domingo, 3 de octubre de 2021

#A305 Hambrientos en el Futuro

Nueva Serie: Hambrientos a la Vista


Ps. Jorge Macías Benitez - 3 de octubre de 2021

Introducción

Hola buenos días, ¡Bienvenidos a esta Casa, la Casa de Dios, Reino de Dios Ministerios!

Soy el Pastor Jorge Macías Benítez, su hermano e Hijo de Dios; también de corazón te tiendo la mano, te abro el corazón y te quiero recibir, dar un abrazo…¡¡¡¡en el Amor del Señor…!!

A lo largo del libro de Lucas, Jesús enseña que vivir en el reino de Dios significa ver a Dios, y no al esfuerzo humano, como la fuente esencial de todo lo que necesitamos para la vida. Nuestra labor no es opcional, pero tampoco es absoluta. 

Nuestra labor siempre es una participación en la gracia de la provisión de Dios.

Jesús demuestra esta idea con sus acciones antes de enseñarla con palabras. 

Al alimentar a los cinco mil (Lc 9:10–17), Dios, en la persona de Jesús, asume la responsabilidad de satisfacer la necesidad de alimento de las personas y lo hace porque ellas tienen hambre. 

No encontramos una explicación exacta de la forma en la que Jesús hace este milagro. 

Él usa comida común —cinco panes y dos peces— y, por el poder de Dios, un poco de alimento se convierte en lo suficiente para alimentar a muchos. 

Algunos de los discípulos (los pescadores) trabajaban en el oficio del servicio de alimentos y otros (como Leví, el recaudador de impuestos) eran funcionarios públicos. 

Jesús usa su trabajo usual mientras ellos organizan la multitud y sirven el pan y los peces. 

El incorpora (no reemplaza) los medios humanos comunes para proveer alimento y los resultados son milagrosamente exitosos. 

El trabajo humano es capaz de hacer el bien o hacer el mal. 

Cuando hacemos lo que Jesús pide, nuestro trabajo es bueno. 

Como vemos frecuentemente en el Evangelio de Lucas, Dios trae resultados milagrosos a partir del trabajo común, en este caso, el trabajo de proveer para las necesidades de la vida.

El Título del mensaje y Su Ministración esta mañana del 3 de Octubre del año 2021, es:

Hambrientos en el Futuro

Oremos


La Provisión de Dios

Jesús enseña acerca de la provisión de Dios: 

“os digo: No os preocupéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por vuestro cuerpo, qué vestiréis… ¿Y quién de vosotros, por ansioso que esté, puede añadir una hora al curso de su vida? Si vosotros, pues, no podéis hacer algo tan pequeño, ¿por qué os preocupáis por lo demás?” Lucas 12.22, 25-26

Jesús lo plantea como simple sentido común. 

Si preocuparse no puede agregarle una hora a la vida, ¿para qué preocuparse? 

Jesús no dice que no se debe trabajar, solo dice que no nos debe preocupar si el trabajo proporcionará lo suficiente para satisfacer nuestras necesidades.

En una economía de abundancia, este es un consejo excelente. 

Amadas y amados e la Fe, a muchos de nosotros, la preocupación nos lleva a trabajar en empleos que no nos gustan, en horas que desvirtúan nuestro disfrute de la vida, descuidando las necesidades de otras personas a nuestro alrededor. 

Para nosotros, la meta no parece ser “más” dinero sino “suficiente” dinero, suficiente como para sentirnos seguros. 

Aun así, en realidad es poco común que nos sintamos seguros, sin importar cuánto dinero más podamos ganar. 

De hecho, con frecuencia ocurre que entre más exitosos seamos en ganar más dinero, menos seguros nos sentimos porque ahora tenemos más que perder. 

Es casi como si fuera mejor si tuviéramos algo genuino de qué preocuparnos, como les ocurre a los pobres, “Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque seréis saciados”, Lc 6:21. 

Para salir de este bache, Jesús nos dice, “Mas buscad Su reino [el de Dios], y estas cosas os serán añadidas” (Lc 12:31). 

¿Por qué? Porque si su finalidad principal es el reino de Dios, entonces tiene la garantía de que su meta suprema será cumplida. 

Al sentir esa seguridad, puede reconocer que el dinero que gana en realidad es suficiente, que Dios está proveyendo para sus necesidades. 

Ganar un millón de dólares y tener miedo de perderlos es como tener una deuda de un millón de dólares. 

Ganar mil dólares y saber que al final usted estará bien, es como recibir un regalo de mil dólares.

Ahora, ¿qué si usted no tiene mil dólares? 

Cerca de un tercio de la población mundial subsiste con menos de mil dólares al año.

Estas personas pueden tener lo suficiente para vivir hoy, pero enfrentan la amenaza del hambre o algo peor en cualquier momento, sean creyentes o no. 

Es difícil conciliar la dura realidad de la pobreza y el hambre con la promesa de provisión de Dios. 

Jesús no ignora esta situación y dice, “Vendan sus bienes y den a los pobres” (Lc 12:33, NVI), ya que sabe que algunas personas están en una situación desesperada de pobreza. 

Es por eso que debemos proveer para ellos. 

Tal vez sí todos los seguidores de Jesús usáramos nuestro trabajo y riquezas para mitigar y prevenir la pobreza, nos convertiríamos en el medio de provisión de Dios para los que se encuentran en una situación desesperada. 

Sin embargo, como los cristianos no lo han hecho, no pretenderemos hablar en nombre de las personas que son tan pobres que su provisión está en duda. 

En cambio, preguntémonos si nuestra propia provisión está en duda en el presente. 

¿Nuestra preocupación es proporcional al peligro genuino de que nos falte lo que en realidad necesitamos?

 ¿Las cosas por las que nos preocupamos son necesidades genuinas? 

¿Lo que nos preocupa que nos pueda faltar es remotamente comparable con lo que necesitan quienes están en una situación desesperada de pobreza, a quienes no ayudamos de ninguna manera? 

Si no es así, lo único sensato es el consejo de Jesús de no preocuparnos por las necesidades de la vida.

Ama a tu Prójimo

El tema de la provisión de Dios por medio del trabajo humano continúa en la parábola del buen samaritano. 

En esta parábola, la provisión de Dios para la víctima de un crimen viene por medio de la compasión de un viajero extranjero, quien evidentemente tiene suficiente riqueza para pagar por la atención médica de un extraño. 

Esta es quizá la más conocida de todas las parábolas de Jesús, aunque solo se encuentra en el Evangelio de Lucas, inmediatamente después del relato del Gran Mandamiento. 

En los Evangelios de Mateo y Marcos, Jesús dice que el mandamiento mayor en toda la Escritura es “amar a Dios” y “amar al prójimo”. 

En Lucas 10:25–37, la discusión sobre el gran mandamiento continúa directamente en la parábola del buen samaritano. 

En el relato de Lucas, el abogado comienza preguntándole a Jesús qué debe hacer para heredar la vida eterna. 

Jesús le pide que resuma lo que está escrito en la ley y el anciano o sabio responde con el Gran Mandamiento, “Amarás al Señor tu Dios… y a tu prójimo como a ti mismo”. 

Jesús responde que esta es en verdad la clave de la vida.

Entonces, el anciano o elder le hace una pregunta de seguimiento a Jesús, “¿Y quién es mi prójimo?” 

Jesús le responde por medio de una historia que ha sido llamada “la parábola del buen samaritano”. 

Esta historia es tan cautivante que se ha extendido al conocimiento popular más allá de los círculos cristianos. 

Las personas que nunca han tenido una Biblia en las manos reconocen el significado del término “buen samaritano” como alguien que cuida a un extraño en necesidad.

Ya que culturalmente se cree que el “buen samaritano” es alguien con un talento extraordinario para la compasión, podemos estar tentados a pasar por alto al samaritano real de la historia de Jesús. 

Además, examinar por qué el samaritano que Jesús describe era un hombre de negocios, es importante para la perspectiva de nuestro propio trabajo.

El samaritano en la historia de Jesús se encuentra con el judío que fue herido por algunos ladrones en una ruta de negocios reconocida. 

Es probable que el samaritano transitara por esa ruta comercial con frecuencia, como lo evidencia el hecho de que lo conocían en una posada cercana y el administrador lo consideraba tan confiable como para concederle una extensión de servicios a crédito. 

Sea cual fuere la naturaleza de su negocio, el samaritano era lo suficientemente exitoso como para comprar aceite y vino con propósitos médicos y pagar el alojamiento en la posada para un completo desconocido. 

Está dispuesto a gastar su dinero y su tiempo en alguien que no conoce y además, hace esperar a sus otros negocios con el fin de velar por las necesidades de un desconocido herido.

Entonces, la parábola del buen samaritano se puede interpretar como una historia que nos anima a usar nuestro éxito material para el beneficio de otros. 

El héroe de la parábola gasta su dinero en un extranjero sin ninguna obligación directa de hacerlo ya que no tienen un parentesco y tampoco comparten la misma fe. 

De hecho, los samaritanos y los judíos eran hostiles unos con otros. Y aun así, en la mente de Jesús, amar a Dios es convertir en nuestro “prójimo” a todo aquel que necesite nuestra ayuda. 

Jesús enfatiza este punto invirtiendo el sentido de la pregunta original del sabio. Las palabras del sabio son, “¿quién es mi prójimo”, una pregunta que comienza concentrándose en él mismo y agrega la cuestión de a quién está obligado a ayudar. 

Jesús la invierte diciendo, “¿Cuál de estos tres piensas tú que demostró ser prójimo del que cayó en manos de los salteadores?”, lo cual se centra en el hombre en necesidad y pregunta quién está obligado a ayudarle. 

¿Comenzar pensando en la persona necesitada y no en nosotros mismos nos da una perspectiva diferente acerca del llamado de Dios a ayudar?

Esto no significa que el llamado sea a estar disponibles de manera absoluta e infinita. 

Nadie está llamado a suplir todas las necesidades del mundo, lo cual va más allá de nuestra capacidad. 

