Hambrientos a la Vista
Nueva Serie
Ps. Jorge Macías Benitez
28 de Noviembre del 2021
Introducción
Hola buenos días, ¡Bienvenidos a esta Casa, la Casa de Dios, Reino de Dios Ministerios!
Soy el Pastor Jorge Macías Benítez, su hermano e Hijo de Dios; también de corazón te tiendo la mano, te abro el corazón y te quiero recibir, dar un abrazo…¡¡¡¡en el Amor del Señor…!!
Oh amada y amados en Cristo, vaya tiempo que el Señor bueno me ha estado entregando para vivir.
Un tiempo de cambio renuevo y Transición, totales…¡Hallelujah!
Ahora, aunque Conozco Su Para qué, es el Tiempo y la forma en los cuales no estoy entendido, claro aún.
Por otra parte Sé que Su Lluvia tardía es aun mejor que Su lluvia temprana; ¿quien dice Amen a eso?
¡Jajaaaaa…!
Bien.
El fundamento esta tarde del domingo 28 de Noviembre del 2021, lo encontramos en la 1ra. Carta de Pablo a los Corintios que dice:
“¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire, sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.”
1 Corintios 9:24-27
El Señor nos habla hoy de Liderazgo y en concreto de 3 cualidades fundamentales de un Lider de Dios:
Hambre
Certeza
Determinación
En esta tarde me llama a enfocarnos en la Determinación.
Nota: colaboración con el Pastor Guillermo Decena.
El título del mensaje este domingo es:
#A313 Hambre de Determinación
Oremos
Hablemos de Actitud
Veamos hoy uno de los factores más importantes que hace que la fe para el milagro y avivamiento personal, crezca y se consolide.
Esta es la actitud de la determinación para que nada ni nadie nos haga desanimar y así perder el milagro que esperamos.
Oh amadas, amados en Cristo, recuerden que aunque tarde, la bendición llegará sí la buscamos con determinación.
Lograr recibir una bendición de Dios también es un proceso, una fe que va creciendo, conforme al crecimiento y determinación búsqueda.
Veamos hoy uno de los factores más importantes, que hace que hace que la fe para el milagro y avivamiento personal, crezca y se consolide.
Esta es la actitud de la determinación para que nada ni nadie nos haga desanimar y así perder el milagro que esperamos.
Aunque tarde la bendición llegará, si lo busco con determinación.
Josué se determinó a buscar la bendición y la protección de Dios para su familia.
Dice la Palabra de Dios en Josué 24:15
“Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová.”
Es sin lugar a dudas la determinación un factor importantísimo para todo aquel que anhele un avivamiento.
Jonathan Goforth fue un misionero canadiense que fue a predicar a China, Dios le usó con gran avivamiento en muchas ciudades, y la esposa declaró muchos años después que pensaba que su marido se estaba volviendo loco.
El hecho era que estaba obsesionado con él avivamiento, y muchas veces deambulaba toda la noche clamando a Dios por un avivamiento, hasta que finalmente el avivamiento llegó.
Su santa locura hizo que Dios descendiera en su ministerio, con gran poder. Determínese con su familia a servir al Señor, no permita que el enemigo trabaje en contra de sus seres queridos, prohíbale al enemigo que obre en sus hijos o su cónyuge.
El líder como Josué siempre determinado, cuando se encuentre con una situación difícil, hará lo posible para que la gente elija a Dios.
Amadas, amados en Cristo, ¡sabemos que hay personas que seguirán sus propios intereses por más que vean un muerto resucitar!
Fe que Agrada a Dios
La determinación es fe y agrada a Dios; cuando los amigos del paralítico quisieron llegar a Jesús, el impedimento era una gran multitud que se oponía al milagro, pero sé las ingeniaron para lograr su cometido.
Lo que hicieron los amigos fue que subieron al paralítico al techo; hicieron un gran hueco y lo bajaron frente Jesús.
Escucha mi hermano, hermana, amigas, amigos que me escuchan, ¡no sé si vas a tener que trepar los techos pero que hay que estar dispuesto a todo, para ver la gloria de Dios!
