Serie: El Espíritu de Verdad
#A212
El Fluir del Espíritu Santo
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Introducción
Hola buenos días, ¡Bienvenidos a esta
Casa, la Casa de Dios, ¡Reino de Dios Ministerios!
En lo personal he sido retado por Dios
con los primeros 3 Mensajes de esta Nueva Serie El Espíritu de Verdad.
Ha “coincidido” para mi, con un mover
de Dios en el que Su Espíritu Santo me ha llevado a Renovar Su determinación en
mí para permitirle que Él me Transforme y continúe su Metanoia.
Entre otras decisiones, retomé la lectura,
estudio y profundización en Oración y Reflexión del libro Radical, cuyo autor
el Pastor David Platt, me confrontó originalmente y que Ahora Conozco el Propósito y Origen
de parte de Dios.
Escucha la siguiente Reflexión del hermano
Platt:
“La obediencia radical a Cristo no es fácil ... No es comodidad, ni salud,
ni riqueza, ni prosperidad en este mundo. La obediencia radical a Cristo corre
el riesgo de perder todas estas cosas. Pero al final, tal riesgo encuentra su
recompensa en Cristo. Y él es más que suficiente para nosotros ".
Este 4to. Mensaje del Señor de esta Serie:
El Espíritu
de Verdad, lleva por título:
El Fluir del Espíritu Santo
En el Amor del
Señor, te invito a que hagamos una Pausa y en Su Paz, vayamos juntos a un tiempo
de Oración, Clamando por Su Visión, Revelación y Dirección en este Su Mensaje y Ministración.
Oremos
El Origen
Amados en Cristo, les
comparto un Testimonio personal.
Poco más de 10 años atrás,
el Señor me puso a pensar acerca de mi nivel de hambre espiritual lo cuál me
llevó a Discernir el Poder y la necesidad de tener una Relación personal e Íntima con Dios.
Entonces, Él me mostró
que aunque había estado en muchas reuniones de Oración y cantado en muchas
ocasiones diciendo «Señor, quiero más de ti», yo no estaba tan apasionado por
Él como pensaba.
Años después un Mensaje
Suyo, expandido y contundente de la boca y el corazón del hermano Alberto
Mottesi, confirmaría todo ese Diseño de Dios y de Su Reino.
Al final de uno de los
servicios de aquel Congreso de Pastores, me encontraba Clamando cerca del altar
pidiéndole a Dios otro toque de Su Visión, Revelación
y Poder; muchas otras personas estaban arrodilladas cerca del altar y oraban en
silencio o Clamaban como yo mismo lo hacía, y también los unos por los otros.
De repente empecé a tener
una Visión.
En algún lugar dio inicio
en varios de mis sentidos y podía ver una tubería grande, de por lo menos ocho
pies de diámetro; lo estaba viendo desde adentro y pude ver una corriente
superficial de líquido dorado que fluía en el fondo.
El aceite de la tubería
gigante tenía sólo unas pocas pulgadas de profundidad.
Comencé una conversación
con el Señor.
—¿Qué me estás
mostrando?, le pregunté.
—Este es el Fluir del Espíritu Santo en tu
vida, respondió.
La Verdad es que no era un cuadro
alentador; de hecho ¡fue lamentable!
La capacidad del tubo era
enorme, suficiente para transportar toneladas de aceite. Sin embargo, sólo un
pequeño hilo era evidente.
Entonces noté otra cosa:
varias válvulas grandes estaban alineadas a lo largo de los lados del tubo, y
cada una de ellas estaba cerrada.
Le quería preguntar al
Señor por qué había tan poco aceite en mi vida.
En su lugar le pregunté: «¿Qué son esas válvulas, y por qué están cerradas?».
Su respuesta me aturdió:
«Esos son los momentos en que me dijiste que no, ¿por qué debería aumentar el
nivel de la unción si no estás disponible para usarla?».
Esas palabras me
estremecieron.
¿Cuándo yo le había dicho no a Dios?
Estaba conmocionado y
comencé a lamentarme y sollozar con vergüenza delante de Dios; recordé las
diferentes excusas que había dicho y las limitaciones que le había puesto a
Dios sobre si podía usarme.
