miércoles, 23 de mayo de 2018

#A139 Algo tiene que Cambiar. Parte II

Serie : Desafiando al Gigante : El Carácter del Cristiano
#A139 Algo tiene que Cambiar. Parte II

Pastor Jorge Macías Benítez
20 de Mayo, 2018





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Introducción

¡Hola Bienvenidos, Buenos días…!
Soy el Pastor Jorge Macías Benítez, su hermano e Hijo de Dios; también de corazón te tiendo la mano, te abro el corazón y te quiero recibir, dar un abrazo…¡¡¡¡en el Amor del Señor…!!!!
Amados quienes nos siguen en redes sociales o acá reunidos, familia natural y de la Fe, a todo buscador de Amor, de Verdad, de Paz y de Esperanza, a todos quienes escuchan, leen y/ó ven la publicación de los Mensajes que por Gracia de Dios, Él Ministra por medio de este Hijo Suyo que les habla y escribe, ¡Bienvenidos a esta que es casa de Dios y de Su Reino, Reino de Dios Ministerios!
Esta mañana del domingo 20 de Mayo del año 2018, ....
El título del Mensaje esta mañana a manera de continuación y para terminar lo que dió inicio la semana y Asamblea previa, es :
Algo tiene que Cambiar...parte II

En Efesios 4 : 30-32 dice la Palabra de Dios :
“30 Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. 31 Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. 32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.”

Oremos
Inicio

Amados…

La Semana pasada les compartí un previo de esta 2da. Parte cuando el Señor les Ministró al respecto de :
Enfrentar la Ira y así evitar la falta de perdón
Para ello nos compartió al respecto de cuando una persona llega a ser cristiana, su conducta y personalidad deben pasar por ciertos cambios. Uno de esos cambios tiene que ver con el temperamento. Un cristiano debe reaccionar de una manera cristiana. No debe perder el control.
Fué así que la Asamblea previa nos dijo al respecto del primer hombre que descubrió el poder destructivo de la ira, Caín.
Recordemos :
Caín y su hermano Abel, fueron los dos primeros hijos de Adán; cuando estos hijos llegaron a ser adultos, Caín se hizo agricultor y Abel era pastor de ovejas.
A Caín y Abel se les había enseñado la forma correcta de adorar a Dios; ellos sabían que Dios exigía la ofrenda de un animal inocente como sacrificio por sus pecados.
Cuando llegó el tiempo de adorar al Señor, sólo uno de los hermanos obedeció a Dios.
Abel trajo un cordero como ofrenda, pero Caín trajo frutos de sus cosechas.
Dios aceptó a Abel y su ofrenda, pero rechazó a Caín y la suya. Como resultado de esto, Caín se enojó mucho. Estaba enojado con Dios y tenía envidia de su hermano.
Dios le advirtió a Caín de las consecuencias de su ira. El mensaje de Dios para Caín era éste: “¡Cuidado! Tu ira es como un león esperando a tu puerta. Debes controlar tu ira o ella te controlará a ti”. Pero Caín no respondió a la advertencia de Dios. Sus celos hacia su hermano Abel se transformaron en odio.
Un día en que Caín y Abel estaban juntos en el campo, Caín se levantó contra su hermano y lo asesinó.
Así, el primer hombre nacido en este mundo se hizo asesino porque no controló su ira.
Enfrentando la Ira
Amados, al igual que a Caín, tenemos al “león” de la ira dentro de nosotros.
Debemos controlarlo o él nos controlará a nosotros.
Dios no ha dicho que nunca debemos enojarnos, pero nos ha advertido del peligro de la ira descontrolada. La Biblia dice:
“Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo” Efesios 4:26
La ira es en su manifestación, la más violenta de las emociones humanas.
Debido a que involucra sentimientos tan fuertes, la ira está muy cerca del pecado.
La Biblia no dice : “Sé bueno y no peques”, o “Ama, pero no peques,” porque la bondad y el amor están muy lejos del pecado.
Amados, cuando estamos enojados, estamos en peligro de pecar.
Alguien ha dicho : “Si vamos a enojarnos y no pecar, podemos enojarnos solamente contra el pecado”.
Hay 3 cosas que podemos hacer con nuestra ira:
  1. Podemos expresarla.
Cuando la ira está fuera de control, hace gran daño.
Cuando nos enojamos tanto que deseamos arremeter contra alguien y herirlo, estamos cometiendo un gran pecado. Lo llamamos “perder el control”.
No es extraño que pensemos que demostramos lo fuerte que somos, cuando nos descontrolamos.
Amados, perder el control es señal de debilidad, no de fuerza.
La Biblia dice:
“No te apresures en tu espíritu a enojarte; porque el enojo reposa en el seno de los necios” Eclesiastés 7 : 9
II. Podemos suprimirla.
Suprimir la ira es guardársela adentro.
Hay personas que se enojan y expresan su furia abiertamente.
Otras tienen los mismos sentimientos de ira, pero logran guardarlos dentro de sí.
La ira que se guarda o se mantiene encerrada dentro de nosotros, nos hiere y continúa hiriendonos.
Se convierte en resentimiento y amargura y puede causar una depresión o también muchas clases de enfermedades físicas.


