Serie: Dios de Pactos
Ps. Jorge Macías Benitez
27 de Febrero del 2022
Introducción
Hola buenos días, ¡Bienvenidos a esta Casa, la Casa de Dios, Reino de Dios Ministerios!
Soy el Pastor Jorge Macías Benítez, su hermano e Hijo de Dios; también de corazón te tiendo la mano, te abro el corazón y te quiero recibir, dar un abrazo…¡¡¡¡en el Amor del Señor…!!
Todos hemos escuchado el dicho popular: Candil de la calle, oscuridad de su casa, y eso se dice cuando una persona es amable, alegre, dispuesto a ayudar, con todos menos con su propia familia.
Y eso no es algo extraño, sino al contrario es algo muy común y lastimosamente aun dentro de las familias cristianas.
El fundamento nos deja claro que nosotros tenemos que ser luz, tenemos que reflejar la luz del amor de Dios en nuestra vida.
De hecho, la palabra de Dios nos dice que la amabilidad y las buenas obras tienen que ser la tarjeta de presentación de los hijos de Dios (vs 16 / Filipenses 4:5)
Ahora la palabra de Dios nos deja claro donde debe ser el primer lugar donde nuestra luz debe ser vista, el primer lugar donde nuestra luz tiene que iluminar la vida de nuestros prójimos: Nuestra casa. (Mateo 5:15)
Tenemos que tener claro que no se trata de ser tinieblas en la calle y solamente luz en la casa, no se trata de tener buenas actitudes solamente con nuestra familia, ser cristiano significa tener buenas actitudes con todas las personas comenzando en nuestro hogar.
El fundamento es:
“12Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, 13porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.
14Haced todo sin murmuraciones y contiendas, 15para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa,
Dt. 32.5.
en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo; 16asidos de la palabra de vida, para que en el día de Cristo yo pueda gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado. 17Y aunque sea derramado en libación sobre el sacrificio y servicio de vuestra fe, me gozo y regocijo con todos vosotros. 18Y asimismo gozaos y regocijaos también vosotros conmigo.” Filipenses 2
El título del mensaje este domingo es:
Lumbrera en la Calle
Oremos
Ceguera Espiritual
No sólo es necesario venir a la iglesia y escuchar el mensaje solamente, quien escucha palabra de Dios y no la pone por obra, es un necio.
Dios podría hacer tantas cosas con nosotros, pero hay un mal, que yo llamaría una especie de ceguera espiritual, que a veces nos permite deleitarnos en el consejo de Dios solamente pero no obedecerlo.
Ezequiel 33:31-33:
“Y vendrán a ti como viene el pueblo, y estarán delante de ti como pueblo mío, y oirán tus palabras, y no las pondrán por obra; antes hacen halagos con sus bocas, y el corazón de ellos anda en pos de su avaricia. 32Y he aquí que tú eres a ellos como cantor de amores, hermoso de voz y que canta bien; y oirán tus palabras, pero no las pondrán por obra. 33Pero cuando ello viniere (y viene ya), sabrán que hubo profeta entre ellos”.
Así eran los griegos; Cuando el apóstol Pablo visitó Atenas observó que se preocupaban en oír constantemente algo nuevo, pero dice la Biblia que la bendición no es para los oidores sino los hacedores de la palabra de Dios.
Hay dos etapas: Primero oír y luego actuar; no es suficiente que conozcas la palabra de Dios y la hayas escuchado es necesario que comiences a moverte en función de esa palabra que has escuchado.
Si quieres vivir mejor, necesitas producir cambios y por sobre todas las cosas, los cambios que la palabra de Dios te apunta y te sugiere; no es que Dios no habla, Dios muchas veces nos habla, y nos tomamos el atrevimiento de decir que nada sucede en nuestras vidas, pero él no puede hacer nada en nosotros a menos que tomemos decisiones en cuanto a lo que él nos ha dicho que hagamos. ¡Tenemos que actuar en fe! ¡Si quieres cambios en tu vida, tienes que hacer cosas nuevas!
