Nueva Serie: El Espíritu de
Verdad
#A209 El
Parakletos
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Introducción
Hola buenos días, ¡Bienvenidos a esta
Casa, la Casa de Dios, ¡Reino de Dios Ministerios!
Del Testimonio del hermano, Néstor
Martínez.
Año
1992, en aquel entonces un desconocido pastor argentino de nombre Claudio
Freidzon recibió una tremenda Unción de Dios en una reunión del Ministerio que del Señor recibió, Benny Hinn
antes de la prosperidad de la que Ahora ya regreso por Gracia de
Dios.
Entonces,
era muy común oír desde la plataforma una pregunta muy específica: ¿Quieres ser lleno
del Espíritu Santo?
Un
poderoso “amén” retumbó en los grandes estadios donde se estos gigantescos
eventos ocurrieron y se oía a kilómetros de distancia.
Los
que creyeron y abrieron sus corazones, recibieron de Dios lo que Él estaba
dispuesto a dar por Gracia en aquel
tiempo.
Los
que dudaron o tuvieron incredulidades varias, se quedaron mirando desde afuera.
De allí
que, pasado ya ese mover de Dios y cuando la nube ya hace bastante tiempo que
se ha movido en otras direcciones, la pregunta puede volver a formularse.
¿Quieres ser lleno del Espíritu Santo?
Amados
en Cristo, queridos amigos, Ahora en México como entonces en Argentina seguramente habrá muchos que volverán
a decir Amén; quizá esta Declaración no se escuchará al unísono como en
aquel entonces.
No
obstante, no dejará de ser efectiva si la fe y el corazón dispuesto acompañan
esa decisión.
Sólo
que en este tiempo, Dios nos Llama a hacerlo desde la Palabra y desde la Sabiduría
divina, Sobrenatural.
Las
respuestas a las siguientes preguntas, van a llevarnos, a guiarnos con total
seguridad, a Conocer y a experimentar
una nueva vida llena del maravilloso Espíritu Santo de Dios.
El
Señor tiene para nosotros 5 Dimensiones que quiere explorar y compartir:
1.
¿Quién es el Espíritu Santo?
2.
¿Para qué vino el Espíritu Santo?
3.
¿Qué significa ser lleno del Espíritu Santo?
4.
¿Por qué, el cristiano común, no es mayoritariamente lleno del Espíritu
Santo?
5. ¿Cómo puede, uno, ser lleno del
Espíritu Santo?
Vamos
Ahora a dar Inicio a la Ministración del Señor con este 1er. Mensaje de esta
Nueva Serie El Espíritu de Verdad.
Dice
la Palabra de Dios en Juan 16:7-11
“7 Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya;
porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os
lo enviaré. 8 Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de
justicia y de juicio. 9 De pecado, por cuanto no creen en mí; 10 de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis
más; 11 y de
juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado.”
El
Título de este 1er. Mensaje es:
El Parakletos
Oremos
¿Quién es el
Espíritu Santo?
Amados
en Cristo, queridos amigos, por mas simple que parezca la respuesta que vas a
escuchar Ahora, efectivamente
esta es Simple.
·
El Espíritu Santo es Dios.
· No es una cosa.
· No es una “influencia divina”.
· No es una nube.
· No es un fantasma, ni un
concepto.
¡Él
es Dios mismo con todos los atributos de Su Deidad!
Él es
la tercera persona de la Trinidad.
Él es
“co-igual” con Dios el Padre y con Dios el Hijo.
Hay un
solo Dios, pero se manifiesta en tres personas.
Amado Escucha, yo no podría definirte a ti la Trinidad; ningún ser humano
puede, aunque se esmere en buscar ejemplos originales.
Alguien
dijo alguna vez que “El hombre que niega la Trinidad, pierde su alma” y también
que “El hombre que trata de explicarse la Trinidad, pierde el juicio.”
Nosotros
que somos seres finitos, no podemos comprender a Dios que es infinito.
Cuando
tratamos de ilustrar el concepto de la Trinidad, todo ejemplo o ilustración
resulta inadecuado.
Por
ejemplo, yo puedo decir que el hombre está constituido de espíritu, alma y
cuerpo, y la pregunta sería:
¿Cuál
de estos tres es el hombre?
O
podría describir la fórmula química que define lo líquido, lo sólido y lo
gaseoso, para luego preguntarme cuál de estos tres, es el agua.
¿Es el
agua, el hielo o el vapor?
O
podríamos decir que un hombre es esposo, padre e hijo, y sin embargo es una
sola y misma persona.