El samaritano no renuncia a su trabajo para ir a buscar a todos los viajeros heridos en el Imperio romano. Sin embargo, cuando se cruza en el camino —literalmente— con alguien que necesita una ayuda que él puede dar, decide actuar. 

“El prójimo”, dice el predicador Haddon Robinson, “es alguien que tiene necesidades que usted puede suplir”.

El samaritano no solo ayuda al hombre herido dándole algunas monedas. 

En cambio, se asegura de que se suplan todas las necesidades del hombre, tanto las necesidades médicas inmediatas como la de un espacio para recuperarse. 

Por tanto, el samaritano cuida al hombre como cuidaría de sí mismo. 

Esta acción cumple Levítico 19:18, “amarás a tu prójimo como a ti mismo”. 

El samaritano asume un riesgo extraordinario para ayudar a este desconocido, ya que se arriesga a que los mismos bandidos lo ataquen cuando se detiene a ver qué le pasó al hombre, se arriesga a que el administrador de la posada lo engañe, se arriesga a llevar la carga del gasto y el peso emocional de cuidar a un enfermo crónico. 

Con todo, decide asumir estos riesgos porque actúa como si su propia vida fuera la que estuviera en peligro. 

Este es el mejor ejemplo de Jesús de lo que puede significar ser el prójimo que “ama a su prójimo como a sí mismo”.

Otra característica de la historia que pudo sorprender a la audiencia de Jesús es la etnicidad del héroe, un samaritano. 

El pueblo de Jesús, los judíos, consideraban que los samaritanos eran inferiores étnica y religiosamente. 

Aun así, el samaritano actúa más acorde con la ley de Moisés que los líderes religiosos judíos que pasaron al lado del hombre en el camino. 

Su presencia en el territorio judío no es un peligro que se deba temer sino una gracia salvadora bien recibida.

En el trabajo, tenemos muchas oportunidades de ser el prójimo de nuestros compañeros, clientes y otras personas de toda etnia o cultura. 

Ser un buen samaritano en el lugar de trabajo implica cultivar una conciencia específica de las necesidades de los demás. 

¿Existen personas en su lugar de trabajo a quienes se les está robando de alguna manera? 

Con frecuencia, a ciertos grupos étnicos se les priva del reconocimiento o el ascenso. 

Un cristiano consciente debería ser quien dijera, “¿le estamos dando un trato justo a esta persona?”

De forma similar, así como la enemistad había crecido entre los judíos y los samaritanos, la administración y los empleados se consideran unos a otros como dos tribus distintas, aunque no debería ser así necesariamente. 

En una historia y a manera de ejemplo, cierta compañía no lo vio de esa manera en lo absoluto. 

Arthur Demoulas, Director ejecutivo de la cadena de supermercados Market Basket decidió tratar a sus empleados de una forma excepcional, pagándoles mucho más que el salario mínimo y negándose a eliminar el plan de distribución de utilidades incluso cuando la empresa perdió dinero durante una crisis económica. 

Él se relacionó de forma directa con sus trabajadores memorizando los nombres de todos los que pudo, lo cual no era algo insignificante en una compañía de 25.000 empleados. 

Cuando la junta directiva de Market Basket despidió a Arthur Demoulas en el 2014, en gran parte por causa de sus prácticas generosas, los empleados de la cadena de supermercados hicieron una huelga. 

Ellos se negaron a surtir los estantes hasta que Arthur Demoulas volviera a tener el control de la compañía. 

Esta fue quizá la primera instancia conocida en la que los trabajadores de una compañía grande se organizaron a nivel de las bases para escoger a su propio Director ejecutivo, lo cual fue alimentado por la generosidad abnegada de Arthur Demoulas.

En este caso, ser un buen samaritano potenció el éxito de Arthur Demoulas. 

Tal vez cuando Jesús dice, “ve y haz tú lo mismo”, no solo está dando un buen consejo espiritual, sino también un buen consejo de negocios.

Oremos

Ps. Jorge Macías Benitez

domingo, 26 de septiembre de 2021

#A304 Verdadero o Falso Parte II

Reino de Dios Ministerios

Ps. Jorge Macías benitez



Ministración semanal

Introducción 

Hola buenos días, ¡Bienvenidos a esta Casa, la Casa de Dios, Reino de Dios Ministerios!

Soy el Pastor Jorge Macías Benítez, su hermano e Hijo de Dios; también de corazón te tiendo la mano, te abro el corazón y te quiero recibir, dar un abrazo…¡¡¡¡en el Amor del Señor…!!

Hablemos de la Verdad conforme a lo recibido de parte de Dios la semana pasada.

La Verdad es lo que funciona

Para algunas personas, esto significa que al final, la verdad realmente no importa. 

¿Qué es lo que importa? 

Ya sea que podamos o no saber lo que realmente está “allá afuera.” Mientras hagas lo que te hace feliz y dejes a otros hacer lo mismo, ¿qué importa la verdad?

Desde este punto de vista, si la creencia de que algo es verdad parece una ayuda útil para vivir una vida feliz, entonces no hace ningún daño creerla—siempre y cuando no intentes hacer a otros que lo crean, también.

La visión de que “la verdad es lo que funciona” es básicamente una indiferencia a la cuestión de la verdad. Existen variaciones mucho más sofisticadas de esta posición.

Sin embargo para la mayoría de la gente hoy en día, una actitud pragmática hacia la verdad no es tanto una convicción filosófica como una conveniencia práctica. 

Con tantas afirmaciones contrapuestas de la verdad allá afuera, ¿no sería más sencillo ir con la corriente? ¿Si no se puede estar de acuerdo acerca de la verdad, qué tan importante puede ser entonces?

El Título del mensaje y Su Ministración esta mañana del 26 de Septiembre del año 2021, es:

Verdadero o Falso

Parte II

Oremos

La Verdad es lo que tú haces que sea verdad

Esto es similar a la primera opinión pero más radical. Desde esta perspectiva, todos construimos nuestras propias verdades, y la palabra “verdad” en sí misma es sólo un referente. En otras palabras, la verdad en realidad no es algo que está “allá afuera.”

Algunas veces la gente sostiene este punto de vista porque ven el idioma como una jaula de cristal: Se ve transparente, pero realmente estamos atrapados dentro de ella. Si todos nuestros pensamientos sobre el mundo son mediados a través del lenguaje, no podremos sobrepasar el idioma para lo que realmente está allá afuera. 

“La verdad” es sólo una palabra que utilizamos para describir el juego del lenguaje que usamos cuando hablamos sobre el mundo.

Otros señalan que lo que pensamos sobre el mundo es, en gran medida, determinado por la sociedad que habitamos. 

Nuestra visión del mundo sirve para permitir interacciones sociales coherentes. 

La “verdad” o “realidad” es simplemente una construcción social, una empresa imaginativa compartida que permite vivir juntos pacíficamente. Por lo tanto, la verdad no es necesariamente lo que un individuo la hace, sino lo que una sociedad la hace.

A un nivel más popular, la gente tiende a tratar la verdad como propiedad privada. Tengo mi propia verdad de la misma manera que tengo mi propio auto. Pero lo más importante, la verdad de otros es inviolable. La única verdad universal es que siempre está mal decir que la verdad de otra persona no es verdad. Dentro de esta visión, la verdad es algo bueno, aunque sólo sea una construcción social.

La Verdad es lo que nos dice la Ciencia

Una tercera postura común hoy en día es que la verdad es lo que la ciencia nos dice. Mira cuán lejos han llegado los seres humanos en la comprensión del mundo, dice este argumento. Podemos escalar montañas, volar alrededor del mundo y cartografiar rincones distantes del cosmos. Nosotros podemos clonar animales, curar enfermedades, construir robots microscópicos, enviar información a cualquier lugar en cualquier momento. La ciencia claramente funciona. ¿Por qué no confiar en ella para darnos la verdad?

No es sólo que la ciencia funciona; también promete un lugar firme para tomar nuestra posición intelectual. La ciencia trabaja por comprobación de hipótesis, sometiéndolos despiadadamente a pruebas repetibles y observables y eliminando explicaciones que no pueden soportar el peso de los datos fríos y duros. Y el método científico ha demostrado ser tan útil en varios frentes que algunas personas lo ven como la clave de todo conocimiento.

En última instancia, algunos pensadores han formalizado esta postura general en la creencia de que las declaraciones científicas son las declaraciones únicas y verdaderas porque son verificables por la observación. Afirmaciones científicas (por ejemplo, “el hielo se derrite a 32 grados Fahrenheit”) son significativas porque pueden ser probadas empíricamente. Las afirmaciones religiosas (por ejemplo, “Jesús es Dios”) no tienen sentido porque ningún experimento puede decirnos si son verdaderas o falsas.

La Verdad es la tiranía y debe de ser rechazada

Finalmente, muchas personas piensan que la verdad es tiranía que debe ser resistida. 

Ellos consideran que todas las afirmaciones de verdad son como un poder de opresión. Cuando tienes a alguien que dice que ellos conocen la verdad, ahí tienes a alguien que intenta dominar, explotar u oprimir a otras personas con el pretexto de traerlos en consonancia con “la verdad.”

Como lo expuso Friedrich Nietzsche: “No hay hechos, sólo interpretaciones.” 

Y si ese fuera el caso, entonces la única manera en que una interpretación finalmente derrotará a otra es apuntando con un arma a su cabeza. Como tal, la verdad es un instrumento de coacción violenta, incluso una tortura.

Por lo tanto es nuestro deber resistir todas las afirmaciones de verdad subvirtiéndolas, exponiendo sus motivos ocultos y sometiéndolas a una crítica radical. 

Si no existen criterios por los cuales un acuerdo sobre la verdad puede ser negociado pacíficamente, entonces la comunicación es la guerra—y la verdad es la artillería pesada.

La Única Verdad

Entonces, ¿qué dice la Biblia acerca de la verdad? 

Tal vez te sorprenda que la pregunta “¿Qué es la verdad?” es encontrada en sí misma en las páginas de las Escrituras. 

Cuando Jesús fue sometido a juicio ante el gobernador romano Pilato, Jesús le dijo a Pilato, 

“Yo para esto nací, y para esto vine al mundo: Para dar testimonio de la verdad. Todo el que está de parte de la verdad escucha mi voz.” 