DIOS TE QUIERE SABIO Y HÁBIL
No obstante, hay entre el oír y el hacer una especie de nube que no permite que llegue la palabra a la médula de los huesos y luego actuar conforme a esa palabra para que se produzcan los cambios.
Si quieres vivir mejor, se tienen que producir cambios en tu vida y esos cambios no son cosas que Dios tiene que hacer sino tú.
Lo difícil es poder vivir esto, más que entenderlo.
Hay cosas que tu aceptas en tu mente pero que no producen ningún cambio en tu vida diaria; Dios espera pues, que pongas un esfuerzo adicional para caminar en base a su consejo, tienes que luchar porque la victoria no es para los que oyen la palabra sino para los que la ponen por obra.
No esperes la victoria si no estás luchando ni creyendo.
Leí una anécdota muy ilustrativa:
Un matrimonio fue al médico pues el esposo tenía que hacerse un chequeo de rutina.
El médico comenzó a hacerle preguntas: “¿Le duele algo?” “Nada”, responde el hombre. “¿Duerme bien?” “¡Sí!” “¿Cómo anda de ánimo?” “¡Excelente!”
El médico no le encontró nada.
“Usted está muy bien, lo felicito”.
Ya se estaban despidiendo cuando la señora le hace una pregunta:
“Doctor, mi marido tiene constantemente los pies helados, ¿por que será eso?”
Le hicieron un análisis y el resultado fue:
“¡Usted está al borde de un ataque al corazón, hay que internarlo de urgencia y operarlo porque está en peligro de muerte!”
Lo mismo ocurre en nuestras vidas:
A veces parece que está todo bien pero de casualidad nos enteramos que está todo mal, y lo lamentable es que nos enteramos cuando ya vino el infarto.
Señales
Creo, y la Biblia afirma, que los problemas no vienen repentinamente sino que Dios los anuncia; siempre un gran problema está mostrando una lucecita roja en algún lugar y en algún momento, necesitamos saber que la señal que hay es realmente una señal importante; siempre que hay un problema en el matrimonio, éste es anunciado, sólo falta que lo entendamos, y de eso se trata, que Dios, siempre que habla, está anunciando cosas y problemas que pueden venir.
En este momento, Dios te dará Señal que algo anda mal en algún área de tu vida.
Suele suceder que no sabemos por qué nuestro hijo le va mal en matemáticas y no nos damos cuenta cuál es la raíz del problema.
La virtud del cristiano es que puede ver los problemas antes que éstos sucedan.
Jesús dijo: “
“Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”. Juan 8:12.
¿Qué quiso decir Jesús?
¡Qué él anuncia los problemas antes que sucedan!
Una persona hábil, sabia e inteligente sabe detectar los problemas antes que sucedan, Dios te dé la habilidad de estar lo suficientemente despierto para poder ver, antes que un problema sea grande, un detalle donde se éste se está colando; te hablo de tu matrimonio, de tu familia, de tu empresa, de todas tus cosas.
Dios quiere que estés advertido.
El cristiano ha sido llamado por Dios para que pueda “ver y discernir”.
En todas las palabras hay espíritu; el otro día un hermano me aseguró que yo lo rechazaba siendo que él era mi oveja; en un momento, me dice: “Porque en tu iglesia…”.
¡Esperaba que me dijera “nuestra iglesia”!
Me largué a reír; “¿de qué te ríes?”, me preguntó. “¿Te diste cuenta lo que me dijiste hace un ratito?” le contesté. “De la abundancia del corazón habla la boca”, dice la Biblia.
¿No te gustaría tener el discernimiento de Dios?
A veces estoy hablando con personas y estoy viendo el espíritu que se está moviendo detrás de sus palabras.
