Serie: Tiempo de Transformación
#A236 El Poder de la Oración
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Introducción
Hola buenos días, ¡Bienvenidos a esta Casa, la Casa de Dios, ¡Reino de Dios Ministerios!
Amados en Cristo, queridos amigos, esta mañana del domingo 17 de mayo del 2020, el Señor nos quiere Ministrar en Su Dones y Su Gracia; esto amados precisamente porque los dones de la Gracia no son gozados por los creyentes, todos de una vez.
Dice la Palabra de Dios:
"Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho."
Juan 15:7
Al venir a Cristo, somos salvos mediante una verdadera unión con Él.
Ahora amados, es por permanecer en esa unión que recibimos mayor pureza, Gozo, Poder, y Bendición, los cuales están depositados en Él para Su pueblo.
Observemos y Discirnamos cómo nuestro Señor expresa esto cuando habla a los creyentes hebreos en el capítulo octavo del Evangelio de Juan, en los versículos 31 y uno y 32:
"Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres."
Nosotros no conocemos la verdad de una vez; la aprendemos permaneciendo en Jesús.
La perseverancia en la Gracia es un proceso educacional por medio del cual aprendemos enteramente Su Verdad.
El poder libertador de Su Verdad es también percibido y gozado gradualmente.
"La verdad os hará libres."
Amados, las cadenas se rompen unas tras otras, y somos verdaderamente libres.
Amados el mensaje del Señor de esta mañana, lleva por título:
El Poder de la Oración
Oremos
Primeros pasos
Amados en cristo, querdios amigos, cuando damos nuestros primeros pasos en la vida divina y Sobrenatural de la Mano del Señor, podemos animarnos al saber que hay algo todavía mejor para nosotros, ya que no hemos recibido aún la plena recompensa de nuestra fe.
Un muy antiguo himno lo expresa así: "Lo que viene es mejor que lo anterior."
Amado sabes, tendremos cada vez perspectivas más felices y de Gozo de las cosas celestiales conforme subamos la colina de la experiencia espiritual.
En la medida en que permanezcamos en Cristo tendremos una confianza más firme, un Gozo más rico, una mayor estabilidad, más comunión con Jesús, y un deleite mayor en el Señor nuestro Dios.
En lo natural, la infancia está asediada por muchos males de los que la edad adulta está exenta; sucede de la misma forma en el mundo espiritual.
Existen estos grados de logro entre los creyentes, y nuestro Salvador aquí nos anima a alcanzar una elevada posición mediante la mención de un cierto privilegio que no es para todos los que dicen que estamos en Cristo, sino únicamente para aquellos que Gozamos de la Habitación del Espíritu en nosotros también.
Si… es muy probable que lo que acaba de salir de mi boca cause, por lo menos extrañeza y habrá quien incluso se enoje.
Amado, te estoy hablando del Bautismo en el Espíritu Santo del que Pablo nos Ministra en Hechos 19:1-7.
Ahora, además, escucha los que Jesús dice:
"Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho."
Juan 15:7
Debemos vivir con Cristo para Conocerlo de Verdad; para ello tenemos que Ser uno con Él y ello siendo también uno en Su Espíritu Santo.
Así, en la medida en que más vivamos con Él, más lo admiraremos y lo adoraremos; sí, y más recibiremos de Él, Gracia sobre Gracia.
Para todos, los recién convertidos o los ancianos de dias en Su Gracia, somos Bendecidos y vivimos en Su Dulce Abrazo.
Ahora, ¡los bebés espirituales difícilmente pueden discernir cuán precioso es Jesús para aquellos cuyo conocimiento de Él se extiende por años y años de comunión y habitación de Su Espíritu Santo en nosotros!
Amados, Jesús, nuestro Dulce Espíritu Santo Es inimaginable, inmarcesible, inconmensurable en términos de estima de quienes permanecemos en Él; así es que se vuelve cada vez más dulce y más amado, más hermoso y más atractivo.
No que Él mejore en Sí mismo, pues Él es perfecto; pero en la medida en que crecemos en nuestro Conocimiento de Él, “sopesamos” y Discernimos de manera más profunda Sus excelencias incomparables.
Ahora amado, en el Nombre de Jesús clamo al Señor que consideren conmigo 3 preguntas.
Primero, ¿cuál es esta bendición especial?
"Pedid todo lo que queréis, y os será hecho."
En segundo lugar, ¿cómo se obtiene esta bendición especial?
"Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros."
Luego en tercer lugar, ¿por qué se obtiene de esta manera?
Amados, debe haber una razón para que estas condiciones se establezcan como necesarias para poder obtener el Poder prometido en la oración.
¡Oh Amados, que la unción del Espíritu Santo que quiere habitar en cada uno de nosotros, manifieste Su Bendición en cada uno de nosotros!