Ahora es claro que ninguna ilustración parece adecuada, pero por
lo menos sugieren en parte, como es Dios.
¿Para qué
vino el Espíritu Santo?
Poco
antes de su crucifixión, el Señor Jesús dijo a sus discípulos lo que en Juan
16:7-11, dice:
“7 Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya;
porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os
lo enviaré. 8 Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de
justicia y de juicio. 9 De pecado, por cuanto no creen en mí; 10 de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis
más; 11 y de
juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado.”
El
Espíritu Santo vino a esta tierra a convencer
al mundo de pecado, de justicia y de juicio, por
cuanto el mundo no cree en Jesús como hijo de Dios y entonces como Señor y
Salvador personal para perdón de pecados, Salvación y Vida Eterna.
Dicho lo
cuál, ¡vámonos, no!
¡Jajaaaa..!
¡Claro
que no, es broma!
Ahora, profundicemos.
El
Espíritu Santo vino a Transformarnos y Capacitarnos, para conocer a Cristo mediante el
nuevo nacimiento, para darnos el Poder para vivir y compartir la vida abundante que Jesús prometió a todos los
que confían en él.
El
Espíritu Santo, asimismo, fue quien inspiró a los escritores de la Biblia.
Cuando
leemos la Biblia, es el Espíritu Santo quien nos revela la Verdad Espiritual.
De
acuerdo al proceso en el cuál escudriñamos en Su Palabra, encontramos un pasaje
y posteriormente en el momento en que necesitamos una Revelación en particular,
el Espíritu Santo hace que dicho pasaje cobre vida para nosotros; esto es que
ese pasaje en particular, “cobra” vida y se hace Rhema en nuestro diario vivir.
¿Quién dice Amén?
Ahora, ¿Por qué ocurre
esto?
¡Porque el Espíritu Santo hace que la
palabra de Dios sea relevante y significativa cuando nosotros lo necesitamos!
Por
eso el mismo texto es tremendo para algunos y no les dice nada nuevo a otros.
La
Biblia un libro vivo e inspirado por el Espíritu y sólo una persona que es Dirigida
y Gobernada por el mismo Espíritu Santo puede Discernir la Biblia.
Cuando
estoy orando, no puedo esperar que Dios responda mi Oración, a menos que esté caminando En y Con el Espíritu Santo.
La
única excepción es en el caso de la Oración de confesión de pecados.
Cuando
testifico, nadie responderá, a menos que esté siendo controlado y dirigido por
el Espíritu Santo.
Un
pastor dijo alguna vez:
“A mí no me gusta toda esta enseñanza sobre el Espíritu
Santo. Yo quiero solamente hablar de Jesucristo”.
Allí
fue donde le recordaron que la única razón por la cual el Espíritu Santo había
venido, era esa precisamente, para exaltar y glorificar a Cristo que había
partido para estar con el Padre y que era uno con el Padre y el Hijo.
Amado Escucha, es imposible aún el Conocer a Cristo, si estamos apartados del Ministerio
Transformador del Espíritu Santo.
Es
Jesús mismo quien dice:
“El que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar
en el reino de Dios”.
¡Uffff…!
¿Cappici?
Amados
en Cristo, queridos amigos, es imposible para nosotros aún el orar, el vivir
vidas santas o testificar, Sin el Espíritu Santo.
No hay
nada que podamos hacer para Dios o que él pueda hacer por nosotros fuera de una
Relación
con el Espíritu Santo.
¿Qué
significa Ser Lleno del Espíritu Santo?
Amados
en Cristo, queridos amigos, Ser Lleno del Espíritu Santo, es Ser Lleno de
Cristo mismo…y del Padre.
El
Espíritu Santo vino a glorificar a Cristo, por lo tanto, si yo estoy lleno del
Espíritu, significa que estoy permaneciendo en Cristo.
Significa
también que estoy caminando en la Luz, como él está en la Luz.
¡El que escuche, Discierna en el Nombre de Jesús!
Solo leyendo, solo oyendo, no recibirás Su Luz y Verdad.
Selah
_______________________________________________________
Amados,
la Sangre de Jesús me limpia y me mantiene limpio de todo pecado.
Asi es
como soy guiado por Cristo, porque las palabras “Ser Lleno”, significa “Ser Guiado”.
No
como una máquina, no para hacer lo que no nos es lícito hacer, sino como
alguien que es dirigido y dinamizado por el Espíritu Santo y también
voluntariamente, acepta serlo.
Claro,
primero es una decisión, es tu decisión y solo tuya.