Esto es lo que llamamos determinación.
El hombre es capaz de determinarse cosas y diría que hay poder en la determinación, es una virtud natural.
Algunos la usan para mal y otros para el bien.
Dice la Biblia que Nimrod se determinó para mal. Y Dios tuvo que intervenir sobre la tierra.
A lo largo de la historia muchos hombres hicieron el mal, y tarde o temprano Dios ha intervenido para frenar la maldad de los poderosos.
Escucha lo que dice la Palabra de Dios en Marcos:
“Y como no podían acercarse a él a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo una abertura, bajaron al lecho en el que yacía el paralítico”. Marcos 2: 4
Ahora, solo reflexionemos en qué clase de valor tiene una persona naturalmente determinada a lograr lo que piensa, que cuando se convierte a Jesús ¡será una dinamita en las manos del Señor!
Así fue Pablo, antes de convertirse era un testarudo religioso, que lo hacía todo con pasión y con pasión cometió errores gravísimos, pero cuando se convierte de verdad, la cosa cambia en su interior, y usa esa misma determinación pero para el bien.
Que nos dice la Biblia al respecto de Salud de Tarso en cuanto a su determinación:
“De los judíos cinco veces he recibido cuarenta azotes menos uno. Tres veces he sido azotado con varas; una vez apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noche y un día he estado como náufrago en alta mar; en caminos muchas veces; en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos; en trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y en desnudez; y además de otras cosas, lo que sobre mí se agolpa cada día, la preocupación por todas las iglesias“ 2a. Corintios 11:24-28
Pablo tenía un tremendo récord; difícil de igualar.
¿Que hacía que este hombre siguiera adelante?
Era sin dudas la determinación a hacer la tarea, era eso lo hacía que no retrocediera.
“Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día.” 2a. Timoteo 1: 12
Era tan grande la fe de Pablo, que tenía una gran determinación.
Por eso quiero decirte que la determinación de un creyente en lograr metas espirituales, es de tremenda estima a los ojos del Señor.
“Dime cuán grande es tu determinación en tu búsqueda y servicio a Dios y te diré cuán grande es tu fe”.
Dice la Palabra de Dios en Lucas 9:57
“Yendo ellos, uno le dijo en el camino: Señor, te seguiré adondequiera que vayas.”
Lo que sale de mi boca
Amadas y amados en Cristo, en Verdad reflexionemos en esto.
El Señor valora nuestras declaraciones, pero más valora nuestras conclusiones; ¡para Él no es tan importante como empezamos, sino como terminamos!
Pedro también le dijo a Jesús cosas muy interesantes como: “nunca te dejaré, si es necesario morir moriré”, pero le terminó negando a Jesús tres veces!
Así es que si le has fallado a Dios, dile de tus disculpas, que Él te escuche hablar de corazón lo que Él ya hizo en la Cruz…¡darte perdón!
Oh amada, amado, determínate a seguir adelante y vencer.
En Marcos 5:25-29, cuenta la Palabra de Dios el como una mujer se determinó a conseguir su milagro en medio de una multitud y decía: “Sin tocare aunque sea su manto”
Y así, esta mujer ¡se determinó a llegar a donde estaba Jesús!
Claro, finalmente lo logró, ¡obtuvo su milagro!
Hermanas y hermanos en Cristo, amadas y amados en la Fe, siempre hay un esfuerzo que hacer y un precio que pagar, ¡y ello siempre - créeme - vale la pena!
¡Ten la determinación de aprender de Jesús y de buscar crecimiento y avivamiento espiritual a pesar de cualquier obstáculo!
Nota: colaboración con el Pastor Guillermo Decena.
La Determinación en los Santos de Dios
Ahora, veamos como Pablo quitando su mirada del pasado de su ministerio en Efeso, lo está poniendo en el presente.