III. Podemos confesarla
La mejor manera de tratar con los sentimientos de enojo, es hablar con Dios acerca de ellos.
Ésta es una buena forma de desahogarse sin pecar.
Dios nos conoce mejor que nos conocemos a nosotros mismos y siempre será comprensivo con nosotros.
El sólo estar en la presencia de Dios nos ayuda a calmarnos.
También nos ayuda a ver las cosas en su perspectiva correcta.
Muchas veces nos damos cuenta de que lo que nos molestaba tanto, en realidad no era tan importante.

Reflexionemos…

Debemos Luchar contra el Pecado del Mal Genio
El mal genio es la ira descontrolada, la ausencia de dominio propio y por lo tanto de la Presencia del Gobierno del Espíritu Santo en tu vida; ésto siempre es malo.
Cuando perdemos el control, sólo queda una cosa por hacer :
¡Debemos confesárselo al Señor como pecado y confiar en la sangre limpiadora de Cristo!
Si hemos ofendido o herido a otras personas debemos, desde luego, ofrecerles disculpas, pedirles humildemente nos otorguen su perdón.
No importa cuántas veces pierdas el control, debes arreglar las cosas con los demás cada vez.
Un Acto así...
“te ayudará a ser humilde y a ver el daño que haces con tu mal genio”
Pastor Jorge Macías Benítez
Escucha :
  • Es mejor no buscar a la otra persona si todavía estás molesto
  • Espera hasta que estés calmado y luego ve y arregla las cosas con esa persona
Debemos Buscar la Causa del Mal Genio
Aunque confesemos fielmente nuestro pecado a Dios cada vez que perdemos el control, seguimos teniendo un problema.
El problema es que seguimos haciendo la misma cosa vez tras vez.
Perdemos el control y lo confesamos.
Después perdemos el control de nuevo y de nuevo lo confesamos.  
Hacemos lo mismo una y otra vez...y otra...y otra...y otra...
No importa cuánto nos esforcemos, seguimos perdiendo el control.
Ya te estás preguntado...acaso es que ¿Hay algún remedio para este problema?
¡Sí, claro que lo hay!
Lo primero que debemos hacer es descubrir es decir, Discernir qué es lo que nos causa, que dispara o activa esa pérdida de control.
La Biblia no dice mucho sobre el mal genio.
La razón es que la Biblia se preocupa por la raíz que causa el mal genio, y no sólo por el mal genio en sí.
¿Cuál es la raíz del mal genio?
¡Es el YO! Ésto es lo que produce el mal genio.
Cada vez que el mal genio se expresa exteriormente podemos estar seguros de que hay un “YO” enojado por dentro.
Podemos esforzarnos mucho en controlar nuestro mal genio pero a menos que nos enfrentemos con el “YO”, seguiremos enojándonos y descontrolándonos.
Amados, exploremos algunas situaciones que producen el mal genio para que podamos ver más claramente que el YO es la causa real de nuestro mal temperamento.
Exploremos las siguientes situaciones :