Si yo
soy guiado y Activado por Cristo, Él a
su vez podrá moverse con entera libertad mediante mi cuerpo y vivir su vida
resucitada “En y a través de mí”.
¿Quién dice Amén?
Este
hecho maravilloso de que Cristo vive en nosotros y expresa Su Amor mediante nosotros, es una de las más importantes verdades de
la Palabra de Dios.
Las
normas de la vida cristiana son tan altas, que es imposible alcanzarlas.
De
acuerdo con la Palabra de Dios, sólo ha habido una persona que ha tenido éxito
en cumplir y vivir la vida cristiana.
¡Esa persona es Jesucristo!
Ahora, por medio de Su Poderosa presencia, Él Anhela
capacitarnos y capacitar a todos aquellos que pongan su confianza en Él, para
vivir esta misma calidad de vida Sobrenatural.
Si igualmente
nosotros también Anhelamos que Cristo viva Su naturaleza Sobrenatural en nosotros, deberemos llevar fruto espiritual, lo cual
incluye el “Fruto del Espíritu” y “Almas ganadas para Él”.
Esto
es tan natural como el que una vid saludable produzca abundancia de uvas.
Jesús
dijo en Marcos 1:17…
“Venid en pos de mí y yo os haré pescadores de hombres.”
Amados
en Cristo, queridos amigos, es nuestra responsabilidad el seguir a Cristo, el
permanecer en Él.
Es “responsabilidad”
suya, mientras tanto, el hacernos pescadores de hombres.
En
Juan 15:8, él nos dice:
“En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho
fruto, y seáis así mis discípulos.”
Amado,
puedes ser un gran predicador, un erudito cristiano, un diácono o anciano de la
Iglesia, vivir una vida limpia, moral, memorizar cientos de versículos
bíblicos, ser Director del Coro, enseñar en la Escuela Dominical, etc., etc., y
con todo si no estás llevando fruto en el sentido de tener cada día algo más
del carácter de Cristo y simultáneamente, ganar a otros para Él, aún no está Lleno del Espíritu Santo, de acuerdo con lo que enseña la propia palabra de Dios.
¡Upsss!
Es
común escuchar cosas, como: “Yo testifico de Cristo, únicamente viviendo una
buena vida, una vida correcta”.
Muchos
no cristianos, también viven vidas morales, refinadas y éticas.
Amados,
de acuerdo con el Señor Jesucristo, la única forma en que podemos demostrar que
somos verdaderamente discípulos suyos, es produciendo fruto, lo cual incluye, -
entienda bien: INCLUYE, no PRIORIZA -, el dirigir a otros a nuestro Salvador,
tanto como vivir una vida de santidad; y la única manera en que podemos
producir este fruto, es mediante el Poder del Espíritu Santo.
Reflexión
Escuché
como le preguntaron a un prestigioso teólogo si él pensaba que uno podía ser
una persona llena del Espíritu Santo, sin tener que testificar verbalmente de
Cristo, como un modo de vida; su respuesta, un rotundo NO.
¿Con qué bases pudo hacer semejante declaración?
La
respuesta es obvia.
Nuestro
Salvador vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.
Que
dice Mateo 28:19-20…
“19Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones,
bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he
mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del
mundo. Amén.”
Si
bien no es la faz evangelística la única que emerge de este texto,
indudablemente la incluye.
El
Señor ha escogido y ordenado a cada uno de sus hijos, para que compartamos las
buenas noticias de Su Amor con toda persona y en todas partes.
Cuando
fallamos al testificar de Cristo con nuestros labios, incurrimos en plena
desobediencia a su Mandato, tanto como si desobedeciéramos su Mandato de vivir
vidas santas.
En
ninguno de los dos casos, el cristiano desobediente puede esperar que Dios le guía
y le de Poder en su vida.
No es
extraño que escuche cosas como: “Yo he testificado durante muchos años y nada
ha ocurrido”.
Luego
terminan preguntando qué era lo que pasa con ellos, por qué no funciona lo que
Dios había dicho que sí funcionaba.
Escucha, lo que sucede es que NO Conocen que se puede Ser Lleno del Espíritu Santo, conforme a lo que la Biblia dice al respecto.
Cuando
lo reciben de Verdad, lo creen, oran y
lo ponen por obra.
Es
entonce que por Fe se apropian, Reciben Identidad, la Llenura del Espíritu de Dios, e inmediatamente Dios empieza a usarte para ganar a otros
para Cristo.
¿Capicci?
