El Trono de la Gracia
#A16 a. Asamblea
Ministerios Reino de Dios
Página Web : http://reino-de-dios-ministerios.org
Página Facebook : Reino de Dios Ministerios
Blog : reinodediosministerios.blogspot.mx
Soundcloud : Jorge Macías Benítez
Google Plus : Pastor Jorge Macías Benítez
Twitter : Pastor Jorge Macías Benítez
YouTube : Pastor Jorge Macías Benítez Canal : Reino de Dios Ministerios
Mis Amadas y Amados en Cristo, Hijas e Hijos en Su Espíritu, Bendiciones..!!
Es sin ninguna duda esta una semana distinta, luego del especial domingo y Asamblea - la 16a. - en Reino de Dios Ministerios…..Gloria a Dios..!
Ha sido nuestro amigo, hermano y Pastor Carlos Fernando Nielsen quien usado por Dios y lleno de Su Espíritu, Ministro acerca de este Diseño de Dios y SU reino...el Trono de la Gracia.
El Señor me instruye en adición a compartirles algunos fundamentos adicionales en relación ese Diseño.
Asi las cosas, vamos a Hebreos 4:14-16...en Su Palabra...
14Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. 15Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. 16Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.
Estas palabras se encuentran apoyadas y fundamentadas en ese versículo de Gracia: "Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro."
Podemos sin duda decir casi poéticamente…”Son una joya en un engaste de oro.”, como lo hizo Charles Spurgeon a finales del siglo XIX en su nativa Inglaterra, al compartir al respecto.
Sabes mi Amada, mi Amado, la verdadera oración es un acercamiento del alma, por el Espíritu de Dios, al trono de Dios...al Trono de la Gracias…!.
No se trata de expresar palabras, ni de anhelar únicamente, sino que consiste en poner ese Anhelo delante de Dios, en un acercamiento espiritual de nuestra naturaleza con el Señor nuestro Dios. La verdadera oración no es un simple ejercicio mental, ni una ejecución vocal, sino que es algo mucho más profundo que eso: es un intercambio espiritual con el Creador del cielo y la tierra.
Dios también es Espíritu invisible para el ojo mortal, y sólo es percibible por el hombre interior, lleno del Espíritu de Dios. Nuestro espíritu, engendrado por el Espíritu Santo en el momento de nuestra regeneración, discierne al Grandioso Espíritu y puede tener comunión con Él; le presenta sus peticiones, y recibe respuestas Suyas de paz. Es un intercambio espiritual de principio a fin; y su meta y su objetivo no terminan en el hombre, sino que alcanzan al propio Dios….Gloria a Dios..!!!
Para que se dé tal oración, se requiere de la obra del propio Espíritu Santo.
Si la oración sólo fuese de los labios, si solo fuese con nuestra boca, necesitaríamos únicamente aire en nuestras fosas nasales para orar; si la oración sólo fuera del deseo humano, muchos excelentes deseos son experimentados con facilidad, incluso por el hombre natural.
Sin embargo, cuando se trata del deseo espiritual, y de la comunión espiritual del espíritu del hombre con Dios, entonces el propio Espíritu Santo debe estar presente en todo momento, para ayudar a nuestra debilidad, y dar vida y poder, para estar en Comunión y Conocimiento de Dios, pues de lo contrario nunca podríamos presentar una oración verdadera. Lo que ofreceríamos a Dios, llevaría su nombre y podría tener su forma, pero la vida interior de la oración, estaría lejos de eso….seríamos fuego extraño…!
Además, es claro, por el contexto de nuestro texto, que la mediación del Señor Jesucristo es esencial para una oración aceptable.
De la misma manera que la oración no sería una oración verdadera, sin el Espíritu de Dios, tampoco sería una oración que prevaleciera, sin el Hijo de Dios.
Él, el Grandioso Sumo Sacerdote, tiene que penetrar hasta dentro del velo por nosotros; es más, a través de Su persona crucificada, el velo debe ser retirado por completo; pues, hasta ese momento, no tendríamos acceso al Dios vivo.
El hombre que, a pesar de la enseñanza de la Escritura, procura orar sin un Salvador, insulta a la Deidad. Aquel que imagina que sus propios deseos naturales, alzados delante de Dios, sin haber sido rociados previamente por la sangre preciosa, pueden ser un sacrificio aceptable a Dios, comete un error. No ha presentado una ofrenda aceptable a Dios. Equivaldría a que le hubiese cercenado la cabeza a un perro, o hubiese ofrecido un sacrificio inmundo....FUEGO EXTRAÑO.