Pilato respondió preguntando: “¿Y qué es la verdad?”

Si tan solo Pilato hubiera sabido que la verdad estaba parada delante de él, mirándolo a los ojos.

Entonces, ¿Cuál es la Verdad?

La Verdad es una Persona.

Escucha, la Biblia enseña que la verdad no es solo una idea abstracta o rompecabezas filosóficos. 

Más bien, la verdad es una persona—la persona de Jesucristo, para ser exactos. 

Jesús dijo a sus discípulos: 

“Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie llega al Padre sino por mí.” Juan 14: 6

El Apóstol Juan, reflexionando sobre la vida de Jesús completa, escribió, 

“Y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros. Y hemos contemplado su gloria, la gloria que corresponde al Hijo unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.”

En Jesús, la verdad tomó una naturaleza humana.

Si somos honestos, todos debemos admitir que nuestras vidas están estropeadas, de una manera u otra, por el engaño y la mentira. 

Todos nos hemos alejado de la verdad en nuestros pensamientos y acciones. 

Como el Apóstol Pablo lo dijo, “obstruimos la verdad” con nuestros propios deseos pecaminosos y nuestras acciones.

Aun así, Jesús vivió una vida perfectamente veraz. 

Mirando hacia delante esperando la venida de Jesús a la tierra, el profeta Isaías dijo que Jesús sería condenado a muerte,

“aunque nunca cometió violencia alguna, ni hubo engaño en su boca.” Isaías 53: 9

Amadas, amados en Cristo, para los cristianos, Jesús es mucho más que sólo una persona sincera; es la verdad encarnada. 

El Apóstol Pablo nos dice que en Jesús, 

“toda la plenitud de la divinidad habita en forma corporal en Cristo.” 

Colosenses 2: 9

Así que Jesús está en la verdad en forma humana, porque él es Dios en forma humana. 

En Jesús, la verdad vino a la tierra para confrontar nuestras mentiras, transformar nuestras mentes, sanar nuestros corazones, llenarnos de alegría y liberarnos de la esclavitud del engaño.

Dios es la Verdad.

Ahora, tenemos que abrir la lente un poco. 

Para poder entender más completamente lo que la Biblia quiere decir cuando dice que Jesús es la verdad, tenemos que entender que la verdad es un atributo de la naturaleza de Dios. 

Dios es la verdad.

La Biblia nos dice esto una y otra vez: 

“El camino de Dios es perfecto; la palabra del Señor es intachable. Escudo es Dios a los que en él se refugian.” 

2a. Samuel 22: 31

Cada palabra que él dice es verdadera, porque proviene de su propia naturaleza. 

Podemos correr hacia él, descansar en él y depender totalmente de él, porque Él es verdadero. 

Sus palabras son verdaderas y sus caminos son verdaderos. No hay nada falso en Dios.

Al hablar al respecto de su propio testimonio escrito acerca de Jesús, el Apóstol Juan escribe: 

“El que lo recibe certifica que Dios es veraz.” Juan 3: 33

Creer en Jesús es reconocer que Dios es lo que dice que es: 

El Dios verdadero, fiel y digno de confianza.

La Biblia usa una gran cantidad de imágenes y términos para describir la verdad de Dios. 

Considera esta parte de un poema escrito por Moisés: 

“Él es la Roca, sus obras son perfectas, y todos sus caminos son justos. Dios es fiel; no practica la injusticia. Él es recto y justo.” Deuteronomio 32: 4

Más tarde, el profeta Jeremías consideró los llamados dioses de plata y oro que los vecinos de Israel se crearon para ellos, y los contrastó con el Dios verdadero y viviente: 

“Pero el Señor es el Dios verdadero, el Dios viviente, el Rey eterno. Cuando se enoja, tiembla la tierra; las naciones no pueden soportar su ira.”

Jeremías 10:10

Según la Biblia, el Señor es el Dios verdadero, el que realmente vive y reina. Porque él es el Dios verdadero, tiene poder soberano sobre todo. 

Cuando la Biblia dice que Dios es fiel, implica que realmente existe, que es perfectamente veraz en todo lo que dice y hace, y que él por sí sólo conoce toda la realidad perfecta e inmediatamente. 

Reuniendo muchos pasajes bíblicos y temas como estos, el teólogo holandés del siglo XIX, Herman Bavinck escribió: 

“Por lo tanto, él es el principal, la verdad original, la fuente de toda verdad, la verdad en toda la verdad. Es la base de la verdad—del ser verdadero—de todas las cosas. . . . Dios es la fuente y el origen del conocimiento de la verdad en todos los ámbitos de la vida; la luz en la que solos podemos ver la luz, el sol de todos los espíritus.”

Porque Dios es verdad, toda la verdad se deriva y corresponde a él. 

Si nuestros pensamientos son ciertos, es porque corresponden al mundo como Dios lo hizo y lo conoce. Si nuestras acciones son verdad, es porque se ajustan a la manera en la que Dios mismo actúa.

Porque Dios es verdad, toda la verdad le pertenece a él, y toda la verdad encuentra su significado máximo en él.

Todo lo que Dios dice es Verdad

Hemos visto anteriormente que debido a que Dios es verdadero, todo lo que dice es cierto. En una carta dirigida a uno de sus compañeros, el Apóstol Pablo dice que Dios “no miente.”

Como dice uno de los Salmos, 

“La suma de tus palabras es la verdad; tus rectos juicios permanecen para siempre.” Salmo 119: 16


Pero, ¿dónde tenemos acceso al discurso de Dios? En la misma Biblia. 

Pablo nos dice: 

“Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia.” 2a. Timoteo 3: 16

Dios mismo hablaba las Escrituras. Dios trabajó a través de los autores humanos de las Escrituras de tal manera que libremente escribieron precisamente lo que Dios quería que escribieran. 

Lo que dicen las Escrituras, Dios lo dice. 

¿Cómo es esto posible?

Jesús nos dice que el Padre logró esto por medio del poder del Espíritu Santo: 

“Pero cuando venga el Espíritu de la verdad, él los guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta sino que dirá sólo lo que oiga y les anunciará las cosas por venir.” 

Juan 16: 13

De las palabras de Jesús, podemos entender que el Espíritu Santo es el Espíritu de la verdad. 

Así que el Espíritu revelado a los Apóstoles es verdad. 

¿Alguna vez te has preguntado por qué deberíamos confiar en que los relatos bíblicos de la vida de Jesús son verdaderos? 

Jesús dijo a sus discípulos, 

“el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les hará recordar todo lo que les he dicho.” Juan 14: 26

Las memorias de los apóstoles de Jesús fueron protegidas por el Espíritu Santo—y ellos mismos fueron enseñados por el espíritu.

Esto da confianza a los cristianos de que lo que dice la Biblia acerca de Jesús es cierto. 

En última instancia, nos da confianza de que todo lo que enseña la Biblia es cierto. 

Como dice el Apóstol Pedro, refiriéndose al Antiguo Testamento entero como una escritura profética, 

“Porque la profecía no ha tenido su origen en la voluntad humana, sino que los profetas hablaron de parte de Dios, impulsados por el Espíritu Santo.” 2a. Pedro 1: 21

En resumen, la Biblia es verdadera porque cada palabra de ella es la palabra de Dios. 

Dios inspiró las Escrituras de una manera en la que en realidad respiraba las palabras de la escritura, por el Espíritu Santo, a través de la libre intervención de autores humanos.

Debido a que la Biblia es la palabra de Dios y quien es verdadero, la misma Biblia es verdadera. 

Nos dice el teólogo Scott Swain, “La palabra de Dios es totalmente verdadera. En su Palabra, Dios no esconde nada de nosotros que provocaría que nos sintiéramos engañados. Además, la palabra de Dios es solamente verdad. En su palabra, Dios incluye nada que nos lleve por mal camino.”

Por lo tanto podemos confiar en la Biblia completamente. Podemos — y debemos — permitir que la Biblia de forma y remodele nuestros pensamientos acerca de Dios, nosotros mismos y nuestro mundo.

Verdad es pesar los pensamientos de Dios después de Él

La Biblia cuenta una narrativa épica y desgarbada. 

Comienza con la creación de todas las cosas y concluye con la recreación de todas las cosas. 

Cuenta la historia de cómo Dios creó a las personas para gobernar el mundo bajo su dominio y así disfrutar de una comunión con él y que la creación fuera fructífera.

Sin embargo, la Biblia nos dice, que la gente se rebeló contra Dios, eligiendo desobedecerlo. 

Con esta decisión, el pecado entró en el mundo.

Consecuentemente, estamos sujetos a pecar y a estar bajo el juicio de Dios.28

Pero desde el principio, Dios tenía un plan para rescatar a la gente — y al final, a la misma creación — de la situación del pecado, enviando a su hijo Jesús al mundo como un hombre.

Jesús — la encarnación de la verdad — vivió una vida perfectamente veraz en nuestro lugar. 

Él obedeció a Dios perfectamente, satisfaciendo los requisitos justos de Dios.

Sin embargo, Jesús fue crucificado por la gente que, como todos nosotros, amaba las mentiras en lugar de la verdad. 

Pero la crucifixión de Jesús fue un trágico accidente — era Dios derramando el castigo que nosotros merecíamos en Jesús. 

¿Por qué? Porque sí nos apartábamos del pecado y confiábamos en Jesús, podríamos reconciliarnos con Dios, ser perdonados y adoptados en su familia.

Al tercer día después de su muerte, Jesús resucitó de la tumba. 

Ahora gobierna a la diestra de Dios y un día él se enseñoreará de una creación renovada. Todas las personas en todas partes están llamadas a acatar, confiar y seguir a Jesús.

Este es el punto principal de la Biblia. 

Nos dice cómo ser salvos del pecado y cómo llegar a la salvación. 

Pero no nos dice todas las cosas. La Biblia es verdad, pero no es exhaustiva. Entonces, ¿cómo sabemos lo que es cierto además de la Biblia?

