domingo, 22 de agosto de 2021

#A299 Viento de Libertad

Reino de Dios Ministerios

Ps. Jorge Macías benitez



Ministración semanal

Introducción 

Hola buenos días, ¡Bienvenidos a esta Casa, la Casa de Dios, Reino de Dios Ministerios!

Soy el Pastor Jorge Macías Benítez, su hermano e Hijo de Dios; también de corazón te tiendo la mano, te abro el corazón y te quiero recibir, dar un abrazo…¡¡¡¡en el Amor del Señor…!!

Amadas y amados en la Fe, amigas y amigos en Cristo, a todos los buscadores de Gozo, Amor, Esperanza, Verdad, hoy el Señor nos tiene un Regalo más que particular y Pleno de Su Bendición, en este Tiempo de tanto Anhelo y espera.

Vamos al Fundamento que el Señor nos entrega hoy:

“6Cuando vio, pues, a Jesús de lejos, corrió, y se arrodilló ante él. 7Y clamando a gran voz, dijo: ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes. 8Porque le decía: Sal de este hombre, espíritu inmundo. 9Y le preguntó: ¿Cómo te llamas? Y respondió diciendo: Legión me llamo; porque somos muchos. 10Y le rogaba mucho que no los enviase fuera de aquella región. 11Estaba allí cerca del monte un gran hato de cerdos paciendo. 12Y le rogaron todos los demonios, diciendo: Envíanos a los cerdos para que entremos en ellos. 13Y luego Jesús les dio permiso. Y saliendo aquellos espíritus inmundos, entraron en los cerdos, los cuales eran como dos mil; y el hato se precipitó en el mar por un despeñadero, y en el mar se ahogaron.

14Y los que apacentaban los cerdos huyeron, y dieron aviso en la ciudad y en los campos. Y salieron a ver qué era aquello que había sucedido. 15Vienen a Jesús, y ven al que había sido atormentado del demonio, y que había tenido la legión, sentado, vestido y en su juicio cabal; y tuvieron miedo. 16Y les contaron los que lo habían visto, cómo le había acontecido al que había tenido el demonio, y lo de los cerdos. 17Y comenzaron a rogarle que se fuera de sus contornos.”

Marcos 5: 6-17


Cuando Jesús echó a los demonios, Él permitió que entraran en los cerdos, los cuales reaccionaron violentamente. 

Una vez más vemos la clase de influencia que Satanás ejerce sobre cualquier cosa que controla. 

En ese caso los demonios fueron responsables de la destrucción de los cerdos tal como hacen muchas veces con los seres humanos.

En estos días observamos cosas a nuestro alrededor que son difíciles de explicar. 

¿Por qué los crímenes brutales, la inmoralidad, la adicción a las drogas, el increíble aumento de suicidios? 

Mucho de lo que ocurre hoy sólo tiene una explicación espiritual.

El título del Mensaje y Su Ministración este mediodía del 15 De Agosto del año 2021, es:

#A299 Viento de Libertad

Oremos

Enfrentamiento

Lo que parece ser un enfrentamiento entre Jesús y el hombre en realidad fue entre Jesús y los demonios que poseían al hombre. La voz que le habló a Jesús vino de los labios del hombre, pero pronto reconocemos que se originó en los demonios. 

Los cerdos en que se introdujeron los demonios, no estaban seguramente contentos, ¡aunque fueran cerdos!

Todo por que aquellos demonios, tenían terror de Jesucristo, porque estaban conscientes de la completa autoridad y control que Él posee sobre el reino satánico que ellos representaban.

Cuando las personas permiten que Satanás las controle, a veces pierden por completo el sentido de razonar. 

La gente no tiene que estar endemoniada para estar bajo la influencia de Satanás, pero este pasaje nos deja ver esa influencia por un instante. 

Ahora, no importa cuales métodos satanás emplee; el propósito definitivo de este es destruir al hombre y alejarlo de Dios.

Dice la Palabra de Dios:

“7Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas. 8Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas. 9Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. 10El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.”

Juan 10: 7-10


Regresando a nuestro fundamento en Marcos 5: 6-17, los habitantes de Gadara nunca habían visto algo así. 

Cuando se enteraron de ello, se asustaron. 

Parece que todo el pueblo corrió hacia el lugar en que Jesús estaba, y lo que vieron aparentemente los dejó pasmados. 

Allí estaba sentado, vestido y en sus cabales, el que había estado endemoniado. 

Sin embargo, la gente sólo podía pensar en que habían perdido los cerdos y querían que Jesús se fuera antes que ocurriera algo mas.

Surgen algunas preguntas:

¿Cómo sabían los demonios que Jesús es el Hijo de Dios?

¿Qué otras maneras tiene Jesucristo para dar liberación a los que están bajo las garras del pecado?

Leyendo Juan 10: 10 ¿qué podemos concluir de las obras del diablo?


Un efecto Perissos

Amadas y amados en Cristo, amigos y amigas e La Fe, resulta al menos extraordinario el impacto que tiene la Presencia de Cristo en la vida de quien en Verdad se deja Guiar por el Espíritu de Dios.


Ahora, la palabra “transformación” en griego es "metamorphos", que es de donde obtenemos la palabra metamorfósis.


La palabra metamorfósis significa: Transformación que experimentan determinados animales en su desarrollo biológico y que afecta no sólo a su forma sino también a sus funciones y su modo de vida.


Según en lo natural, transformación significa un cambio de una cosa a otra; por ejemplo, esto significa que un árbol de mango se transformó en un árbol de aguacates. 

Sin embargo, la metamorfósis no cambia el diseño original de las cosas, sino que más bien sus procesos de transformación, son para llevarlo del estado presente al resultado final para el que fue diseñado.

Por ejemplo, cuando Dios creó la larva, no era con el fin de que fuera larva toda su vida, sino que la creó como larva con el fin de que llegara a ser una mariposa, por eso, es que ella pasa por varios procesos de transformación hasta convertirse en aquello para lo que fue creado.

Lo que significa que según la traducción bíblica de transformación es: un cambio progresivo que atravesamos para llegar a ser aquello que Dios determinó desde el principio que fuéramos.

En otras palabras: Transformación se puede definir en: los procesos que atravesamos en nuestra vida por medio de una relación personal e íntima con Cristo que tiene como fin el convertirnos en aquello que Dios ha determinado que lleguemos a ser.


Esto se produce por medio de la intimidad con Cristo, pero también puede producirse por medio de pruebas que atravesamos en el proceso que producen la madurez necesaria en nuestras vidas para llegar a ser lo que Dios ha determinado y cumplir con la función y el propósito para lo que fuimos creados.

Por eso vemos que el Apóstol Pablo le dice a los Gálatas en Gálatas 4: 19

”¡Oh mis hijos queridos! Siento como si volviera a sufrir dolores de parto por ustedes, y seguirán hasta que Cristo se forme por completo en sus vidas."

Saulo de Tarso, está expresándoles que la salvación no es el resultado final, sino sólo el comienzo; el resultado final es que Cristo sea formado por completo en sus vidas. 

