abogado, el dentista y el científico podrán lograr mas si tratan de descansar el día de reposo que si tratan de utilizar cada día de la semana para su trabajo profesional.
Amados en cristo, queridos amigos, Es mi Anhelo el dar Consejo, el ministrar a todos los hermanos y hermanas en la fe, a todos los Hijos e Hijas de Dios que si les es posible, ordenen sus asuntos y que no laboren o eludan el día del Señor.
Ahora, cualquiera que busca Comunión, Unidad, Visión, Revelación, Gracia, Unción de Dios, hace esto, sus Ser será más ágil y el Espíritu Santo les entregará las Verdades y Diseños de Dios que son Su Voluntad para ti.
Esto se debe a que Dios ha santificado su día y lo ha bendecido como pacto perpetuo de fidelidad como nos dice en Exodo 31: 16.
conclusión
¿Por que nos ha pedido el Señor que guardemos el día de reposo?
Creo firmemente que los propósito de Dios, se pueden visualizar - por así decirlo - al menos en 3 dimensiones.
La primera tiene que ver con la necesidad física de descansar y renovarse; claramente Dios que nos creó, debe haber sabido mucho más que nosotros de los límites de nuestra energía y fortaleza física.
¿Por que nos ha pedido el Señor que guardemos el día de reposo?
La segunda razón es, de mayor impacto y Poder.
Tiene el Propósito de renovar, fortalecer y Transformar nuestro bienestar espiritual.
Dios sabe que si se nos deja completamente a nuestro placer, sin que se nos recuerden nuestras necesidades espirituales, muchos degenerarán en el deseo de satisfacer solo sus deseos y apetitos mundanales.
Amados, la necesidad de regenerarse física, mental y espiritualmente se logra en gran parte a través de guardarnos para una Comunión con Él, el día de reposo.
La tercera razón puede ser la más importante de todas y tiene que ver con la Obediencia y una expresión de nuestro amor por Dios.
Benditos aquellos que no necesitan otra razón sino su amor por el Salvador para guardar sus mandamientos.
La respuesta que dio Adán al ángel que le preguntó por que hacia sacrificio al Señor es un modelo para todos nosotros:
“No sé, sino que el Señor me lo mandó”
El profeta Samuel nos recuerda:
“Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros”
1a. Samuel 15:22
En este Tiempo en que aumenta el acceso e interés por el materialismo, hay una protección segura para nosotros y nuestros hijos contra las plagas de la actualidad.
Sorprendentemente, la clave para esa protección se puede encontrar en el guardar y Obedecer el Diseño de Dios del día de reposo:
¿Quién puede dudar que la Obediencia sincera del día de reposo, que además es instrucción, Diseño de Dios, nos puede mantener sin mancha del mundo?
El mandamiento de guardar el día de reposo es un Pacto continuo entre Dios y sus Escogidos.
El Señor le dijo a Moisés y a los hijos de Israel:
“En verdad vosotros guardareis mis días de reposo; porque es señal entre mi y vosotros por vuestras generaciones … por pacto perpetuo. Señal es para siempre entre mi y los hijos de Israel”
Exodo 31:13, 16-17
Oremos
dios los bendice