Le había dicho que no
quería estar delante de las multitudes porque yo no era un buen orador.
Le había dicho que si no
podía predicar como “X” Pastor, entonces no quería hablar en absoluto.
Le había dicho que no
quería abordar ciertas cuestiones o ir a ciertos lugares.
Había puesto muchas
condiciones a mi Obediencia.
Después de un rato
comencé a ver algo más en mi espíritu; se trataba de una enorme multitud de
hombres de todas las latitudes del planeta, reunidos como si estuvieran en una
gran arena y me vi predicándoles a ellos.
Nadie me había pedido
jamás que diera inicio con la Ministración a las Naciones, pero sabía que en
ese momento necesitaba entregar mi voluntad.
Todo lo que pude pensar
fue en la Oración de Isaías: “Heme aquí, envíame a mí”. (Isaías 6:8).
Le dije a Dios que iría a
cualquier parte y diría cualquier cosa que me pidiera; dejé atrás toda duda,
todo temor en aquel altar.
Al transcurrrir el
tiempo, algunos viajes han ocurrido y Siervos de Dios, algunos Pastores
conocidos han comenzado un mover en este Manto.
Amados, ¡Dios abrió una nueva válvula en mi vida en aquella cita con Él!
Todo esto porque yo dije
que sí, en aquel Congreso de Pastores.
Él aumentó el flujo de su
aceite, de Su Unción en mí para que pueda llegar a miles; ello ha dado comienzo.
Muchos de nosotros
tenemos el hábito de pedir más del Poder y la Unción de Dios.
Ahora Amados, ¿para qué la
usamos?
Dios no nos lo envía sólo
para hacernos sentir bien.
¡Si claro que nos encanta ir al altar para un toque de Dios!
Nos encanta que se nos
ponga la piel de gallina, el temblor, la emoción del momento.
Quizá, te encanta caer al
suelo y experimentar una llenura tras otra.
Escucha Amado, muchos de nosotros
estamos Recibiendo la Unción, pero no la usamos.
Nuestra experiencia
carismática se ha vuelto interior y egoísta.
Nos levantamos del piso y
vivimos como queremos.
Escucha lo que dice el
Pastor David Platt:
"Nos estamos conformando con un cristianismo que gira en
torno a atendernos a nosotros mismos cuando el mensaje central del cristianismo
es realmente abandonarnos a nosotros mismos".
Dile al Viento
que sople y a la Lluvia que Caiga
Amados en Cristo, queridos
amigos, si en Verdad queremos ser llenos de Su Poder, debemos ofrecer a Dios
un sí incondicional.
Debemos crucificar
nuestro yo.
Debemos convertirnos en
un conducto para llegar a los demás.
Amados en Cristo,
queridos amigos, les invito a que examinen sus corazónes hoy y vean si hay
válvulas cerradas en sus tuberías, como los hubo en las mías.
Al rendir esas tuberías
ante Dios, los canales cerrados se abrirán y su aceite fluirá hacia un mundo
que Anhela con deseperación Conocer que Él es real.
Escucha lo que dice la
Palabra de Dios:
“9 Y me dijo: Profetiza al espíritu,
profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu: Así ha dicho Jehová el Señor:
Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos, y vivirán. 10 Y profeticé como me había mandado, y
entró espíritu en ellos, y vivieron, y estuvieron sobre sus pies;
un ejército grande en extremo.”
Ezequiel 39:9-10
Oh Amado, “Profetiza…”
¿Quién dice Amén?
Amado, si en Verdad Crees que esa Autoridad y Poder de Dios ya Es en ti, es
que Dios y Su Espíritu Santo Gobiernan tu vida.
Les invito en el Amor del Señor a que escuche y prfundicen en el Mensaje
del Señor, de la semana anterior, En el Poder del Espíritu Santo, nuestro #A211.
¿Quién
está Gobernando tu Vida?
Amados
en Cristo, queridos amigos, el carácter de un Líder se ve
reflejado en el Liderazgo que ejerce sobre quienes están bajo su Autoridad.
En el capítulo 28 del libro de
Proverbios menciona que: con líderes sabios y entendidos viene la estabilidad en una nación
pero un gobernante sin
entendimiento oprimirá a su pueblo.