La oración únicamente se torna poderosa delante del Altísimo, cuando es obrada en nosotros por el Espíritu, y es presentada por el Cristo de Dios, a nombre nuestro….lo ves…!!
Mis Amadas y Amados en Cristo, con el objeto de Exhortarlos a la Oración y para que sus almas sean conducidas a acercarse al Trono de Gracia, me propongo tomar estas cuantas palabras y usarlas de conformidad a la gracia que Dios me da.
Ustedes han comenzado a orar...lo sé...Conozco que es así porque Dios ha comenzado a responder.
Esta semana ha sido memorable en la historia de esta iglesia. Un mayor número de personas han sido alcanzadas por el Mensaje, la Ministración que Dios nos entregó en la Asambleas..la 16a…..!!
Es esta una Señal...una respuesta tan clara a las súplicas del pueblo de Dios, como si la mano del Altísimo hubiese sido vista extendida desde el cielo, entregándonos las bendiciones que habíamos pedido.
Ahora, mantengámonos en oración, sí, y acumulemos fuerza en la Intercesión, y entre más éxito tengamos, seamos más sinceros, para tener más y más éxito….Victoria, Establecimiento y Expansión de Su Reino...el Reino de Dios…!!
Que no se contenga nuestro corazón, pues nuestro Dios no nos pone limitaciones. Hoy y Ahora es un buen día, y un tiempo de buenas nuevas, y viendo que el oído de nuestro Rey está atento, estoy Anhelante que hablemos con Él a nombre de otros miles, de multitudes que Él quiere traer para que ellos también, en respuesta a nuestras súplicas, puedan ser traídos cerca de Dios.
Al procurar hablar del texto, el día de hoy, lo tomaré así: primero, Aquí y Ahora hay un Trono; luego, en segundo lugar, Aquí hay gracia; luego los ponemos juntos, y veremos a la Gracia en el Trono; y luego, si los juntamos en un orden diferente, veremos a la Soberanía manifestándose a sí misma, Resplandeciente de Gracia...Vemos el Gobierno del Reino Estableciéndose pimero en nuestras vidas a partir del Trono de la Gracia…..Oh...Señor...Hallelujah…!!
Prosigamos, profundicemos :
Primer, en Su palabra habla de UN TRONO, "el Trono de la Gracia". Dios tiene que ser visto en la oración, como nuestro Padre. Ese es el aspecto más Anhelado para nosotros. Sin embargo, no debemos considerar como si Él fuese como nosotros, pues, nuestro Salvador ha matizado la expresión "Padre nuestro", con las palabras: "que estás en los cielos". Y siguiendo muy de cerca a ese nombre condescendiente, para recordarnos que nuestro Padre es todavía infinitamente más grande que nosotros, nos ha ordenado que digamos: "Santificado sea tu nombre. Venga tu reino". De tal forma que nuestro Padre debe ser considerado como un Rey, y en la oración venimos, no sólo a los pies de nuestro Padre, sino que también acudimos al trono del Grandioso Monarca del universo. El propiciatorio es un trono, y no debemos olvidarlo.
Si, la oración debe ser siempre considerada por nosotros como una entrada a los Atrios de la Realeza del Cielo; si, debemos comportarnos como deben hacerlo los cortesanos, en la presencia de una majestad ilustre, entonces no deberíamos estar desorientados para saber cuál es el espíritu adecuado para orar. Si, en la oración nos acercamos a un trono, es claro que nuestro espíritu debería ser, en primer lugar, de humilde reverencia. Se espera que cuando el súbdito se aproxima al Rey, debe rendirle homenaje y honor.
Cualquier acercamiento al Trono debe evitar el orgullo que no reconozca al Rey, y cualquier traición que se rebele en contra del soberano. El orgullo debe en nuestro caso, el Rey ante el cual venimos, es el ser refrenado a la distancia, y la traición debe desaparecer en los rincones, pues únicamente la reverencia humilde puede venir delante del propio Rey cuando se sienta vestido con sus ropas de majestad.
Él es el Más Excelso de todos los monarcas, el Es el Rey de reyes, el Señor de señores.
Los emperadores no son sino sombras de Su poder imperial. Ellos se llaman a sí mismos reyes por derecho divino, pero, ¿qué derecho divino tienen? El sentido común se ríe de sus pretensiones hasta el escarnio. Sólo el Señor tiene el derecho divino, y sólo a Él le pertenece el Reino. Aquellos no son sino reyes nominales, elevados o destronados según la voluntad de los hombres, o por el decreto de Dios...pero sólo Él es Señor, el Príncipe de los reyes de la tierra.