Una Bendición especial
Amados en Cristo, queridos amigos, Jesús nos dice:
"Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho."
Observemos que nuestro Señor nos ha exhortado a Discernir y antes al menos a reflexionar que aparte de Él, no podemos hacer nada, y por lo tanto, podríamos haber esperado naturalmente que nos enseñaría cómo podemos vivir en Su Espíritu Santo.
Ahora, el texto no dice lo que nosotros hubiéramos esperado que dijera. Jesús no dice:
"Sin mí, ustedes no pueden hacer nada, pero si permanecen en mí, y mis palabras permanecen en ustedes, podrán hacer todas las cosas espirituales y las cosas llenas de gracia."
Jesús no habla aquí de lo que ellos estarán capacitados para llevar a cabo, sino más bien de lo que será realizado en ellos:
"y os será hecho."
Jesús, no dice:
"Les será dada la suficiente fortaleza para todas aquellas acciones santas que ustedes son incapaces de realizar sin Mí."
Eso hubiera sido verdaderamente cierto, y es la verdad que buscábamos aquí; pero nuestro sapientísimo Señor sobrepasa todos los paralelismos del lenguaje, y sobrepasa todas las esperanzas del corazón, y dice algo todavía mejor.
Él no dice:
"Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, harán cosas espirituales"; sino que dice, "pedid."
Amados, mediante la oración todos seremos capacitados para hacer.
Ahora, antes de cualquier intento de hacer, "pedid."
¡Pide amado!... siempre, en el Nombre de Jesus y en Su propósito para tu vida.
El privilegio especial aquí otorgado es una poderosa vida de oración que puede prevalecer.
Amados, el Poder de la Oración es en mucho el indicador de nuestra condición espiritual; cuando recibimos ese Poder en un alto grado, somos favorecidos en relación a todo lo demás.
Con ello, uno de los primeros resultados de nuestra permanente unión con Cristo será la práctica constante de la oración: "Pedid."
Cappici …. ¡Pedid!
Amado si vas a pedir algo a Dios, ¡que sea primero adorándole y entonces Clamando y pidiendo conforme a Su Propósito para nuestra vida!
Si otros no buscan, ni llaman, ni piden, nosotros al menos sí debemos hacerlo.
Los que permanecen alejados de Jesús no oran.
Aquellos en quienes la comunión con Cristo está suspendida, sienten como si no pudieran orar; pero Jesús dice:
"Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid."
Juan 15:7
Oh Amado, la oración brota espontánea en aquellos que permanecen en Jesús, de la misma manera que ciertos árboles orientales, sin presión alguna, derraman sus fragantes gomas.
“La oración es la emanación natural de un alma en comunión con Jesús.”
Ps. Jorge Macías benítez
De la misma manera que la hoja y el fruto brotan de la rama de la vid, sin ningún esfuerzo consciente de parte de la rama, sino simplemente a consecuencia de su unión viva con el tronco, de igual manera brotan de las almas que permanecen en Jesús, los capullos de la oración y las flores y los frutos.
Así como brillan las estrellas, así oran los que permanecen en Jesús. Es su hábito y su segunda naturaleza.
Amados, ningunos de ellos no se dicen a sí mismos, "ahora es el momento de que nos pongamos a trabajar y oremos."
Mmm…mmmm…no, ellos oran de la misma manera que los sabios comen, es decir, cuando les viene el deseo de orar.
Ellos no claman como si estuvieran bajo servidumbre, "en este momento debo orar, pero no me siento con ánimos de hacerlo.”
¡Qué aburrido que es orar!, pensarán…
Oh Amado, tristemente, se perfectamente de que te estoy hablando.
Más bien todos quienes así accionan, tienen una agradable misión en el propiciatorio, y están felices porque se dirigen hacia allá.
¡¡¡Ufff!!!
Amados, los corazones que permanecen en Cristo exhalan súplicas de la misma manera que el fuego despide llamas y chispas.
Las almas y espíritus que permanecemos en Cristo, iniciamos el día con oraciones.
Escucha, la oración nos rodea como una atmósfera durante todo el día; en la noche busquemos el sueño reparador y de Renuevo Santo, ¡Orando!
He conocido a algunos que sueñan una oración, y, que, de cualquier forma, son capaces de decir gozosamente, "Despierto, y aún estoy contigo."
El Clamor habitual brota del permanecer en Cristo.
No necesitaremos que nos inciten a la oración cuando permanecen en Jesús; Él nos dice: "Pedid"
Estoy seguro que Ahora, ¡lo harán!
Su Mano de Poder
En 1ª. de Crónicas 4:9-10, nos dice la Palabra de Dios:
“9 Y Jabes fue más ilustre que sus hermanos, al cual su madre llamó Jabes, diciendo: Por cuanto lo di a luz en dolor. 10 E invocó Jabes al Dios de Israel, diciendo: ¡Oh, si me dieras bendición, y ensancharas mi territorio, y si tu mano estuviera conmigo, y me libraras de mal, para que no me dañe! Y le otorgó Dios lo que pidió.”