Si pudieras definir cómo es tu vida
el día de hoy, ¿dirías que está más inclinada hacia una vida
estable o hacia una vida oprimida?
Una vida de opresión es aquella que
constantemente está sometida y presionada por un poder que la humilla y
tiraniza, por un mal que la derriba una y otra vez para absorber lo poco bueno
que tiene y sustituirlo con tristeza, depresión, fracaso y cansancio físico y
emocional.
¡Esto es lo que el
pecado hace en la vida de las personas!
El vacío que provoca en nuestro
corazón una falta de relación con nuestro Señor es saciado por todo aquello
donde decidimos poner nuestro corazón, nuestras emociones y donde escogemos
saciar nuestros deseos y placeres personales.
¿Quién gobierna tu vida?
¿Un pecado que te hace tropezar una y
otra y otra vez de modo que te hace dudar de tu fe y tu compromiso con Dios?
¿Una relación de amor que provoca
celos e inseguridad en ti al grado que te roba la paz, la capacidad de razonar
y hasta el sueño?
¿Una venganza no consumada que te
mantiene con los dientes apretados recreando en tu mente escenas de odio y
dolor?
¿Un deseo por tener más y más
riquezas que somete tu integridad para que cometas actos de corrupción y
menosprecio hacia los demás?
Cuando todas las conversaciones y el
ruido del día se calla.
¿Qué voz alcanzas a escuchar en tu
mente y tu corazón?
¿Un canto de libertad y gratitud
hacia tu Salvador o una voz acusatoria que te condena y roba la alegría y la
paz?
Cuando
buscamos un rey lejos de nuestro Señor.
“9 Ahora, pues, oye su voz; mas protesta solemnemente
contra ellos, y muéstrales cómo les tratará el rey que reinará sobre ellos.
10
Y refirió Samuel todas las palabras de Jehová al
pueblo que le había pedido rey. 11 Dijo, pues: Así hará el rey que reinará sobre
vosotros: tomará vuestros hijos, y los pondrá en sus carros y en su gente de a
caballo, para que corran delante de su carro; 12 y nombrará para sí jefes de miles y jefes de
cincuentenas; los pondrá asimismo a que aren sus campos y sieguen sus mieses, y
a que hagan sus armas de guerra y los pertrechos de sus carros. 13 Tomará también a vuestras hijas para que sean
perfumadoras, cocineras y amasadoras. 14 Asimismo tomará lo mejor de vuestras tierras, de
vuestras viñas y de vuestros olivares, y los dará a sus siervos. 15 Diezmará vuestro grano y vuestras viñas, para dar a
sus oficiales y a sus siervos. 16 Tomará vuestros siervos y vuestras siervas, vuestros
mejores jóvenes, y vuestros asnos, y con ellos hará sus obras. 17 Diezmará también vuestros rebaños, y seréis sus
siervos. 18 Y clamaréis aquel día a causa de vuestro rey que os
habréis elegido, mas Jehová no os responderá en aquel día.
19
Pero el pueblo no quiso oír la voz de Samuel, y dijo:
No, sino que habrá rey sobre nosotros; 20 y nosotros seremos también como todas las naciones, y
nuestro rey nos gobernará, y saldrá delante de nosotros, y hará nuestras
guerras. 21 Y oyó Samuel todas las palabras del pueblo, y las
refirió en oídos de Jehová. 22 Y Jehová dijo a Samuel: Oye su voz, y pon rey sobre ellos.
Entonces dijo Samuel a los varones de Israel: Idos cada uno a vuestra ciudad.”
1ª.
Samuel 8:9-22
Al profundizar con el profeta Samuel
haciéndole al pueblo de Israel una advertencia de parte de Dios sobre las
consecuencias que vendrían a su vida como resultado de menospreciar al Señor y
buscar un rey para “ser como las demás naciones“, esta advertencia sigue vigente el día
de hoy; si aplicáramos los versículos 11 al 17 de la lectura bíblica a
nuestros tiempos actuales algo así es como menciona la Biblia que es
vivir si nuestro Rey no es el Creador del universo.