• Alguien nos desprecia.
Ser menospreciado o rebajado por los demás, es una de las causas más comunes del enojo.
Alguien dice algo desagradable o hiriente acerca de nosotros, y nos enojamos por dentro, porque nuestro orgullo ha sido herido y nuestra autoestima queda afectada.
Esto es sólo una de las muchas formas del YO.
• No podemos salirnos con la nuestra.
Somos obstinados y decididos a salirnos con la nuestra, es decir imponer nuestra opinión y nuestra forma de pensar y hacer o resolver las cosas.
Cuando alguien se nos opone y no podemos hacer lo que queremos, tal vez nos ponemos de mal humor, de mala cara o damos rienda suelta a nuestra ira.
¿Cuál es la causa real de este mal genio? ¡Es el YO!
• Otra persona recibe más honores que nosotros.
Nos gusta que los demás nos respeten y admiren.
Por esta razón nos ponemos celosos de otras personas cuando tienen éxito.
Los celos se transforman pronto en ira cuando alguien obtiene el empleo o el honor que nosotros deseábamos.
Nuevamente la causa real de estos sentimientos malos es el YO.
Estas son sólo unas pocas situaciones que producen el mal genio, pero nos demuestran que la raíz que causa ese temperamento es el YO.
Puede ser que no nos demos cuenta, pero la razón principal de todo nuestro descontento es que nos amamos a nosotros mismos y queremos agradarnos.
Mientras sigamos haciendo de nosotros mismos el centro de todo, reaccionaremos con ira cuando cualquier persona se nos oponga.
En resumen, el mal genio proviene del ser interno.
Proviene del YO.
Amados hasta que no se trate el problema del YO, el problema del mal genio no será resuelto.