No
sólo recibimos Poder Sobrenatural para
testificar cuando somos Llenos del Espíritu Santo, sino que aún nuestro Carácter empiezan a cambiar.
Conforme
continuamos caminando en la guía y el Poder del Espíritu Santo, el “fruto del Espíritu” viene a ser
notorio en nuestras vidas.
En
Gálatas 5:22 y 23, Pablo nos explica que cuando el Espíritu Santo guía nuestras
vidas, Él producirá esta clase de fruto en nosotros: “Amor, Gozo, Paz,
Paciencia, Benignidad, Bondad, Mansedumbre, Fe, Templanza”.
Mmmmm….
Amados
en Cristo, queridos amigos, la relación del cristiano con el Espíritu Santo, es
crítica y progresiva; Crítica, porque uno aprende que la vida cristiana,
es una vida de fe, más bien que una vida de buenas obras.
Es una
vida independiente de los estados emocionales.
Progresiva, porque uno
aprende a caminar consistentemente en el Poder y bajo la dirección del Espíritu Santo.
Es
entonces cuando el Fruto del Espíritu es producido en nuestra vida.
No
busquemos experiencias de éxtasis emocionales o híper místicas.
No
dependamos de las impresiones externas.
Amados,
nadie dice que las niegue o las refrene; sólo que no vivamos por ellas como
prioridad.
Nuestra
Relación con Dios, el encuentro con Cristo y entonces con el Espíritu
Santo, para que Su Visión y Revelación se
establezca en nuestra relación con Él y se Fundamente en Su Palabra; es esto
lo que debe de ser la base de nuestro crecimiento espiritual.
Escucha, tanto en Efesios como en Colosenses, Su Palabra nos dice
que Cristo more abundantemente en vosotros.
¿Porqué el
cristiano típico no es lleno del Espíritu Santo?
En
respuesta a esta pregunta, sinceramente creo que esencialmente, por dos
razones:
Primero, por una falta de conocimiento, de intimidad y
entonces de Relación.
Dice
la Palabra de Dios en Oseas 4:6…
“Mi pueblo fue
destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento,
yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo
me olvidaré de tus hijos.”
Segundo, debida a la falta de Identidad y la incredulidad.
Dice
Efesios 1:13…
“En él también vosotros, habiendo oído la palabra de
verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis
sellados con el Espíritu Santo de la promesa,…”
Conclusión
Amados,
sé muy bien que muchos no cristianos quisieran ser cristianos, si tan sólo
supieran “cómo” y si comprendieran la clase de vida, maravillosa y positiva que
el Señor da a aquellos que confían en Él y le obedecen.
¿Puedes imaginar a una persona inteligente, diciéndole “No”, a Cristo,
después de haber entendido total y completamente cuánto le ama Dios y que
cuando recibe a Cristo sus pecados le son perdonados?
Sencillamente
es Imposible.
¿Entonces
que?
¿Recuerdas? ¡El dios de este siglo cegó el entendimiento!
Un Hijo
de Dios, es una persona con Identidad, Posición, con Certeza en Su Vida de Ser Hijo del Rey y con ello, un Co Heredero
del Reino.
Amados,
ya no tenemos que vegetar o simplemente existir.
Si ya
somos Hijos de Dios, podemos vivir con todo lo que eso significa.
El no
cristiano que desconoce todo esto, continúa viviendo en desobediencia,
rechazando el amor y el perdón de Dios, debido a que simplemente, no lo
comprende.
Lo
mismo sucede con el cristiano carnal, que continúa viviendo una vida de
frustraciones sin fin, esterilidad y problemas, debido a que no Conoce y menos Discierne quien es el Espíritu Santo y que la vida cristiana es una
vida de riqueza, abundancia y fruto; que esta es la clase de vida que espera a
aquellos que invitan al Espíritu Santo a Dirigir y fortalecer sus vidas.
Desde
el momento del nacimiento espiritual, nos es dado el Poder para ponernos en marcha en medida creciente, hacia la
madurez en Cristo.
No
obstante, la persona común y corriente, no comprende como vivir por fe; se
encuentra a sí misma viviendo en una verdadera “montaña rusa espiritual”, lo
que significa vivir de experiencia emocional en experiencia emocional, una vida
de altibajos interminables.
Algo
así como lo que dijo Pablo en algún momento: “¡Miserable de mí! ¿Quién me
librará de este cuerpo de muerte?”
¡Tu y
yo, Conocemos la respuesta!
Oración
¡Dios
los Bendice!
Ps.
Jorge Macías Benítez
…