Así mismo, muchas personas cuando se convierten y comienzan a venir a la Iglesia y dejan ciertas costumbres, cambian ciertas conductas, etc.; se quedan en ese estado inicial de transformación; pero ese no es el resultado final, sino el reconocer que somos pecadores y que Cristo es nuestro Señor, es lo que le da comienzo a varios procesos de transformación en nuestras vidas, porque el resultado final es el que Cristo sea formado en nuestras vidas.

Cuando somos conquistados por el amor de Dios, eso da lugar al comienzo de un proceso de transformación en nuestras vidas, el cual nos lleva de nuestro estado presente a cada vez ir avanzando en el proceso de ser más como Cristo. 

Transformación no tiene que ver con los cambios externos y superficiales, transformación tiene todo que ver con un proceso interno que realiza el Espíritu Santo en nuestras vidas.

Vidas Transformadas por el Viento

Escuchen Amadas y amados hermanos y hermanas en La fe, amadas y amados en Cristo, lo que el Señor nos habla


“Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús” 

Hechos 4:13


La iglesia del Nuevo Testamento explotó en crecimiento. Hubo tres mil bautizados en el día de Pentecostés (Hech. 2:41); miles más fueron añadidos a la iglesia unas semanas después (4:4). Pronto las autoridades reconocieron lo que estaba sucediendo. Estos creyentes del Nuevo Testamento habían estado con Cristo. Su vida había cambiado. 

Habían sido transformados por Su Gracia, y no podían guardar silencio.

Vamos a  Hechos 4:1 al 20. 


¿Qué sucedió aquí? 

¿Qué sucedió cuando las autoridades intentaron silenciar a Pedro y a Juan? 

¿Cuál fue su respuesta?


Estos creyentes eran nuevos en Cristo y tenían que contar su historia. 

Pedro, un pescador de carácter fuerte, fue transformado por la gracia de Dios. 

Santiago y Juan, los hijos del trueno que tenían dificultades para controlar su temperamento, fueron transformados por la Gracia de Dios. 

Tomás, el escéptico, fue transformado por la gracia de Dios. 

Los discípulos y los miembros de la iglesia primitiva tenían sus propias historias que contar, y no podían guardar silencio. 

Observa esta poderosa declaración de Elena de White en el libro El camino a Cristo: 

“Tan pronto como uno va a Cristo, nace en el corazón un vivo deseo de hacer conocer a otros cuán precioso amigo ha encontrado en Jesús; la verdad salvadora y santificadora no puede permanecer encerrada en el corazón” (CC 66).

Observa también lo que dijeron los líderes religiosos en el versículo 16. 

Ellos reconocieron abiertamente la realidad del milagro que se había realizado: el hombre sanado estaba de pie justo allí, delante de ellos. Incluso con todo esto, se negaron a cambiar su actitud. Y, sin embargo, a pesar de este desafío abierto, Pedro y Juan no retrocedieron en su testificación.

¿Qué relación hay entre conocer a Cristo y compartirlo? 

¿Por qué conocer a Cristo personalmente es tan esencial para que podamos ser testigos de él?


Podemos Reflexionar, y de la hermana White, tomamos algunos comentarios:

En la vida del discípulo Juan se ejemplifica la verdadera santificación. Durante los años de su íntima asociación con Cristo, a menudo fue amonestado y prevenido por el Salvador, y aceptó sus reprensiones. 

A medida que el carácter del divino Maestro se le manifestaba, Juan vio sus propias deficiencias, y esta revelación le humilló. 

Día tras día, en contraste con su propio espíritu violento, contemplaba la ternura y la tolerancia de Jesús y oía sus lecciones de humildad y paciencia. 

Día tras día su corazón fue atraído a Cristo hasta que se perdió de vista a sí mismo por amor a su Maestro. 

El poder y la ternura, la majestad y la mansedumbre, la fuerza y la paciencia, que vio en la vida diaria del Hijo de Dios llenaron su alma de admiración. 

Sometió su temperamento resentido y ambicioso al poder modelador de Cristo, y el amor divino realizó en él una transformación de carácter (Los hechos de los apóstoles, p. 445).

Amadas y amados en Cristo, cuando Jesús mismo por medio del Espíritu Santo, mora en el corazón, el alma rebosa de tal manera de su amor y del gozo de su comunión, que se aferra a El; y contemplándole se olvida de sí misma. 

El amor a Cristo es el móvil de sus acciones.

Los que sienten el amor ardiente de Dios, no preguntan cuánto es lo menos que pueden darle para satisfacer lo que él requiere; no preguntan cuál es la norma más baja que acepta, sino que aspiran a una vida de completa conformidad con la voluntad de su Redentor. 

Con ardiente deseo lo entregan todo y manifiestan un interés proporcional al valor del objeto que procuran. 

El decir que se pertenece a Cristo sin sentir ese amor profundo, es mera plática, árido formalismo, gravosa y vil acción o trabajo mundano y común.

Amadas y amados, Dios nos ha dado el don del habla para que podamos relatar a otros cómo él nos trata, para que su amor y compasión pueda conmover a otros corazones, y que de otras almas puedan elevarse también alabanzas a Aquel que nos ha llamado de las tinieblas a su luz admirable. 

El Señor ha dicho: “Vosotros sois mis testigos”. Isaías 43:10. 

Ahora, todos los que son llamados a testificar por Cristo, deben aprender de él a fin de ser testigos eficientes. 

Como hijos del Rey celestial, deben educarse para dar testimonio en voz clara y distinta, y de tal manera que nadie pueda recibir la impresión de que les cuesta hablar de la misericordia del Señor

Conclusión

El Poder de una Vida Transformada

Nos dice la Palabra de Dios:

“Entonces los vecinos, y los que antes le habían visto que era ciego, decían: ¿No es éste el que se sentaba y mendigaba?.”

 Juan 9:8

No existe mayor argumento en favor del Evangelio que una vida transformada por Jesús. 

El hombre de nuestros días está cansado de oír teorías y filo­sofías huecas. 

Todo el mundo habla, todo el mundo pro­mete, pero el Evangelio va más allá de la simple teoría. 

El Evangelio se hace vida, carne, experiencia, sale del roman­ticismo de la filosofía barata y entra en la vida práctica.

La vida transformada del ciego perturbó a la sociedad de sus días. Había en él algo diferente. 

Todos lo podían ver.

 No era tanto lo que él decía, era el hecho incontesta­ble de haber recuperado la visión. 

Cualquiera puede con­tradecir tus palabras, pero nadie puede refutar tu vida. Contra los hechos no hay argumentos.

Los vecinos que otrora lo habían visto cuando era men­digo, ahora se preguntaban unos a otros:

“¿No es éste el que se sentaba y mendigaba? Unos decían: El es; y otros: A él se parece. El decía: Yo soy” 

Juan 9: 8-9


No existe mayor argumento en favor del Evangelio que una vida transformada por Jesús. 

El hombre de nuestros días está cansado de oír teorías y filosofías huecas. 

Todo el mundo habla, todo el mundo pro­mete, pero el Evangelio va más allá de la simple teoría. 

El Evangelio se hace vida, carne, experiencia, sale del romanticismo de la filosofía barata y entra en la vida práctica.

¡Ameeennnn….!