"Él no se sienta sobre un trono inestable,
Ni pide permiso para estar allí."
Oh Dios de mi vida, de mis días, de mi corazón, asegúrate de que me postre ante tal presencia. Si Él es tan grandioso, pon tu boca contra el polvo delante de Él, pues es el más poderoso de todos los reyes. Su trono ejerce poder en todos los mundos...poruqe Él es el Creador del Universo...de todo lo que vemos y lo que no vemos…!!
El cielo le obedece con alegría, el infierno se estremece cuando frunce Su entrecejo, y la tierra es constreñida a rendirle homenaje, voluntaria o involuntariamente.
Su poder puede crear o destruir. Crear o aplastar, es lo mismo de fácil para Él.
Alma mía, cuando te acerques al Omnipotente, que es fuego consumidor, asegúrate de quitar tu calzado de tus pies, y de adorarle con humildad sincera….como cuando Moisés fue Posicionado frente a la Zarza Ardiente...para no ser fuego extraño.
Además, Él es Santísimo entre los reyes. Su trono es un gran trono blanco, inmaculado y claro como el cristal. "Ni aun los cielos son limpios delante de sus ojos; y notó necedad en sus ángeles." Y tú, una criatura pecadora, con cuánta humildad debes acercarte a Él. Puede haber familiaridad, pero no permitas que sea profana. Debe haber valentía, pero no permitas que sea impertinente.
Recuerda, Reflexiona...tú todavía estás en la tierra y Él en el cielo; tú todavía eres un gusano del polvo, una criatura quebrantada por la polilla, y Él es Eterno: antes que naciesen los montes, Él era Dios, y si todas las cosas creadas pasaran otra vez, Él será siempre el mismo...aunque mi Amada, mi Amado, puedes ya Clamar para recibir esa Su Identidad de Reino que te Posiciona de tal forma que estando ya en el Salón del Trono, el ADN Real, ese ADN Asombroso y Sobrenatural, Reforma tu Esencia y la hace de Reino, del Rey...quien dice Amén…!
Hijas e Hijos míos, me temo que no nos postramos como deberíamos hacerlo, delante de la Majestad Eterna; pero, de Ahora en adelante, pidámosle al Espíritu de Dios que nos dé la Actitud correcta para que cada una de nuestras oraciones sea un acercamiento reverente a la Majestad Infinita en lo alto.
Segundo, como se trata de un Trono, debemos acercarnos a él con Gozo. Si me considero favorecido por la Gracia Divina, por contarme entre los Escogidos que frecuentan Sus Atrios, ¿acaso no debería sentirme alegre?
Podría haber estado en Su prisión, pero estoy delante de Su trono; podría haber sido echado de Su presencia para siempre, pero se me permite que me acerque a Él, a Su palacio real, a los Oídos de Gracia que escuchan en Su cámara secreta.
¿Acaso no estaré agradecido? ¿Acaso mi agradecimiento no ascenderá en gozo, y no habría de sentirme honrado, porque soy el receptor de grandes favores cuando se me permite orar? ¿Por qué está triste tu rostro, oh suplicante, cuando estás delante del trono de la gracia? Si estuvieras delante del Trono de Justicia para ser condenado por tus iniquidades, tus manos deberían estar sobre tus lomos.
Ahora eres favorecido, Ahora has sido Escogido para venir delante del Rey, cubierto con Su manto de seda de amor, que tu rostro brille con sagrado Gozo…!!!!
Si tus aflicciones son angustiantes, cuéntaselas a Él, pues Él puede mitigarlas; si tus pecados se multiplican, confiésalos, pues Él puede perdonarlos.
Oh, mis Amadas y Amados, soy, somos parte de Su Corte Celestial en los salones de tal monarca, estamos Posicionados Ya, Ahora….Gozémonos pues, y también Levantemos Alabanzas, Adoración junto con nuestra Oración…!!!
Tercero, puesto que se trata de un Trono, siempre que nos acerquemos a él, debe ser con completa sumisión. No oramos a Dios para darle instrucciones acerca de qué debe hacer, y ni siquiera por un instante deberíamos presumir dictar la forma en como debe de hacerlo.
Claro que podemos decirle : "quisiéramos recibir esto y esto," pero debemos agregar siempre: "pero viendo que somos ignorantes y podemos equivocarnos, viendo que todavía estamos en la carne, y podemos ser llevados por motivos carnales, no sea como nosotros queramos, sino como Tú."