En resumen, verdad es pensar los pensamientos de Dios después de él, aunque esto pueda sonar un poco confuso. Esto significa, en primer lugar, que nada que contradiga la Biblia es verdadero. Pero también recuerda que Dios conoce perfectamente todas las cosas. 

Todo lo que sabemos, él ya lo sabe. Si descubrimos la estructura de una célula, estamos discerniendo lo que Dios diseñó. 

Si solucionamos un problema de matemáticas, estamos descubriendo un pedazo de tela de la lógica que Dios ha tejido en la creación.

Así que la Biblia ofrece una base sólida para la búsqueda de la verdad en todos los reinos de la investigación: Matemáticas, lenguaje, ciencias, historia, incluso las artes.

Debido a que Dios está “allá afuera,” la verdad realmente existe y verdaderamente podemos conocerla.

Debido a que Dios nos creó para habitar el mundo, podemos confiar que nuestros sentidos median los conocimientos reales del mundo en lugar de una mera ilusión.

Debido a que Dios hizo el mundo, refleja su propia sabiduría y verdad. Por lo tanto el orden que la investigación científica de la naturaleza revela no es al azar o un espejismo—es un reflejo de su creador.

Debido a que Dios es un Dios que habla, podemos usar el lenguaje para comunicarnos con él y con los demás. El idioma no es una jaula de cristal, sino un medio genuino de comunión personal.

Creer en un Dios absolutamente verdadero que se ha revelado en una Biblia absolutamente verdadera no aplasta la investigación intelectual — de hecho es justo lo contrario. 

La Biblia en si misma celebra una clase temprana de la ciencia cuando dice que el rey Salomón “disertó acerca de las plantas, desde el cedro del Líbano hasta el hisopo que crece en los muros. 

También enseñó acerca de las bestias y las aves, los reptiles y los peces.” 

Ofrece ejemplos de la naturaleza para darnos información sobre la manera en que funciona la vida.

Creer en un Dios racional es una motivación enorme para investigar racionalmente el mundo que él hizo.

Aunque nunca podremos conocer algo perfectamente o exhaustivamente, podemos conocerlo verdaderamente. Podemos conocer a Dios. 

Podemos conocernos unos a los otros. Podemos conocer el mundo que Dios ha creado. Atendiendo a lo que Dios ha dicho en las Escrituras y hecho en la creación, podemos pensar los pensamientos de Dios después de él y así conocer la verdad.

Conclusión

En Cristo tenemos Victoria; la Verdad nos Hace Libres

Finalmente, la Biblia enseña que la verdad no es sólo para pensarla, sino para hacerla. 

El Apóstol Pablo dice que la verdad es destinada para ser obedecida.

La verdad no es para jugar con ella. 

Es para transformar nuestras vidas para que de esta manera se ajusten a la vida de Jesús.

El rey David oró, 

“Yo sé que tú amas la verdad en lo íntimo; en lo secreto me has enseñado sabiduría.” Salmo 51: 6 

Dios quiere que seamos verdaderos en lo más profundo. 

Él quiere declaraciones verdaderas de corazones falsos, u obras “verdaderas” de motivos engañosos. 

Quiere que la esencia de nuestro ser sea verdad—igual que él.

Cuando conocemos y vivimos la verdad de Dios, sabemos y vivimos como Dios siempre ha querido que lo hagamos. 

Esto no trae monotonía obediente, sino libertad alegre. Jesús dijo, 

“Si se mantienen fieles a mis enseñanzas, serán realmente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.” Juan 8. 31-32

Los verdaderos discípulos de Jesús son aquellos que hacen lo que él dice. 

Toman sus palabras como verdad, sus mandatos como verdaderos, sus promesas como verdaderas. Sostienen sus enseñanzas de la misma manera en que un hombre ahogándose sostiene una balsa salvavidas; igual que un niño sostiene a sus padres. Y cuando lo hacen, ellos conocen la verdad. ¿Por qué? Porque lo conocen a él, quien es la verdad en persona.

Jesús es la verdad. 

¡Conocerlo es conocer la verdad. Vivir como él vive es vivir la verdad.! 

Conocer y vivir la verdad es ser libre, ¡verdaderamente libre!

Oremos

Dios los bendice

Ps. Jorge Macías benitez

domingo, 19 de septiembre de 2021

#A303 Verdadero o Falso

Reino de Dios Ministerios

Ps. Jorge Macías benitez

Ministración semanal

Introducción 

Hola buenos días, ¡Bienvenidos a esta Casa, la Casa de Dios, Reino de Dios Ministerios!

Soy el Pastor Jorge Macías Benítez, su hermano e Hijo de Dios; también de corazón te tiendo la mano, te abro el corazón y te quiero recibir, dar un abrazo…¡¡¡¡en el Amor del Señor…!!

La mayoría de las veces la oración que levantamos a Dios está llena de pedidos personales y de acuerdo a nuestros deseos y anhelos, deseamos que el Señor nos conceda las cosas nacidas en nuestro ego. 


La verdad es que muy pocas veces preguntamos ¿Señor cuál es tu voluntad? 


Lamentablemente por esto es que con facilidad el enemigo de los hijos de Dios engaña sus corazones y se toman malas decisiones. 


La Palabra de Dios nos enseña que en el Edén la serpiente antigua, el diablo, usó con mucha astucia sus engaños e hizo caer a Adán y a Eva. 


Por eso el Señor nos advierte: “no podemos ignorar las maquinaciones del enemigo”. 


Con la verdad de Cristo podemos superar la mentira…


El título del Mensaje y Su Ministración este mediodía del 19 De Septiembre del año 2021, es:


#A303 Verdadero o Falso

Oremos

Filosofía o Teología

La mentira se opone a la veracidad o sinceridad. No es lo mismo verdad que veracidad. 

Ahora, ¿en qué consiste filosófica y teológicamente la mentira? 

La veracidad es la correspondencia o adecuación entre lo que la persona cree que es verdad y lo que la persona dice que es verdad. 

Veraz es la persona que dice aquello que ella cree que es verdad, aunque realmente lo que enuncia no sea verdad.

No miente quien no dice la verdad, sino quien dice aquello que no cree que sea verdad. 

La verdad es la correspondencia o adecuación entre lo que dice un enunciado, independientemente de quien lo profiera, y aquello a lo que se refiere dicho enunciado. 

Ahora, la veracidad y la falsedad, la sinceridad o la falta de sinceridad dependen del entendimiento de la verdad que se tenga y del análisis del acto lingüístico que profiere aquel interlocutor a quien consideramos como veraz o mentiroso.

Surgen así, preguntas:

¿Qué es la verdad? 

¿En qué consiste la verdad? 

¿Qué queremos decir cuando decimos que un enunciado, un libro o una expresión es verdadera?


La respuesta no es fácil, no es simple, ya que en el panorama filosófico nos encontramos con diferentes teorías sobre la definición de verdad. 

Siguiendo a García Suárez (1997) podríamos clasificar del siguiente modo las teorías de la verdad más desarrolladas o sistematizadas. 

En primer lugar habría que distinguir entre las teorías substanciales y las teorías deflacionarias. 

Las teorías substanciales son aquellas que definen la verdad en términos de alguna propiedad o conjunto de propiedades. 

Se oponen a las teorías deflacionarias. 

Una teoría deflacionaria de la verdad considera que el predicado “es verdadera” no es un predicado genuino. 

Las teorías substanciales de la verdad pueden dividirse, a su vez, en teorías realistas y no realistas.

Las teorías realistas afirman que un enunciado es verdadero si y sólo si se da el estado de cosas que expresa, con independencia de la existencia de cualquier mente o de cualquier esquema conceptual. 

Las teorías no realistas, por el contrario, niegan que el estado de cosas expresado por un enunciado sea independiente de nuestras mentes o de nuestro esquema conceptual. 

La mayoría de las teorías de la verdad como correspondencia o adecuación pertenecen a las teorías realistas. 

La noción de verdad que está en la base de la teología clásica es la de la verdad como correspondencia o adecuación entre el enunciado y la realidad. 

El origen del término “correspondencia” parece ser medieval. 

Tomás de Aquino usó “correspondencia” de este modo al menos una vez, aunque prefería la definición que atribuía al filósofo judío neoplatónico del siglo IX Isaac Israelí: 

“Veritas est adaequatio rei et intellectus”

La verdad expresa la correlación o adecuación entre un contenido conceptual o un enunciado lingüístico y aquello con lo que se pone en relación.

Otra teoría de la verdad es aquella que la identifica con la coherencia. 

Según Brand Blanshard, un conjunto de creencias es coherente si y sólo si es un conjunto consistente y además, si cada miembro del conjunto es implicado (deductiva o inductivamente) por todos los demás en conjunción, o por cada uno de los demás individualmente. 

Un juicio dado es verdadero en el grado en que su contenido podría mantenerse a la luz de un sistema completo de conocimiento, y falso en el grado en el que su aparición allí exigiría transformación. 

Según el autor, el contenido de una creencia consiste en pensar en sus relaciones esenciales. 

No podemos pensar en una aorta sin pensar en los demás órganos corporales con los que conecta o a los que sirve. 

Así, en su teoría, una creencia sería verdadera en grado n si en el n% de su contenido formara parte de un sistema de creencias puramente verdadero.


¿Mentiras verdaderas?

En el Antiguo Testamento y en el Nuevo Testamento se consideran la verdad y la mentira a la luz de la fidelidad del Dios de la Alianza que nunca falla ni abandona a su pueblo. 


En la Biblia, la falsedad se designa, entre otros términos, con los de pseudos, skotos y skotia y se refiere a una actitud de incoherencia e inautenticidad y no tanto a un decir cómo fueron o sucedieron de manera exacta y literal una serie de hechos.


La palabra hebrea emet designa, a la vez, verdad, coherencia de vida y fidelidad y, en este sentido, en la Biblia, la mentira no se refiere primeramente a una voluntad de no describir con exactitud unos hechos, sino a la actitud de una persona que no inspira confianza. 


Más importante que la verdad como adecuación del entendimiento y la realidad, en la Biblia la verdad es, ante todo, confianza, autenticidad y Lealtad…..emet.!!!!