Dice la Palabra de Dios:
“Ahora, he aquí, ligado yo en espíritu, voy a Jerusalén, sin saber lo que allá me ha de acontecer; salvo que el Espíritu Santo por todas las ciudades me da testimonio, diciendo que me esperan prisiones y tribulaciones.” Hechos 20:22-23
He aquí, dice Pablo para dar solemnidad a su declaración. Ligado yo en espíritu, voy a Jerusalén.
Cuando Pablo menciona que está ligado en espíritu, da a entender que está absolutamente determinado dentro de sí mismo a cumplir con un propósito.
El propósito era ir a Jerusalén.
Allí en Jerusalén, Pablo esperaba entregar la ofrenda que de una manera generosa y sacrificada dieron los hermanos de Macedonia y Acaya para los hermanos pobres de Judea.
Pero esto no era lo único que ocupaba la mente de Pablo. De una manera difusa por el momento, Pablo sabía que su permanencia en Jerusalén no iba a estar libre de dificultades.
¿De qué tipo?
Pablo no lo sabía a ciencia cierta, aparte de que por todas las ciudades donde había estado, el Espíritu Santo daba testimonio a su espíritu que en Jerusalén le esperan prisiones y tribulaciones.
Así que, la vida no iba a ser fácil para Pablo en Jerusalén, pero a pesar de ello, Pablo no cambió su decisión de proseguir con el viaje.
Si para testificar de Cristo en Jerusalén tenía que padecer prisiones y tribulación, Pablo estaba de acuerdo en pagar el precio. Esto nos da la medida de su pasión por Cristo.
Esto nos lleva a la meta máxima de Pablo.
Hechos 20: 24 dice:
“Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.”
La meta suprema de Pablo era dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios, conforme al ministerio que recibió del Señor Jesús.
Fue el mismo Señor Jesús en persona, quien encomendó, o encargó el ministerio a Pablo, para ser su testigo entre los gentiles.
Pablo no se enredó en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado.
Cuando el siervo de Dios se mete en tantas cosas, se desvía de su meta principal, la cuál es dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.
Pablo se veía a sí mismo como un atleta en una carrera.
La meta era cumplir con el ministerio que recibió del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.
Pero Pablo añadió algo importante.
Pablo quería acabar su carrera con gozo.
A veces servimos al Señor, inclusive bien, pero no con una actitud gozosa sino con una actitud de queja, de descontento, de competencia, de envidia y tantas otras cosas más.
Qué gran ejemplo el de Pablo cuando deseaba profundamente acabar su carrera pero con gozo.
Todo esto tiene su precio.
En el caso de Pablo fue un precio tan elevado que implicó su misma vida.
Pero ni aun esto fue motivo para que Pablo no persiga su meta con determinación.
Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, dijo Pablo.
En tercer lugar, tenemos la declaración de Pablo.
Hechos 20:25-27 dice:
“Y ahora, he aquí, yo sé que ninguno de todos vosotros, entre quienes he pasado predicando el reino de Dios, verá más mi rostro. Por tanto, yo os protesto en el día de hoy, que estoy limpio de la sangre de todos; porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios.”
Las emociones deben haber estado en ascenso en la reunión de Pablo con los ancianos de Éfeso.
Pablo sabía que esa sería la última vez que iba a estar cara a cara con aquellos a quienes tanto amó y por quienes tanto se sacrificó al predicarles el reino de Dios.
Esto le motivó a hacer una declaración cargada de emoción.
Por tanto, dijo Pablo, yo os protesto en el día de hoy.
Esto significa: Yo voy a hacer una declaración muy solemne el día de hoy. ¿Cuál es esa declaración?
Pues que Pablo está limpio de la sangre de todos.
¿Qué significa esto?
Pues que nadie puede apuntar el dedo índice a Pablo y decir:
Por tu culpa se ha perdido eternamente una persona.
Pablo se ve a sí mismo como un centinela cuya responsabilidad es advertir de un peligro inminente.
Pablo fue un centinela fiel que advirtió acerca del peligro espiritual que se cierne sobre todo pecador y no sólo eso, sino que comunicó la manera como el pecador puede evitar el terrible castigo que pesa sobre él.