¿Quién dará órdenes al trono?
Ningún hijo fiel de Dios pensará, ni por un instante, que puede ocupar el lugar del Rey. Se postra delante de Él, que tiene el derecho de ser Señor de todo, y aunque exprese su deseo sincera, vehemente e importunamente, y suplique y suplique repetidamente, lo hace siempre con esta necesaria salvedad: "Hágase tu voluntad, mi Señor; y, si yo pidiera algo que no esté de acuerdo con ella, mi más íntima voluntad es que seas lo suficientemente bueno para negarlo a Tu siervo.
Si rehúsas otorgarmelo, lo recibiré como una respuesta verdadera, si yo pidiese lo que no fuera bueno a Tus ojos."
Si recordaramos constantemente esto, pienso que estaríamos menos propensos a presentar ciertos casos delante del trono, pues nuestra convicción sería: "heme aquí buscando mi propia comodidad, mi propio consuelo, mi propia ventaja, y, tal vez, estaré pidiendo algo que deshonre a Dios; por tanto, hablaré con la más profunda sumisión a los decretos divinos." ...como Pedro lo hizo cuando Jesús le dijo que sería crucificado…!!
Pero, mis Amadas y Amados, en cuarto lugar, tratándose de un trono, debemos acercarnos con amplias expectativas.
En la oración no venimos, por decirlo así, únicamente al lugar donde se reparten limosnas de Dios, donde Él dispensa Su favores a los pobres, ni tampoco venimos a la puerta trasera de la casa de la misericordia para recibir las sobras, aunque eso sería más de lo que merecemos. Comer de las migajas que caen de la mesa del Señor es más de lo que podríamos reclamar; pero, cuando oramos, estamos en el Palacio, sobre el piso reluciente del propio Salón de Audiencias del Grandioso Rey, y de esta manera somos colocados en una Posición ventajosa en la cuál podemos Recibir Su Identidad, una de Reino... En la oración, estamos allí donde los ángeles se postran con sus rostros cubiertos por un velo; allí, exactamente allí, es donde los querubines y los serafines adoran, delante del mismo trono al que ascienden nuestras oraciones.
Entonces...¿Acaso iremos allí con peticiones raquíticas y una fe estrecha y contraída?
No, no es propio de un Rey regalar centavos y peniques….Él NO ES ESCASO Y NO QUIERE ESO PARA SUS HIJAS E HIJOS, SUS HEREDERAS Y HEREDEROS…!!!!
Él distribuye piezas de oro puro. No distribuye migajas de pan ni sobras, como lo tienen que hacer los pobres, sino que Él hace un banquete de manjares suculentos, de gruesos tuétanos y de vinos purificados.
Cuando se le dijo al soldado de Alejandro que pidiera lo que quisiera, no pidió restringidamente según la naturaleza de sus propios méritos, sino que hizo una petición tan ambiciosa, que el tesorero real rehusó otorgarla, y prefirió consultar el caso con Alejandro, y Alejandro replicó con la debida realeza: "Él sabe cuán grande es Alejandro, y ha hecho la petición a un rey. Dale lo que pide." Tengan cuidado de no imaginar que los pensamientos de Dios son como sus pensamientos, y Sus caminos como sus caminos.
No traigan delante de Dios peticiones “flacas” y anhelos estrechos, diciendo: "Señor, haz de conformidad a esto," sino que deben recordar que, como son más altos los cielos que la tierra, así son Sus caminos más altos que nuestros caminos, y Sus pensamientos más que nuestros pensamientos, y pidan, por tanto, según Dios, grandes cosas, pues están delante de un gran trono.
Oh, mis Amadas y Amados, Clamo al Señor, a Dios el Padre, en Su Espíritu y que siempre sintiéramos esto, al venir delante del Trono de Gracia, pues entonces Él haría todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos.
Quiero entonces agregar, en quinto lugar, que la actitud apropiada con la que debemos acercarnos al Trono de la Gracia, es la de una confianza inconmovible….porque...¿Quién dudará del Rey? ¿Quién se atreverá a impugnar la Palabra Imperial?
Se ha dicho bien que si la integridad fuera desterrada de los corazones de todos los hombres, todavía debería estar presente en los corazones de los reyes. Qué vergüenza sería que un rey mintiera. El más pobre mendigo de las calles, es deshonrado si quebranta una promesa. Entonces, ¿qué diríamos de un rey, si no podemos confiar en su palabra? Oh, nos cubriríamos de vergüenza si somos incrédulos delante del trono del Rey del cielo y de la tierra. Con nuestro Dios delante de nosotros en toda Su gloria, sentado en el Trono de Gracia, ¿se atreverían nuestros corazones a decir que desconfiamos de Él? ¿Podríamos imaginar que no podrá o no querrá guardar Su promesa?