Oremos

Dios los bendice

Ps. Jorge Macías benitez

domingo, 15 de agosto de 2021

#A298 Esclavo o Libre

Reino de Dios Ministerios

Ps. Jorge Macías benitez

Ministración semanal

Introducción 

Hola buenos días, ¡Bienvenidos a esta Casa, la Casa de Dios, Reino de Dios Ministerios!

Soy el Pastor Jorge Macías Benítez, su hermano e Hijo de Dios; también de corazón te tiendo la mano, te abro el corazón y te quiero recibir, dar un abrazo…¡¡¡¡en el Amor del Señor…!!

Con seguridad, reconocer a Jesucristo como Señor es el paso más importante de entrega y sumisión que todo creyente en algún momento debe enfrentar y tomar la decisión de nuestras vidas. 

Nos dice la Palabra de Dios:

“Vinieron al otro lado del mar, a la región de los gadarenos. Y cuando salió él de la barca, en seguida vino a su encuentro, de los sepulcros, un hombre con un espíritu inmundo, que tenía su morada en los sepulcros, y nadie podía atarle, ni aun con cadenas. Porque muchas veces había sido atado con grillos y cadenas, más las cadenas habían sido hechas pedazos por él, y desmenuzados los grillos; y nadie le podía dominar. Y siempre, de día y de noche, andaba dando voces en los montes y en los sepulcros, e hiriéndose con piedras.” Marcos 5:1-5

Énfasis por el Pastor Jorge Macías

Jesús hizo un viaje a la región de Gadara; lo que allí sucedió será parte de Su Ministración, mientras seguimos "Tras las pisadas de Jesús". 

La condición del hombre que Jesús encontró entre las tumbas era lamentable. 

La Escritura nos dice claramente que él estaba endemoniado. 

Jesús no tuvo que buscar al hombre, sino que éste lo vio, y corrió a postrarse a sus pies y adorarlo.

¿Sabía Jesús de antemano que iba a encontrarse con esa alma atormentada? 

Claro que sí, porque Él estaba dispuesto a hacer el viaje sólo para librar a ese hombre.

Ese endemoniado se había vuelto tan violento que ya no podía vivir con otras personas. 

En esa época, las tumbas generalmente se tallaban en una roca y muchas veces tenían espacio para varios cuerpos; en ocasiones, la gente que no tenia hogar, vivía en las tumbas aunque los cuerpos también estaban enterrados allí. 

Amadas y amados en Cristo, queridas amigas y amigos, a todos los buscadores de Amor, de esperanza, de respuestas, ese parece haber sido el caso en este pasaje.

El título del Mensaje y Su Ministración este mediodía del 15 De Agosto del año 2021, es:

#A298 Esclavo o Libre

Oremos

El Pecado Esclaviza

La mayoría de quienes no conocen a Jesús, no están endemoniados como ese hombre lo estaba, conforme al pasaje en nuestro fundamento este día. 

Ahora, amadas hermanos y hermanas en Cristo, queridas amigas y amigos en la Fe, a menudo vemos violencia, impureza y un espíritu rebelde en la gente. 

Esas características, se manifestaban en extremo en el hombre endemoniado; ello nos ayuda a ver hasta qué punto Satanás puede arrastrar a los seres humanos. 

El endemoniado de Gadara mostró una inquietud terrible y tendencias de autodestrucción. 

Escucha, Ahora, …. ¡tales condiciones pueden observarse en nuestra sociedad hoy cuando la gente cede al pecado!

En esta reflexión, surgen algunas preguntas a responder:

¿Por qué crees que en el Nuevo Testamento, algunos pasajes se refieren a los demonios como “inmundos”? 

¿Qué podría sugerir eso acerca de la influencia que ejercen sobre las personas y la sociedad?

¿Qué debemos hacer en caso de detectar que una persona necesita liberación?

De acuerdo con Marcos 16: 17 ¿quiénes pueden echar fuera a los demonios?

¿A qué obras se refiere Jesús en Juan 14: 12?


Profundizando al respecto del contexto que “levanta” estas preguntas, encontramos que El ser humano no está condenado a pecar; el pecar o no pecar es una decisión que debe tomar el hombre. 


Amadas, amados, Dios nos equipa para ello. 


Acompáñenme a Génesis 4: 7, que dice: 


“Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él.”


Dios nos ha dado el poder de enseñorearnos del pecado, es decir nosotros lo podemos dominar.


Satanás no puede obligarnos a pecar, el lo único que hace es tentarnos, la decisión es nuestra.


Dios no quiere destruir a su pueblo, es la consecuencia del pecado lo que lo lleva a su destrucción y la esclavitud. 


Ezequiel 39: 23, nos indica: 


“Y sabrán las naciones que la casa de Israel fue llevada cautiva por su pecado, por cuanto se rebelaron contra mí, y yo escondí de ellos mi rostro, y los entregué en manos de sus enemigos, y cayeron todos a espada.”


El efecto del pecado

El pecado tiene el efecto de las arenas movedizas, una vez que entras te empiezan a absorber y entre mas luchas por salir más te hundes es decir te hace su esclavo. 


Nos dice la Palabra de Dios, en Juan 8: 34 


“Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado.”


Amadas, amados en Cristo, ¡el pecado nos aleja de Dios!


El Padre, nos dice en Ezequiel 39: 24 


“Conforme a su inmundicia y conforme a sus rebeliones hice con ellos, y de ellos escondí mi rostro.” 


Cuando un cristiano se aleja de Dios queda desamparado y por lo tanto se convierte en presa fácil del enemigo que anda como león rugiente buscando a quien devorar.


Ciertamente que lo ideal seria no acercarnos al pecado para no convertirnos en su esclavo; no obstante, si por alguna razón hemos caído, a través del arrepentimiento verdadero nos podemos acercar otra vez a Dios y él nos libera. 


Nos dice el Señor en Ezequiel 39: 25 


“Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: Ahora volveré la cautividad de Jacob, y tendré misericordia de toda la casa de Israel, y me mostraré celoso por mi santo nombre.”

Escucha: ¡Solo a través de Jesucristo podemos romper toda cadena de esclavitud con el pecado!


Nos dice el Señor en Juan 8: 36 


“Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.”


Cuando salimos del pecado en nuestras fuerzas podemos lograrlo solo por un corto tiempo, solo con la ayuda del espíritu de Dios podemos lograrlo por siempre. 


Escucha esta promesa del Padre:


“Ni esconderé más de ellos mi rostro; porque habré derramado de mi Espíritu sobre la casa de Israel, dice Jehová el Señor.” 

Ezequiel 39: 29


Amadas, amados en Cristo, queridas amigas y amigos en la Fe, el Espíritu Santo es el que nos esta recordando que cosa podemos hacer y qué cosas no debemos hacer. 


Vamos a Juan 14: 26 


“Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.”





Vive en Libertad

Escucha mi amada, amado en Cristo, nuevamente: 


“la mayoría de quienes no conocen a Jesús, no están endemoniados como ese hombre lo estaba..”


Ps. Jorge Macías Benitez


Además, si así fuera, Cristo mismo les dice a Sus Discípulos en el evangelio en Marcos:


“Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas;”

Marcos 16:17


Además, si así fuera, debemos de Escuchar Su Evangelio, el Evangelio del Reino que es el de Cristo. 