¡Escucha y Discierne esta Oración Amado!
“y si tu mano estuviera conmigo”, le dice Jabes al Señor.
Amados, la oración de Jabes se eleva para alabar a Dios, al nuevo Dios que había hallado.
Como se lee en estos versículos, él invoca al Dios de Israel.
Esto confirma que como extranjero se había unido a la nación de Dios y había conseguido refugio en el Dios de Israel.
Así como en los tiempos anteriores lo habían hecho Rahab y Rut, Jabes comprendió claramente que estaría seguro bajo la protección de este Dios.
El Dios vivo y verdadero, por lo cual se encomienda por completo a él.
La oración de Jabes es un testimonio de su gran fe.
Así como Jabes Amados, también sentirán de manera muy poderosa la necesidad de orar.
Créeme que en SU Tiempo, en un Sobrenatural, sencillo y poderoso “de repente” de Dios, ¡Su Mano de Poder se posará sobre ti!
Amados, la gran necesidad de orar que todos tenemos se percibirá de manera vívida.
¿Acaso escucho que todos decimos?:
¡Cómo!
Amados, cuando permanecemos en Cristo, y Sus palabras permanecen en nosotros, ¿no hemos llegado todavía?
Más bien, estamos lejos de estar satisfechos con nosotros mismos; es entonces cuando sentimos más que nunca que debemos pedir mayor Gracia.
El que mejor conoce a Cristo, conoce mejor sus propias necesidades.
El que tiene mayor conciencia de la vida en Cristo, está también más convencido de su propia muerte aparte de Cristo.
El que discierne de manera más clara el carácter perfecto de Jesús, pedirá con más urgencia mayor Gracia para crecer en semejanza con Él.
Entre más me preocupo por estar en mi Señor, más deseo obtener de Él, pues yo sé que todo lo que está en Él está puesto allí a propósito para que yo pueda recibirlo.
"Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia."
Es en la medida que estamos vinculados a la plenitud de Cristo que sentimos la necesidad de extraer más de esa plenitud, mediante la oración constante.
Nadie necesita demostrar la doctrina de la oración a quien permanece en Cristo, pues nosotros nos gozamos en ella misma.
La oración es ahora una necesidad para nuestra vida espiritual, de la misma manera que el respirar lo es para nuestra vida natural, no podemos vivir sin pedir el favor del Señor.
"Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid"
Ahora amados, ¡no podremos cesar de pedir!
Amados, Él ha dicho, "Buscad mi rostro," y el corazón de ustedes responderá, "Tu rostro buscaré, oh Jehová."
Amados, con todo esto, ¿anhelas tú libertad en la oración, de tal forma que puedas hablar con Dios como un hombre habla con su amigo?
Éste es el camino para llegar a eso:
"Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis."
No quiero decir con toda esta reflexión amados, que Ahora todos ganaremos la libertad representada en la simple fluidez de expresión, pues ese es un don muy inferior.
La fluidez es un don cuestionable, especialmente si no viene acompañada de peso de reflexión, Discernimiento y profundidad en la sensibilidad que solo mi Dulce Espíritu Santo nos pude entregar.
Algunos hermanos oran por metro; pero la verdadera oración es medida por peso, y no por longitud.
Un simple gemido ante Dios puede contener mayor plenitud de oración que un fino discurso de gran longitud.
Quien habita con Dios en Cristo Jesús, ese es el hombre cuyos pasos son ampliados en intercesión.
Viene lleno de valor porque él permanece en el trono.
Ve el cetro de oro extendido, y escucha al Rey cuando dice:
"pedid todo lo que queréis, y os será hecho."
Conclusión
Amados en Cristo, querdios amigos, el hombre que permanece en unión consciente con su Señor tiene libertad de acceso a Él, al Trono de la Gracia en la Oración.
Muy bien puede venir a Cristo en cualquier momento, pues él está en Cristo y permanece en Él.
No intenten asir esta santa libertad por excitación o por presunción: no hay sino un camino para ganarla realmente, y es esta:
"Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis."
Por este medio únicamente estarán en capacidad de abrir la boca con amplitud para que pueda ser llenada por Dios.
Solo así seremos Transformados como Jacob lo fue en Israel, y como príncipes tendremos el Poder con Dios.
Amados, esto no es todo; el hombre favorecido tiene el privilegio de una oración exitosa.
"Pedid todo lo que queréis, y os será hecho."
¡Wooow! ¡No podemos hacerlo, pero nos será hecho!
Amados, miremos a la rama de la vid.
Simplemente permanezcamos en la vid, y al permanecer en la vid brota el fruto; ¡nos es hecho!