En las palabras hay espíritu, por eso tienen Poder, ellas hieren profundamente.
¿Por qué pueden herir tanto las palabras?
Porque tienen intenciones pero el Espíritu Santo no tiene malas intenciones.
¡Hablamos conforme al espíritu que nos domina!
Entonces, lo importante no es oír lo que se dice sino discernir lo que hay detrás de lo que se dice.
Abre los oídos y entiende que muchas veces eres engañado por lo que oyes y dices; no importa lo que digamos, si no sabemos el espíritu que nos está movilizando, por más que nos esforcemos en decir las cosas correctamente, de todas maneras va a operar el espíritu.
En todos los órdenes de la vida sucede.
Recuerdo una hermana que nunca contó a nadie que ella se prostituía; su hija jamás se enteró.
Cuando ésta fue grande, adre dejó la prostitución y en un encuentro, estando las dos, la madre confesó que se prostituía, ¡y la hija confesó también lo mismo!
Luego, hablando entre ellas, descubrieron que ambas se prostituyeron en el mismo lugar; asimismo, la madre había querido abortar y su hija también había querido abortar a su propia hija.
Tú no puedes esconder lo que está sucediendo en tu vida espiritual; un infarto no sucede de un día al otro.
¿Quieres que te dé la receta para tener un buen infarto?
Come todos los días a la una de la madrugada un buen asado, un chorizo, usa mucha sal, no comas verduras, come una sola vez al día, nunca hagas ejercicios, entonces todo irá bien hasta el día del infarto.
Si quieres librarte de consecuencias y tener una vida de éxito, tienes que lograr ver que se te están tapando las arterias mucho antes de que te internen.
Tienes que saber que de todas maneras debes cuidarte de comer tanta carne y grasa, aunque te sientas bien comiendo eso, tienes que adoptar conductas saludables de vida y de ese modo estarás tranquilo.
Ninguna esposa deja a su esposo de un día para otro, ningún infarto se produce de un día para el otro, siempre hay señales.
“No puedo creer que mi marido se fue con otra”, dicen algunas mujeres.
¡A veces no es que no se ve sino que no se quiere ver!
A Dios no le gusta que te sucedan estas cosas.
El pasaje que leímos, dice:
“Y vendrán a ti como viene el pueblo, y estarán delante de ti como pueblo mío, y oirán tus palabras, y no las pondrán por obra; antes hacen halagos con sus bocas, y el corazón de ellos anda en pos de su avaricia. 32Y he aquí que tú eres a ellos como cantor de amores, hermoso de voz y que canta bien; y oirán tus palabras, pero no las pondrán por obra. 33Pero cuando ello viniere (y viene ya), sabrán que hubo profeta entre ellos”. Ezequiel 33: 31-33
Qué lindo que descubras a tiempo que los pies helados pueden producirte un infarto.
Dice la historia que leí, que a este hombre lo operaron, y todo salió bien.
¿Crees que una empresa cae en bancarrota de un día para el otro?
¡Jamás! Se le van cayendo las estructuras de a poco.
Asimismo, las relaciones de los padres con los hijos no se rompen de un día para el otro; es cierto que de un día para el otro el hijo dice: “Este viejo no me pegará más”, pero tú ya llevas 15 años pegándole… ¿Estaba la señal? ¡Sí!
Mi pregunta es:
“Papá, mamá, has visto las luchas de tus hijos, ¿te has dado cuenta que está triste, angustiado? ¿Te has dado cuenta que esté en problemas? ¿Sabes realmente lo que piensa tu hijo?”
Jesús dijo:
“Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”.
En otras palabras, el que sigue a Jesús le encuentra el por qué a los “pies fríos” de cada problema, verá un detalle donde nadie lo ve.
Cuando se enciende una luz, no hay tinieblas que la detengan, pero las tinieblas son un engaño, no existen.