El Remedio de Dios para el Yo
Dios trató con el YO colocando al hombre en la persona de Su Hijo Amado Cristo en la cruz.
Cuando Cristo fue crucificado, nosotros fuimos crucificados con Él.
¿Por qué Dios nos crucificó con Cristo?
Nos crucificó con Cristo para que pudiéramos dejar de ser controlados por el YO.
La Biblia dice:
“Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre (el YO anterior) fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado” Romanos 6 : 6
Dos realidades grandes y verdaderas para cada cristiano son:
  1. Cristo murió por nosotros
  2. Nosotros morimos con Cristo
Dios quiere que veamos que, en Cristo, morimos a nuestra vida pasada.
Ya no somos la misma persona que éramos antes.
Somos “una nueva criatura” en Cristo.
No tenemos que ceder a los pecados pasados.
Morimos a todos nuestros pecados, incluyendo el pecado del mal genio.
Amados, la Biblia dice:
“Porque los que hemos muerto al pecado (incluyendo el mal genio), ¿cómo viviremos aún en él?” Romanos 6 : 2
Pasos Prácticos que Debemos Dar
Hemos visto que la raíz que causa el mal genio es el YO, y hemos visto cómo Dios trata con él.
Ahora Amados, ¿que podemos hacer?
Debemos reconocer nuestra necesidad.
Mucha gente cuando se enoja, simplemente no reconocen su enojo; sencillamente dicen : “¡No estoy enojado!”
Otros aceptan que tienen mal genio, pero no lo ven como un pecado serio.
En realidad el mal genio es uno de los pecados peores.
La Biblia coloca la ira descontrolada junto con pecados como embriaguez, hechicería, adulterio y asesinato.
Así lo dice en Gálatas 5 : 19–21, donde podemos leer para Discernir :
“19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, 20 idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a éstas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.”
El mal genio simplemente no es aceptable en la vida de un cristiano.
La Biblia dice :
“Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia” Efesios 4 : 31
Amados, a menos que veamos la gravedad del mal genio y nos propongamos librarnos de él, no lo venceremos.
Si nos conformamos en seguir como hasta hoy, no sabremos nada de la victoria de Dios sobre el pecado de la ira.
Debemos aceptar la responsabilidad por nuestro mal genio.
Es muy fácil disculparnos echándole la culpa a otra persona por nuestro mal genio.
Decimos cosas como :
“Si fulano no me hubiera hablado en esa forma, no me habría descontrolado”.
En otras palabras, pensamos que el mal genio es un problema externo, causado por algo que viene de afuera.
El hecho es que el mal genio es un problema interno.
El mal genio proviene de nuestro interior, no de afuera.
Los demás pueden decir o hacer cosas que me incomoden pero nadie puede hacer que yo pierda el control excepto yo mismo.
Debemos contar con nuestra muerte con Cristo.
Dios nos ha dicho claramente que El nos ha librado del poder del pecado y del YO por medio de nuestra muerte con Cristo.
El nos dice que debemos contar con estas grandes realidades.
La Biblia dice :
“Así también vosotros consideraos muertos al pecado (incluyendo el pecado del mal genio), pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro” Romanos 6 : 11
Debemos poner en práctica las Verdades de Dios.
Cuando nos demos cuenta de que nos estamos enojando, podemos decir :
“¡Un momento! No me estoy comportando como la persona que realmente soy. Ya no soy la persona que era antes. Mi antiguo y enojado “YO” fue crucificado con Cristo. No tengo que ceder a mi mal genio nunca más. Soy una nueva criatura en Cristo. Cristo vive en mí. El es mi vida”.
Debemos negarnos al YO.
Que perdamos o no el control del enojo, no se determina por lo que suceda exteriormente; eso se determina por quien está controlando nuestro ser interno.
Sólo Cristo tiene el derecho de dirigir nuestra vida, pero el YO aún intenta gobernarnos.
Cada cristiano debe elegir si será gobernado por Cristo o por el YO.
El Propósito de Dios es que Cristo reine en el trono de tu corazón; ahora, para que El pueda reinar, el YO debe quedarse en el lugar de muerte en la cruz.
Una cosa es comprender la enseñanza de que fuimos crucificados con Cristo; otra cosa es, el poner esto en práctica y realmente negarnos al YO.
Pero ésto es lo que debemos hacer. Jesús dijo :
“Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame” Lucas 9 : 23
Para vencer el mal genio, debemos negar al YO.
Ahora...¿Qué significa negar al YO?
Significa escoger la voluntad de Dios en lugar de la mía.
Negar al YO es como decir : “No insisto en salirme con la mía. Acepto el plan de Dios”.
El mundo dice : “Preocúpate por ti mismo”.
Jesús dice: “niégate a ti mismo”.
Amados, Nunca podremos controlar el temperamento a menos que le entreguemos a Dios nuestra voluntad y escojamos la de Él.
Con el tiempo veremos que el Señor nos permitirá pasar por muchas situaciones en las que seremos despreciados, maltratados o molestos.
En lo personal, Discierno que esta es la manera en que Dios trata con el “YO” y con nuestro mal genio.
Conclusión
Amados, el Propósito de Dios en todas estas circunstancias es que aprendamos a tener paciencia y a negarnos a nosotros mismos, permitiendo de buena gana que Dios haga lo que quiere en nuestra vida.
Cuando alguien te hace esperar por mucho tiempo, no tienes que enojarte; puedes decir : “Señor, Tú sabes que necesito aprender a tener paciencia. Tú estás al control de mis circunstancias y has permitido ésto para enseñarme a ser más paciente”.
Cuando alguien dice o hace algo que hiere tu orgullo, tampoco debes enojarte.
Puedes decir : “Señor, Tú sabes lo orgulloso que soy. Te doy gracias por tratar conmigo en cuanto a mi orgullo pecaminoso”.
Cuando otros no hacen lo que tú quieres y no puedes salirte con la tuya, ésta es la oportunidad para morir al YO.
Puedes decir : “Señor, siempre quiero salirme con la mía, pero Tú sabes lo que es mejor para mí. Acepto Tu voluntad”.
En cualquier situación que el Señor disponga para nosotros, podemos decir : “Señor, ésto es lo que Tú has dispuesto para mí y es Tu manera de tratar con mi vida egoísta y con mi mal genio. Acepto todo ésto de Ti y te doy gracias por ello”.
Como creyentes, anhelamos demostrar las cualidades de nuestra nueva naturaleza, pero el Señor puede producirlas solamente si estamos dispuestos a sustituir ofensas y resentimientos con el perdón de nuestro corazón.
Siempre, Algo tiene que cambiar
Esta mañana el Señor te invita a que ¡te regales Ser tu!
Oremos
¡Dios los Bendice!
Pastor Jorge Macías Benítez.