Hermano en Cristo, el sentido de tu ser, su único objetivo y designio, es dar fruto para la gloria del Padre; para alcanzar este propósito debemos permanecer en Cristo, de la misma manera que la rama permanece en la vid.
Este es el Diseño de Dios mediante el cual tu oración, para ser fructífera será exitosa, "y os será hecho."
"pedid todo lo que queréis, y os será hecho."
Amados, podemos prevalecer sobrenaturalmente ante Dios en oración, de manera que antes que llamemos Él responderá, y mientras todavía estemos hablando Él escuchará.
"A los justos les será dado lo que desean."
Otro texto expresa lo mismo:
"Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón."
Hay un gran aliento en este texto,
"Pedid todo lo que queréis, y os será hecho."
El Señor da al que permanece en Él, cheque en blanco.
Él pone en nuestra mano un cheque firmado, y nos permite que lo llenemos con la cantidad que queramos.
¿Acaso el texto quiere decir lo que dice?
Yo nunca he sabido que mi Señor diga algo que no quiso decir.
Es así que estoy seguro que algunas veces Él puede decir más de lo que nosotros entendemos, pero nunca quiere decir menos.
Escucha amado, observa, Él no dice a todos los hombres: "Yo les daré cualquier cosa que pidan."
Oh, no, esa sería una amabilidad poco amable; Él habla a Sus discípulos, y dice:
"Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho."
Es a una cierta categoría de hombres que ya han recibido una gran Gracia de Sus manos, es a ellos a quienes entrega este maravilloso poder de la oración.
“Oh, Amados, queridos amigos, si yo puedo ambicionar sinceramente una cosa por sobre todas las demás, es ésta: ¡que yo pudiera pedir al Señor lo que yo quisiera conforme a Su Voluntad y recibirlo! “
Ps. Jorge Macías Benítez
El hombre que prevalece en la oración es quien puede predicar exitosamente, pues puede prevalecer ante los hombres por Dios cuando ya ha prevalecido ante Dios por los hombres.
Este es el hombre que puede enfrentar las dificultades del camino de la vida; pues, ¿qué lo puede desconcertar cuando puede llevarlo todo delante de Dios en oración?
Un hombre así o una mujer así en una iglesia, valen más que diez mil de nosotros, que somos gente común. En ellos encontramos la grandeza de los cielos.
En medio de ellos se encuentran los hombres en quienes se cumple el propósito de Dios concerniente al hombre, a quien creó para que dominara sobre todas las obras de Sus manos.
El sello de la soberanía está estampado en las frentes de estos hombres: ellos dan forma a la historia de las naciones, ellos guían la corriente de eventos a través de su poder en lo alto.
Amados, vemos que todas las cosas han sido sujetadas a Jesús por el propósito divino, y conforme nos elevamos a esa imagen, nosotros también somos vestidos con dominio, y somos hechos reyes y sacerdotes para Dios.
Contemplen a Elías, con las llaves de la lluvia balanceándose en su cinturón: ¡él puede cerrar o abrir las ventanas de los cielos!
Hay hombres como él que viven en nuestra época. Aspiren a ser hombres y mujeres así, se los suplico, para que el texto se cumpla para ustedes. "Pedid todo lo que queréis, y os será hecho."
El texto parece implicar que, si alcanzamos este punto de privilegio, el don será a perpetuidad: "pedid," pedid siempre; nunca dejarán de pedir, pero pedirán exitosamente, pues "pedid todo lo que queréis, y os será hecho."
Aquí encontramos el don de la oración continua.
No es para la semana de oración, ni para la conferencia mensual, ni para unas pocas ocasiones especiales que ustedes prevalecerán en la oración; pero ustedes poseerán este poder con Dios en tanto que ustedes permanezcan en Cristo, y Sus palabras permanezcan en ustedes.
Dios pondrá Su omnipotencia a la disposición de todos nosotros: Él presentará Su Deidad para cumplir los deseos que Su propio Espíritu ha obrado en ustedes.
Yo quisiera lograr que esta joya brille ante los ojos de todos los santos hasta que puedan exclamar: "¡oh, que pudiéramos tener eso!"
Este poder de la oración es como la espada de Goliat: cada David puede decir sabiamente: "Ninguna como ella; dámela."
El arma de la oración continua bate al enemigo, y, al mismo tiempo, enriquece a su poseedor con toda la riqueza de Dios.
¿Cómo podría faltarle algo a aquel a quien el Señor le ha dicho?:
"Pedid todo lo que queréis, y os será hecho."
¡Amados, vamos, busquemos esta bendición!
Escuchemos, y aprendamos el camino.
Síganme, mientras yo les señalo el camino utilizando la luz del texto.
¡Que el Señor nos guíe en él por Su Santo Espíritu!
Oremos
¡Dios los Bendice!
Ps. Jorge Macías Benítez