Además, según la Biblia, la Verdad es descubrimiento, manifestación del Ser siempre luminoso y sobrenatural de Dios y por eso nunca podremos expresar adecuadamente la realidad, es por ello que - al menos en lo natural - que “nunca” podremos estar del todo ciertos sobre los confines de la ficción y la realidad. 


La verdad no se dice; la verdad se muestra, se descubre o, mejor aún, se acoge, ya que la verdad de las cosas, del mundo, del ser humano es Dios que se manifiesta y se revela. 


La mentira consiste, por tanto, en no querer acoger ni dejarse iluminar por la verdad y el amor de Dios.


Tú que quieres ser…?


Emet..Leal, verdadero, confiable..!!!


Sotos…mentiroso, desconfiado, incongruente, desleal..?


Victoria sobre la Falsedad

La verdad es un territorio disputado hoy en día, como siempre lo ha sido. 


Afirmar saber la verdad es afirmar saber lo que todos en todas partes deberían pensar. 


Dar una respuesta a una pregunta “verdadera” es dar a entender que al menos algunas otras respuestas son falsas; esto tarde o temprano siempre se hace personal. 


Si tienes razón, entonces alguien, en algún lugar está mal.


No es de extrañar que los ánimos puedan caldearse sobre una competencia de opiniones sobre la verdad. Peor aún, guerras enteras han sido motivadas—al menos en parte—por afirmaciones contrarias de la verdad.

El occidente del siglo XXI sufre de lo que se podría llamar “fatiga de la verdad.” 

Hemos atravesado una historia interminable de batallas debido a la verdad. 

Estamos cansados de pelear por ella; no obstante, la gente no parece alejarse de la pregunta. 

Todo el mundo tiene una opinión sobre la  verdad—incluso si la opinión es que no existe tal cosa.

Planteemos 4 posible escenarios de la Verdad.

Continuaremos la próxima semana, ¡¡en la siguiente Ministración del Señor, nuestro Dios!!

Oremos

Dios los bendice

Ps. Jorge Macías benitez

domingo, 12 de septiembre de 2021

#A302 Sombra y Figura

Reino de Dios Ministerios

Ps. Jorge Macías benitez


Ministración semanal


Introducción 

Hola buenos días, ¡Bienvenidos a esta Casa, la Casa de Dios, Reino de Dios Ministerios!

Soy el Pastor Jorge Macías Benítez, su hermano e Hijo de Dios; también de corazón te tiendo la mano, te abro el corazón y te quiero recibir, dar un abrazo…¡¡¡¡en el Amor del Señor…!!


Hoy el Señor me ha movido para que el Ministre al respecto dé Esclavitud y Libertad, de Vida y muerte, de Luz y oscuridad, de Sombra y Figura.

En la Palabra de Dios, Dios nos habla, nos muestra y queda Testimonio de personas y naciones que pasaron por esos matices, por situaciones que mostraron luces y sombras como esas, en sus vidas.

La esclavitud de Israel en Egipto es sombra y figura de lo que iba a venir; es decir que lo ocurrido con el pueblo de Dios es una ilustración de lo que sucede en la vida del creyente.

Con esto, no quiere decir en absoluto que no haya ocurrido realmente, al contrario, la esclavitud de Israel fue más real de lo que imaginamos. 

Ahora, lo que digo es que esta esclavitud ilustra perfectamente la condición en la que él pecado ha esclavizado a la humanidad sin Dios.

El título del Mensaje y Su Ministración este mediodía del 12 De Septiembre del año 2021, es:

#A302 Sombra y Figura

Oremos

Sumisión o Libertad

El pecado tiene al hombre en las mismas condiciones de sumisión que Egipto tenía a Israel. 

Tanto más libre se siente el hombre de hacer lo que quiera, tanto menos puede abandonar su condición, siendo esclavo de vicios, malos hábitos, soledad y un vacío que no puede llenarse con nada.

Amadas y amados en la Fe, en Cristo, queridas amigas y amigos, buscadores de Verdad, Libertad, de Esperanza, así como Moisés fue "la mano de Dios" para ejecutar su juicio sobre faraón y su obra libertadora sobre Israel, así Jesús es un "mejor" Moisés, cuya acción y obra ejecutan el juicio de Dios y al mismo tiempo libertan al hombre.

El paso indispensable para que la humanidad reciba libertad, al igual que Israel recibió la suya, es que acepte la necesidad de un salvador.

Es en este contexto que surgen preguntas a responder:

¿De qué esclavitud te ha liberado Dios?

¿Con qué esclavitud batallas aun? 

¿Qué te impide ser completamente libre?

Cuando miras tu vida antes de conocer a Jesús, ¿qué diferencias encuentras con tu vida actual?

¿Que y quien te hace Libre?


Libre de Esclavitud

Actualmente en varias partes del mundo hay muchas personas que viven bajo regímenes seculares totalitarios, como la China y Corea del Norte. 


Si desobedecen a las autoridades, son condenadas a encarcelamiento en centros de concentración o gulags. 


Otras viven bajo regímenes totalitarios con una ideología religiosa, como Irán y la mayoría de los países musulmanes, donde tienen que obedecer a los líderes religiosos o ser perseguidas o encarceladas. 


Sin embargo, hay habemos naciones libres, democráticas donde hay millones de personas que son esclavas de su propio pecado porque no saben lo que Cristo ha hecho por ellas. 


Este tipo de esclavitud personal es devastador. 


¿Y tú, sabes que Cristo te ha liberado de la pena y del poder del pecado, o sientes que estás luchando una batalla perdida? 


Sé que tenemos entre nosotros personas que leen estas palabras y se encuentran luchando una batalla personal contra el pecado. 


Otras muchas, en este momento se encuentran total y completamente esclavizadas por el pecado. 


Dios quiere que entiendas como vencer el poder del pecado en tu vida para poder ser verdaderamente libre. 


¿Cómo se logra eso?


Dice la Palabra de Dios:


“Entonces Jesús decía a los judíos que habían creído en Él: “Si ustedes permanecen en Mi palabra, verdaderamente son Mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres”.  Ellos le contestaron: “Somos descendientes de Abraham y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices Tú: 'Serán libres'?”. Jesús les respondió: “En verdad les digo que todo el que comete pecado es esclavo del pecado; y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí permanece para siempre. Así que, si el Hijo los hace libres, ustedes serán realmente libres””

Juan 8: 31-36

Énfasis por el Pastor Jorge Macías


Los fariseos revelan cómo el orgullo los había cegado a la realidad de su estado cuando contestaron a Jesús: 


“Somos descendientes de Abraham y nunca hemos sido esclavos de nadie”. 


Se olvidaron que fueron esclavos del faraón en Egipto, esclavos de Asiria y Babilonia, y en el momento en que Jesús les decía estas palabras estaban esclavizados por Roma. 


La razón por la cual menciono esto es porque el orgullo hace que una persona se engañe a sí misma. 


No dejes que tu orgullo te impida admitir tu necesidad ante Dios. 


Si rehusas humillarte, tu orgullo te alejará de la libertad que Dios quiere darte hoy.


Después de leer las palabras de Cristo, ¿estás seguro de que eres libre de la pena y del poder del pecado? 

Amadas, amados en Cristo, Jesús murió y resucitó por esa libertad verdadera, o como dijo, para que fuéramos realmente libres.  Este es el objetivo de la vida cristiana. 


Dios quiere que seas realmente libre para que disfrutes la vida que diseñó para ti. 


Solo así podrás servirle.


Esclavitud y Batalla

Antes de continuar con el tema de la libertad del pecado, quiero aclarar un poco el verso Juan 8:34 porque muchos leen esto e inmediatamente malinterpretan lo que Jesús dice. 


La palabra comete en esta frase, "todo el que comete pecado”,  está en el tiempo presente. 


Esto significa que Jesús se refiere a aquellos que voluntaria y continuamente practican el pecado. 


No se refiere a las personas que pecan, se arrepienten y le piden perdón a Dios. 


Habla de las personas que pecan y practican él pecado sin ninguna pena o arrepentimiento. 


Esta es la razón por la que Dios quiere que nos acostumbremos a confesar nuestros pecados con regularidad. 


En 1a. Juan 1:9 tenemos la promesa: 

"Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos los pecados y para limpiarnos de toda maldad”  


Amadas, amadas en la Fe, las palabras confesamos y es en este versículo también están en el tiempo presente. 


Juan literalmente dice que, si confesamos con regularidad nuestros pecados, Dios con regularidad perdonará nuestros pecados y nos limpiará de toda maldad. 


Observa que Juan no dice “alguna maldad” o solo la “maldad incidental”; no,  dice con claridad que “toda maldad”.


Confesar tu pecado con regularidad es algo muy esencial porque te hace recordar que necesitas a Dios. 


A medida que admites tu necesidad, Él dispensará Su gracia y misericordia sobre ti. 


Vida de Esclavo o Libre

Para realmente discernir la importancia de ser libre del poder del pecado en tu vida, es esencial que recuerdes cómo era tu vida antes de recibir a Cristo. 

Al igual que Pedro, creo que nunca debes olvidar que Dios te ha concedido la purificación de tus pecados pasados.

Mira lo que dice Su Palabra en 2a. Pedro 1: 9

“Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados. Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.”

2 Pedro 1:9-11

 

Pablo tampoco olvidó lo que había hecho antes de ser salvo, dijo: 

“Porque yo soy el más insignificante de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, pues perseguí a la iglesia de Dios. Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y Su gracia para conmigo no resultó vana. Antes bien he trabajado mucho más que todos ellos, aunque no yo, sino la gracia de Dios en mí” 

1a. Corintios 15:9-10

Además, Pablo declaró de sí mismo: 

“Palabra fiel y digna de ser aceptada por todos: Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, entre los cuales yo soy el primero” 1a. Timoteo 1: 15 

Amigas y amigos queridos, ¿Recuerdan cómo vivían cuando no eran creyentes y lo que hacían? 

¡Eras esclavo del pecado! 

Hacías cosas que sabías que estaban mal, y tu consciencia te condenaba constantemente. 