Hoy identificamos 3 temas fundamentales: 


La Lealtad 

La Libertad

Una Comunión 


Amadas, amados en Cristo, queridas amigas y amigos, seguir a Jesús implica mantenerse Leal a su Palabra, de manera que el verdadero discípulo ya no es sólo el que cree - como los compañeros de Daniel y este mismo, en el libro de Daniel - , sino en específico el que escucha, vive y da Testimonio de la Palabra. 

La Palabra de Dios, guiados por Su Espíritu Santo - Romanos 8: 14 -  es la que lleva a Conocer la Verdad, que no es otra cosa que la Revelación que ha hecho el Padre de Su Hijo, por medio del Espíritu Santo.


Mientras que para un judío, la ley es la que hace libre, para Jesús, la verdad que hace libres, es el mismo Dios, que por Su Amor al hombre entregó a Su propio Hijo. 


Para los cristianos, la Verdad es una tarea siempre en construcción, en cuanto cada día descubrimos a Cristo que nos revela su proyecto de vida para el mundo de hoy. 


Los judíos no escuchan la palabra de Jesús porque se sienten libres por él sólo hecho de pertenecer al linaje de Abraham. 


Jesús ratifica que no es la raza o cualquier otra situación, circunstancia o característica humana, la que da la libertad sino Cristo y Su Palabra. 


La Comunión con Dios se adquiere mediante una relación con Jesús y su Palabra. 


El mismo Abraham hubiera entendido que al Padre sólo se llega a través del Hijo, y que por tanto es Jesús quien nos rescata de la esclavitud para hacernos verdaderos hijos de Dios.


Nos quedan claro, algunas preguntas:


¿Cómo ser fieles a la Palabra en un mundo de hoy cansado de las utopías y los sueños de justicia y libertad? 

¿Cómo seguir creyendo que el sueño de una sociedad donde el pan nuestro de cada día no falte en la mesa ni el corazón de ninguno, será una realidad? 

¿Cómo ser libres en un mundo esclavo del egoísmo y el individualismo?


Conclusión

Permitamos que el Señor nos Ministre y concluya con este Mensaje que nos ha regalado hoy.,

Que nuestra boca hable lo que nuestro corazón cree, desde los mismos labios de nuestra hermana Nancy DeMoss Wolgemuth:

“Creemos que el pecado ha separado a todo ser humano de Dios y nos ha hecho incapaces de reflejar Su imagen como fuimos creados para hacerlo. Nuestra única esperanza de restauración y salvación se encuentra en arrepentirnos de nuestros pecados y confiar en Cristo, quien vivió una vida sin pecado, murió en nuestro lugar y fue resucitado de los muertos».

Creemos que Jesucristo está redimiendo este mundo pecaminoso y haciendo todas las cosas nuevas; y Sus seguidores son llamados a compartir Sus propósitos redentores, en la medida que buscan, mediante Su poder, transformar aquellos aspectos de la vida que han sido manchados y arruinados por el pecado.

Como cristianos, deseamos honrar a Dios viviendo vidas contraculturales que reflejan al mundo la belleza de Cristo y Su evangelio”C

Amadas y amados en cristo, queridos amigos y amigas en la Fe, no está mal afligirse y llorar sobre cómo el pecado nos ha afectado, o lo ha hecho con muchos; si no lloramos de esa manera a veces, es tal vez porque nunca hemos visto la gravedad de nuestro pecado. 

No obstante, podemos haber visto la gravedad y estamos teniendo dificultades para levantarnos por el peso de ese pecado, debido a cómo se han visto otros afectados.

Pero recuerda que el mismo Dios que está en el proceso de redimir tu vida de la destrucción, está también trabajando en las vidas de tu esposa o esposo, de tus hijos, de tus nietos, de tus compañeros, amigos y de otras personas que han sido afectadas. 

Todos tenemos la oportunidad de encontrar la Gracia, y la misericordia de la “limpieza” de la sangre de Cristo como tú y yo la hemos tenido, por los pecados que tal vez no fueron tu responsabilidad, o quizá que no fueron cometidos por ellos, sino pecados que fueron tu culpa y los afectaste a ellos.

¡Wooowww..! Sí, también por ello.

Por supuesto estoy asumiendo que has ido donde las personas afectadas y has confesado tu pecado a ellos, y les has pedido perdón. 

Ahora, hay algunas de esas marcas que quedan, que se convierten en recordatorios permanentes de que mi pecado ha dejado marcas en las vidas de los otros.

Quiero recordarles que las Escrituras prometen que la Gracia de Dios tiene poder para restaurar. 

No has visto todavía el final del libro o al menos de este capítulo tiempo en tu vida. 

Si tú pudieras redimir a tus hijos, o a tu esposa o esposo o a los miembros de tu familia o a otros, de esas circunstancias que provocaste en sus vidas, de seguro lo harías, !pero no puedes!

El hecho es que ¡Dios puede redimirlos! ¡Él Sí puede…y también quiere!

Él puede vencer y anular las pérdidas que han sido ocasionadas por nuestro pecado en las vidas de otros. 

Todo señala, todo apunta al poder del Calvario—el poder del Amor, de la Gracia y de la Sangre de Cristo.

¡Ameeennnn….!

Oremos

Dios los bendice

Ps. Jorge Macías benitez

domingo, 8 de agosto de 2021

#A297 Cristo Gobierna mi Vida

Reino de Dios Ministerios

Ps. Jorge Macías benitez



Ministración semanal 

Introducción 

Hola buenos días, ¡Bienvenidos a esta Casa, la Casa de Dios, Reino de Dios Ministerios!

Soy el Pastor Jorge Macías Benítez, su hermano e Hijo de Dios; también de corazón te tiendo la mano, te abro el corazón y te quiero recibir, dar un abrazo…¡¡¡¡en el Amor del Señor…!!

Con seguridad, reconocer a Jesucristo como Señor es el paso más importante de entrega y sumisión que todo creyente en algún momento debe enfrentar y tomar la decisión de nuestras vidas. 

El Fundamento del Señor para todos este mediodía del domingo 8. De Agosto del año 2021, lo encontramos en: 

“1 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. 2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”

Romanos 12: 1-2


También es cierto que Cristo, a medida que le permitamos, se hará cargo en un proceso de evolución y crecimiento, de nuestras vidas y gradualmente llegará a gobernarlas en Verdad.

El título del Mensaje y Su Ministración este mediodía del 8 De Agosto del año 2021, es:

#A297 Cristo Gobierna mi Vida

Oremos

El Hogar de Cristo

En la epístola de Pablo a los Efesios, encontramos estas palabras:

“para que (Dios) os dé, conforme a las riquezas de Su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por Su Espíritu; para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones” Efesios 3:16-17

Se traducido la misma porción de esta forma, tal como otro ha traducido: “para que Cristo pueda establecerse y estar como en casa por la fe en vuestros corazones”.

Amada y amado en Cristo, queridos amigos, sin duda una de las doctrinas cristianas más notorias es que Jesucristo mismo a través de la Habitación del Espíritu Santo en realidad entrará en un corazón, se establecerá y estará allí como en su casa. 