Esto es, que se nos demandará lo
mejor de nosotros, de nuestros recursos y nuestras fuerzas para que alguien más
los use para sus propios intereses.
Es decir que alguien más determinará
nuestro valor, nuestra importancia y el rango de autoridad que tendremos;
alguien escogerá por nosotros cómo y en dónde trabajaremos para obtener lo que
necesitamos para vivir; nuestra familia se nos unirá en esforzarse por darle
gusto a alguien más; lo mejor de nuestra vida, nuestro tiempo y recursos serán
consumidos para enriquecer a alguien más.
Finalmente tras haber entregado lo
mejor de nosotros solamente nos quedará vivir como esclavos para poder vivir
sintiéndonos seguros, protegidos y fuera de peligro.
¿Es así como quieres
vivir tu vida?, ¿llamarías a este estilo de vida una vida de plenitud,
felicidad y libertad?, ¿sentirías viviendo de este modo que cumpliste con el
propósito de tu vida y que le diste lo mejor a tu familia?
¡Por supuesto que no!, ¡Esta no es la
vida que Dios quiere para ti!, ¡Nuestro Señor no es un tirano que quiere
quitarte todo lo que tienes y someterte a Él para ser feliz a costa tuya!
Quien sí lo es es el diablo y a
través del pecado de incredulidad, inmoralidad y orgullo que ha sembrado en tu
corazón te tiene sometido y esclavizado a Él, ¡es
tiempo de dejar de vivir bajo su reinado de tinieblas para entrar al Reino de
la Luz y la Verdad al que fuiste invitado por Jesús en la cruz!
Conclusión
Asombrosamente tras la advertencia
que el profeta Samuel le dio al pueblo de Israel su respuesta fue: “Aun así, todavía queremos un
rey —dijeron ellos—.
El Rey nos juzgará y será nuestro
líder en las batallas.
La nación destinada a vivir gobernada
únicamente por el Rey del Universo, ¡menospreció a su Creador y escogió a un
hombre corruptible para que fuera su líder en las batallas! ¡Cómo es posible
que sigamos menospreciando el gobierno de nuestro Salvador y decidamos vivir
bajo la opresión de nuestro pecado! ¡Esta vida no es la que Dios planeó para nosotros!
Sus hijos somos llamados a ser el
ejemplo a seguir, los vasos sobre los cuáles vierta su poder, los reflectores
donde la luz poderosa de nuestro Señor se refleje, la muestra viva de que Dios
aún vive y la sucursal de su Espíritu Santo moviéndose entre este mundo para
atraer más y más personas a los pies de la cruz.
Nunca lograremos vivir para el
propósito que fuimos creados si permanecemos lejos de una relación personal con
nuestro Creador.
Amados en Cristo, querdios amigos, todo
aquello con lo que estás llenando el vacío en tu corazón, tu mente y tus
emociones tarde o temprano te someterá y esclavizará porque separado de Dios el
pecado únicamente te conducirá a un solo final: la muerte espiritual y
eterna.
¿A quién has escogido como rey de tu
vida?, ¿quién gobierna tu mente, emociones y corazón?, ¿vives una vida de
estabilidad y plenitud o de opresión y esclavitud?
¡Una decisión tuya el
día de hoy puede cambiar el rumbo de tu vida para empezar a Vivir en el Fluir
del Espíritu Santo!
Corta relación con tu pecado, con
todo aquello que está enfriando tu Fe y alejándote de Dios y del Evangelio, de
Su Promesa y Su Palabra asi como los tiempos de oración.
Oh Amado, atrévete a darle un voto de
confianza a Jesucristo, a ir más allá de una religión o una tradición y entrar
en una relación personal con tu Salvador, ¡dejando
Fluir Su Espíritu en ti!
¡Dios quiere ser el Rey de tu
corazón! ¡No lo hagas esperar más!
¡Su Espíritu Santo quiere
ser tu Parakletos, tu Gobernador!
Invítalo a entrar a vivir en ti y a
dale el control de cada área de tu vida para que Su Reino de Verdad se extienda por todo tu ser trayendo
libertad y sanidad.
Oremos
¡Dios
los Bendice!
Ps.
Jorge Macías Benítez