Todos - sin duda alguna - tratamos de dejar ese pecado, pero siempre volvíamos a caer en lo mismo.  

Te prometías no volver a cometer el mismo pecado, pero lo volvías a hacer. 

Luego, ponías un poco de empeño en tu promesa; pero nuevamente fracasabas, te frustrabas y te sentías aún más culpable por tu pecado.  

Tu temor, enojo o resentimiento te controlaban y gobernaban tu vida. 

Parecía no haber remedio para lo que estabas pasando. ¡Esto es ser esclavo del pecado!

Oh amadas y amados en la fe, como creyente, Pablo experimentó este dilema de pelear con su naturaleza pecaminosa. 


Fue perdonado y declarado justo en Cristo, pero reconoció que la batalla contra él pecado continuaba. 


No como antes cuando no era creyente, sino que la lucha contra el poder del pecado tomaba lugar en su mente—en sus deseos y pensamientos. 


Pablo menciona esta batalla en Romanos 7:15-18. 


Presta atención a sus palabras y mira si te identificas: 


“Porque lo que hago, no lo entiendo. Porque no practico lo que quiero hacer, sino que lo que aborrezco, eso hago. Y si lo que no quiero hacer, eso hago, estoy de acuerdo con la ley, reconociendo que es buena. Así que ya no soy yo el que lo hace, sino el pecado que habita en mí. Porque yo sé que en mí, es decir, en mi carne, no habita nada bueno. Porque el querer está presente en mí, pero el hacer el bien, no”.   


¿Has experimentado esta lucha?   


¡Estoy seguro que sí! 


¿Por qué haces las cosas que odias? 

¿Por qué tienes pensamientos tan corruptos? 


La respuesta es muy simple. 


Tienes una naturaleza pecaminosa en tu interior y tienes una nueva naturaleza que también mora dentro de ti. 


Ambas están en conflicto. 


En tu mente aceptas que la ley de Dios y Su verdad son justas, pero existe otro poder que actúa en tu interior y constantemente intenta derrotarte. 


¿Cuál es la solución? 

¿Cómo puedes experimentar la libertad que Cristo prometió?


Nuestro Libertador

Nuestra respuesta de parte de Dios para el problema del pecado se encuentra en la comunión con Jesucristo. 


En el momento preciso en que recibiste a Cristo, algo impresionante sucedió en tu interior. 


Este es el primer paso hacia la libertad. 


Fue tan impresionante que no entendiste por completo lo que acababa de suceder. 


Percibías una diferencia, pero realmente no entendías lo que había sucedido. 


Recuerdo el día después de entregarle mi vida a Cristo; estaba consciente de que algo había cambiado, pero no lo podía describir. 


Si me hubieran pedido que lo explicara, no lo podría haber hecho. 


La Biblia dice que Dios me ha limpiado de mi pecado y me ha dado una nueva naturaleza. 


Esto es lo que se conoce como el nuevo hombre (Ef. 4:24). 


Pedro explicó que este nuevo hombre es la naturaleza divina de Dios (2P.1:4). 


¿Por qué Dios nos da esta nueva cualidad? 


Para que, por instinto, queramos hacer lo que Él manda. 


Esta nueva naturaleza nos da el deseo y la voluntad de hacer lo que el Señor quiere que hagamos. 


En Romanos 6:17-18 Pablo describe exactamente lo que sucedió el momento en que creímos la veracidad del evangelio, dijo: 


“Pero gracias a Dios, que aunque ustedes eran esclavos del pecado, se hicieron obedientes de corazón a aquella forma de doctrina a la que fueron entregados, y habiendo sido libertados del pecado, ustedes se han hecho siervos de la justicia”


En algún momento todos fuimos esclavos del pecado, pero cuando obedecimos el llamado de Dios, fuimos liberados del pecado y nos convertimos en esclavos de la justicia. 


Pero este es solo el primer paso hacia la libertad. 


Cuando comenzamos a seguir a Cristo nos damos cuenta de que hay un problema. 


Ese problema es que todavía pecamos y fallamos. Luego, nos preguntamos cómo es que esto le sucede a alguien que ha sido liberado del pecado. 


Es porque todavía tenemos la naturaleza pecaminosa en nuestro interior. 


Tu naturaleza pecaminosa ama el pecado, pero tu nueva naturaleza ama la justicia. 


Mientras vivamos en este cuerpo carnal aquí en la tierra, tendremos que lidiar con nuestra naturaleza pecaminosa y sus deseos.


Conclusión

En Cristo tenemos Victoria, ¡queridas hermanos y Hermanas en la fe de Cristo!

¿Cómo lidias con esta batalla entre tus dos naturalezas? 

¿Cómo puedes experimentar la libertad que Jesucristo prometió a Sus discípulos? 

El primer rayo de luz llega al creyente cuando está lleno del Espíritu Santo y experimenta inmediatamente la libertad. 

Esto es lo que Pablo explicó en Gálatas 5:16-17, 

“Digo, pues: anden por el Espíritu, y no cumplirán el deseo de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne, pues estos se oponen el uno al otro, de manera que ustedes no pueden hacer lo que deseen” 

Aquí Pablo nos da la simple solución para darle fin a esta batalla. 

Nos dice que simplemente andemos por el Espíritu. 

Si ando bajo el control del Espíritu (el poder de mi nueva naturaleza), no cumpliré los deseos de mi carne (mi vieja naturaleza).  

La palabra anden en el versículo 16 está en el tiempo presente, por lo tanto, tu entrega al control del Espíritu debe ser constante y frecuente. 

Si es así, no cumplirás los deseos de la carne. 

En el griego, la palabra no conlleva una doble negación. 

Esta es la manera más enfática de decir que tus deseos carnales tienen que ceder al poder del Espíritu.

Finalicemos, entonces.

Pablo nos dice, Lleno del Espíritu: 

“Así también ustedes, considérense muertos para el pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús. Por tanto, no reine el pecado en su cuerpo mortal para que ustedes no obedezcan a sus lujurias” Romanos 6: 11-12

Amadas, amados en Cristo, es Clave, Vital y Verdadero que obedezcas esta verdad, de lo contrario estarás obedeciendo a tus lujurias en lugar del Espíritu.

Creamos y consideremos un Hecho el que estás muerto al pecado; sencillamente toma la decisión de no obedecer al pecado, ni permitir que te domine en ese momento. 


¡Aquí es donde comienza la verdadera libertad!


Tienes que reconocer esta decisión de vital importancia y solo entonces es que dejarás de obedecer los deseos de tu carne y darás inicio con la Obediencia a la Voluntad de Dios. 


No permitas que el pecado reine en tu cuerpo mortal. 

Considerarte muerto al pecado, que es la manera de despojarte del viejo hombre.

Oremos

Dios los bendice

Ps. Jorge Macías benitez

domingo, 5 de septiembre de 2021

#A301 Humildad & Orgullo

Reino de Dios Ministerios

Ps. Jorge Macías benitez

Ministración semanal


Introducción 

Hola buenos días, ¡Bienvenidos a esta Casa, la Casa de Dios, Reino de Dios Ministerios!

Soy el Pastor Jorge Macías Benítez, su hermano e Hijo de Dios; también de corazón te tiendo la mano, te abro el corazón y te quiero recibir, dar un abrazo…¡¡¡¡en el Amor del Señor…!!

En estos días, recibí un mensaje repentino; sí, un de repente de Dios.

Para este siervo, uno fue un mensaje usual - claro, sino no sería un de repente de Dios, jajaaa - y para la persona que lo envío, no tengo la menor duda, tampoco.

Ahora, el Propósito de Dios - aunque claro y evidente para mi, luego de unos días - no ha resultado del todo claro para todos quien han vivido y recién este testimonio hoy.

Como sea, lo que en verdad es importante en ello, es la Trascendencia de lo que Dios quiere y está haciendo en ello, llevando Su Mensaje y Su Evangelio aun a mas sitios y a Nuevas Esferas de Influencia.

Durante la próxima semana esta continuará - no tengo duda - y en cuanto a mi respecto, todo lo que tengo que hacer, es dejarme llevar por Él y Obedecer en algo que Él ya me había venido manifestando, mostrando.

Tan es así, que Su Mensaje para mí, ha sido ahora el mismo mensaje para Su Liderazgo en TODO el Continente:

“Porque así dijo Jehová el Señor, el Santo de Israel: En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza. Y no quisisteis,”


Isaías 30:15


Todos los días, y repetidamente durante ellos, el Señor me ha venido Ministrando, Transformando, Revelando y Bendiciendo, por medio de esta porción de Su Palabra, la cuál ahora es Rhema para mi vida - una más - y que Ahora, se - Conozco - que lo será para michos de Sus Siervos y Líderes, en todo este continente y el mundo.

El Fundamento que el Señor nos entrega este mediodía del 5 de Septiembre del año 2021, es:

“si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.”


2 Crónicas 7:14


El título del Mensaje y Su Ministración este mediodía del 5 De Septiembre del año 2021, es:

#A301 Humildad & Orgullo

Oremos

¿Pueblo Humillado?

La porción de la Palabra de Dios que Él utiliza hoy para Ministrarnos, sin duda es conocida, “famosa”.

Ahora, amadas, amados en Cristo, queridos amigas y amigos en la Fe, ¿que es lo que en verdad hacemos ante este planteamiento y pregunta?

Cuando el Señor me dejó ver esto - apenas ayer a las 11:00 p.m. - recordé una película cuyo nombre es Orgullo y Prejuicio, basada en el libro del Jane Austen.

En ella se narra la historia en novela de 2 mujeres y el como por un lado la vanidad y el orgullo, se manifiestan en una de las protagonistas - o antagonista debiera de decir - en tanto que el Amor, en espíritu, alma y corazón de la protagonista, vence a su antagonista llena de Vanidad y Orgullo, de sentimientos y una actitud de superioridad, en contra de la protagonista.

Así es el como el Señor me dejó ver por medio de una de Sus Obras - Cuarto de Guerra, de los hermanos Kendrick - el como en dichas obras, ambas protagonistas - mujeres las dos - logra la Victoria, permitiendo su “derrota” personal.