Desterremos tales pensamientos blasfemos, y si se nos vienen, que vengan a nosotros cuando estemos en las afueras de Sus dominios, si es que existe tal lugar, pero no en la oración, cuando nos encontramos en Su inmediata presencia, y le contemplamos en toda la gloria de Su Trono de Gracia. Ese, en verdad, es el lugar para que el hijo confíe en su Padre, para que el súbdito leal confíe en su monarca; y, por tanto, no debe haber ninguna duda o sospecha. La fe inconmovible debe predominar delante del propiciatorio...quien dice Amén…!!!
Solamente haré otra observación sobre este punto, y es que, si la oración consiste en venir delante del Trono de Dios, debe ser conducida siempre con la más profunda sinceridad, y en el espíritu que presenta todo de manera real.
Si eres lo suficientemente desleal para despreciar al Rey, por lo mismo, en interés propio, no te burles de Él en Su cara, cuando está en Su trono. Si te atreves a repetir las santas palabras con indiferencia, en cualquier otro lugar, no lo hagas en el palacio de Jehová. Si una persona solicitara una audiencia con la realeza, y luego dijera: "no tengo la menor idea de por qué he venido; hasta donde yo sé, no tengo nada especial que pedir; no tengo ningún caso urgente que presentar"; ¿no sería culpable tanto de insensatez, como de bajeza?
En cuanto a nuestro grandioso Rey, cuando nos aventuramos en Su presencia, tengamos un propósito.
Si se me pide que ore en público, no debo atreverme a usar palabras que tengan el propósito de agradar a los oídos de mi compañeros de oración, sino que debo darme cuenta que estoy hablando al propio Dios, y que tengo un asunto que tratar con el grandioso Señor.
En mi oración privada, si, cuando me levanto de la cama en la mañana, doblo mi rodilla y repito ciertas palabras, o cuando me retiro a descansar en la noche, repito el mismo procedimiento, más bien peco, en vez de hacer algo bueno, a menos que sea mi alma la que le hable al Altísimo.
¿Piensas, acaso, que el Rey del cielo se deleita en oírte pronunciar palabras con una lengua frívola, y una mente irreflexiva? Entonces no le conoces. Él es un Espíritu y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.
Si tienes que pronunciar fórmulas vacías, ve y derrámalas a los oídos de insensatos como tú, pero no delante del Señor de los Ejércitos. Si tienes ciertas palabras que expresar, a las cuales confieres una reverencia supersticiosa, ve y dilas en los atrios adornados de la ramera de Roma, pero no ante el glorioso Señor de Sion.
El Dios espiritual busca adoradores espirituales, y a ellos aceptará, y únicamente a ellos; pero el sacrificio de los impíos es una abominación para el Señor, y Su deleite es únicamente en una oración sincera.
Mis Amadas y Amados, el resumen de esta Ministración es simplemente este : la oración no es una bagatela….!
Es un acto elevado y eminente. Es un Privilegio Maravilloso y Excelso.
Bajo el antiguo imperio persa, unos cuantos miembros de la nobleza tenían permiso de acudir al rey en cualquier momento, y esto era considerado el más alto privilegio poseído por seres mortales.
Ustedes y yo, el pueblo de Dios, tenemos un permiso, un pasaporte, para acudir delante del Trono del Cielo en cualquier momento que queramos, y somos alentados a acudir allí con gran determinación; pero aún así, no olvidemos que no es algo sin importancia ser un cortesano en los atrios del cielo y de la tierra, no es algo sin importancia adorarlo a Él que nos hizo y nos sostiene el ser.
Verdaderamente, cuando intentamos orar, podemos oír la voz que dice, desde la excelencia de la gloria: "¡Doblad la rodilla!" Procedente de todos los espíritus que contemplan el rostro de nuestro Padre que está en el cielo, en este instante, oigo una voz que dice: "Venid, adoremos y postrémonos; arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor. Porque Él es nuestro Dios; nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano. Adorad a Jehová en la hermosura de la santidad; temed delante de él, toda la tierra."...
Mis Amadas y Amados….cuál es tu posición Ahora…?? Estás ya delante del Trono de la Gracia…!
En el Inconmovible Amor de Dios….los Bendigo..!!