A la luz la podemos tomar y analizar y encontramos fotones, etc, pero la oscuridad no tiene nada, no puedes tomar un poquito de oscuridad y analizarla porque ¡no existe!
¿Por qué se manifiesta la oscuridad?
¡Simplemente por falta de luz!
¿Por qué se manifiesta el mal?
Simplemente porque no estás haciendo el bien, pero cuando haces las cosas bien, la oscuridad no se manifestará y no podrá hacer nada contigo ni la enfermedad, ni el divorcio, ni el quebranto económico porque tienes luz.
¡Necesitas luz!
Tienes que ser sabio; si Dios te resuelve todo, eres un tonto y él no quiere hijos tontos.
El te pone en dificultades para que te “avives”, no es para que te vaya mal sino para que te despiertes.
Dios hoy te dice: Ningún problema viene sin aviso.
¿Qué es más triste?
¿Qué te lleven en ambulancia de urgencia porque te ha venido un infarto o saber que por los pies fríos te puede venir un infarto?
Pero aún en el infarto puedes contar con Dios, aunque él no quiere que llegues al infarto.
Jesús ofrece todo, él es la luz del mundo; eso significa te irá bien en tu matrimonio, en la crianza de tus hijos, en tus negocios.
El dijo también:
“Yo soy el camino, la verdad y la vida…”
Cuando uno recibe a Cristo en su corazón, recibe el camino, la verdad y la vida.
Si Cristo está dentro de tí, la verdad y la vida están también dentro de tí. Solo una mala relación con Jesús puede hacer que un cristiano esté fallando toda la vida, no puede ser que un cristiano esté fallando 20 años en lo mismo.
Si buscas a Jesús de todo tu corazón él te promete darte la luz de la vida, puedes consultarle todas tus cosas, serás alumbrado por él.
La palabra que hoy entrego es: Necesitas afianzar tu alianza con Jesús.
Ligarse a Jesús es ser alumbrado.
¡Necesitas tener intimidad con él!
Jesús quiere que tengas muchos frutos; cuando Dios hizo al hombre, le dijo:
“Fructificad y multiplicaos, llenad la tierra y sojuzgadla”.
Luego Jesús dijo:
“Si mis palabras permanecen en ustedes, llevarán mucho fruto”.
La idea de Dios es que te vaya bien.
Algo sucederá cuando encares un negocio, estarás advertido, Dios te quiere hábil y despierto.
El podría hacer todo, pero si haces todo, serías un tonto y un necio.
Pídele a Dios habilidad.
Qué fácil sería decir:
“Padre, que caiga del cielo una empresa que venda un millón de dólares por mes”.
Conclusión
¿Estás cansado de tropezar en la vida?
Quizás se te están yendo los años y no tienes sabiduría para vivir ni entiendes por qué te tiene que ir mal siempre.
¡Dios no quiere que te vaya mal!
Ven a Cristo, ábrele tu corazón; quizás estás encerrado en tus proyectos y pensamientos, estas demasiado ocupado como para asistir a la iglesia u orar, pero Jesús dice:
Si no vienes a mí y no abres tu corazón, no tendrás victoria.
Si las cosas van mal en tu vida es porque Cristo no está señoreando en ella.
Necesitas abrirle tu corazón a Cristo y dejarle que él alumbre.
Jesús no quiere verte en oscuridad, él quiere verte en luz, él te pondrá en sobreaviso cuando vengan los problemas, él alumbrará tus tinieblas.
Si necesitas su luz, haz esta oración ahora mismo:
“Padre querido, reconozco que hasta el día de hoy he vivido en tinieblas pero hoy abro mi corazón a ti; entra en mi vida, perdona mis pecados y límpiame con la sangre preciosa de tu hijo Jesús. Estoy cansado de vivir en derrota y miseria. ¡Necesito que tu luz me alumbre! Creo que en esta hora, tu obras un milagro en mi vida; en el nombre de Jesús hago esta oración, amén”.