Cristo hará del corazón humano su morada.

Nuestro Señor les dijo a sus discípulos: 

“El que me ama mi Palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él” 

Juan 14: 23 

Les era difícil para ellos entender lo que él estaba diciendo. 

¿Cómo era posible que él hiciera su morada con ellos es este sentido?

Ahora, sin duda observamos que nuestro Señor utilizó aquí la misma palabra que les dio en la primera parte de Juan 14: 

“voy, pues a preparar un lugar para vosotros… para que donde yo estoy, vosotros también estéis”. 

Nuestro Señor les estaba prometiendo a los discípulos que, tal como él estaba yendo al cielo a prepararles un lugar y un día les daría la bienvenida, ahora  sería posible que ellos le prepararan un lugar para él en sus corazones y haría su morada con ellos.

Ellos no podían entender esto, ¿cómo podía ser?

Luego vino el día de Pentecostés. 

El Espíritu de Cristo fue dado a quienes habían recibido discipulado por el Maestro, y ellos entendieron. 

¡Dios no mora en un Templo en Jerusalén u otra parte de la tierra! 

Dios no mora en un templo hecho de manos. 

¡Dios solo habita en los corazones humanos de quiene Son Sus Discípulos! 

Amados, amadas, el cuerpo del creyente es el templo de nuestro Dios viviente y el corazón humano es el hogar de Jesucristo. 

Claro, ¡solo, si tú lo invitas!

Me es difícil imaginar, aún en un privilegio más elevado que él hacer para Cristo un hogar en mi corazón, para darle la bienvenida, para servirle, agradarle y para tener comunión con Él allí. Apocalipsis 3: 20.

Una mañana que jamás olvidaré, invité a Cristo a entrar en mi corazón. 

¡Vaya entrada que Él hizo! 

No fue una cosa espectacular, emocional, pero sí muy real. 

Entró en la oscuridad de mi corazón y encendió la luz. 

Encendió un fuego en el corazón frío y desvaneció la frialdad. 

Comenzó una música donde había habido silencio y llenó el vacío con su propia comunión amorosa, maravillosa. 

¡Nunca me he arrepentido y lamentado de haberle abierto la puerta a Cristo y nunca lo haré — no, para toda la eternidad!

Alguien Llama a la Puerta

En este proceso, por supuesto, el primer paso para hacer del corazón la casa de Cristo, alguien debe de tocar para entrar.

Él ha dicho: 

“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo” Apocalipsis 3: 20

Amadas y amados en Cristo, queridos amigos, si estás en la búsqueda de hacer de tu vida una morada para el Único y Verdadero Dios vivo, déjame alentarte para que invites a Cristo a entrar en tu corazón, y él sin duda, lo hará.

Después que Cristo entró en mi corazón y en el gozo de esa relación recientemente hallada, le dije: 

“Señor, quiero que este corazón mío sea tuyo, quiero que te establezcas aquí y te sientas perfectamente como en casa. Todo lo que tengo te pertenece. Permíteme que te la haga conocer y te presente los diferentes aspectos de la casa para que pueda estar más pleno.” 

Él estuvo muy feliz de venir, por supuesto, y más feliz aún de que se le diese un lugar en el corazón.

El primer cuarto fue el estudio; la biblioteca, llamémosla el estudio de la mente. 

Ahora, en mi casa este cuarto de la mente es amplio, luminoso, con muros altos y paredes gruesas; es un espacio importante para nuestras vidas ahí. 

En un sentido, es el cuarto de control de la casa. 

Él entró conmigo y miró los libros en los estantes, los adornos en los muebles. 

A medida que yo seguía su mirada, me ponía incómodo. 

Era muy extraño que no me había sentido mal acerca de esto antes, pero ahora que él estaba allí mirando las cosas, me sentía avergonzado. 

Había allí algunos libros que sus ojos eran demasiado puros para mirarlos. 

Había una gran cantidad de basura y literatura sobre la mesa que no eran asuntos para que leyese un creyente; y en cuanto a los adornos en los muebles — las imaginaciones y pensamientos de mi mente — estos eran vergonzosos.

Me volví hacia él y le dije: 

“Señor, sé que este cuarto necesita un cambio radical. ¿Me ayudarías a hacer lo que sea para llevar todo pensamiento a la obediencia a Cristo?”

“Claro, te ayudaré”

Así, tal cuál apenas el pasado miércoles me dijo:

“¡Deja que Yo el Señor, lo Haga!”

Esa es una de las razones por las cuales estoy aquí, delante de ustedes. 

Limpieza en tu Casa

Amadas, amados en Cristo, queridos amigas y amigos, tomen todo lo que estás leyendo y viendo que no sea útil, puro, bueno y verdadero, ¡y tírenlo! 

Ahora, coloquen sobre los estantes vacíos los Su Palabra y todo texto que edifique porque están fundamentados en Sus Enseñanzas, Principios, Valores y Diseños.

Llena la biblioteca con las Escrituras y medita en ellas de día y de noche. 

En cuanto a los adornos en los muebles, tendrás dificultad para controlarlo; sin embargo, tendrás ayuda. 

Me dio un retrato completo de sí mismo. 

“Cuélgalo en el medio,” dijo “sobre la pared de la mente”. 

Lo hice y he descubierto a través de los años que cuando mis pensamientos están centrados en Cristo mismo, Su Pureza y Poder hacen que retrocedan las imaginaciones impuras. 

“Porque así dijo Jehová el Señor, el Santo de Israel: En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza. Y no quisisteis,” 

Isaías 30:15


Así que Él me ha ayudado a someter mis pensamientos a Su Obediencia.

Conclusión

Mi Anhelo es que si tú tienes dificultad con este pequeño cuarto de la mente, traigas a Cristo dentro de él. 

Llénalo de la Palabra de Dios, medita sobre ella y siempre guarda delante del mismo la presencia inmediata del Señor Jesús.

¿Qué podría encontrar Cristo en la sala de mi corazón, en el taller, o bien en el salón de juegos; qué se te ocurre que encontraría en el armario del pasillo?


Oración

dios los bendice

domingo, 1 de agosto de 2021

#A296 Serenidad: Fortaleza en Cristo

Reino de Dios Ministerios

Ps. Jorge Macías benitez



Ministración semanal

Introducción 

Hola buenos días, ¡Bienvenidos a esta Casa, la Casa de Dios, Reino de Dios Ministerios!

Soy el Pastor Jorge Macías Benítez, su hermano e Hijo de Dios; también de corazón te tiendo la mano, te abro el corazón y te quiero recibir, dar un abrazo…¡¡¡¡en el Amor del Señor…!!

El Fundamento del Señor para todos este mediodía del domingo 1ro. De Agosto del año 2021, lo encontramos en Isaías 30: 15, que dice:

“'Porque así dijo Jehová el Señor, el Santo de Israel: En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza. Y no quisisteis, '


Amados, amadas en Cristo, queridos amigos, este mensaje me lo entregó el Señor el pasado martes, al Ministrarme por medio de un - Ahora - hermano en la Fe que tenía prácticamente 25 años de no ver.