Si, claro…. ¡Parece locura! … aunque, escucha esto:

“Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.”

1a. Corintios 2: 14


Oh Amadas, amados en Cristo, ¡Wooooowww!


¡Bendita locura!


Dios le dijo claramente a Salomón:


“Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra”


Si se humillare mi pueblo. 

Es curioso ver que no dice, si se humillare todo el mundo; tampoco dice si se humillare los líderes de la iglesia, o los pecadores. 


Lo que dice es, si se humillare mi pueblo, 


Ahora, ¿quienes son ese pueblo? 


¡Siiiii! ¡Tú y yo somos el pueblo de Dios!


O… al menos debiéramos serlo.

Al buscar el significado de esta palabra “humillar” encontraremos que uno de los significados es Inclinar o doblar una parte del cuerpo, como nuestra cabeza o las rodillas, específicamente en señal de sumisión y acatamiento. 


Otro de sus significados es, abatir el orgullo y altivez.

Humillarse delante de Dios y de su palabra implica reconocer la propia pobreza espiritual. 


El pueblo de Dios debe reconocer sus fracasos, expresar arrepentimiento por su pecado y renovar su compromiso ha hacer la voluntad de Dios. 


Lo que Dios quiere de un pecador no son obras ni sacrificios. 


Oiga lo que Dios quiere:  


“Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios”

Salmos 51:17


“Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros.”

1a. Samuel 15: 22

En términos generales, es común que la cultura actual, promueva una actitud arrogante y soberbia, orgullosa, y con rasgos de vanidad.


El querer hacer las cosas a nuestra manera es simplemente un acto de falta de humildad. 


Al pensar que tenemos todo bajo control, que no necesitamos de ninguna persona para resolver nuestros problemas estamos demostrando que en nuestro interior hay una gran falta de humildad.



Pueblo en Oración

El pueblo de Dios debe clamar a Él desesperado por misericordia, y debe depender completamente de Él. 


Cuando Jonás llegó a dar en la panza del gran pez por haber desobedecido la palabra de Dios, después que vio que su vida estaba en peligro mortal, empezó a clamar a Dios con todas las fuerzas de su corazón diciendo:    


“Invoqué en mi angustia a Jehová, y El me oyó; desde el Seol clamé, y mi voz oíste.”    


Amadas, amados en Cristo, no importa en que situación te encuentres, Dios te escucha. 


Jonás estaba en el lugar menos indicado; pero desde allí Dios lo escuchó.


Jeremías 33: 3 dice:     


“Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.”


La Actitud que debemos tener es de postrarnos antes Dios para humillarnos, ser humildes y así depositar en él toda nuestra ansiedad, preocupaciones, dudas, enfermedades y circunstancias difíciles, y creer en su palabra, porque él tiene cuidado de nosotros. 


El Señor nos dice que no debemos inquietarnos por nada, que más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presentemos nuestras peticiones a él dándole gracias en todo momento.


Sí, profundizamos y reflexionamos, dejamos que Dios nos impacte con Jeremías 33:3, debería ponernos a pensar, si estamos en Verdad, Orando. 


Si realmente estamos dedicando tiempo a presentar nuestras peticiones delante de Dios, o estamos dedicando el tiempo a derramar nuestros corazones en adoración a Dios en acción de gracias, esto nos lleva a meditar y pensar si estamos teniendo una buena comunicación con nuestro Padre Celestial.


La oración implica tener una comunión con el padre, y la comunión me lleva a tener una relación y la relación me lleva a una intimidad con mi padre.


El Señor dice: “Los ojos del Señor están sobre los justos y sus oídos atentos a nuestras oraciones.”


Entonces debemos saber que tenemos que orar en todo tiempo. 


En este tiempo debemos saber que tenemos que presentar todo al Señor, nuestros hijos, pidiéndole que guarde sus corazones y sus mentes en Cristo Jesús. 


Es necesario que clamemos a Dios, porque permanezca la unidad familiar.


Hoy Dios te llama a que le busques, hoy más que nunca debes ir delante de tu padre celestial, a llevar tus cargas, tus preocupaciones y que en él puedas descansar


Buscando el Rostro de Dios

Buscar al Señor significa buscar su presencia. 


“Presencia” es una traducción común de la palabra Hebrea “rostro”. 


Literalmente, hemos de buscar su “rostro”. 


Pero esta es la forma hebraica de tener acceso a Dios.

 

Estar delante de su rostro es estar ante Su Presencia. 

   

Ahora, solo Escucha esto:

     

CUANDO ESTAMOS EN SU PRESENCIA HAY TRANSFORMACION 


¡Quien dice Amen!


Oh amadas, amados en Cristo, el pueblo de Dios debe volverse diligentemente a Dios con todo el corazón y anhelar su presencia, y no simplemente tratar de escapar de los problemas.


 La Biblia dice:    


“Buscad a Jehová y su poder; buscad su rostro continuamente”

1a Crónicas 16:11 


En otra parte dice: Buscadme y viviréis 


Corrige tu camino

(Deja que Dios lo haga)

DIOS DICE CONVIERTANSE Y NO ARREPIENTANSE.

HAY MUCHOS CONVENCIDOS PERO NO CONVERTIDOS  

Es decir saben que están mal pero no se apartan de su pecado, 

Estamos viviendo tiempos en que la maldad se ha multiplicado y el amor de muchos se a enfriado. 


Vivimos en una época donde el egoísmo prevalece en el ser humano. 


Buscando la forma de crecer profesionalmente, adquirir una mejor posición laboral, una prosperidad material, y muchas otras cosas más. 


Sin embargo, quiero que este claro que ninguna de estas cosas son malas, lo que esta mal es que se le dé el primer lugar en buscar dichos logros, cuando el primer lugar debemos dárselo es a Dios.


Recuerde si en algún momento usted con diligencia busco algo que se le extravió. 


Es natural mover muebles, escudriñamos debajo de la cama, volteamos todo cuanto sea necesario y nos esforzamos y hacemos lo que sea posible por encontrar lo que hemos perdido.


Oh amadas, amados en Cristo, el pueblo de Dios debe arrepentirse genuinamente apartándose del pecado. 


También debe renunciar a todas las cosas del mundo y acercarse a Cristo. 


Convertirse significa dar la espalda a lo que te ataba al mundo y volver a Dios. 


El arrepentimiento no basta para restaurar la comunión con Dios. 


Es necesario convertirse a Dios después de arrepentirse. 


Por eso Pedro dijo:   


“Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del señor tiempos de refrigerio” Hechos 3:19 


Pensemos que si cualquiera de nosotros  toma esa actitud ante un objeto de “valor” o las simples llaves de la casa, con cuanto mayor anhelo deberíamos buscar a Dios. 


Cuando buscamos algo, siempre tenemos que esforzarnos para encontrarlo; con mucha razón debemos esforzarnos para buscar a Dios.


No buscarlo para ver que nos puede dar, sino buscar su rostro para conocerle, al buscar conocerle aprenderemos a ser como él. 


Que es el quien nos da la paz que sobrepasa todo entendimiento y la que necesitamos, quién nos provee lo que necesitamos y quien nos fortalece en tiempo de dificultad.


¡NECESITAMOS UN CAMBIO RADICAL!


CUANDO CUMPLIMOS ESTAS 4 CONDICIONES;  SE CUMPLE LA PROMESA


“Entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.”


¡DICE AUN MAS EL SEÑOR!


Buscar su rostro nos permite descansar con la seguridad de que Él va a proveer nuestra necesidad espiritual, emocional y física. 


Buscar de la presencia de Dios y su rostro nos va a permitir experimentar todos y cada uno de los atributos de Dios. 


Él nos llena de su gracia para que donde habitemos el more en nosotros. 


“15 Ahora estarán abiertos mis ojos y atentos mis oídos a la oración en este lugar;

16 porque ahora he elegido y santificado esta casa, para que esté en ella mi nombre para siempre; y mis ojos y mi corazón estarán ahí para siempre.”


2a. Crónicas 7: 15-16



Conclusión

Nuestra conducta es la manera de comportarnos o las acciones que tenemos hacia las demás personas. 

La conducta se refiere al estilo de vida de cada ser humano. 

Cuando Dios dice “Si mi pueblo abandona su mala conducta”, se refiere a que si cada persona se convierte a él de corazón, y se aparta de todas las iniquidades y los pecados que podemos tener ignorando su palabra, Él te bendecirá, 

¿De que manera te bendecirá el Señor si dejaras tu mala conducta? 

¡Escuchándote y Actuando e Bendición para tí!

¡Quien dice Amen!

Oremos

Dios los bendice

Ps. Jorge Macías benitez

domingo, 29 de agosto de 2021

#A300 Temor del Testimonio

Reino de Dios Ministerios

Ps. Jorge Macías benitez

Ministración semanal

Introducción 

Hola buenos días, ¡Bienvenidos a esta Casa, la Casa de Dios, Reino de Dios Ministerios!

Soy el Pastor Jorge Macías Benítez, su hermano e Hijo de Dios; también de corazón te tiendo la mano, te abro el corazón y te quiero recibir, dar un abrazo…¡¡¡¡en el Amor del Señor…!!

Amadas, amados en Cristo, queridas amigas y amigos en la Fe, ¡Escuchen!

Este día, el Señor quiere ministrarnos de esa forma especial.

Para ello, nos hablará de Él mismo, y por momentos de tic mismo, por medio de mi.

Ahora, Escucha esto:

¡Jesús no se queda en el lugar en el cual no es bienvenido!

Retomando el mensaje y el fundamento de los últimos 2 domingos, la gente del lugar no quería que se quedara cerca; quizás no podían creer lo ocurrido y tenía temor de que el endemoniado volviera a su estado anterior o quién podríamos pensar de esta forma y otras. 

Quizá se sentían indignos de tal manifestación.  

Amada, amado en Cristo, cada persona es creada con voluntad propia y Dios no nos obliga a obedecerle.

El hombre que es liberado - como lo fué el endemoniado gadareno - reacciona como cualquier otra persona. 

Este, NO quería abandonar a Jesús. 