Por eso, delante de Dios y de los ancianos de Efeso, Pablo dice:
Limpio estoy de la sangre de todos.
Pablo no se guardó absolutamente nada de lo que Dios quiso decir a todos en Efeso.
No he rehuido anunciar todo el consejo de Dios, dijo Pablo.
Pablo comunicó desde lo más básico hasta lo más complejo de la palabra de Dios.
Pablo no calló su boca pensando que tal vez algo que tenía que decir podría ofender a alguien.
Si Dios había puesto en su corazón decir algo, lo decía sin rodeos pese a quien le pese.
Así que Pablo puso su mirada hacia el pasado y hacia el presente ante los ancianos de Efeso.
Llegó el momento de poner su mirada hacia el futuro.
Esto es lo que encontramos a partir del versículo 28 de Hechos 20.
Lo que primero vamos a notar es un llamado a los ancianos de Efeso.
Hechos 20:28-31 dice:
“Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre. Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos. Por tanto, velad, acordándoos que por tres años, de noche y de día, no he cesado de amonestar con lágrimas a cada uno.”
Conclusión
Pablo había hecho un trabajo consciente, anunciando todo el consejo de Dios.
Por tanto, sobre esa base, hace un llamamiento a los ancianos de Efeso.
Les pide mirar.
Esta palabra significa proteger, ocuparse, vigilar.
¿Mirar qué?
Pues dos cosas.
Primero por ellos mismos.
Esto tiene que ver con la pureza no sólo en doctrina sino en carácter, de los ancianos.
Es algo que todos los que somos pastores obispos o ancianos tenemos que hacer.
Debemos proteger, ocuparnos, vigilar la sana doctrina y nuestra conducta personal.
Segundo, por todo el rebaño.
Cuando Pablo habla del rebaño se está refiriendo a la iglesia local en Éfeso.
Fue el Espíritu Santo quien puso a los ancianos de Éfeso por obispos.
La palabra obispo significa uno que está en una posición ventajosa para mirar todo lo que pasa en la iglesia local.
Por eso es que
a los obispos se les llama también “sobreveedores”.
Como obispos o sobreveedores, los ancianos de Éfeso, debían apacentar o pastorear la iglesia del Señor.
Note que la iglesia es del Señor, no de los pastores, obispos o ancianos.
Es del Señor, porque Él la ganó con su propia sangre.
Esto significa que él la compró al elevado precio de su propia vida, cuando fue crucificado en el Calvario.
Pero ¿Por qué tan solemne llamado, un llamado a estar vigilantes, a mirar?
Pues porque Pablo sabía que después de su partida, entrarán en medio de la iglesia de Éfeso, lobos rapaces, que no perdonarán el rebaño.
Cuando Pablo habla de lobos rapaces, está usando un lenguaje metafórico para referirse a falsos maestros que se introducirán encubiertamente en la iglesia para atacar a los creyentes, al rebaño.
De estos lobos rapaces habló el Señor Jesús cuando dijo:
“Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.”
Estos lobos rapaces entran encubiertamente a las iglesias locales introduciendo novedosas doctrinas como la teología de la prosperidad y novedosas prácticas que no tienen fundamento bíblico alguno.
Pero lo más trágico es que de dentro de la misma iglesia local se levantarán hombres que hablarán cosas perversas, para arrastrar a los discípulos tras ellos.
Son los típicos divisionistas que con falsas doctrinas y falsas prácticas causan divisiones en las iglesias locales.
Ante este cuadro, Pablo exhorta a los ancianos de Éfeso a velar, o a estar alerta.
Los ancianos de Éfeso sabían como detectar a los lobos rapaces y a los hombres que hablan cosas perversas, por cuanto Pablo pasó con ellos por tres años, de noche y de día, amonestando con lágrimas a cada uno.
Amadas y amados en Cristo, observemos, reflexionemos, Oremos y compartamos de estas verdades que hoy, estamos viviendo en la Obra de Dios.