En un de repente de Dios, contactamos, nos reunimos y lo que pesamos sería una reunión del Market Place y Networking, terminó siendo una hermosa reunión  de 2 siervos de Dios, siendo ministrados por el Señor.

El Señor nos empezó a hablar de Gobierno, debido a ese encuentro y con ello, del resultado de que Él Ministre ese Gobierno en nuestras vidas.

El título del Mensaje y Su Ministración este mediodía del 1ro. De Agosto del año 2021, es:

#A296 Serenidad: Fortaleza en Cristo


Oremos

Quédate quieto

Hoy, es un día en el cual muy particularmente Discerniremos que hay ocasiones, cuando el Señor nos pide como discípulos quedarnos quietos y no hacer nada. 

Especialmente cuando parece que todos a nuestro alrededor están tan desesperados y frenéticamente ocupados terminando en cansancio sin lograr lo que quisieron.

Oh, Amadas, amados en Cristo, algunas veces el Señor nos dice que permanezcamos quietos cuando la emergencia llega. 

¡Oh, Si…! Yo sé que quedarse quieto cuando todo alrededor parece derrumbarse, exige una gran cantidad de fortaleza. 

La inactividad parece irracional cuando todos esperan que yo sea activo, pero lo importante es si el Señor me ha dicho como lo dice a través del profeta Isaias. 

"En descanso y en reposo seréis salvo, en quietud y en confianza será vuestra fortaleza.”

Escucha Amada, amado en Cristo, amigas y amigos en la Fe, hoy necesito recibir y Discernir, ante la presencia de Dios que una emergencia no significa desastre para un Discípulo del Señor, aunque ciertamente implica que nos encontramos ante una encrucijada.

La emergencia nos lleva a preguntarle a Dios: 

¿Que quieres que haga Señor?. 

¿Como es que en esta situación, tu te vas a Gloriar a ti mismo por medio de mi?

¿Cuál es el camino correcto a tomar?

Amadas, amados en Cristo, estas preguntas no se pueden hacer mientras corremos, pero sí cuando nos sentamos y descansamos en Él.

No es sentarme y ser indiferente e ignorar la emergencia; es sentarme pidiendo la Dirección de aquel que todo lo puede.

El Señor nos ha venido Ministrando al respecto, en Romanos 8: 14 que nos dice con contundencia:

“Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios.”

Dios se hace cargo de decimos con completa claridad, cuál debe de ser nuestra actitud al respecto de a quien clamar por Dirección; en particular, al tratarse de una condición para SER Su Hija o Hijo.

Su Palabra, y entonces claro, Dios mismo, me recuerda que Jesús en muchas ocasiones abrió su boca y dio respuestas pero también me dice que varias veces cerró sus labios y no contesto ninguna pregunta.

Habrá veces en nuestras vidas - yo puedo darles testimonio de ello -  cuando no debo decir nada sino simplemente sentarme y esperar que Dios me dirija lo que debo hablar o lo que debo hacer. 

Si así lo hago, entonces descubriré que la fortaleza viene a mi…¡por que viene de aquel en quien he puesto mi confianza y me ha guiado!

Mi Señor, Conoce en mi como me cuesta quedarme quieto; siempre quiero correr y tomar acción por mis propia cuenta. 

En mi hay Fuego de Dios, debido a que he creído que siempre tengo Su respuesta; Ahora, entiendo que no tengo todas las respuestas…¿tú las tienes?

¡Solo Él! 

¡Por ello Clamo a Él! : 

Señor, cuando las emergencias llegan he salido corriendo para atenderlas a mi manera y Hoy…no quiero hacerlo mas.

Quiero aprender a quedarme quieto y esperar tu enseñanza y así podré hacer lo que es justo y correcto.

Es así que hoy me encuentro Clamando por su Dirección y preguntando, 

¡Padre si hoy llegan emergencias ayúdame a no olvidar este verso de hoy …ayúdame a controlar mis impaciencias e inquietudes y quiero aprender a sentarme y quedarme quieto, ante ti…porque cuando me acerco a ti…me acerco a la vida y a la fuerza.! 

En el Nombre de Jesús, Amen.

Serenidad y Poder


El secreto de Dios para la fuerza espiritual se encuentra en la Serenidad, tal cual nos indica en Isaías 30:15: 

“En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza”.

En hebreo, la palabra quietud, significa reposo. 

Reposo significa calmado, relajado, libre de toda ansiedad, estar Sereno. 

Amadas, amados en Cristo, queridos amigos, el Pastor David Wilkerson reflexionaba al respecto:

“En estos días, no muchos cristianos tienen el tipo de tranquilidad y serenidad descrito aquí. 

Multitudes de creyentes están involucrados en un frenesí de actividades, precipitándose alocadamente para obtener posiciones, riquezas, posesiones y placeres. 

Aun en el ministerio, muchos corren preocupándose, temiendo, buscando respuestas en conferencias, seminarios, discos, videos del salmista de moda - como si de Dios mismo se tratase - y en los libros de mayor venta.”

Al parecer, todos quieren dirección, soluciones - por cierta y rápidas - algo que calme su espíritu; sin embargo, buscan en todas las fuentes, excepto en el Señor. 

Amadas, amados, Dios ya les ha dado una palabra a través de Isaías; Ahora, si no se vuelven al Señor como su fuente de vida, sus luchas acabarán en sufrimiento y confusión.

El apóstol Pedro habla :

"ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios” 

1a. Pedro 3:4. 

Tal espíritu no tiene nada que ver con el temperamento o la personalidad; después de todo, algunas personas son naturalmente más susceptibles a ser calmadas o tímidas, mientras que otras son simplemente lo contrario. 

No, el espíritu calmado, al que se refiere Pedro, sólo puede SER implantado en nosotros por el Espíritu Santo.  

La buena noticia es que Él lo da a todo aquel que teniendo comunión con el Espíritu Santo, confía completamente en el Señor.

¿Es tu hogar un lugar de calma y paz, o es un lugar de dudas, ansiedad e inquietud? 

Cuando vienen los problemas: 

¿buscas al Señor diligentemente antes de recurrir a cualquier otra fuente? 

Este proceso de confiar en primer lugar en Él, en todas las cosas no es fácil ¡Aunque tiene que ser estimulado! 

Nuestro Señor dice: “Has confiado en mí para ser salvo y ahora quiero que confíes en mí, en todas las cosas de tu vida, tu salud, tu familia, tu futuro. ¡Dámelo todo!” 

Anda a tu lugar secreto de oración y enciérrate con Él; y Él saciará cada una de tus necesidades… ¡y más!




Estad Quietos

Oh Amadas, amados en Cristo. Nos dice el Señor:

“Estad quietos, y conoced que Yo soy Dios” Salmo 46: 10

Escucha este testimonio:

En cierta ocasión el Señor se valió de ese versículo de la Biblia para enseñarme algo muy importante y demostrar Su capacidad para facilitarnos orientación rápida y explícita cuando le prestamos oído en oración.

Tenía que comunicarme con una mujer, pero no tenía su dirección. 

Era un asunto urgente. 

Todo mi ser palpitaba de ansiedad. 

Me parecía que iba a estallar en mil pedazos si no le hacía llegar un mensaje. 