Dice la Palabra de Dios:

“Al entrar él en la barca, el que había estado endemoniado le rogaba que le dejase estar con él. Mas Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo ha tenido misericordia de ti. Y se fue, y comenzó a publicar en Decápolis cuán grandes cosas había hecho Jesús con él; y todos se maravillaban.”

S. Marcos 5:18-20


Es probable que también tuviera cierto temor de regresar a su hogar. 

Si…¡Temor!

El título del Mensaje y Su Ministración este mediodía del 29 De Agosto del año 2021, es:

#A300 Temor del Testimonio

Oremos

Condición del Libre

La gente sabía cuál había sido la condición del endemoniado de Gadara y el tal vez él no estaba seguro de si lo recibirían alegremente. 

Se preguntarían si él realmente estaba libre. 

¿Era en verdad un hombre normal, o era esta una mejoría temporal? 

¿Se volvería violento otra vez y constituiría un peligro para ellos?

Ese hombre - sí, ahora en libertad - podía hacer más para Cristo si regresaba a su hogar y relataba su milagro que si se unía a la multitud que seguía a Jesús a todas partes. 

Su condición de endemoniado era conocida por muchos. 

Todos reconocerían que no había una explicación natural para su liberación. 

Los amigos y vecinos le harían muchas preguntas y le darían oportunidades para que les señalara a Jesucristo.

Cuando Dios hace algo en nuestra vida, ¿por qué quiere que lo contemos a otros?

¿Qué persona se te viene a la mente cuando hablamos de evangelizar? ¿Por qué?

El gadareno de quien salieron los demonios fue llamado por Jesús a evangelizar entre la gente de su pueblo, ¿a qué estás llamado tú?

¿Cuál es la certeza de tu llamado?

¿Puedes testificar de algún milagro que hayas presenciado?


Testimonio del Enviado

En la Gran comisión en la cual Cristo “envía” a Sus Discípulos a predicar el Evangelio, Su Evangelio, los Apóstoles empieza a llevar a cabo la tarea por sí mismo y sin el acompañamiento físico de Cristo.

EL Señor nos habla hoy:

“¿Qué haremos con estos hombres? Porque de cierto, señal manifiesta ha sido hecha por ellos, notoria a todos los que moran en Jerusalén, y no lo podemos negar. Sin embargo, para que no se divulgue más entre el pueblo, amenacémosles para que no hablen de aquí en adelante a hombre alguno en este nombre. Y llamándolos, les intimaron que en ninguna manera hablasen ni enseñasen en el nombre de Jesús. Mas Pedro y Juan respondieron diciéndoles: Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios; porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído. Ellos entonces les amenazaron y les soltaron, no hallando ningún modo de castigarles, por causa del pueblo; porque todos glorificaban a Dios por lo que se había hecho, ya que el hombre en quien se había hecho este milagro de sanidad, tenía más de cuarenta años.”

Hechos 4:16-22


Oh Amadas y amados en cristo, queridas amigas y amigos en la Fe, en la esperanza, ¿que es lo que el Señor nos quiere decir con este pasaje?


Discierno en Cristo el centrar nuestra Reflexión, en esta porción:


“ Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios; porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído”

Hechos 4: 19-20


Ciertamente esta porción es crucial, coyuntural.


Surgen al menos estas preguntas:


¿Que estoy obedeciendo?

¿A quien estoy obedeciendo?


La Reflexión es sencilla… ¿esta el hombre antes que Dios?


En esta porción de la Palabra del Dios, un consejo de hombres importantes y poderosos se sentaron para juzgar a Pedro y a Juan. 


Los hombres importantes parecían tener todo el control de la situación, pero eso no molestó a Pedro y Juan. 


Osados en Jesucristo, se negaron a ceder ante las amenazas del concilio.


¿Cuál es tu Actitud ante una situación así?


En el Caso de Juan y Pedro,  en el poder del Espíritu Santo, Dios les dio las palabras exactas para el momento. 


Jesús lo había prometido en Lucas 12: 11-12: 


“Cuando os trajeren a las sinagogas, y ante los magistrados y las autoridades, no os preocupéis por cómo o qué habréis de responder, o qué habréis de decir; porque el Espíritu Santo os enseñará en la misma hora lo que debáis decir.”


Estas palabras de Pedro y Juan fueron un hermoso cumplimiento de esa promesa.





Dios antes que el Hombre

Ellos dijeron, juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios. 


Era evidente que debían escuchar a Dios en lugar de al hombre. 


Pedro hizo una apelación eficaz a esta verdad. 


Este es un Diseño importante. 


Dios ha establecido una Autoridad legítima en la humanidad. 


Vemos esta autoridad en el hogar, en la iglesia y en la comunidad. 


Dios quiere que respetemos y obedezcamos a estas autoridades, pero nunca en un sentido absoluto. 


¡Si… escuchaste bien!


Si hacer lo que la gente nos dice que hagamos nos hace desobedecer a Dios, debemos obedecer a Dios. 


Amadas, amados e Cristo, debemos escuchar a Dios incluso antes que a la autoridad humana legítima.


Con esta osadía, Pedro y Juan proclamaron, no podemos dejar de decir. 


Pedro y Juan tenían que hablar de lo que habían visto y oído. 


Tenían que hacerlo, no solo por la compulsión interna del Espíritu Santo, sino también por el mandato de Jesús. 


En Hechos 1: 8 Jesús dio la orden a todos sus discípulos: 


“Me seréis testigos en Jerusalén.”


¿Que has visto y oido?

Debían decir lo que hemos visto y oído. 

Este no era un mensaje que ellos crearon. 

Este era el mensaje de quien es Jesús y de lo que Él hizo para rescatar a la humanidad perdida, predicando el Evangelio del Reino de Dios. Veamos Lucas 16: 17-18.

Este no era un mensaje inventado; ellos simplemente lo transmitían como testigos oculares confiables.

Hay algunas cosas que son tan buenas que nunca deberíamos dejar de hablar de ellas. 


Amadas, amados en Cristo, queridas amigas y amigos en la Fe, buscadores del Esperanza, Gozo y Victoria, la grandeza de quién es Jesús nuestro Mesías y de lo que ha hecho para salvarnos, es sin duda la más grande de todas esas cosas buenas. 


No solo debemos negarnos a dejar de hablar de eso, sino que, con la ayuda de Dios, también nos determinaremos a Obedecer a Dios antes que al hombre. 


Escucha: 

“Vivir en el temor del hombre está por debajo de la dignidad de los hijos de Dios y en realidad es el pecado de la idolatría.”

Ps. Jorge Macías Benitez


Respetamos lo que es debido, aunque claro que ¡escuchamos a Dios antes que a cualquier autoridad humana!


Testimonio del discípulo

Al dar testimonio desde la Posición de Discípulo de Cristo, estamos siendo aceleradores del Poder Transformador del Dios en quienes han ya tomado Su Decisión por el Señor. 

Amadas, amados en Cristo, no es misión exclusiva de hombres o mujeres extraordinarios, de los Llamados y Escogidos de Dios, el ser Instrumentos de Gracia. 

Hubo un hombre ordinario que en vida se llamaba  Jose María Escrivá De Balaguer, quien en un mensaje e 1956 nos dejó esto:: 

“Hemos de portarnos como hijos de Dios con los hijos de Dios”

Y Añade: 

“No se trata de un ideal lejano” 

Si… no lo dudes, a todos los miembros de la familia de la Fe, nos corresponde el deber de hacer de la vida una tarea de servicio a los demás, porque haber Discernido en su hondura humana y también sobrenatural la dignidad de los hijos de Dios, incluye haber recibido también que servir, es la actividad más noble y más adecuada a la naturaleza del hombre.

Sabes, cuando me encontré con esta reflexiones y parcialmente con la que sigue:

“Existe un tipo de persona en la tierra: el tipo de los hijos de Dios. El Amor cristiano no se limita a ayudar y servir al necesitado de bienes económicos; sirve primero, para respetar y comprender a cada individuo así como en particular el valorar su dignidad de hombre y de haber sido Creado por Dios”

No pude sino recordar mis años de estudio y reflexión en una institución, que Dios mismo acompaño a crear en vida y dirección de este siervo de Dios. 

Amadas y amados en Cristo, la vida diaria y común es grande, porque su horizonte — el de la existencia de cada persona consciente de su dignidad como Creado de Dios y en particular si ya has sido Salvo — no se limita a lo inmediato ni a lo más cercano, sino que alcanza dimensiones universales y, para un cristiano, trascendentales.

Amadas, amados e Cristo, queridas amigas y amigos en la Fe, este siervo de Dios concuerda con esta Visión de Servicio en cualquier Esfera de Influencia e que el Cristiano se encuentre.

En ello - por supuesto - no caben las teorías generales ni los planteamientos vagos.

Estamos hablando del Diseño Eterno del respeto abierto e irrestricto de la dignidad humana la cual tiene un significado preciso y fácilmente comprensible: se es - precisamente por ello - cristiano cuando se es capaz de amar no sólo a la Humanidad en conjunto, sino a cada persona que pasa cerca de nosotros.

Amadas y amados en Cristo, la misión sacerdotal no puede invadir ilícitamente la esfera de las cuestiones temporales, que los laicos y gentiles están llamados a resolver con autonomía y sentido de responsabilidad; de hecho, claramente esa es tarea de quienes no caminan en Cristo y tiene sus propias responsabilidades.

No obstante, quienes le hemos dicho que si al Señor, estamos para acompañar, aún a estos últimos y darles lo que no conocen, aun cuando ha sido su propia decisión, no conocer.

Solo reflexionemos en esto:

“No salvarán este mundo los que pretenden narcotizar la vida del espíritu, reduciendo todo a cuestiones económicas o de bienestar material; para Salvar a este mundo por medio de Cristo, Dios utilizará  hombres y mujeres que tienen fe en Dios y en el Diseño eterno del hombre salvo, y que saben recibir la verdad de Cristo como luz orientadora para la acción y la conducta, y de esa forma ir estableciendo los Hechos.”

Oremos

Dios los bendice

Ps. Jorge Macías benitez