Mientras oraba para saber qué hacer, de repente me vino un pensamiento, una reflexión de un pasaje de las Escrituras: 

“Serénate. Estate quieta y reconoce que Yo soy Dios”.

Cuando me senté, me tranquilicé y le pedí al Señor que interviniera para evitar una catástrofe, Él me habló al corazón: 

«Escribe una nota y llévala al apartamento donde vivía ella antes. Tal vez tenga que volver allí por algún motivo; o a lo mejor un inquilino del edificio que sabe su nuevo domicilio hallará tu nota y le avisará que se comunique contigo».

Total que escribí la nota y fui a su apartamento a entregársela. 

En el preciso instante en que llegué, nota en mano, se presentó nada más y nada menos que la persona con la que tenía que comunicarme.

Amadas, amados en Cristo, es increíble la maestría con que Dios resuelve las cosas. 

Aquello me enseñó que — tal como dice Su Palabra — mi fortaleza reside en la quietud (Isaías 30:7). 

Ahora, reflexionemos y Discirnamos en Su Espíritu:

"En el acelerado andar de la vida moderna, es más necesario que nunca que nos bañemos en el mar de la Serenidad divina”

Pastor Jorge Macías Benitez 

Para conocer plenamente a Dios es preciso que nuestros pensamientos y nuestro espíritu estén tranquilos y en paz. 

“Estad quietos, y conoced que Yo soy Dios”

¿De qué modo el tranquilizarme me hizo «conocer que Él es Dios»? 

Por el hecho de que cuando Él respondió tan milagrosamente a mi oración se puso de manifiesto una vez más la sublime verdad de que Él es Dios.

Amadas, amados en Cristo, muchas personas tienen el concepto erróneo de que la quietud que menciona ese versículo es algo así como una tensión controlada, una pose ensayada. 

Piensan que de alguna manera pueden reprimir la ansiedad. 

Puede que en algunos casos lo logren, pero aun así, no alcanzan sino una calma superficial; por dentro son un hervidero de pasiones. Esa no es la quietud a la que nos referimos. 

La serenidad divina no es sinónimo de pasividad. 

Se trata de una auténtica paz de espíritu que trae aparejada una formidable lucidez mental. 

Es en esa paz que llegamos a comprender cuál es el designio y la voluntad de Dios.

Sé por experiencia que la serenidad divina suele ser producto de pruebas y tribulaciones. 

¿Por qué? 

Porque los avatares de la vida aplacan el alma; el sufrimiento nos confiere un espíritu humilde. 

¿Estás atravesando un momento difícil? 

Serénate y preséntate con calma ante el Señor. 

Él te indicará cómo obtener dulzura de esa dificultad, te enseñará cosas hermosas por medio de ella; pero debes buscar la quietud. 

En esos gratos momentos de silencio y devoción, Él te hablará al alma.

No fue en el terremoto, ni en el fuego,

ni en el viento, ni en la atroz tormenta,

sino en la quietud, en el sosiego,

cuando escuchó susurros el profeta.

Guarda silencio ante Dios, alma mía.

Aunque te halles sumida en un mar

de afanes que te roban la alegría,

en la calma oirás a Dios hablar a tu vida.

Mary Rowles Jarvis


Conclusión

Amadas, amados e Cristo, vamos finalizando este mensaje y la Ministración del Señor.

¿Qué debe hacer el creyente en tiempos complejos? 

Guardar silencio y escuchar. 

Depositar su confianza en el nombre del Señor, apoyarse en Dios. 

Quedarse quieto, como dice el versículo, quedarse quieto y escuchar. 

Lo primero que conviene hacer es no hacer nada, quedarse quieto. 

Aunque vaya a contrapelo de la naturaleza humana, es lo más atinado que podemos hacer. 

Un viejo adagio popular, dice: 

«Cuando estés nervioso, no te apures». 

Dicho de otro modo, cuando no estés seguro de lo que debes hacer, no reacciones apresuradamente, a tientas y a ciegas, esperando que se dé lo mejor.

En no pocas ocasiones me he encontrado en medio de una neblina espiritual y me esforzado por salir de ella por mis propias fuerzas. 

Mis acciones fueron encaminadas a ponerme a desenmarañar los hilos o a buscar una solución al problema; esto es, en que tenía que hacer algo. 

Mis energías humanas me impulsaban a salir corriendo a resolver la situación. 

Ahora, Dios me ha mostrado y dirigido - Su Espíritu Santo - he aprendido que aunque ponga mi mayor esfuerzo,   eso ayuda en muy poco; es mucho mejor anclar mi nave, no preocuparme de que tironee un rato las amarras y simplemente confiar en Dios.

Amada, amado en Cristo, solo quédate quieto y verás lo que hará Dios. 

Cuando nos serenamos y confiamos en Él, le damos oportunidad de obrar. 

Con frecuencia al preocuparnos le impedimos hacer todo lo que podría hacer. 

Si estamos distraídos y tenemos el espíritu turbado, no le dejamos hacer mucho por nosotros. 

La paz de Dios debe tranquilizarnos y dar reposo a nuestra alma.

Pon tu mano en la mano de Dios y déjate llevar por Él hacia el radiante sol de Su amor. 

Procura la quietud. 

Da lugar a que Él intervenga en tu favor. 

“Por nada estéis angustiados, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego —aquietando nuestro espíritu delante de Él—, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús” Filipenses 4: 6-7

Oración

Dios los bendice

domingo, 25 de julio de 2021

#A295 Un Mensaje del Cielo

Reino de Dios Ministerio

Ps. Jorge Macías benitez


Ministración semanal 




Introducción 

Hola buenos días, ¡Bienvenidos a esta Casa, la Casa de Dios, Reino de Dios Ministerios!

Soy el Pastor Jorge Macías Benítez, su hermano e Hijo de Dios; también de corazón te tiendo la mano, te abro el corazón y te quiero recibir, dar un abrazo…¡¡¡¡en el Amor del Señor…!!

El Fundamento del Señor para todos este mediodía del domingo lo encontramos en Mateo 6: 9-13, que dice:

'Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén. '


S. Mateo 6:9-13


Amadas y amados en Cristo, queridos amigos y amigas, las primeras tres peticiones van ligadas a los Anhelos de Dios para con nosotros, son sus prioridades y las nuestras por extensión. 

Luego de las primeras tres peticiones existe la frase: "Como en el Cielo, así también en la Tierra." 

Inicialmente parece que esta frase solo se refiere a que se haga la voluntad de Dios, pero si lo analizamos a fondo, según el texto griego, es una frase que envuelve también a las otras dos: 

Que su nombre sea santificado en la tierra como en el cielo; que su reino venga en la tierra como en el cielo y que sea hecha su voluntad en la tierra como en el cielo. 

Si lo vemos desde esta óptica, es enorme la petición que cierra la primera parte del modelo.  

¿Cómo podemos participar para que ‘el cielo baje a la tierra’?

El título del Mensaje y Su Ministración este mediodía del 11 de julio del año 2021, es:

#A295 Un Mensaje del Cielo

Oremos

Como en el Cielo

Tenemos una familia de carne, las personas con las que estamos relacionados por sangre; también tenemos una familia de Fe con la que estamos relacionados por la sangre de Cristo; “COMO EN EL CIELO, ASÍ TAMBIEN EN LA TIERRA” 




I.- SANTIFICADO SEA TU NOMBRE (SANTIDAD ORIGINADA EN DIOS MISMO)

 

1) ÚNICAMENTE A TRAVÉS DEL ESPÍRITU SANTO:

Ninguna adoración de la santidad de Dios puede ser aceptada, sino mediante la participación del Espíritu Santo. Porque la operación principal de él en la vida del creyente es santificarla y limpiarla aplicando el sacrificio de Cristo.  1 Corintios 12:3 “Por tanto os hago saber, que nadie que hable por Espíritu de Dios, llama anatema a Jesús; y nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por Espíritu Santo”.

 

2) PARA ALABANZA Y ADORACIÓN:

En muchas corrientes evangélicas se hace énfasis en la alabanza y adoración, algunos exageran entrando a una euforia colectiva. Se habla de ministerio de alabanza dentro de las iglesias y se le da prioridad. Es muy importante el canto y la alabanza en la vida del creyente, pero el buen testimonio y la obediencia es la máxima adoración a Dios. Vea usted por ejemplo la vida de obediencia de Daniel y sus amigos no contaminándose con las costumbres de Nabucodonosor; y de Jesús, en donde el mismo padre menciona en Mateo 3:17 “Y he aquí una voz de los cielos que decía: Este es mi Hijo amado, en el cual tengo contentamiento”.

 

3) CON GRATITUD Y GOZO:  

Todo lo que tenemos es porque Dios lo ha permitido en nuestra vida: alimento, casa, trabajo, posesiones, etc. Todo viene de su mano misericordiosa. Pero aún la enfermedad, los problemas y sinsabores los permite el Señor en nuestra vida con un plan y propósito. Por ello debemos dar gracias de todo y por todo. 1a. Tesalonicenses 5:18 “Dad gracias en todo; porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús” ¿Damos gracias a Dios por todo?

 

II.- VENGA TU REINO (CUANDO CAMBIA EL INTERIOR)

 

1) MEDIANTE EL EVANGELISMO:

La palabra Evangelion es griega y significa buenas noticias. Las noticas de que ya no tienes que ir al infierno si crees en tu corazón en Cristo. La única manera en que las personas pueden venir a la Fe de Nuestro Señor Jesucristo es mediante la predicación del evangelio y que sepan de su gigantesca obra en la cruz, y se apropien de ella en sus corazones (Romanos 10:14). Para eso vino personalmente Jesucristo para guiarnos en el camino de tinieblas y nos conduzca a Dios. Si él como Maestro y  Señor predicó, cuanto más nosotros como discípulos y siervos. Isaías 52:7  “Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que publica la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salud, del que dice á Sion: Tu Dios reina!”  ¿Podemos predicar?

 

2) A TRAVES DE LA PALABRA DE DIOS:

Para que no se olvide, no se tergiverse, se invente, está inamoviblemente establecido en la escritura. Isaías 40:8  “Secase la hierba, cáese la flor: más la palabra del Dios nuestro permanece para siempre.”

 

La Santa Biblia fue dada por Dios, mediante la inspiración del Espíritu Santo y está completa. Todo lo que el hombre debe saber acerca de Dios será revelada por Dios, en ella.


Entendemos por fe que todas las cosas fueron hechas por su palabra, también la salvación de los humanos.

Todo creyente debe haberla leído completa cuando menos una vez. 


Conocerla para edificación y alimento propios, como predicación a otros. ¿La leemos? ¿La conocemos? ¿Se la enseñamos a otros? Este mes es de la Biblia.

 

3) CON LA FE PARA SALVACIÓN:


A diario realizamos actos de fe, como subir al auto sin tener temor que explote el vehículo con el tanque lleno de gasolina. Pasar sobre un puente sin temor a que se caiga. Estar bajo el techo de una losa de concreto sin temor a que se venga sobre nosotros, aun cuando pesa un cuarto de tonelada por metro cuadrado. Confianza en que unos pedazos de papel (billetes) valen.


Similar, aunque no es lo mismo, es la fe para salvación. 


Esta viene solo por el Espíritu Santo, una fe sobrenatural en el corazón del creyente que lo convence de pecado, de justicia, de juicio y de glorificación a Cristo (Juan 16:6-11)

 

III.- SEA HECHA TU VOLUNTAD (PARA QUE SEA LLEVADO A LA PRÁCTICA)

 

  1. CON AMOR:

La Biblia nos enseña que todo se acabará, pero no el amor (1 Corintios 13:8). Aún en contra de la filosofía de este mundo que dice que el amor se acaba. El verdadero amor emana de Dios; Dios es amor dice Juan. 


El amor a Dios es lo que nos debe movernos para hacer las cosas. Recuerdo cuando mis hijos estaban pequeñitos y a veces después de varias jornadas de trabajo exhaustivas no quería levantarme de la cama; solo el pensar en que debería proveer leche para la mesa de la familia, el amor a los hijos es lo que me levantaba; pero aun así se trata de un amor imperfecto. 


El amor perfecto viene de Dios: nosotros lo amamos a él porque él nos amó primero (Juan 4:19). 


Todo lo que hagamos, hagámoslo como al Señor y no a los hombres Colosenses 3:23. 


¿Hacemos nuestras cosas con amor al Señor?

 

2) CON SERVICIO: 

La característica de los verdaderos discípulos es el servicio, tenemos el máximo ejemplo en nuestro Señor quien dijo: 


Mateo 20:28 “Como el Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos”. 


Un servicio con amor y servicio. 


En nuestro tiempo nadie quiere servir, todos quieren que se les sirva: en la casa, en el trabajo, en las fiestas, en la iglesia. 


¿Estamos dispuestos a trabajar?

 

3) CON HUMILDAD:


Jesucristo es la persona más humilde que haya existido sobre la faz de la tierra. Humildad es una palabra grandiosa, nos permite aprender, conocer, crecer y entrar al Reino de los cielos; la primera Bienaventuranza de Mateo 5 habla de esto. Humildad es ser un vaso vacío, listo para ser lleno. Un vaso lleno ya no puede recibir nada.


Conclusión

Jesucristo es el vínculo entre el cielo y la tierra, la conexión entre Dios y la humanidad, la conexión entre las bendiciones del cielo hacia la tierra; nadie puede ir al padre (en el cielo) si no es por él, ninguna oración surtiría efecto sin Él.

 

  1. ¿Damos gracias a Dios por todo?
  2. ¿Podemos predicar el Evangelio del Reino?
  3. ¿Leemos la Biblia? ¿La conocemos? ¿Se la enseñamos a otros?
  4. ¿Hacemos nuestras cosas con amor al Señor?
  5. ¿Estamos dispuestos a participar para que aquí en la tierra sea como en el cielo?
  6. ¿Estamos dispuestos a permitir que nuestro hogar sea un pedacito de cielo, o es un pedazo de infierno?
  7. ¿Ya tenemos a Cristo en nuestro corazón para que se inicie el reino de los cielos en nuestra vida?


Si no es así, venga a Él, le espera misericordioso.


Oración

Dios los bendice